martes, 21 de enero de 2014

“XIII Mystery: Steve Rowland”, de F. Nury y R. Guérineau.




Parece que hay una tendencia a desprestigiar la labor de los guionistas en los cómics para primar la de los dibujantes cuando realmente el equilibrio entre ambos apartados es fundamental para conseguir un buen resultado. Un buen ejemplo de la importancia de un buen guionista la encontramos en la comparación del tebeo que comentaba ayer “Estado de Caos”, de la que ya comenté algo más abajo, con esta quinta entrega de “XIII Mystery”, editado por Norma Editorial, el spin off de la magnífica “XIII” de Van Hamme y Vance, en la que Fabien Nury, uno de los guionistas de género más en forma actualmente en el mercado francés, se marca una estupenda historia en la que nos cuenta el pasado de Steve Rowland antes de convertirse en XIII.

El joven Rowland se crió bajo la férrea disciplina de su estricto padre, un WASP duro e intransigente que forjó la personalidad del joven para ser siempre el número uno en todas las disciplinas. Tras conocer a Kim, Steve cree que por fin es el dueño de su destino sin saber que toda su vida, como soldado y agente secreto ha estado planificada, por la organización a la que pertenece y le ha encargado acabar con el Presidente de los Estados Unidos.

La diferencia fundamental por la que “Estado de Caos” es un cómic fallido en muchos aspectos y “XIII Mystery: Steve Rowland” es un cómic que se lee con agrado de la primera a la última página a pesar de (re)contar ambos situaciones y tópicos del thriller político es la habilidad y oficio de un guionista como Nury para sacar todo el partido al lenguaje gráfico y las posibilidades del medio en que trabaja en lugar de intentar emular los ritmos cinematográficos como hace Johnson en “Estado de Caos.

Nury cumple a la hora de ofrecer nuevos datos sobre la verdadera identidad de XIII con una historia que a pesar de estar llena de tópicos se lee con agrado gracias  a su estupendo planteamiento y desarrollo, que permite que se entienda perfectamente sin haberse leído anteriormente la serie principal. Nury maneja con acierto todas las convenciones del thriller político haciendo hincapié en los principales hechos que forjaron la personalidad de Rowland y ofrece una correcta caracterización de los diversos personajes que ya habíamos conocido a lo largo de XIII.

En el aspecto gráfico, R. Guérineau cumple eficazmente con sus habilidades con un dibujo realista y eficiente con un estilo tributario del de Vance. Guérineau se ajusta perfectamente a los requerimientos de la historia ideada por Nury y el interior mejora sobremanera la fea portada del álbum.

En fin, “XIII Mystery” está siendo una agradable sorpresa ya que a pesar de su carácter tributaria los álbumes están desarrollados con oficio y habilidad para cumplir su función accesoria para todos aquellos que somos seguidores de la serie principal con eficaces y entretenidas historias de género completamente autoconclusivas.