viernes, 19 de octubre de 2012

“Thorgal 33: El barco espada”, de Yves Sente y Grzegorz Rosinski.



Norma Editorial acaba de publicar una nueva entrega –la trigésimo tercera nada menos- de una de las series más longevas de la BD europea más comercial, “Thorgal” titulada “El Barco Espada” y la verdad es que desde que Yves Sente sustituyera al gran Van Hamme, su cocreador junto al dibujante polaco Grzegorz Rosinski, y se hiciera cargo de los guiones este es el álbum que más me ha gustado.

Mientras en Otromundo, Jolan y sus amigos reciben una nueva misión de Manthor quién les encomienda defender a los hombres del Norte, adoradores de los dioses asgardianos, del empuje de los ejércitos del Sur, adoradores de un dios único, Thorgal prosigue la persecución de los magos rojos que secuestraron a su hijo a bordo del Barco Espada por los ríos congelados de las estepas del Este sorteando piratas. Cuando Thorgal descubre que entre las mercancías del barco se transportan esclavos entre los que se encuentra una antigua amiga emprenderá un peligroso viaje de aprovisionamiento en trineo a una colonia aislada para ganar el precio de su libertad. Sin embargo, cuando Thorgal llega a su destino, caerá prisionero de unos vikingos varados en el pueblo que utilizan a los colonos para intentar rescatar el tesoro que transportaban en su barco custodiado por una horca asesina.
Sente firma un guión trepidante en la línea del mejor Van Hamme en el que otorga de nuevo  a Thorgal, el protagonismo absoluto  reduciendo al mínimo la trama protagonizada por Jolan. Sente no inventa la pólvora, pero firma una historia muy entretenida en la que página a página a lo largo de las 48 que componen el álbum a los personajes les suceden cosas desarrollando con oficio una agradable aventura autoconclusiva al tiempo que incorpora elementos para desarrollar tramas futuras. Echo a faltar en la etapa de Sente recuperar los elementos de Ciencia Ficción que daban originalidad a la serie y que de momento están ausentes pero de momento sus guiones son bastante correctos y respetuosos con la esencia del personaje y la serie.

En el aspecto gráfico, Rosinski realiza un bonito trabajo a acuarela con páginas realmente espectaculares de paisajes helados y cuidando la ambientación medieval de la serie al detalle para hacerla plausible al lector. A estas alturas es difícil destacar nada nuevo del trabajo de un artista de su calidad y  con una trayectoria tan larga como la suya pero me quedo su habilidad para plasmar los distintos animales que aparecen en el álbum y las impactantes tormentas marinas.

En fin, “El barco espada” compensa con creces la decepcionante primera entrega del spin off protagonizado por Kriss de Valnor  y permite concebir esperanzas sobre el futuro de una serie a la que Sente poco a poco ha ido subiendo el nivel respecto a las últimas entregas de Van Hamme. Y yo que me alegro.