viernes, 5 de julio de 2013

“Usagi Yojimbo: Traidores de la Tierra”, de Stan Sakai.





Gracias al acelerón que Planeta ha realizado en los últimos meses a la publicación de la serie de “Usagi Yojimbo” esta llega al tomo 26 equiparándose prácticamente con la edición norteamericana, ya que en Estados Unidos solo van un tomo por delante. En este "Traidores de la Tierra", que recoge los números  117 a 123 de la serie regular, nos reencontramos al conejo samurai inmerso en nuevas aventuras en su vagabundeo por un mágico Japón feudal,
En esta nueva entrega, el conejo samurai tendrá que vérselas con un nigromante que ansía hacerse con un anillo que permite a su poseedor controlar un ejército de zombis samuráis. Cuando el anillo recae “accidentalmente” en manos de una vieja amiga de Usagi, este la defenderá frente al mago y sus secuaces. Más adelante, Usagi se las verá además con un bandido oculto en una fortaleza escondida al que ayudará sin querer y se reencontrárá con un antiguo compañero de armas junto con el que habrá de saldar una vieja deuda de honor.
 Agradables y sencillas tramas las que sigue desarrollando Sakai que no decae en su empeño de mantener intacta la calidad de la serie un mes tras otro, entreteniendo con nuevas aventuras ambientadas en  la historia del Japón feudal sino que aprovecha su amplio conocimiento del folklore y la mitología  para adaptarlos a la medida de una amplia galeria de personajes construida a lo largo de todos estos años y la frescura y naturalidad de su estilo narrativo.
Con esos elementos, Sakai desarrolla las tramas con sencillez y oficio  proporcionando un rato de agradable lectura especialmente a sus seguidores más fieles que comprueban como van reapareciendo con naturalidad antiguos personajes del pasado de Usagi. De este modo, en estas páginas, nos reencontraremos con personajes como las pillas Kiyoko y Kitsune o el cazador de demonios Sasuke. Sin embargo, el episodio que da muestras de la coherencia de esta serie es el que cierra el volumen, “La Muerte del Señor Hikiji”, nominado a los Eisner en 2010, en el que toda la trama de amistad y venganza gira en torno a hechos acaecidos años –y muchos números- atrás.

En fin, a la chita callando, Stan Sakai sigue con humildad e inteligencia sigue fiel a su cita deparándonos buenos ratos protagonizados por su conejo samurái, un personaje que ya por derecho propio ocupa un lugar privilegiado dentro de las grandes creaciones que nos ha proporcionado el noveno arte..