jueves, 3 de octubre de 2013

“Baco 1”, de Eddie Campbell.




Entre las lecturas atrasadas, recuperadas durante las vacaciones, una de las que más me gustaron fue este primer volumen del “Baco” de Eddie Campbell publicado por Astiberri. Un autor Campbell al que suelo acercarme con prevención ya que alterna cómics excelentes con otras sonrojantes desde que aparte de autor se ha convertido en profeta de la Novela Gráfica. Sin embargo, “Baco”, una obra muy anterior a todas esas revueltas y debates. es uno de sus mejores trabajos y a pesar de los años transcurridos desde su publicación original, a mediados de los ochenta,  es un cómic de gran interés que deja constancia del talento de Campbell cuando se centra exclusviamente en hacer buenos tebeos (o novelas gráficas).
Los dioses y semidioses griegos no son leyendas sino que, maldecidos con vidas longevas, viven anónimos entre los mortales hasta que el azar o el encuentro con otro dios acaba con sus vidas. Con el paso de los años han ido desapareciendo y solo unos pocos siguen vivos y dando guerra. Uno de ellos es el juerguista de Baco convertido en un anciano borrachín tuerto aficionado a cerrar todos los bares. Baco tiene una venganza pendiente con Joe Teseo, convertido en un hampón desencantado e inmortal diana de las maquinaciones de diversos semidioses que pretenden robarle sus secretos.

Eddie Campbell se muestra como un solvente narrador. capaz de desarrollar una historia con gancho en la que juega a reformular la icónica mitología griega en una trama negra y flexible en la que todo vale en función del afán arriesgado y experimental del autor. Campbell presenta un elenco de personajes bien perfilados como Baco, Teseo o el Niño Ojos a los que va situando en situaciones diversas para realizar su propia revisión de los mitos griegos mezclada con los géneros contemporáneos a través de continuos flashback que convierten la historia en un contenedor de historias protagonizadas por los diversos personajes a lo largo de sus lóngevas vidas y a Campbell en  un Homero contemporáneo.
Campbell saca partido a su grafismo sucio y expresionista jugando con la caracterización de los personajes a la hora de desarrollar la historia y muestra su talento para la narración gráfica enlazando composiciones y viñetas con perspectivas arriesgadas sin que la historia pierda claridad.
En fin, “Baco” es un cómic notable y se puede rastrear su influencia en variedad de obras posteriores – por ejemplo, la estupenda, mainstream y actual “Wonder Woman” de Azzarello y Chiang ha asimilado muchas de sus características- por lo que sería una pena que Astiberri no completase la edición prevista en cinco volúmenes. El segundo ya se está haciendo tardar.