martes, 25 de enero de 2011

“Scalped: El blues de la reserva”, de Jason Aaron, R.M. Guéra y otros.


Probablemente, sea una regla que no figura escrita en ningún lado pero un síntoma que no falla para determinar el éxito de una serie es comprobar como su trama va alargándose artificiosamente a lo largo del tiempo para mantener al personal atrapado el mayor tiempo posible. Hay diversas técnicas para ello pero una de las más extendidas es incluir episodios autoconclusivos o de corta extensión –spin off- se llaman- dentro de la serie protagonizados por algún personaje secundario cuyo relato poco o nada tiene que ver con la historia principal. Esta fea práctica que es de lo más irritante para el aficionado es, sin embargo, una de las más extendidas dentro del cómic norteamericano más comercial donde –no nos engañemos- se antepone la búsqueda de beneficios antes que la excelencia artística. Sin embargo, hay ocasiones como algunas de las historias recogidas en “El blues de la reserva” en que el equipo artístico –sobre todo, el talento de un escritor como Jason Aaron- convierte esas historias en auténticas joyitas que no solo dan más empaque al relato principal sino que pueden llegar a ser recordadas por sí mismas dotadas de una nueva dimensión que logra despejar el punto en que las abscisas del beneficio económico se cruzan con la excelencia artística.

El blues de la reserva”.es el séptimo recopilatorio publicado por Planeta en el que se reunen los números 35 a 42 de “Scalped”, la serie negra de indios norteamericanos con la que Jason Aaron y R.M. Guèra han dado nuevo lustre al devaluado sello Vertigo y de paso a al género negro necesitado siempre de buenas historias.

El blues de la reserva” podría dividirse en una primera parte en la que Aaron, secuncado por los dibujantes "reservas" de la serie, se dedica a contar historias que poco o nada tienen que ver con la historia principal, protagonizadas por personajes secundarios y marginales; y una segunda que, junto a R.M. Guéra, retoma las andanzas de los protagonistas.

La historia que abre el tomo “Escuchar como gira la tierra” nada tiene que ver con la historia principal pero en mi opinión es la mejor historia de todo el álbum. En ella Aaron desarrolla un emotivo relato en el que mezcla en dosis justas variopintas referencias – el realismo mágico, ecos de Faulkner o Steinbeck y el maravilloso cómic de Raymond Briggs Cuando el viento sopla” para relatarnos a dos voces la historia de amor crepuscular de una pareja de ancianos indios que viven en lo más alejado de la reserva bien secundado por un Danijel Zelzej (“El Diablo”) que en esta historia realiza un gran trabajo merced a su etilo feísta y sombrío de trazo grueso que tan bien se adecua a la historia.

La segunda historia recogida en dos episodios titulada “La buena acción de un español honorable y católico” es un ambicioso hard boiled en dos partes en el que Aaron aborda con brillantez el tema de la homosexualidad en las reservas indias en la actualidad desvelando la orientación sexual de uno de los personajes de la serie. Aaron desarrolla la historia a través de un juego de elipsis que quizás no resulte tan efectivo como debiera debido a las limitaciones de un Davide Furno que es probablemente el menos dotado de la terna de dibujantes que aparecen en este tomo. A pesar de ello, la historia en que se denuncia una hipocresía que no es exclusiva de unos indios que han olvidado su cultura está lo suficientemente bien llevada como para resultar atractiva a cualquiera.

La tercera historia, “Tradición Familiar”, recupera la labor gráfica del dibujante principal R.M. Guéra y sirve de prólogo a un arco de tres números “No deseados” que ya enlaza con la narración principal en el que Aaron explora los orígenes de los protagonistas Dashiell y Carol al tiempo que refleja con habilidad lo complejo de su relación sentimental y resuelve el dilema planteado sobre su propia paternidad denunciando con habilidad de paso la situación social de las reservas indias con un índice de embarazos no deseados y abortos de los más altos de Estados Unidos. En “Tradición Familiar”, aparte de presentar el origen del padre de Dash Caballo Terco, Aaron retoma uno de sus temas más queridos – el conflicto de Vietnam que ya abordara en “El otro bando”- a través de las vivencias de Wade antes de incorporarle de lleno a la vida en la reserva en la trilogía “No Deseados”. Estos tres números son una maravilla narrativa en la que a base de flashbacks y elipsis se nos desvela la niñez de Dash y Carol al tiempo que Aaron desgrana con un admirable tratamiento psicológico las motivaciones que en el presente han de tomar los protagonistas legando a su plenitud en el último número de la trilogía pleno de brillantes recursos para resolver con éxito la complejidad de la historia planteada. Un último número que contrapuesto formalmente a la primera historia da a toda el tomo y las relaciones familiares que trata una coherencia no esperada al inicio de la lectura.

En definitiva, “El blues de la reserva” es un cómic imprescindible a pesar que pudiera considerarse que más de la mitad de su contenido es mero relleno y sin duda es uno de los mejores tebeos que ha aparecido en lo que va de año merced a un inspiradísimo Jason Aaron que se consolida como un magnífico y hondo narrador de género negro más allá de sus escarceos con el género superheroico.

II Jornadas de encuentros con Autores “Autores en Viñetas”.

Desde la asociación “Carmona en Viñetas” me pasan la siguiente información:

“”La Asociación Juvenil Carmona en Viñetas se complace en invitaros a la II Jornada de Encuentros con Autores “Autores en Viñetas”.

Un evento en el que el amor al comic es el principal motor en su organización.

Huir de comercialidad, frivolidad y tópicos típicos sobre el comic es lo que pretendemos. Dar seriedad y dignificar la historieta como elemento cultural es nuestro principal objetivo.

Y para ello hemos preparado un elenco de autores/as digno de cualquier salón nacional. Un cartel como pocos salones o encuentros pueden presumir de tener y todo gracias a unos autores que nos han apoyado desde el primer momento, unos artistas que han decidido unirse a este proyecto.

Os invitamos a esta travesía. A un viaje único por un mar de tinta y papel.

Desde aquí, desde estas palabras os conmino a participar activamente en este nuestro proyecto. Señalad en el calendario en rojo las fechas del 24, 25, 26 y 27 de febrero del 2011. Agustín Padilla, Alberto Jiménez Albuquerque, Belén Ortega, Cels Piñol, Cristina Vela, Eduardo Ocaña, El Torres, Felipe Hernández Cava, Irene Roga, Javier Aranda, Jose Robledo, Marcial Toledano, Mateo Guerrero, Maz!, Noiry, Rafael Fonteriz, Studio Kôsen, Xian Nu Studio...

Gracias y para manteneros informados visitad las webs de la organización.

http://www.carmonaenviñetas.es/

Una estupenda iniciativa para promover el cómic patrio por tierras andaluzas.