miércoles, 7 de marzo de 2012

“Scout”, de Timothy Truman.

Si a los chavales de las generaciones anteriores les gustaban los vaqueros y a los de las posteriores no tengo ni idea, los de la mía sentíamos una especial simpatía por los indios norteamericanos, eternos perdedores de las películas en blanco y negro de nuestra infancia, mientras crecíamos acongojados escuchando al apocalíptico doblador de Carl Sagan ya en la tele a color descubrirnos el “Cosmos” mientras unos fanáticos con misiles nucleares nos hacían presumir que no íbamos a llegar a la adolescencia. Quizás por todos esos motivos, cuando Comics Forum sacó a principios de los noventa en su rumbosa línea de cómics de Eclipse, una serie protagonizada por un apache que iba en moto por unos Estados Unidos posapocalipticos devastados por los desmanes ecológicos y las sanciones de los gobiernos extranjeros, caí enamorado de la moda juvenil aunque la única referencia que tenía del tal Timothy Truman que aparecía en los créditos del tebeo fuese una corta y atractiva miniserie de “Hawkman” publicada por Zinco, disfrutando cada entrega más que las del “Miracleman” de un tal Alan Moore.

Y es que Truman se montó a lo largo de los 24 episodios de que constaba la serie original y que Forum publicó a lo largo de 19 entregas un “Jeremiah” a lo indio protagonizado por un tal Emanuel Santana que en clave de road movie desértica llevaba a cabo un viaje iniciático en moto por unos deprimentes Estados Unidos ungido por los dioses apaches en una especie de mesias guerrero que lo mismo se enfrentaba con los militares que con extraños monstruos que no quedaba claro si eran reales o alucinaciones fruto de su experiencias con el peyote.

Truman, un tipo polifacético que lo mismo realizaba cómics meritorios que se embarcaba en giras sin fin tras los pasos de sus queridos Grateful Dead a los que ha ilustrado la mayor parte de sus discos y que por entonces ya había realizado "Grimjack” aunque nosotros no teníamos ni idea, se mostraba en “Scout” como un guionista competente sacando partido de la identidad apache del protagonista sin renunciar a una moderada crítica en clave ecologista que la caracterización distópica de la serie le permitía al tiempo que homenajeaba a algunos de sus ídolos musicales escondiendo en los nombres de los principales personajes de la serie referencias más o menos veladas a los mismos.

La cosa debió venderse lo bastante bien como para que Forum completase la primera serie, aunque como consecuencia de la caótica organización de Eclipse, su posterior quiebra y el incendio del almacén donde guardaban buena parte de su stock quedara olvidada en el limbo de los tebeos la segunda serie de dieciséis números protagonizada por Santana titulada “Scout: War Shaman”, en la que Truman retomaba a su protagonista más maduro y con la carga añadida de la viudez y dos hijos. Y es que parece ser que entre ambos volúmenes, el inquieto Truman realizó un número especial incluido en el álbum “Marauder” de su grupo musical, The Dixie Pistol, en el que Santana contraía matrimonio.

Por supuesto, estas últimas historias están inéditas en España por lo que no sería mala cosa que alguna editorial dispuesta a aprovechar el tirón que de nuevo están teniendo los temas indios con “Scalped” y la buena acogida que siempre tienen las distopias futuristas se animara con la edición cronológica y ordenada de toda la serie, más allá de lo complejo que pueda ser hacerse con los derechos de este material. Total, por pedir que no quede.