sábado, 10 de abril de 2010

“Nocilla Dream”, de Agustín Fernández Mallo.

Hay obras que se encuentran en la frontera de los géneros de tal modo que es difícil determinar a cuál pertenecen. A mí que no me pregunten como clasificar “Nocilla Dream”, la primera entrega del llamado Proyecto Nocilla de Agustín Fernández Mallo que ya va por la tercera entrega publicada, y que según la revista “Quimera” es una de las más importantes novelas españolas de la pasada década (mira, estos lo tienen más claro que yo a la hora de la clasificación).

Nocilla Dream”, a pesar de ser una obra en prosa, tiene mucho de poético en la forma elegida por Fernández Mallo para hilvanar a modo de collage distintos elementos –personajes, imágenes, anécdotas, estudios científicos…- aparentemente inconexos entre sí teniendo como único hilo conductor (que hacen de la obra inaprensible novela, probablemente) unas pocas imágenes y personajes que van apareciendo aquí y ahí sirviendo de argamasa entre unas y otras para que el lector que necesite buscar un significado más allá de los brochazos proporcionados por el autor saque sus propias conclusiones. “Nocilla Dream” requiere (o no) de un esfuerzo interpretativo del lector que debe acercarse a ella no con la indolencia del lector habitual que busca un rato de esparcimiento sino también con la actitud del filósofo que interpreta las pistas que Fernández Mallo ofrece sobre su personal visión del mundo y del hombre. Y, he aquí que el gran mérito del libro frente a otros igual de pretenciosos es que el autor logra su objetivo (al menos en mi caso así ha sido) de implicarme en su juego y jugarlo, disfrutando de un rato de hipnótica lectura e hipnótica reflexión.

Quizás “Nocilla Dream sea una radiografía de las soledades y las incomunicaciones que vertebran al hombre contemporáneo, un hombre que volcado en la ciencia olvida las verdades sencillas que inaprensibles siempre nos han acompañado desde nuestros orígenes o sea un mejor ejercicio de estilo con el que el autor ha intentado transponer –con éxito, maldito- la belleza poética escondida en la ciencia a la prosa escrita. No lo sé y probablemente sus intenciones deban preguntárselas a Fernández Mallo. Lo que está claro es que es un libro que atrapa y nadie que disfrute de la literatura y se pregunte cuáles son sus fronteras debería dejar de leer. Si lo han hecho, lo hacen o lo harán luego recuerden contarme que les ha parecido. Yo aquí les espero.