viernes, 4 de diciembre de 2009

¡El Día del Cómic!, ¿y por qué no?

Ya imagino a todos enterados de esta iniciativa que un grupo representativo (¿?) de los variopintos estamentos del mundillo del cómic (autores, libreros, distribuidores, bibliotecarios y editores) reunidos en Lérida en la II edición de Set De Cómic, han tomado para promocionarlo.

La cosa está todavía un poquito en pañales pero empieza con aparentes buenas intenciones, recabando iniciativas y teniendo en cuenta a los aficionados a través de un blog que se ha abierto al efecto donde pueden adherirse estos y los profesionales. Sin embargo, ya he leído por ahí algún comentario que no ve necesario un Día del Cómic existiendo ya un Día del Libro, suponiendo erróneamente, en mi opinión, que este engloba a aquel.

Más allá del formato –libro, revista, Internet- el Cómic es un lenguaje que no hay que confundir ni con sus soportes ni debe entenderse, error muy común, como un género literario. La literatura es literatura y el Cómic es Cómic. Por tanto, no deberían confundirse -emparentados, por supuesto, pero diferentes- aunque todavía este sea un error común incluso entre los aficionados y por eso quizás la existencia de un Día que lo explique no esté de más.

Por otro lado, a mí eso de los Días para todo no me acaba de entusiasmar. Es una especie de recordatorio que ha venido a sustituir al antiguo santoral y ahora prácticamente los 365 días se celebra o reivindica algo, para solaz de los medios quienes siempre tienen así algo a lo que echar mano para rellenar algo de espacio y olvidarse de ello los 364 restantes. Por otro lado, habría que buscar un consenso para determinar qué Día es el elegido para lo que habría que echar mano de los historiadores de la Historieta española (¿Toni Guiral, Manuel Barrero, Jesus Cuadrado, estáis ahí?) para elegir un día que realmente simbolice algo.

En fin, quizás sería más interesante a la hora de promocionar de verdad el Cómic el buscar soluciones para ajustar los precios y que de este modo vuelva a ser una manifestación cultural accesible para la mayoría de la población y no un bien de lujo o la manera de que todos los creadores reciban salarios dignos por sus obras. Pero, me temo, que estos problemas son más complicados de acometer…

De todos modos, es un primer paso. Yo me voy a adherir. A ver que se decide.