lunes, 16 de enero de 2012

“Drive”, de Nicolas Winding Refn.

El otro día aprovechando que en casa se organizaba un evento lúdico festivo femenino retomé antiguas costumbres y volví tras unos cuantos meses a pisar un cine. Iba con la ilusión de que la experiencia fuese redonda y ver una peli que me gustase por lo que me decanté por esta “Drive” de la que había oído buenas palabras y aparte venía avalada por distintos premios y nominaciones en certámenes y concursos glamourosos. Bueno, tras el visionado, si esta ha sido una de las mejores películas del 2011 creo que el nivel ha estado más bajo de lo que pensaba. Os cuento.

Drive” es la historia de un mecánico y especialista de escenas de acción en Los Ángeles que se hace un dinerillo extra conduciendo en la fuga de los atracos en los que le contratan. El tipo tiene un código rígido, no va armado, solo conduce, no hace preguntas, cobra y se va…La cosa le va más o menos bien hasta que conoce a la vecinita rubia con niño que con unos mohines y ojitos tiernos se lo mete en el bolsillo. La cosa amorosa promete para nuestro frío conductor hasta que regresa el marido de la vecina, un exconvicto que pretende mantenerse limpio hasta que aparecen sus antiguos compañeros de trullo para recordarle que les debe un último trabajito. Por la vecina, su churrumbel y el amor, nuestro romántico protagonista, que tiene su corazoncito aunque vaya de duro, accede a ayudar al marido y rompe su código para meterse de lleno en un lío de tres pares de narices con unos mafiosos que no se andan con chiquitas. Si queréis saber más a ver la peli.

A partir de la base literaria de una novela de James Sallis que no he leído,“Drive” revisita un tema recurrente y clásico del género negro desde un punto de partida más o menos original a priori que sería el del conductor de los atracos para abandonarlo a las primeras de cambio para acabar desarrollando una historia de las de siempre que va de más a menos. Esto que en principio puede augurar una película de acción trepidante en plan blockbuster palomitero, trepidante y molón a lo “A todo gas” y continuaciones es resuelto por el danés Nicolas Winding Refn con un ejercicio de estilo antitético, sobrio y contenido que queda bastante raruno y no me ha acabado de convecer, una cosa a medio camino entre Jim Jarmusch e Ingmar Bergman lleno de huecos para que el espectador inteligente los rellene y que podría haber funcionado mejor si le hubiera metido algo más de velocidad.

A pesar de ello, la peli se deja ver aun cuando llegue a resultar un tanto irritante las constantes contradicciones en las que va cayendo el protagonista en su comportamiento (esto puede ser culpa de la novela por lo que tengo curiosidad en leerla, así que a lo mejor la comento por aquí) hasta el irritante y absurdo final. Shanne –ah, no que no es “Raíces profundas”-, bueno, el que hace de conductor hierático es el papel más complicado y sobre el que recae todo el peso de la peli, un personaje imposible interpretado por un Ryan Gosling taciturno que a pesar de querer pasar por un joven de Niro de “Taxi Driver” tiene más aire de joven Sean Penn despistado, siendo realmente el trío de estupendos veteranos Perlman-Brooks-Cranston los que dan más empaque a la historia frente a los actores jóvenes.

En fin, “Drive” es una película normalita y creo que no da para tanto como se ha comentado pero que cada cuál saque sus conclusiones. Ya me contáis si eso.