lunes, 3 de junio de 2013

El fin de “Vengadores Secretos”, de Matteo Scalera, Andy Kuhn y Rick Remender.




Rick Remender afronta la conclusión al frente de “Los Vengadores Secretos”, con sus últimos ocho números (31 a 37) reunidos en los números 24 a 27 de la serie de Panini. Un batiburrillo frenético  con el que el guionista clausuró de forma decepcionante las tramas y argumentos que había venido desarrollando en números anteriores.
En  estos números, Veneno y Ojo de Halcón tratan de impedir que Max Furia se haga con el control de la triple Corona mística que instaurará el imperio del Vacío, aun cuando toda una legión de nuevos Amos del Mal intentan impedírselo. Sin solución de continuidad mientras parte del grupo se adentra en la Tierra 666 para enfrentrarse  unos Vengadores zombis para tratar de hacerse con el Crisol de la Nigromancia, el artefacto místico capaz de parar a Padre y sus Descendientes, el resto del equipo han de hacer frente a la traición de uno de sus miembros.
Remender que, como consecuencia del baile de guionistas provocado por  "Marvel Now!" emigró a prados más verdes, termina de manera brusca y apresurada una serie de tramas ideada  para dar mucho más de sí reducidos los personajes protagonistas a meros estereotipos. Una pena porque en entregas anteriores Remender sí que parecía tener claro el concepto de esta serie e ideas suficientes como para desarrollarlo y visto el esbozo de desarrollo que el guionista realiza podría haber dado mucho más de sí.

En el aspecto gráfico, Matteo Scalera muestra ser un dibujante a seguir con un estilo sombrío y expresivo inspirado en el “Spawn” de McFarlane y el “Hellboy” de Mignola con guiños al “Marshall Law” de O’Neill, que se me antoja mucho más adecuado  para  cómics de terror que superheroicos, sobre todo porque su narrativa confusa en ocasiones deje bastante que desear, aunque en su descargo uno se hace a la idea que los guiones de Remender no debían de haber sido excesivamente clarificadores. Uno de los números es dibujado por Andy Kuhn cuyo estilo tampoco me parece excesivamente adecuado para el concepto de la serie. Lo mejor sin duda las espectaculares de Arthur Adams.
En fin, tras Rick Remender se hace cargo de esta cabecera Nick Spencer con la enésima alineación y planificación, por lo que de momento yo aquí me planto vistos los continuos vaivenes y maltrato que ha sufrido esta serie.