viernes, 14 de junio de 2013

“Valerian visto por Manu Larcenet: La armadura del Jakolass”.


Teniendo en cuenta que “Valerian”, la maravillosa serie de Christin y Meziéres es uno de mis cómics favoritos, y lo difícil que es ver últimamente publicadas nuevas obras de ese brillante historietista que es Manu Larcenet en España, estaba claro que más pronto que tarde iba a picar con este álbum editado por Norma Editorial en el que el genial artista francés ofrece su particular visión del universo de ciencia ficción creado por Meziéres y Christin hace tantos años.
La vida de René Pereuillaud, un pequeño obrero de los arrabales de París amigo de empinar el codo y recitar malos poemas sobre el espacio sideral, cambia una noche en la que es objeto de una sorprendente revelación por parte de unos extraterrestres: René no es más ni menos que Valerian, agente espacio-temporal, atrapado amnésico en un cuerpo que no es el suyo por el malvado Jakolass, un despiadado criminal alienígena que cumple condena en un alejado e inhóspito planeta prisión. René/Valerian viajará hasta allí para intentar recuperar su cuerpo y su vida de aventuras aunque para ello deba enfrentarse a más de un peligro. 

Más allá de acudir a la burda formula de alargar el éxito comercial de una serie acabada con un nuevo spin off clónico realizado por otros autores, “La armadura del Jakolass” es un tebeo la mar de divertido gracias al indiscutible talento humorístico de un Larcenet que satiriza sin piedad pero también con ternura y enorme respeto las tramas y personajes ideadas por Christin y Mezieres. Para ello, Larcenet crea un Valerian sui generis a su medida –un obrero borrachín- al que sumerge en una trama que bien podría haber protagonizado el Valerian original y explora sus delirantes consecuencias con un tono ágil y desenfadado.

“La armadura del Jakolass” es un álbum muy divertido que consigue plenamente su doble función de hacer pasar un buen rato  y servir de  excelente homenaje a uno de los universos de Ciencia Ficción más cautivadores de la Historia del Cómic por parte de un Larcenet que, lejos de plegar su estilo a las fórmulas de la serie original, se mantiene fiel a sí mismo para obtener un cómic  fresco y original logrando por tanto una obra con un sello propio que agradará tanto a los completistas de “Valerian” como a sus propios seguidores.