jueves, 30 de diciembre de 2010

La primera pirula del 2011.

Sí, ya sé que se supone que debería estar haciendo listas de buenos propósitos para el año que viene, resúmenes de lo que fue el 2010 y cosas por el estilo, pero uno consulta las novedades de alguna editorial del año que viene y se me pone el ánimo levantisco.

Echadle un ojo al pdf. de las novedades de Norma para Febrero. Más allá de la presencia de cosas interesantes como el tercer álbum de “Long John” de Dorison y Lauffray (esperemos que no sufra el problema de abarquillamiento de la segunda parte) o “El pequeño Christian” de Blutch, lo que me encorajina es que resulta que anuncian a bombo y platillo la edición en cartoné (cara) de “El Hombre Retorcido”, la estupenda historia de Corben y Mignola de la que ya conté algo por aquí cuando apareció hace ya unos cuantos meses. No pasaría nada si no fuese por el pequeño detalle de que la nueva edición incluye aparte de la historia principal y los extras de rigor en forma de bocetos y artículos, dos historias más (“En la capilla de Moloch” y “Aquellos que se hunden en el mar en barcos”) de las cuáles una es inédita, con lo que el que sea completista de “Hellboy” se verá obligado a pasar dos veces por caja.

Ofertar diferentes ediciones es una técnica de venta corriente en otros ámbitos a la que se le resiste la industria del cómic. En el mercado de libros, películas en DVD o discos es una práctica extendida que coexistan diferentes ediciones que aparecen juntas o con poco tiempo de diferencia en las que varían precio, calidades de edición y contenidos, y cada cuál elige la que le conviene sin que nadie se escandalice pudiendo elegir la que le apetece. Sin embargo, en el magro (o no tanto?) mercado del Cómic, donde los potenciales compradores son menos esto no es tan frecuente y hay que usar otras estrategias para vender la edición cara como retrasarla casi un año respecto a la publicación de la barata y que en la cara aparezca una historia extra para que los mismos que compraron la versión barata un año antes se hagan con la cara pagando dos veces por algo que es básicamente lo mismo apelando al completismo y la inmadurez del aficionado al cómic. Negocio redondo pero yo no estoy por la labor porque lo correcto hubiese sido haber publicado las dos ediciones al mismo tiempo (o al menos avisar de las diferencias de contenido antes) .

Probablemente, esto forma parte de los tiempos que nos ha tocado vivir pero me parece que con ello se castiga en exceso la fidelidad de los que puntualmente siguen las series y a la larga solo se logrará que la gente demore la compra de cualquier tebeo a la espera de mejores –y más completas- ediciones optando por otros medios para su lectura. Luego se quejarán...