viernes, 7 de septiembre de 2007

“Death Proof” de Quentin Tarantino.



Aprovechando el día del espectador, el miércoles me acerqué a ver “Death Proof”, la película que Quentin Tarantino realizó para el proyecto a pachas con su colega Robert Rodríguez, “Grindhouse”. Ya saben, los dos amigos decidieron homenajear las sesiones dobles de los años sesenta y setenta en que proyectaban películas de serie Z, casquería y cine cutre en general, que en España por el capricho de las distribuidoras y productoras decidieron separar para ver si así lograban mayor tirón entre el público.
Vista la película se puede decir que cumple perfectamente las condiciones de la serie Z en la que la acción y las persecuciones juegan un papel importante y con imaginación intentar paliar la falta de recursos y, al mismo tiempo, es una película completamente “tarentiniana”, incluso, en cierto modo, es posible que sea en la que mejor se aprecia buena parte de los trucos de este tipo tan genialmente peculiar, si acaso los más fáciles y efectistas. Y es que en “Death Proof” tenemos los diálogos delirantes que atrapan al espectador más allá de lo que está viendo como en “Reservoir Dogs” o “Pulp Fiction” (ojo a las conversaciones en el coche que dura su buena media hora) y tenemos mujeres exuberantes de armas tomar como en “Kill Bill 1 y 2” o “Jackie Brown” (las ocho protagonistas en ese sentido cumplen sobradamente aunque yo destacaría a Vanesa Ferlito y su bailecito sexy) además de una banda sonora selecta basada en clásicos olvidados de los 60 y 70 que también conoce y sabe utilizar el director. Y, a estas alturas, se preguntarán ¿merece la pena “Death Proof? Pues “Death Proof” señores y señoras es una macarrada. La película see divide en dos partes (esto es también muy tarentiniano): una primera parte en la que las chicas pasan buena parte del tiempo charlando intrascendentemente sobre sexo, drogas y coches hasta que el malvado Especialista Mike (estupendo Kurt Russell) aparece para cargárselas y, una segunda parte, en la que otro grupo de chicas distintas pero que se dedican a hablar más o menos de lo mismo mientras comen hamburguesas y se compran un coche hasta que son también acosadas por el Especialista Mike aunque en esta segunda ocasión el malo da con la horma de su zapato. Y, esto es todo, un argumento de “cartoon”… todo para cualquiera que no esté en la misma onda de Tarantino pues la película está repleta de bromas, referencias cinematográficas y violencia exagerada y gratuita que hará disfrutar al público fiel del director, que encontrará exactamente aquello que espera y desesperará a aquellos que no les guste su cine, pero a estas alturas de la fiesta, todo el mundo sabe lo que hay en las películas de Tarantino. “Death proof” no es ni de lejos la mejor película de Tarantino y es de esperar que en algún momento este decida madurar y ofrecernos un proyecto completamente original y no homenajes a los géneros que le gustan (aunque lo haga tan bien) pero, mientras tanto, se divierte y nos divierte a todos los que disfrutamos de su cine exagerado y gamberro. Por otro lado, la película cumple sobradamente con las condiciones del proyecto “Grindhouse”, la atmósfera setentera está lograda aunque luego los personajes no paren de usar los móviles y saquen algún cartel de películas posteriores como “Scary Movie” e imita bastante bien la cutrez de esas películas llenas de granulado y cortes. Pero todo se perdona porque forma parte de la gamberrada.
No esperen entrada sobre la primera parte de “Grindhouse” dirigida por Rodríguez, “Planet Terror" ya que es un director que no me llama demasiado la atención si exceptuamos las excelentes “Abierto hasta el amanecer”y “Sin City” (aunque en estas películas siempre me queda la duda donde empieza su mérito y acaba el del propio Tarantino ó el de Frank Miller).
Ya me contarán que les parece...