lunes, 30 de junio de 2008

Trailer de “Quantum of Solace”: Todo cambia menos las películas de James Bond…


...Y para muestra un botón con el primer adelanto de la que será la número…¡22! de la franquicia más veterana del cine mundial. En esta nueva entrega, repite el discutido Daniel Craig (aunque después de “Casino Royale” parece que convenció hasta los más dogmáticos) en una película que promete seguir renovando al agente de su majestad con licencia para matar y en la que estará acompañado por Olga Kurylenko, Gemma Arterton, Judi Dench, Jeffrey Wright, Giancarlo Giannini, Jesper Christensen, Mathieu Amalric y Neil Jackson. La película está dirigida por Marc Forster, conocido, entre otras, por las excelentes “Monster Ball” y “Finding Neverland” que cambia radicalmente de registro, y su estreno está previsto para el 7 de noviembre de 2008.



Página oficial de la película aquí.

Michael Turner (1971-2008)

Con sólo 37 años me entero por aquí del fallecimiento el pasado día 27 de Junio, a causa de un cancer óseo, del dibujante Michael Turner, quién trabajó entre otras para Marvel y DC. Turner fue, además, socio fundador de Aspen Cómics y será recordado, principalmente, por sus espectaculares portadas o la serie para Top Cow, “Witchblade”.



Como para un artista no se le puede rendir mejor homenaje que mostrar su trabajo, a continuación reproduzco una galería con algunas de sus portadas.
D.E.P.

Creo que la mayoría nos hemos sentido así esta mañana

Visto en "El País"

jueves, 26 de junio de 2008

“El increíble Hulk” de Louis Leterrier


Hay una serie de personajes Marvel que, por su popularidad hace tiempo traspasaron el cómic que los vio nacer y su historia es conocida por cualquiera. Probablemente, el caso más evidente de este proceso con el permiso de nuestro amistoso vecino Spiderman y los héroes DC, sea el increíble Hulk, por estas tierras conocido popularmente,como La Masa, merced en buena medida a una excelente y entrañable serie de televisión de los ochenta. Precisamente, por esos motivos (y algunos más sobre los que no voy a extenderme hoy) poca gente entendió en su momento la frivolidad que perpetró Ang Lee con el personaje, ofreciendo una versión que en muy poco recordaba con la que todos estábamos familiarizados y no satisfizo las expectativas creadas, convirtiéndose en una de las peores adaptaciones superheroicas de todos los tiempos y, a nivel personal, una de las peores películas que he visto en mi vida.

Por este motivo, tenia cierta desconfianza justificada –creo que la misma que los ejecutivos de Marvel Studios- con la nueva adaptación del personaje a pesar que los diferentes trailers que se iban filtrando, cargados de espectacularidad, otorgaban cierta tranquilidad y parecía que el camino escogido era el correcto. Y, en ese sentido, el de ofrecer espectáculo, la película del francés Louis Leterrier (“The Transporter 1 y 2”) no defrauda, aunque en todos los demás sí.
A través de una hábil secuencia de presentación nos pone en situación, ofreciendo un nuevo origen del personaje más cercano a la versión ultimate en la que Banner (Edward Norton) ha sido victima de sus investigaciones para conseguir el suero del supersoldado y vive como un fugitivo para evitar ser atrapado por los agentes del general “Thunderbolt” Ross (William Hurt) mientras busca una cura a su problema. Tras vivir varias persecuciones, Banner y su novia, la hija de Ross, Betty (Liv Tyler), contactan con un científico, Samuel Sterns (Tim Blake Nelson), que asegura que puede curarle, pero en medio del proceso son detenidos por Ross. Mientras Ross traslada a Bruce y Betty a prisión, su lugarteniente Emil Bronski (Tim Roth), obliga a Sterns, a convertirle en un nuevo Hulk pero la prueba falla y se convierte en La Abominación un monstruo superpoderoso que causa estragos en Nueva York. Sólo Hulk puede pararle pero, ¿estará dispuesto Banner a transformarse de nuevo en el gigante esmeralda?.


Una vez vista la película, las sensaciones son contradictorias. Sí, la película ofrece los mínimos exigibles a una película de “La Masa” y no se aparta del plan fijado por los ejecutivos de Marvel Studios, puesto en marcha con la exitosa “Iron Man”, para trasladar la cohesión e interrelaciones de su universo comíquero al cine, del que el megaproyecto cinematográfico que preparan para 2011 con la película de “Los Vengadores” será la guinda del pastel. Sin embargo, la película no acaba de funcionar como debería porque, a pesar de su despilfarro de acción, efectos especiales y ritmo desenfrenado, deja la sensación de carecer de entidad propia, convirtiéndose la historia en una mera excusa para rellenar las dos horas de tortas y monstruos que todos esperábamos, dejando las puertas abiertas para las posibles secuelas (ese Líder transformándose, ese Tony Stark charlando con Ross…) pero sin dotar de ninguna profundidad a los personajes, a pesar de la profesionalidad de los excelentes actores que les dan vida, ni sorprendiendo en ningún caso al espectador que por momentos llega a aburrirse de tanto efectismo vacío. Buena culpa de ello, la tiene Louis Leterrier, un discreto director, que no sabe dotar de hilazón a una trama inconsistente y llena de agujeros, que tiene en la acción desenfrenada su único argumento para epatar al espectador y desaprovechando el plantel de actores con los que cuenta, especialmente en las secuencias protagonizadas por la pareja protagonista que carecen en sus prisas de la necesaria intensidad dramática y pecan de excesiva precipitación, sacando escaso partido, además, de la interesante relación "bella-bestia" que se esboza entre Hulk y Betty Ross.


En definitiva, Ang Lee quiso hacer de Hulk una tragedia griega y Leterrier confunde el tocino con la velocidad y nos ofrece una versión más cercana al pressing catch que a la esencia del personaje. Los extremos se tocan en su mediocridad y probablemente en el medio esté el punto justo. Habrá que esperar a la próxima…

Trailer de “Zohan: licencia para peinar”

Ayer fui a ver “El increible Hulk” en compañía de unos amigos (mañana les cuento) y previo al estreno me sorprendió el trailer de la película que les reproduzco más abajo.

Una prueba más de que el género superheroico ha invadido las propuestas del cine más comercial norteamericano y ha llegado para quedarse, empezando a dar lugar a cosas curiosas como la que nos ocupa, una mixtura entre película de superhéroes y comedia que quizás abra la veda a otras, más allá de su calidad (a mí el planteamiento me ha hecho gracia y el trailer también, la película ya tengo más dudas).

Zohan es un superhéroe judío que trabaja para el Mossad. Harto de luchar contra amenazas terroristas, finge su muerte para trasladarse a Nueva York y dedicarse a su gran pasión, ser peluquero. Sin embargo, la adaptación al nuevo país y el reencuentro con sus antiguos enemigos y aliados dará lugar a más de un desaguisado.

La película está protagonizada por Adam Sandler y se estrenará el próximo 21 de agosto.

“Fábulas: Hijos del imperio” de Bill Willingham, Mark Buckingham y otros.

Nuevo recopilatorio habemus de la serie Vertigo del momento, “Fábulas”, la única que parece está dispuesta a ofrecernos Planeta con cierta regularidad, merced al colchón respecto a la colección norteamericana y la publicación del spin off, Jack de las Fábulas, que permitirá ir alternando ambas cada dos meses.

Este nuevo tomo, que, recopila los números 52 a 59 de la edición norteamericana reúne distintas historias y sirve para profundizar a los autores tanto en las consecuencias de los hechos ocurridos en los tomos anteriores, como en desarrollar tramas y presentar nuevos personajes cuya importancia irá aumentado en el futuro. El plato fuerte es la historia “Hijos del imperio”, desarrollada en cuatro capítulos en los que el equipo creativo titular nos traslada a las Tierras Natales y nos introduce de plano en una reunión en la que el Adversario y sus principales aliados planifican sus próximos pasos para acabar con las fábulas rebeldes de Villa Fábula, reunión a la que también asisten Pinocho y Rodney Greenwood, quienes tratarán de impedir sus planes. La historia se complementa por cuatro historias cortas protagonizadas por fábulas con poco peso específico en la trama principal, y están dibujadas por Joshua Middleton, Michael Allred y Gene Ha, autores correctos en unas historias irregulares que sirven para mantener el carácter colectivo de la serie y permiten al lento pero excelente Mark Buckingham cumplir con los plazos de entrega. También destaca el arco de dos episodios, Padre e Hijo, en el que se profundiza en la relación paternofilial entre Lobo y su padre, el Señor Norte -¿Por qué lo habrán traducido “Señor Norte” y no “Viento del Norte” que tiene más sentido?- cuando Lobo y su familia acuden al castillo de este a visitarle. La situación es bastante tirante y se complica todavía más cuando Lobo debe acudir al rescate de sus hijos acosados por unos misteriosos monstruos. Esta historia dibujada por Michael Allred es la más floja gráficamente de todo el tomo con un entintado horrible de Laura Allred.

El tomo lo completan dos curiosas historias autoconclusivas, “Santa Claus”, que por el título ya pueden imaginar de qué va, y “Preguntas Candentes”, una curiosa iniciativa en la que Willingham da respuesta junto a una selección de variopintos –y excelentes- dibujantes -David Lapham, D’Israely, Eric Shanower, Jill Thompson, M.K. Perker, Jim Rugg, John Snyder III- a una serie de cuestiones planteadas por los lectores y aficionados en pequeñas historias de corta extensión.

Nos encontramos, pues, ante un tomo de transición en el que Willingham va preparando las piezas para próximos acontecimientos al tiempo que va dotando de cohesión a todo el universo fabulísitco en una obra que ha alcanzado su madurez y a falta de objetivos mayores consigue el principal entretener y hacer pasar un buen rato, lo que tampoco es poca cosa.

Más sobre “Fábulas” en El lector impaciente aquí, aquí y aquí.

Más sobre “Jack de las Fábulas” en El lector impaciente aquí.


miércoles, 25 de junio de 2008

Cinco minutos de acción desenfrenada y adrenalina desatada en “Batman: Gotham Knight”

A través de Entrecómics he llegado a este interesante adelanto de la nueva serie de animación de Batman que ya he comentado por aquí en más de una ocasión. El resultado parece que merecerá la pena vista esta secuencia que ya le gustaría haber filmado a John Woo.

La película, compuesta por seis cortos, se pondrá a la venta directamente en el mercado del DVD el próximo 8 de Julio y servirá para que los más impacientes podamos aliviemos la espera hasta el estreno de la nueva película de Nolan.

martes, 24 de junio de 2008

Herrman y los aniversarios a pares




Haciendo honor a su nombre el agudo bloguero, Anguloagudus, ha dedicado una entrada en su excelente blog, Cómics en Extinción, a Hermann Huppen, al cumplirse los cuarenta años de la publicación de su primer álbum, mostrándonos las portadas de todos sus álbumes hasta el momento.

A lo largo de estos años, la producción de Hermann ha sido impresionante. Ha publicado la friolera de ochenta y ocho álbumes, con una media superior a dos álbumes por año, llegando a dibujar la barbaridad de seis álbumes en un año, 1980, algo inimaginable en la actualidad, se cuida mucho de publicar no más de un álbum al año.

Hermann, de origen belga, ha sabido aunar a lo largo de toda su trayectoria la calidad con las ventas. Su estilo feista y personal resulta único y característico dentro de la BD, logrando composiciones equilibradas y muy atractivas. Ha cultivado todos los géneros clásicos como el western (“Comanche”), posapocalíptico futurista (“Jeremiah”) e histórico medieval (“Las Torres de Böis Maury”), alcanzado su obra gran éxito allá donde se ha publicado incluida España.

Pues bien, con motivo a este aniversario, y al próximo cumpleaños de Hermann, el próximo 17 de Julio, en el que cumplirá 70 años, realizaré una serie de entradas dedicadas a las principales series publicadas en España de este gran artista (y algún tebeo olvidado, claro) y animo a que se unan al homenaje todos aquellos que les apetezca.

Trailer de “¡Soy un pelele!” de Hernán Migoya

Hernán Migoya es un tipo inquieto y provocador que hace de todo. Tanto le da escribir artículos sobre tebeos en cualquier medio como novelas controvertidas como “Todas Putas” o ”Más Putas”. En buena medida gracias a él, se tradujo y publicó un buen número de autores underground cuando trabajaba para La Cúpula como redactor jefe de “El Vibora”, empezando por el gran Peter Bagge y su "Odio", y ha realizado sus pinitos como autor de cómics en obras tan curiosas como “Julito el cantante cojito”, “Asia” o “Kung Fu Kiyo”, obra esta última de la que también existe un proyecto cinematográfico.

Actualmente, colabora con Glénat donde lleva uno de sus blogs, El Comicsario, y realiza prólogos de algunos albumes. Como no sabe vivir sin estarse quieto y sin sacar los pies del tiesto, acaba de terminar de rodar su primera película –comedia romántica, dice-, “¡Soy un pelele!” con un curioso punto de partida: un director de cine se despierta amnésico, su productor necesita un guión con urgencia que este no puede realizar y recurre para salir del apuro a una amiga del director para que lo realice, quién esta enamorada del desmemoriado en secreto, aprovechando para fingir que tienen una relación e intentar por todos los medios que no recupere la memoria. Un curioso lío, ¿no?.

El primer trailer desde luego sabe atraer la atención y no dejará a nadie indiferente. Las mentes estrechas de mi bienamado Youtube ya han procedido a su retirada. Esperemos ver pronto la película.

Página oficial de la película aquí.
Primer trailer de “¡Soy un pelele!”

lunes, 23 de junio de 2008

“Indiana Jones Omnibus” de Dan Barry y otros.




A falta de una buena reedición de su “Flash Gordon” – cuarenta años haciendo la tira y a nadie se le ha ocurrido (o ha podido) recopilar al menos las mejores aventuras- que echarnos a los ojos, una buena oportunidad para apreciar y empezar a valorar el trabajo de ese texcelente dibujante y guionista que fue Dan Barry es el primer tomo que Norma Editorial nos ofrece de las series limitadas que la editorial Dark Horse dedicó al héroe cinematográfico a mediados de los noventa, en el que se recogen las dos grandes aventuras que Barry realizó con el personaje, “Las llaves de Atlantis” y “Tormenta en Oriente” junto a una tercera aventura que ya no cuenta en sus créditos dibujada por el argentino Leo Durañona titulada “El brazo de oro”.

Sin duda, “Las llaves de Atlantis”, adaptación de un videojuego del mismo nombre, es la mejor historia del tomo y la que mejor capta la esencia del personaje cinematográfico en una historia en la que Barry y William Messner Loebs (Flash, Wonder Woman) imprimen a la historia un ritmo frenético y hacen viajar al bueno de Indy junto a una nueva compañera, la arqueóloga y vidente ocasional Sophia Hapgood, por todo el mundo para hacerse con una serie de artilugio provenientes de la ciudad perdida de Atlantis capaces de generar una energía superior a la nuclear y que también son deseados por unos despiadados agentes alemanes. La historia resulta muy entretenida y nos ofrece excelentes páginas del bueno de Barry que aun siendo ya por entonces un autor muy veterano sorprende con unos diseños de página bastante modernos para la época.

La segunda historia “Tormenta en Oriente” se encontraba inédita en nuestro país y en ella nos encontramos con un Dan Barry que, en solitario, se hace cargo del guión y el dibujo de la historia. “Tormenta en Oriente” en cuanto a estructura es bastante parecida a “Las llaves de Atlantis” con un Indiana que viaja a lo largo de todo Asia, junto a Sophia y su sidekid ocasional Khamal, para hacerse con unas antiguas escrituras de Buda que podrían unificar las distintas escuelas budistas y cuya posesión es ambicionada esta vez por los japoneses.
Una historia muy entretenida que encuentra su principal aliciente en ver cómo Barry ambienta la historia en distintas localizaciones asiáticas con bastante cuidado para lo que era la época y la convierte en la de mayor calidad gráfica del tomo (en “Las llaves de Atlantis” el entintado de Kessel desluce un poco el trabajo de Barry) y cuyo principal handicap es su similitud argumental con “Las llaves de Atlantis”, por lo que aconsejaría para su disfrute una pausa entre una y otra historia. En esta serie limitada el último número fue dibujado por Dan Spiegle quién realiza una excelente colaboración dando un toque muy realista a su caracterización de Indiana y no desentonando demasiado con el trabajo de Barry.

La tercera historia, “El brazo de oro”, escrita por Lee Mars y dibujada por el argentino Leo Durañona es la más floja del volumen, no tanto por el bello dibujo del argentino demasiado estático en comparación con la narrativa de Barry como por el flojo guión de Lee Mars en una historia bastante alejada de sus mejores trabajos en el cómic underground ("The Further Fattening Adventures of Pudge, Girl Blimp") en una historia que a pesar de contar con ciertos elementos interesantes resulta bastante confusa en su desarrollo. Indiana viaja junto a su compañera de Universidad Francisca Uribe a Perú para intentar encontrar al hermano de esta quién ha desaparecido buscando el mítico brazo dorado de Pachacuti con el que pretende restaurar el poder del imperio inca en una historia de pretendida intriga con más agujeros que un queso grouyere.

La calidad de reproducción del tomo editado por Norma es bastante buena con una relación calidad precio correcta, no sufriendo demasiado el dibujo con la reducción de tamaño aunque hubiera sido deseable la inclusión de las portadas originales. En definitiva, una lectura muy entretenida que gustará a todos aquellos que se quedaron con ganas de más Indiana tras la reciente película.

domingo, 22 de junio de 2008

Superman, te odio.



Bueno, pasados ocho días del cumpleaños vamos a hablar claro y quitarnos las máscaras. Yo odio a Superman, y estoy seguro que a muchos de ustedes les pasará igual. ¿Por qué? Por los siguientes motivos.

Ya desde mi siete u ocho años en que leí mis primeros tebeos de Superman publicados por Bruguera y Novaro había algo en el personaje que no cuadraba. Era un tipo demasiado perfecto y formal, demasiado estirado y relamido, con todos esos superpoderes que le iban a sacar de cualquier atolladero y ninguna debilidad (bueno, una, la kryptonita, pero que en el fondo tampoco era para tanto). Compadecía a esos pobres supervillanos que se enfrentaban a él desde el ridículo científico calvo de Luthor al duende de nombre impronunciable, sin contar al zombi medio tonto de Bizarro que hablaba al revés o al listorro de Brainiac, una panda de pobres actores secundarios dispuestos por el señor guionista de turno para que el kryptoninano les venciera sin despeinarse, se metiera en la cabina, se pusiera las gafitas y pareciera engañar con tan torpe truco a sus presuntamente hábiles compañeros de redacción, el sagaz Perry White, el crédulo Jimmy Olsen o la simplona Lois Lane.

Y, es que la cosa no paraba ahí. El tipo luego tenía una superfamilia a la que no la faltaba de nada. Desde un Superboy a una Supergirl (esta no estaba mal) pasando por Krypto, el superperro y una versión viejuna del personaje que a veces aparecía por allí y decía venir de otra Tierra y cada uno tenía sus propias aventuras tan simplonas como las de Kal El. Demasiado para mi tierna mente infantil. Prefería dedicarme a los Mortadelos y Pulgarcitos (aunque eso sí me fascinó como al primero aunque no lo admitiré si me preguntan las tres películas ochonteras del personaje y su paseo entre las nubes con LL)…

Pasó el tiempo, y a mis doce o trece años, volví a los superhéroes con mallas y aunque me gustaban mucho más los atormentados personajes de la Marvel que publicaba Cómics Forum (me enganché definitivamente con Hank Pym y El juicio a Chaqueta Amarilla) en la editorial Zinco publicaban también algunas series que estaban bastante bien como “Batman: Año Uno” (bueno, Batman en general que uno siempre ha llevado eso de ser probatman con mucha honra), “Watchmen”o “La Cosa del Pantano”, o esa de “La Crisis en las Tierras Infinitas” donde explicaban por fin todo el lío ese de los multiversos y de paso se cargaban al Superman vejete insoportable y a Supergirl (esto fue una lástima, porque mira que era maja la chica). En aquella época, también empecé a fijarme en los autores. Había una diferencia sustancial en un cómic –ya no los llamaba tebeos los llamaba cómics- guionizado por Chris Claremont, John Byrne o Alan Moore que por otros guionistas, por no hablar de los dibujantes en los que las diferencias de calidad saltaban a la vista aunque me faltasen los conocimientos para explicarlas. Por eso, cuando Zinco empezó a publicar el “Superman: Man of Steel” de John Byrne decidí darle una nueva oportunidad a Superman a pesar de mi escepticismo adolescente… Y John Byrne me reconcilió en parte con Superman. Sí, el Superman poscrisis de Byrne resultaba coherente e interesante. Nada de perritos con capa ni chorradas semejantes. Este Superman tenía menos poderes pero sus poderes tenían una explicación más lógica, tenía unos secundarios menos planos y los villanos eran capaces de –si no ganarle que, en definitiva, estamos hablando de superhéroes- de ponerle en dificultades, encabezados por un nuevo Lex Luthor que resultaba en sus conspiraciones mucho más interesante que el héroe de cabecera. Sus tramas resultaban más adultas y se centraban en los secundarios y su alter ego, el ñoño Clark Kent.

Superman se normalizaba y humanizaba gracias a de John Byrne y sus historias se hacían legibles a mis ojos. Lástima que poco después Zinco quebrara y nos quedáramos durante años sin el Universo DC. (Sí, después he leído buenas historias de Superman como las guionizadas –como no- por Alan Moore o la estupenda miniserie “Las Cuatro Estaciones” pero la etapa de Byrne es la mejor).

Y, han pasado, los años y Superman volvió a editarse en España gracias a Norma (de Vid no hablo) y a Planeta –en lo que es una demostración más que en los negocios vale todo… ¿quién me lo iba a decir cuándo leía esos tebeos de John Byrne de Superman?- en la actualidad con bastante buena salud a juzgar por el material que está recuperándose en cuidadas ediciones

Pero, a pesar de todo, yo sigo odiando a Superman aunque por distintos motivos. Porque, a pesar que el tipo murió y se hizo de ello eco el mundo entero –salió en todos los telediarios que yo lo vi- todo fue un truco comercial y goza de estupenda salud a la vista del éxitoque obtuvo la película de Bryan Singer (que, por cierto, me he negado a ver) y, aunque me dobla en edad por él no pasan los años mientras que yo hace tiempo dejé atrás mi adolescencia y aunque vivo otras aventuras más mundanas (actualizar este blog, por ejemplo) él no ha envejecido lo más mínimo mientras yo gano kilos de manera lenta e irremediable. Estoy seguro que le veré morir unas cuantas veces más, pero tengo asumido que me sobrevivirá merced a su condición de icono y un axioma irrebatible: Superman siempre gana.

Felicidades, Superman, que cumplas por lo menos setenta más y yo los vea.






sábado, 21 de junio de 2008

Comparando, comparandito...

Ya saben que aunque esté mal, de vez en cuando me gusta jugar a comparar. A ver qué les parece esta...
Sand Saref /Eva Mendes en la próxima pelicula de Frank Miller, "Spirit".

Sand Saref, según Will Eisner para "The Spirit".
A bote pronto, ¿les parece una elección acertada?¿Les gusta?¿Hubieran preferido otra actriz?¿Quién? ¿Y por qué?

viernes, 20 de junio de 2008

“Silverfish” de David Lapham

Cuando David Lapham irrumpió en el mundillo del cómic norteamericano allá por 1995 con la excelente “Balas Perdidas” (sí, sí, sé que todavía no les he comentado esta serie. Un poco de paciencia….), parecía que se iba a comer el mundo por la frescura de su propuesta dentro del anquilosado género negro y su dominio de la narrativa. A continuación, disfrutamos de “Mátame”, una correcta obra de género en la que homenajeaba de manera más o menos evidente a los clásicos del cine negro, pero en la que se echaba a faltar ese aire renovador y original de su predecesora. Poco después, Lapham tuvo que aparcar sus proyectos independientes en su propia editorial, El Capitan, y empezó a trabajar para las grandes editoriales mainstream en proyectos alimenticios, aseaditos, pero anodinos. Quizás por ello, se deba esta vuelta de David Lapham a sus orígenes y el género negro en "Silverfish", su última novela gráfica publicada el año pasado en el sello Vertigo de DC y que en España ha presentado Planeta este último mes.

Mia es una joven adolescente, hija del jefe de policía de un tranquilo pueblo norteamericano a mediados de los ochenta, que no soporta a la nueva pareja de su padre, Suzanne. Cuando su padre y madrastra salen de viaje, Mia y su hermana roban una agenda de Suzanne y, junto a algunos amigos, se dedican a llamar medio en broma, medio en serio, a los números de la agenda. Sin embargo, la cosa se complica cuando llaman a un tal Daniel cuyo nombre aparece medio borrado, porque Daniel tiene peces en la cabeza que le devoran el cerebro y cierta tendencia a matar antes que preguntar y está muy, muy enfadado con Suzanne.

David Lapham nos ofrece un tebeo muy entretenido y demuestra, si quedaba alguna duda, que es el género negro en el que mejor se desenvuelve, desarrollando con brillantez una trama que no por tener ecos del cine de suspense de los setenta de grandes como Hitchcock o Polanski resulta menos interesante, aunque no alcance el nivel de la excelente “Balas Perdidas” de la que bebe tanto en el tratamiento y desarrollo de algunos personajes –la protagonista Mia recuerda en exceso a una de los protagonistas- como en la manera de introducir elementos oníricos en la trama. A pesar de ese preocupante acomodamiento resulta un goce disfrutar del dominio de la narrativa de Lapham y la manera cómo va dosificando la tensión y la información para mantener atrapado al lector hasta el final a través de unos encuadres muy cinematográficos, dosificando sabiamente los planos y contraplanos en una composición de página clásica que no le importa romper cuando cree necesario, para incorporar elipsis o aumentar la carga dramática. Esa influencia cinematográfica no ocultada por Lapham queda patente incluso en la forma de introducir el “The End” al final de la historia.

En definitiva, “Silverfish” es una buena oportunidad de conocer la obra de Lapham en una edición bastante correcta y ajustada de precio, pero que sabrá a poco a los seguidores de este autor al que por su calidad hay que exigirle algo más. Esperemos que en su nueva serie en el sello Vertigo, “Young Liars”, nos lo ofrezca.
Más obras de David Lapham en El lector impaciente aquí.




jueves, 19 de junio de 2008

La animación que nos viene: “Wall-E” y “Ice Age 3: Dawn of Dinosaurs”

Un par de propuestas de animación a añadir a “Las Guerras Clon” que ya comentamos por aquí del amigo Lucas, avalada la primera por pertenecer al sello Pixar (o Disney-Pixar, en la actualidad) que para mí hasta ahora es sinónimo de calidad y la otra por formar parte de la franquicia más imaginativa que hemos disfrutado en los últimos años en el mundo de la animación, “Ice Age”, dirigida por el mismo director que sus predecesoras, Carlos Saldanha, y repite buena parte de los equipos anteriores.

La más cercana en el tiempo es “Wall-E”, a estrenar el próximo 6 de agosto, de ambientación futurista y con un planteamiento de lo más interesante que mezcla la comedia la fantasía y el humor con la informática y la filosofía. Pronto veremos que sale de todo esto...

De “Ice Age 3” apenas se sabe nada de momento salvo que su estreno mundial tendrá lugar en Julio del 2009. Sin embargo, no he podido resistir reproducir este trailer con el inefable Scrat -mi personaje preferido de los últimos años- y su bellota haciendo de las suyas.

Cyd Charisse (1921-2008)

Nos hemos desayunado esta mañana con la noticia del fallecimiento anteayer de Cyd Charisse una de las más rutilantes estrellas del viejo, frivolo y glamouroso Hollywood de los grandes musicales, que durante los cincuenta destacó con fuerza dentro de un género que ya había vivido su mejor época en años anteriores, participó en su “canto del cisne” particular, eclipsándose su estrella cuando, a partir de los sesenta, el género musical cayó en decadencia.

Cyd Charisse, aparte de una extraordinaria bailarina llena de plástica, era una belleza espectacular, sólo comparable quizás con Ginger Rogers con la que compartió, en mi opinión, el honor de ser la “otra” gran pareja de Astaire en películas como “La bella de Moscú” o “Melodías de Broadway”. La Charisse también formó un tandem de altura con el otro monstruo del musical, Gene Kelly, en títulos como “Cantando bajo la lluvia” o “Siempre hace buen tiempo”.

Las piernas de la Charisse están consideradas como las mejores piernas del Hollywood clásico junto a las de Marlene Dietrich y no en vano aseguró ese par de preciosidades en la muy respetable cifra de cinco millones de dólares de la época.

Y, aunque no estaría de más que alguna abnegada filmóteca le dedicase un ciclo a sus películas, siempre nos quedarán sus arrebatadoras piernas (bailes, quise decir bailes).

D.E.P.

Su página oficial aquí.

«Chicago, años 30». 1958 de Nicholas Ray,



«Cantando bajo la lluvia», de Stanley Donen y Gene Kelly 1952 (Con Gene Kelly)



Melodias de Broadway” de Vicente Minelli, 1953. (Este número,“Dancing in the dark”, junto a Astaire, era su número favorito).




Segundo trailer de “Vicky, Cristina, Barcelona” de Woody Allen.

A la espera del estreno de la película, van apareciendo nuevos trailers de la misma de excelente factura, lleno de hermosos paisajes y hermosas actrices, sin que desvelen más de lo que ya comentamos por aquí acerca de la película.
Esperemos que la historia esté a la altura de los mejores trabajos de Woody.

miércoles, 18 de junio de 2008

“Solaris” de Stanislav Lem


Cuando uno se acerca, pasados los años, a una obra considerada unánimemente en su género como “obra maestra” debe hacerlo con respeto y perspectiva del contexto en que se escribió y con el temor –lógico- de si una obra, tan legendaria, será o no de su gusto personal y se verá fuera de la ortodoxia del rebaño. Si esa calificación de “maestra” se hace a una novela perteneciente al desprestigiado y marginado subgénero de la Ciencia Ficción, uno aparte de las consideraciones anteriores debe ser especialmente cauteloso al incorporarse con demasiada gratuidad esas rimbombantes expresiones con un fin meramente mercantilista para enmascarar obras clónicas de otras anteriores que no provocan más que decepción y confusión.

Sin embargo, en el caso de “Solaris” del polaco Stanislav Lem, no creo que la calificación de “obra maestra” ande descaminada no ya por la originalidad de sus planteamientos dentro de la scifi sino por la riqueza de sus lecturas y relecturas que la convierten en una obra llena de significados, tan atemporal y novedosa cada vez que uno se sumerge en sus páginascomo sólo los clásicos más allá de su género pueden serlo.

El astronauta Kelvin llega a Solaris, un solitario y curioso planeta que gira en torno a dos estrellas, para investigar la falta de comunicaciones desde la misión científica encargada de estudiar las extraordinarias singularidades del planeta, un extraño mundo cubierto por una sustancia viva similar al plasma y capaz de adoptar extrañas y sugerentes formas que han dando pie a las más curiosas teorías e incluso a una disciplina científica –la Solarística- aunque debido a la falta de consenso y que nadie ha sido capaz de desentrañar sus secretos no está de moda. Al llegar a la estación, Kelvin se entera del suicidio de uno de los científicos y empieza a ser testigo de extraños sucesos y apariciones inexplicables al tiempo que al contacto con los supervivientes de la misión, Sartorius y Snaut, empezará a desconfiar de su huidizo, inconexo y sospechoso comportamiento.

Cuando Lem escribió “Solaris” ya era un escritor maduro que había publicado algunas de sus mejores obras como “La investigación” o “Retorno de las estrellas” pero es en “Solaris” la obra donde depura su estilo y logra una novela redonda, inteligente y sorprendente, en la que desde una aparente simplicidad, cuando no pobreza, estilística plantea sugerentes interrogaciones filosóficas y morales que aun no han sido contestadas y probablemente nunca lo sean.

Desde un planteamiento ya clásico dentro de la Ciencia Ficción, – el del “primer contacto”- en la fecha de publicación de la novela, 1961, Lem propone una curiosa amalgama de coqueteos con otros géneros literarios populares, como el terror o el thriller, con una profundidad y sutileza nunca vista hasta entonces dentro del género. Apartándose de la moda de centrarse en la descripción de civilizaciones y la utilización de un marco científico basado en las últimas hipótesis físicas y astronómicas de la “hard scifi”, Lem construye una novela introspectiva e hipnótica, centrada en las ciencias sociales y los aspectos psicológicos de la historia, desarrollando a unos personajes alejados del concepción del héroe para mostrarlos como seres débiles e incapaces, atrapados en la claustrofóbica estación y víctimas accidentales de una inteligencia todopoderosa con la que son incapaces de comunicarse, plantando así una pica de lucidez en una Ciencia Ficción demasiado influida por el optimismo de los primeros éxitos de una carrera espacial que pronto se quedaron cortos. Lem escribe un thriller en el que Kelvin se convierte en un detective – a mí Kelvin me recuerda a Sam Spade- dispuesto a averiguar qué ocurre en la estación al tiempo que es una víctima más y se inventa con sorprendente coherencia y brillantez una ciencia, la Solarística, sobre la que apoyar los razonamientos y conjeturas del protagonista al tiempo que todo ese artificio lógico se deconstruye ante la locura de enfrentarle a su amor perdido, al principio, y la imposibilidad de comprensión de lo que le rodea. Sin embargo, el último as que Lem esconde en esta novela para hacer de ella un clásico es la ambigüedad con que cierra las tramas, dejando que sea cada lector el que saque sus propias conclusiones y enriquezca la metáfora como si de un haiku se tratase.

Una novela maravillosa. No se la pierdan.

martes, 17 de junio de 2008

Agobios, y más sobre “Wanted”, Batman: y Dos Caras o Una Oreja.


Llevo unos días en que mi tiempo no da para mucho. Entre bodas (felicidades S. y V.), reencuentros con amigos, chapuzas caseras y demás cosillas apenas tengo tiempo para leer y mantener actualizado “El lector impaciente” como me gustaría.

A ver si para mañana acabo de organizarme, recupero el ritmillo y les cuento algunas lecturas que tengo pendientes comentarles.

De momento, aquí les dejo un nuevo video con siete minutos de
Wanted”, película que como esto siga así para su estreno tendremos más vista que el tebeo (si el tebeo todavía no lo han leído se lo comento un poquito más abajo que merece la pena para pasar el rato), y otro en el que se ve un poquito de refilón el rostro de Dos Caras en Batman: The Dark Knightde Christopher Nolan

Mañana más, espero.

Wanted

.

Con ustedes Dos Caras, o más bien una oreja…

Stan Winston (1946-2008)

Me entero (tarde) de la muerte el pasado domingo de Stan Winston, nombre que para muchos de ustedes no les dirá nada pero cuyo trabajo les ha atemorizado, sorprendido o fascinado en los mejores títulos de terror, ciencia ficción y fantasía de los últimos treinta años. Sin las aportaciones de Winston películas como “Aliens”, “Terminator” o “Parque Jurásico” –por las que ganó varios oscars- no tendrían la categoría de clásicos ni sus directores el status que hoy en día disfrutan.

Stan Winston fue un creador de mitos a la altura de Ray Harryhausen y su nombre se situará en los próximos años a la misma altura que el genio de California.
D.E.P.

Aliens” (1986) de Ridley Scott



Terminator 2: El día del Juicio” (1991) de James Cameron



Eduardo Manostijeras” (1990) de Tim Burton




jueves, 12 de junio de 2008

Nuevo Trailer de “Wanted”

Nuevo trailer de “Wanted” la adaptación cinematográfica del cómic de Mark Millar y J.G Jones que comenté ayer. Este trailer, como los anteriores que ya vimos aquí y aquí, deja entrever una película en la que prima la acción trepidante pero desdeña el elemento superheroico de la historia. Yo, tengo que reconocer, que tengo mucha curiosidad por ver que le sale a Timar Bekmambentov, un director desconocido para mí.



El Jueves recurre al Constitucional

A mí me parece bien, aunque dada la formación actual del Tribunal Constitucional y los escandalos que últimamente ha generado, no creo que logren variar en amparo la sentencia de la Audiencia. Eso sí, la publicidad que ha generado esta noticia ha asegurado la buena salud de la revista -y la editorial-durante unos años. Lo comido por lo servido, aun cuando por el bien de la libertad de expresión, la revista y los autores, espero equivocarme.

Visto en Entrecomics.

miércoles, 11 de junio de 2008

Comparando: Hulk

El increíble Hulk” (1978-1982) de Kenneth Johnson con Lou Ferrigno encarnando al gigante esmeralda.



Hulk” (2003) de Ang Lee.



Último spot de “El increíble Hulk” de Louis Leterrier, estreno 13 de Junio de 2008 (USA) y 20 de Junio en España.



¿Qué versión les gusta más? ¿Y por qué?

“Wanted” de Mark Millar y JG Jones


A finales de mes, el 27 de junio concretamente, va a llegar a nuestras pantallas la adaptación al cine de “Wanted”, el cómic del mismo nombre ideado en por Mark Millar y J.G. Jones y que acaba de ser reeditado por Norma Editorial en una cuidada edición. Aprovechando la ocasión, vamos a ir calentando la cosa hablando sobre este cómic lleno de acción, supervillanos y muchísimo humor en todas sus formas.

Wesley Gibson es un tipo apocado y anodino al que nada le sale bien. El típico desgraciado al que las cosas le van de mal en peor con negrísimas perspectivas en un trabajo que no le gusta junto a una jefa que le maltrata a diario, una novia que le engaña una noche sí y otra también y una propensión patológica a la hipocondría. Sin embargo, su vida da un giro de 360º cuando descubre que su padre era un antiguo supervillano, The Killer, del que ha heredado aparte de sus superpoderes, una inmensa fortuna y una novia tan atractiva como mortífera dispuesta a ser su maestra en su conversión en despiadado supervillano. Al aceptar su herencia, Wesley pasa a formar parte de la Sociedad de Supervillanos en un mundo en el que estos han acabado con todos los superhéroes y actúan en secreto con total impunidad, organizados en cinco familias que se han repartido los cinco continentes. Wesley, convertido en el nuevo The Killer disfrutará de las ventajas de su nueva condición, al mismo tiempo que intenta descubrir quién asesinó a su padre y se enfrenta a una conspiración que puede poner en peligro el precario equilibrio y unión entre los supervillanos.

He de reconocer que Millar no es de mis guionistas favoritos pero en esta serie limitada de seis números realiza para mí su mejor trabajo hasta el momento, desarrollando una historia llena de humor y provocación al tiempo que profundiza, desde la libertad creativa que le da un universo ajeno a las anquilosadas restricciones de las grandes editoriales, ideas interesantes, que resuelve con sencillez e inteligencia, apoyándose en su gran conocimiento del género superheroico y sus mecanismos. Subvirtiendo el clásico cuento de La Cenicienta y el clásico origen del superhéroe que Ditko y Lee impusiesen en Spiderman con Peter Parker para ser explotado hasta la saciedad, Wesley personifica el ideal oculto de muchos adolescentes, el tipo que trasciende de su mediocre vida llena de compromisos y por casualidad tiene la posibilidad de vivir y hacer lo que le dé la real gana sin restricciones. A partir de esta premisa, Millar rodea a su protagonista de un buen surtido de villanos que bajo la patina de los espectaculares diseños de Jones, enmascaran los roles más reconocibles de los villanos tradicionales y los desarrolla hasta el extremo dentro de una estructura conspirativa bastante tópica y trillada en el género policiaco pero que remoza para adecuarla al género superheroico en lo que es un estupendo mestizaje de géneros a la manera que hiciera Brubaker en “Sleeper”, una obra con la que “Wanted” guarda más de un punto en común y con la que coincide en fechas de publicación (2003-2004).

Wanted” se desarrolla a un ritmo trepidante gracias a los fluidos y frescos diálogos cargados de mala baba y gamberrismo, de clara influencia tarantiniana, ideados por Millar y se lee de un tirón aunque, en mi opinión, algunos aspectos de la historia hubieran necesitado un mayor desarrollo (quizás el formato maxiserie hubiera sido más adecuado), resolviéndose con un punto de precipitación las transiciones sin que ello afecte demasiado al resultado final.

En el aspecto gráfico, Jones realiza un estupendo trabajo haciendo gala de un estilo de dibujo detallado y cuidado pero mucho más ágil a nivel narrativo que otros dibujantes de similares características, como Brian Hitch o Tony Harris, por ejemplo, cuidando con mimo tanto la composición de página como cada viñeta para que la historia fluya al trepidante ritmo impuesto por el guión de Millar aun cuando tenga una tendencia al abuso de encuadres cinematográfico, algo por otro lado muy común.

Mi conclusión final es que “Wanted” es un cómic plagado de buenas ideas que aportan un poco de aire fresco al anquilosado género superheroico y ayuda a pasar un buen rato disfrutando de las macarradas y pullas de Millar. Una excelente materia prima para una buena película que, esperemos, no estropeen demasiado.

La edición de Norma es excelente, aunque a nivel de traducción yo hubiera optado por traducir los nombres de los personajes, y cuenta con un cuidado dossier de ilustraciones y portadas alternativas y versiones de los principales personajes realizadas por distintos dibujantes (mi preferido el Shit-Head de Sienkiewicz) pero si no se quieren gastar los 15 euritos que cuesta, probablemente pueda encontarse todavía la edición que unos años atrás publicase Planeta.

Más obras de Millar en El lector impaciente aquí y aquí.

Sleeper” en El lector impaciente aquí y aquí.

martes, 10 de junio de 2008

“Los Muertos Vivientes 6: Esta triste vida” de Robert Kirkman y Charlie Adlard

“¡Ya era hora!” Es lo primero que pensé cuando tuve en mis manos el sexto tomo recopilatorio de “Los Muertos Vivientes” ya que casi había perdido la esperanza dada la apatía con que Planeta está tratando esta serie. Y, es que no se sabe porque desconocida razón (la acumulación de números no es excusa ya que la colección en Estados Unidos va por el número 49 y hay dos recopilatorios de colchón) la editorial ha retrasado prácticamente un año la publicación de este volumen, manteniendo a los aficionados a pendientes del destino de Rick y el resto de supervivientes prisioneros del sádico y cruel Gobernador de Woodsbury. Y lo cierto, es que la espera ha valido la pena puesto que en este nuevo tomo, que incluye los números 31 a 36 de la edición norteamericana, Kirkman no decepciona en una historia llena de acción, tensión y suspense y entre sus páginas esconde las imágenes más fuertes y brutales, los horrores más macabros y las peores mutilaciones que la serie nos ha deparado hasta el momento.

Los Muertos Vivientes: Esta triste vida” es un ejemplo perfecto de cómo realizar un cómic entretenido y lleno de acción respetuoso con las convenciones de género, respetuoso con la inteligencia del lector al tiempo que adulto y tremendamente original por un guionista rebosante de talento y las ideas muy claras de lo que quiere contar, sorprendiendo en cada entrega y manteniéndose varios pasos por delante del lector al que lleva de la mano a través del espeluznante viaje por la condición humana.-e inhumana- que propone.

Si hasta “Lo que más anhelas”, Kirkman se mostró más interesado en mostrarnos la adaptación de los supervivientes a un nuevo mundo invadido por los zombis, en estas dos últimas entregas los enfrenta a un terror mucho peor que los no muertos: la crueldad y sadismo del propio ser humano y las decisiones que este es capaz de asumir para su supervivencia. Kirkman maneja como nadie un elenco de personajes amplio y lo hace evolucionar de una manera coherente a través de unos diálogos y unas escenas medidos al tiempo que la acción, el horror, la intensidad y la intriga se renuevan número a número merced a su dominio de los cliffhangers que mantienen enganchando al lector a una serie que no decae.
En este tomo, además, se nota un enorme progreso en el aspecto gráfico en los lápices de Charlie Adlard al que se le nota mucho más suelto y con un mayor dominio de los personajes y las situaciones, logrando otorgar una mayor expresividad a sus imágenes, que unidas a su más que correcta narrativa, nos ofrece su mejor episodios en la serie hasta el momento

En definitiva, “Los Muertos Vivientes” es, quizás, la mejor serie que se está publicando regularmente hoy en día en España y el mayor acontecimiento dentro del género del terror en cualquiera de sus expresiones en años. Un cómic espectacular con un guionista en estado de gracia y un dibujante implicado y con oficio que mejora número a número. ¿Se puede pedir más? Sí, que Planeta sea capaz de ofrecer al menos dos recopilatorios al año y no deje a los lectores colgados durante más de un año

Si quieren leer más sobre “Los Muertos Vivientes” en El lector impaciente pinchen aquí y aquí.

lunes, 9 de junio de 2008

“La Niebla de Stephen King” de Frank Darabont.



Si hay un autor literario que ha sido adaptado al cine hasta la saciedad, y con escasa fortuna la mayor parte de las veces, ese no es otro de Stephen King. Desconozco el dato de la cantidad de películas, series y telefilms que se han hecho sobre sus novelas y relatos y si me atreviese a aventurar una cifra probablemente iba a quedarme corto. Sin embargo, me caben en los dedos de una mano y me sobran dedos (creo) para contar aquellas adaptaciones que realmente merecen la pena no ser olvidadas. Entre estas últimas, hay dos, “La Milla Verde” y “Cadena Perpetua”, dirigidas por Frank Darabont por lo que tenía puestas muchas esperanzas en esta nueva adaptación después del fiasco que supuso “1408”. Por suerte, no me equivocaba, aunque el resultado no es todo lo redondo que cabría esperarse.

Tras una aparatosa tormenta eléctrica que ha destrozado su casa, Thomas Jayne y su hijo, van en busca de provisiones y pertrechos al super del pueblo donde viven y coinciden con algunos de sus vecinos de toda la vida. Todo se desarrolla con aparente normalidad salvo por una extraña y densa niebla que desciende de las montañas. Cuando un vecino irrumpe aterrado en el supermercado explicando que en la niebla hay algo que ataca a la gente todos los vecinos se verán de repente atrapados en una situación irreal y sorprendente para la que no están preparados.



La Niebla de Stephen King” tiene un saludable sentido de producción de serie B años cincuenta que resulta entrañable y minimiza sus grandes defectos de guión, convirtiéndola en un producto realmente entretenido dentro de sus limitaciones.



Partiendo de una asumida falta de tensión a la hora de enfrentar al espectador con el terror que se oculta dentro de la niebla y que demasiado pronto se nos muestra, el susto provocado por los sucesivos ataques queda enseguida en un segundo plano para centrarse la historia en el desarrollo de los personajes y convertirse en un entretenido estudio de las conductas de los grupos reducidos ante una amenaza a la que no pueden hacer frente (lo que no deja de ser otro elemento habitual en las películas de terror).


Es precisamente en el tratamiento del elemento psicológico y en la supuesta normalidad llena de tópicos de lo que han de ser los habitantes de un pueblecito norteamericano -de Maine, por supuesto- atrapados en el supermercado donde el guión del propio Darabont destaca dotando a los distintos personajes atrapados en el supermercado de reacciones fácilmente identificables y entendibles por el espectador que sigue sus peripecias en la oscuridad aun cuando algunas de las situaciones que provocan los conflictos resulten un tanto forzadas, encontrándose el auténtico horror que esconde la cinta en la progresiva involución de las personas conforme van sufriendo los ataques de los engendros que se esconden en la niebla y deben enfrentarse a un peligro de muerte que se encuentran más allá de sus razón, dejando que la locura y la irracionalidad ordene sus actos, como bien señala uno de los personajes en la cinta. Aun cuando este sea sin duda el elemento más destacable de la historia que Darabont nos relata sin demasiada brillantez, la película resultaría demasiado predecible y nada la haría destacar respecto a otras producciones de serie B de hace cincuenta años con más encanto e ingenio si no fuese por el estupendo trabajo de todo el plantel de secundarios a la hora de dar vida a sus personajes y hacerlos creíbles para el espectador a pesar de su artificiosidad, destacando en este sentido una Marcia Gay Harden (“Mystic River”, “Pollock”) desbordante de talento a la hora de encarnar a la espeluznante Sra Carmody, una fanática chiflada que es lo más inquietante de todo el filme, y unos geniales William Sadler y Toby Jones (“Historia de un crimen”) en sus papeles de mecánico cazurro y encargado de supermercado con fondo de héroe. Precisamente, gracias a ese carácter coral e de la cinta queda menos patente la escasa entidad como protagonista de Thomas Jane ("The Punisher”) a quién le falta carisma para soportar la carga dramática que encierra su personaje (en las escenas con el niño pierde claramente la partida…¡y recuerden que yo odio las películas con niño llorón!) lo que finalmente redunda en que la película pierda entidad a pesar del sorprendente y efectista último giro de los acontecimientos que el guión nos depara (seguro que para la venta en DVD tienen un final alternativo preparado) .

En definitiva, The Mist, “La Niebla de Stephen King” (nada que ver con la de Carpenter, que esa era The Fog) resulta una buena alternativa para pasar el rato disfrutando de una película sin demasiadas pretensiones en sus asumidas limitaciones y que tiene en la buena actuación de la mayor parte de su reparto su principal aliciente.

Ahí les dejo el trailer de la película. No se me pierdan en la niebla que con este mes de Junio tan raro cualquiera sabe lo que se encuentran…










domingo, 8 de junio de 2008

“La Casa en el Confín de la Tierra” de Richard Corben y Simon Revelsttoke

Para dar por terminado – por el momento- el homenaje a Richard Corben propuesto por El diario de Jeremy Brood con motivos de su cuarenta aniversario, voy a comentar la obra que nos devolvió al genio de Kansas tras un paréntesis de varios años fuera del panorama editorial español y lo devolvió todo hay que decirlo, en excelente forma. Posteriormente, la publicación de la obra reciente de Corben en España ha contado con cierta regularidad gracias, en buena medida, a las colaboraciones que el autor ha desarrollado con las compañías “mainstream” norteamericanas como DC y Marvel. La obra a que me refiero no es otra que “La Casa en el Confín de la Tierra” publicada en 2003 por Norma Editorial.

En “La Casa en el Confín de la Tierra” realizada junto con su colaborador habitual Simon Revelstoke (“The Bodyssey”), Corben realiza uno de sus mejores trabajos como adaptador de obras literarias de corte fantástico. Partiendo del texto del escritor inglés William Hope Hodgson, realiza una versión libre de la obra de este semidesconocido e interesante escritor que sirvió de influencia a Lovecraft, y sabe encontrar el equilibrio necesario entre los elementos de terror gótico y la profundidad psicológica que el inglés insufló a la obra.

En 1952, dos jóvenes excursionistas ingleses que vagabundean por Irlanda, que huyen de un mal encuentro c en un pub, llegan a las ruinas de la Casa Gault donde encuentran un antiguo libro en el que este narra los inquietantes hechos que ocurrieron entre sus paredes en 1816. Gault, que vivía aislado en la mansión junto a su hermana y su fiel mastín, descubre durante un paseo un extraño ser que los ataca. A partir de ese momento, el aislamiento, la soledad y el acoso de extraños demonios y visiones irán provocando en Gault un paulatino descenso hacia el delirio y la locura, que, cruzando el tiempo y el espacio, afectará a los excursionistas y sus perseguidores.

A lo largo de esta obra, nos rencontramos con el mejor Corben, un autor lleno de recursos para saber dotar a la obra de toda la complejidad y ambigüedad que requiere, en una lectura pretendida y desasosegadoramente incómoda para el lector. A través de una estructura elíptica y un largo flashback, con prólogo y epílogo incluidos, Corben organiza la historia de manera que minimiza los diálogos al presente de los excursionistas y deja que el grueso de la narración – las aventuras de Gault- se hile en distintos planos (el nuestro, el de los excursionistas y el de los acontecimientos narrados) limitando el carácter narrativo de los cuadros de texto a meros elementos descriptivos para que sea sobre su poderoso dibujo en el que recaiga el peso de la narración e ilustre la locura y los terrores de pesadilla a los que se enfrentan los protagonistas a través de una lectura rica en interpretaciones, ya que en ningún momento queda claro si lo que se nos está narrando son los hechos vívidos por Gault o los delirios de su locura. Es esta una obra de enorme complejidad de adaptación y de la que Corben sale muy bien librado, desarrollando y dando forma a las oscuras y terroríficas visiones de Gault a través de una composición de página que se pone al servicio de la historia y de la que Corben se vale como sólo un maestro puede hacerlo.

Corben , en obras como “La Casa en el Confín de la Tierra”, demuestra a los agoreros que, a partir de una buena materia prima, todavía le quedan talento y energía para trasladarnos a mundos de fantasía sin igual, mostrando los más oscuros terrores y anhelos de nuestro inconsciente.

Y que las conserve durante cuarenta años más, por lo menos.