viernes, 27 de enero de 2012

“Lex Luthor: Biografía No Autorizada”, de James D. Hudnall y Eduardo Barreto.


He estado releyendo este curioso tebeo publicado hace ya unos años por Planeta y que es la obra más señalada del recientemente desaparecido dibujante uruguayo Eduardo Barreto. Un tebeo la mar de entretenido que tiene en su contravención de las fórmulas típicas de las historias de “Superman” junto al estupendo dibujo del minusvalorado Barreto sus principales puntos de interés.

Peter Sands, un periodista arruinado y alcohólico, se dedica a investigar a Luthor para escribir un libro biográfico que le arregle la vida. A través de los testimonios de varios testigos se va dando cuenta que ha mordido algo más grande de lo que puede tragar y decide ponerse en contacto con Superman a través de Clark Kent. Cuando el periodista aparece asesinado tras dejar escrito el nombre de Kent, parece que este es el principal culpable del asesinato.

Como decía una curiosa historia esta ambientada en el universo de Superman pero en la que el Hombre de Acero tiene una importancia marginal y en la que el foco de protagonismo Hudnall lo reparte hábilmente en la narración de distintos personajes – Sands, y Clark Kent, principalmente- para construir un más que correcto thriller negro en el que queda magnificada la figura del maquiavélico y malvado Luthor capaz de cualquier cosa para conseguir sus objetivos.

En el aspecto gráfico, Barreto hace un trabajo excelente empleando una narración sobria y eficaz, alejada de todo artificio, ideal para el tipo de historia ideado por Hudnall y destacando en las elegantes transiciones para introducir elipsis en la historia, Barreto deja constancia de la plasticidad y vistosidad de su estilo potenciado por el tratamiento del color empleado por Adam Kubert y su talento para dibujar todo tipo de personajes especialmente en la caracterización de los femeninos.

Lex Luthor: Biografía No Autorizada” mantiene su vigencia hoy al igual que el día que se publicó gracias a su concisión y respeto por las reglas de un género que no es precisamente el superheroico garantizando sin estridencias un rato entretenido. Resulta agradable leer en estos tiempos en los que los dibujantes pretenden sobresalir por encima de la historia tebeos como este en el que el dibujante se pone al servicio de la misma y que sea esta la que adquiera una mayor dimensión.