martes, 26 de marzo de 2013

“Los Vengadores VS. La Patrulla X”, de Roger Stern y Marc Silvestri.




No he podido resistir la tentación tras leer el macroevento de “Los Vengadores VS. La Patrulla X” del que escribí por aquí ayer de volver a leer la original a la que hacía referencia, la serie limitada de cuatro números que guionizase Roger Stern y dibujase Marc Silvestri a mediados de los ochenta y fue publicada en los números 7 a 10 de la original “Marvel Héroes” de Cómics Forum (no sé si fue reeditada más recientemente pero si no ha sido así ya está tardando Panini). La conclusión, es que no hay color entre una y otra y que la nueva, con mayor número de páginas e interrelacionada con casi todas las colecciones de Marvel, sale bastante mal parada en la comparación lo que significa una vez más la involución que en muchos aspectos ha vivido el género superheroico.
Un redimido Magneto se ha unido a sus antiguos rivales de la Patrulla X. Cuando los restos de su antigua base en un meteorito caen a la Tierra, Magneto decide intentar recuperar la tecnología que encuentre en ellos. Sin embargo, lo que no prevé es que tras sus pasos van tanto los Vengadores que quieren que vuelva a ser juzgado por una Corte Internacional como los Supersoldados Soviéticos que pretenden aplicar la sentencia que un tribunal soviético ha aplicado por sus crímenes contra la URSS (hundió un submarino y masacró una ciudad). Magneto cae así en una encerrona internacional para detenerle en la que solo contará con el apoyo de sus nuevos camaradas mutantes mientras él mismo intenta aclarar si le merece la pena la redención o seguir su carrera como mesias mutante.
En fin, Roger Stern, probablemente uno de los mejores y más infravalorados guionistas que han trabajado para Marvel, desarrolla una historia llena de acción y entretenimiento en la que todos las decisiones están motivadas de un modo u otro, todos los personajes mantienen su coherencia y cuentan con su dosis de protagonismo y,.además, permite el lucimiento de un Marc Silvestri que demuestra ser mejor dibujante de lo que luego ha sido considerado, aun cuando el entintado de Josef Rubinstein no fuese precisamente el que más le beneficiase.

 Y lo más curioso además es que parece ser que Stern tenía planificado un final más cerrado para la historia en la que Magneto, que se pasa buena parte de la historia decidiendo si continua  apostando por la colaboración con los humanos o vuelve a retomar su carrera terrorista, habría optado por la segunda opción. Sin embargo, como esa decisión desbarataba buena parte de los  planes que el guionista de las series mutantes, Chris Claremont, tenía pensado para el personaje lo modificó para desarrollar un final algo más abierto y embarullado pero que en mi opinión resulta ideal para la historia.

Comparar una serie con otra es una demostración patente de cómo se han simplificado los cómics de superhéroes en las últimas décadas en pos a una supuesta espectacularidad que se puede lograr de diversas formas sin tener que sacrificar necesariamente la narración ni minimizar al extremo la labor del guionista. De este modo, la historia ideada por Stern no tiene nada que envidiar a la del actual Bullpen marvelita y además resulta coherente con el comportamiento de los distintos personajes sin necesidad de forzarlos hasta el absurdo.

En fin, espero que Panini reedite pronto este clásico para que todos podáis comparar lo que un único guionista conocedor de su oficio es capaz de hilvanar sin insultar la inteligencia de sus lectores. Y es que siempre merece la pena releer los clásicos.