jueves, 12 de abril de 2007

“Peter Pan” de Regis Loisel



¡¡Qué bonito sería ser siempre niño!! … Jugando, divirtiéndote y sin tener que preocuparte por nada más allá de tu propia diversión… Esa es la premisa de la que partió J. M. Barrie, un oscuro escritor escocés, cuando en 1904 logró que se representase por primera vez “Peter Pan” y nos regaló uno de esos personajes que acaban formando parte del cajón desastre de la llamada cultura popular por derecho propio, resistiendo versiones ( ¿Quién no se acuerda de la de Disney o el “Hook” de Spielberg? ) y nombrando oscuros complejos contemporáneos.
Para mí, la versión de Regis Loisel (Francia, 1951) que hoy nos ocupa es una de las mejores, porque ha sabido, siendo fiel al personaje original, dotarlo de una mayor profundidad y riqueza, dando respuesta a algunos de los misterios que rodean el origen del personaje. De este modo, descubrimos cómo el capitán Garfio perdió la mano, la razón de su animadversión hacia Peter y el origen del nombre de Peter Pan.
Loisel, a lo largo de los seis volúmenes que componen la serie, va desarrollando la historia de un Peter Pan muy distinto al que nos imaginamos, mezclando los elementos fantásticos que se encuentran en la obra clásica de Barrie (los indios, los piratas, etc) con situaciones y personajes reales, con lo que la historia gana en interés, y, al mismo tiempo, la dota de un componente oscuro cada vez más evidente según avanza la trama, que el lector adulto agradece hasta su trágico y triste desenlace.
Loisel (“La búsqueda del pájaro del tiempo”) es un dibujante sobresaliente y “Peter Pan” su proyecto más personal y ambicioso, al cuál dedicó catorce años, lo que se nota en el perfeccionamiento de cada una de las viñetas de la serie. El diseño de los personajes, siendo respetuoso con las adaptaciones precedentes, es innovador e inteligente, permitiéndole al autor incorporar su personal sentido del erotismo a la hora de dibujar los personajes femeninos. La ambientación de los diferentes lugares en los que se sitúa la historia, el Londres victoriano y la isla de Nunca Jamás, es tan lograda que se convierte en un elemento indispensable para comprender los motivos y actitudes de los personajes. De hecho, el detallista dibujo de Loisel le permite ocultar ciertas carencias narrativas a la hora de la construcción de los diálogos que no empañan la calidad global de la obra.

ACTUALIZACIÓN: Glénat ha vuelto a editar la obra completa en un único integral.

Tomos que componen “Peter Pan

I.- Londres
II.-
Opikanoba
III.- Tempestad
IV.- Manos Rojas
V.- Garfio
VI.- Destinos