viernes, 30 de enero de 2009

“El asombroso Hombre Lobo” de Robert Kirkman y Jason Howard.

Lo tengo claro, Robert Kirkman es un revisionista. Si ya en obras anteriores como “Invencible” o “Los muertos vivientes” nos ofreció su particular y renovadora visión de iconos del cómic superheroico, como es el superhéroe adolescente (osease, el primer Spiderman), o del terror, como los zombis, en una interpretación fresca al tiempo que respetuosa con sus claves, en su última serie, “El asombroso hombre lobo”, hace quizás su propuesta más arriesgada al escribir un tebeo de superhéroes cuyo protagonista, un licántropo, y algún secundario más, son criaturas de la noche que adoptan roles ajenos.

Gary Hampton es un hombre de negocios de éxito a punto de cerrar una operación que le ofrecerá pingües beneficios al tiempo que un respetable y cariñoso marido y padre ejemplar. Todo parece irle bien en la vida hasta que una noche es atacado por un hombre lobo en un camping que le traspasa la maldición de la licantropía. Ayudado por Zechariah, un misterioso vampiro, que se convierte en su mentor, Gary será capaz de controlar la transformación y controlar su forma lobuna a voluntad utilizando a partir de ese momento sus poderes para el bien como un superhéroe más mientras ve como su perfecta vida familiar y empresarial se desmorona y los misterios se arremolinan a su alrededor.
Lo que al menos yo presuponía iba a ser una revisión del mito clásico del hombre lobo por arte de Kirkman se convierte en un cómic de superhéroes al uso entretenido, ágil y bien construido merced al profundo conocimiento que el guionista tiene de ambos géneros, como ya demostrara en sus exitosas series mencionada, cuyos elementos aquí entremezcla con habilidad para lograr una curiosa mixtura muy agradable de leer, aunque carezca del elemento sorpresivo de sus otros trabajos y que quizás a los más tradicionalistas eche para atrás.

Kirkman, en este cómic, hace buen muestra de su habilidad para el desarrollo de situaciones y personajes, la construcción de diálogos naturales, las elipsis narrativas y los cliffhangers (una lástima no leer este cómic en su periodicidad bimestral) para ofrecernos un tebeo que se disfruta gracias a su falta de pretensiones, su ritmo trepidante, cargado de acción y humor, y deja al lector con ganas de más al terminar la última página. Kirkman es un narrador muy hábil, que no se obsesiona en narrar todos los aspectos de la historia dejando muchas situaciones simplemente insinuadas mediante élipsis para que sea el lector quien se encargue de rellenar los huecos ganando agilidad y complicidad con aquéllos a los que está destinada la historia.
Me gustaría resaltar también la labor gráfica de Jason Howard, un autor poco conocido en España aunque ya colaborara con Kirkman en un spin-off de “Invencible”, cuyo estilo amable y cartoon me recuerda a autores como Paul Grist, en “Jack Staff”, o Michael Avon Oeming, en “Powers”, que en un principio puede chocar pero al que resulta fácil acostumbrarse y que dota de enorme vivacidad y dinamismo sus composiciones, adecuándose perfectamente con el tono teen de la serie. Howard, como Grist, hace un más que correcto uso de los recursos gráficos del medio, en espedial de las onomatopeyas, la composición de página y el color que le dan un tono moderno, personal y diferente al producto final.

En fin, nos encontramos ante un tebeo divertido con el que pasar un rato de lectura agradable de lo mejorcito que puede ofrecer Image actualmente. Una lástima que la periodicidad bimestral de la serie en Estados Unidos provoque que haya un escaso stock de números (acaba de salir el número 12) y obligue a los lectores españoles esperar por lo menos un año. La edición de Planeta, que reúne los seis primeros números de la colección yanqui incluye un interesante sketchbook sobre como los autores gestaron el diseño definitivo del protagonista y los secundarios, es bastante correcta.

El blog de Jason Howard, aquí.
Kirkmania, la página oficial de Robert Kirkman.
Una interesante entrevista a Howard en español, aquí.
Otras obras de Robert Kirkman en El lector impaciente:

John Updike (1932-2009)

Me entero por aquí de la muerte de uno de los grandes de la literatura norteamericana contemporánea. John Updike, un autor prolífico en cuya producción destacan la serie de novelas protagonizadas por Harry “Conejo”, su personaje más emblemático con el que supo retratar las inconsistencias escondidas tras la bucólica imagen de la clase media norteamericana de posguerra, y con las que ganó dos Pulitzer, quedando pendiente un Nóbel del que fue eterno aspirante.

D.E.P.

Toda la información aquí.

jueves, 29 de enero de 2009

Portada sobresaliente

Una portada debe reunir varias características para pasar de ser una portada del montón a una portada sobresaliente. La principal, que impacte y llame la atención, y la sencundaria, que despierte en el potencial lector las ganas por seguir leyendo el interior. Si se trata, como es el caso, de un semanario de humor el chiste debe resultar cómico y el que se reproduce en la portada de "El Jueves" lo es por partida doble, por un lado, por lo gracioso de la postura del ex presidente debajo de la mesa, por otro, por el comentari en el bocadillo de Barack Obama.

Felicidades al autor.

Las buenas ideas hay que copiarlas

Eso pensaba yo ayer, viendo en un telediario una información que recogía la noticia sobre la buena acogida que está teniendo por parte del público la exposición que el museo del Louvre (ya saben, el de París) ha dedicado al cómic patrio mostrando bocetos y originales de autores tan interesantes como Yslaire, autor junto con el guionista de cine Jean-Claude Carrière, de "Le ciel au-dessus du Louvre", Nicolas de Crécy con su "Periodo glaciar", del que ya les comenté por aquí, "Les sous-sols du révolu" de Marc-Antoine Mathieu, y "Aux heures impaires" de Éric Liberge, y que se mantendrá hasta el próximo 13de Abril.

Una idea redonda de la que salen todos beneficiados, el cómic que se ve reconocido como una expresión cultural a la altura de otras en un marco incomparable; el museo renovando sus propuestas e incrementando el número de visitantes, atrayendo a público que a lo mejor de otro modo no se acercarían a un museo, y, al tiempo, vendiendo en sus tiendas los ejemplares de los cómics expuestos (ya que es coeditoria de los mismos junto a la editoria Futuropolis).

Una gran idea para compaginar cultura y negocio que debería ser imitada a este lado de los Piríneos. ¿Se imaginan algo así en el Museo del Prado o en el Centro Reina Sofia, exponiendo originales de Carlos Giménez, Victor de la Fuente, Jordi Bénet o Josép María Bèa? Pardiez, qué listos son estos galos…

Más datos de la exposición aquí.

Et voilá…Planeta apareció.


Tres meses de nada después, parece que Planeta recupera la regularidad de sus publicaciones. Tres meses que han dado mucho juego en la blogosfera donde se han disparado todo tipo de conjeturas y rumores mientras que la respuesta de la editorial no era otra que el mutismo de aquellos que algo podían saber (justificable, por otro lado, ya que de todos es sabido que los trapos sucios mejor se lavan en casa y no en la corrala de los vecinos) aunque hubiera sido un detalle hacia sus lectores incluir en los tebeos aparecidos este mes algún tipo de explicación para justificar tanto retraso y no hacer como si nada hubiera pasado.

El anuncio a lo largo de estas semanas de los planes editoriales para el 2009 en las distintas líneas y la aparición de las colecciones regulares de grapa de periodicidad mensual que llevaban tres meses paralizadas parecen marcar el ansiado regreso a la normalidad. Y es bueno que así sea, ya que la editorial decana en la publicación de cómics en España es un buen barómetro –aunque no exacto- para intuir el estado del mercado. Ha habido una crisis, un tratamiento extremo (que una editorial que sacaba ochenta novedades mensuales pase a sacar diez es un drama en plena campaña navideña, como me comentaba un librero desesperado mientras hacia encaje de bolillos intentando tapar los huecos destinados a las novedades de Planeta con material atrasado este mes de Diciembre) y habrá que ver si se ha superado definitivamente el problema y nos encontramos ante una editorial renovada o solamente se ha cerrado en falso y dentro de unos meses nos volvemos a encontrar sin tebeos.

El 2009 se presenta muy interesante.

miércoles, 28 de enero de 2009

“Bienvenidos al Norte” de Dany Boon.

Ando yo apurando estos días la cartelera madrileña previendo que en las próximas semanas, meses y años venideros voy a tener menos oportunidades para escapar al cine (salvo para ver películas infantiles, que tampoco me parece mal plan…) así que por recomendación de una compañera, me pasé a ver “Bienvenidos al Norte”, una comedia francesa que en otras circunstancias probablemente ni hubiera considerado y que viene avalada por haber batido todas las marcas de recaudación en el país vecino. Y lo cierto es que la película sin tener nada en que destaca, deja un buen sabor de boca gracias precisamente a su falta absoluta de pretensiones.

La trama es bastante simple. Un funcionario de correos que intenta desesperadamente ser trasladado por sus jefes a la Costa Azul para contentar a su mujer ve cómo le sancionan precisamente trasladándolo al Norte lo que, al parecer para un francés del sur, es un drama. El hombre asume su castigo para descubrir que, a pesar de sus peculiaridades, los norteños son gente amable y acogedora con la que se lo pasa bien, y la relación con su mujer con la distancia mejora al creer esta que en el sur está fatal. Todo se enreda cuando la mujer decide trasladarse al Norte a vivir con él y pasar juntos el mal trago. Ya saben, lo de contigo pan y cebolla, pero a la francesa.

Este sencillo argumento sirve como excusa para que Dany Boon, que al parecer es un cómico bastante popular en Francia, concatene una sucesión de situaciones cómicas elementales, más o menos afortunadas, poniendo de relieve las diferencias culturales entre los franceses del sur y los del norte. Un humor básico construido a base de tópicos de consumo interno pero que funciona fuera de las fronteras galas gracias al tono amable de las aventuras y desventuras de los protagonistas exageradas hasta el surrealismo y el buen trabajo de un grupo de actores muy expresivos y bien dotados para la comedia, entre los que destacan el dúo formado por Kad Marad y Dany Boon.

Una película cómica amable, sencilla e ingenua aunque para mí inferior que otras comedias galas si no más conseguidas sí más divertidas, como “La cena de los idiotas”, y que, preferiblemente, debe ser vista en versión original para apreciar mejor las gracietas, ya que aunque el doblaje ha debido ser muy complicado y estar bastante conseguido muchos de los gags se basan en las peculiaridades de pronunciación de los galos del norte. No esperen mucho de esta película, salvo pasar un buen rato (que es de lo que se trata) y olvidarla rápidamente. Lo que, después de todo, tampoco está mal, oigan.

martes, 27 de enero de 2009

“La escena del crimen” de Ed Brubaker, Michael Lark y Sean Phillips


Creo que no descubro nada nuevo a los que frecuentan este blog si afirmo que Ed Brubaker es un gran guionista, uno de los mejores que hay actualmente en el ámbito del cómic norteamericano y que ha logrado el unánime -y difícil- consenso de público y crítica con obras como “Sleeper”, “Criminal” o su etapa, todavía abierta, en “Capitán América”. Lo que a lo mejor no saben muchos es que en 1999, Ed Brubaker ya era una de los mejores guionistas del cómic norteamericano cuando se publicó la miniserie de cuatro números “La escena del crimen” y que Norma publicó en dos prestigios el año siguiente. Una miniserie que para muchos anunciaba ya en lo que se podría convertir Bru aunque para mí es su primera gran obra de madurez tras las prometedoras “Lowlife” y “At the seams”.

La escena del crimen” es una historia de puro género negro englobada en la Línea Vertigo, pensada como prólogo de una colección regular que finalmente se canceló y en ella Brubaker ya se muestra como un autor maduro, la colección regular no cuajó pero podemos hacernos una idea de lo que podría haber sido leyendo “Criminal”, que puede considerarse hasta cierto punto la evolución natural de “La Escena del Crimen”.
No se engañen. Si esperan una obra titubeante de un autor con talento pero que no domina el oficio lean otro cómic.“La escena del crimen” es una obra sin fisuras , de un guionista que domina el género y sabe qué quiere contar y cómo hacerlo, puro “hard boiled”, en el que Brubaker renueva el canon hamettiano mediante un protagonista, Jack Herriman, que se aleja del prototipo del cínico detective privado que antes de hacer uso de la violencia para resolver cualquier situación embarazosa es un joven tirillas inseguro, atormentado por sus demonios y problemas personales. Utilizando a Jack como narrador de la historia que parte de un planteamiento clásico en el género –al detective le encargan encontrar a una chica desaparecida, para descubrir cuando la encuentra, que la han asesinado- Brubaker construye una trama sólida en la que no hace concesiones fáciles al lector mientras enriquece la compleja historia a través de un plantel de ricos personajes secundarios perfectamente caracterizados, profundos y definidos, a los que seguramente esperaba sacar partido en las futuras entregas de la cancelada colección regular.

Brubaker estructura la historia a la manera de Mickey Spillane o James Ellroy, autores a los que poco tiene que envidiar en cuanto a calidad literaria, y se apoya en la labor gráfica de Michael Lark y Sean Phillips, dibujantes que se ajustan perfectamente al estilo de Brubaker y con los que ha continuado colaborando a partir de esta serie. Lark, que venía de terminar “Terminal City”, encuentra en el género negro y las historias oscuras pergeñadas por Brubaker al autor ideal que le permite desarrollar su estilo propio, realista, sobrio y conciso, pero no por ello carente de detallismo, en el que no hay sitio para las florituras ni las perspectivas forzadas, estando todo el diseño de la página, dividida habitualmente en tres y cuatro tiras, pensada para facilitar la narración y la lectura. Sean Phillips, entintando el dibujo de Lark, le da el tono oscuro necesario a la historia al igual que el colorista James Sinclair usando una gama de tonos oscuros y apagados ayuda a darle un tono sucio y desagradable que le va bien a la historia.

En definitiva, “La escena del crimen” es un gran tebeo de dos autores maduros a punto de comerse el mundo de la historieta a dentelladas. El resto es historia.

(Me temo que “La escena del crimen” está descatalogado en España desde hace algunos años, aunque quizás sea posible encontrarlo todavía saldado. Planeta podría apuntarse un tanto incluyendo esta obra en su Plan Vértigo para el 2009).

Otras obras de Ed Brubaker en El lector impaciente:
Y una excelente reseña -casi coincidente en el tiempo- sobre "La escena del crimen", aquí.

Fallo de la Segunda Edición del Premio Fnac Sins Entido: “Temporada de las Flechas”, ganadora

Se ha fallado la segunda edición del premio conjunto a la mejor novela gráfica que la Fnac y la Editorial Sins Entido otorgan al alimón y este año, ha ganado en apretada competencia con otros 100 valientes, “La temporada de las Flechas” de Guillaume Trouillard y Samuel Stenso. El premio consiste en 8.000 euros para los creadores y la publicación de la obra a finales de año. Por lo visto en las muestras aportadas en la nota de prensa, la obra promete.

Me parece una buena noticia que este Certamen se vaya consolidando y ganando prestigio a nivel internacional y me parece una mala noticia que ningún autor nacional haya podido hacerse con el premio. Ojalá esté Premio siga creciendo y alguna editorial más imite la iniciativa de Sins Entido. ¿Por qué Planeta que otorga el premio literario más importante de España -y uno de los más importantes de Europa no es capaz de premiar un cómic?¿Por qué Norma una editorial con tradición y experiencia no se le ha ocurrido algo así? Editoriales grandes, muévanse, o las pequeñas les comerán el terreno. Chapeau para Sins Entido.

¡Felicidades a los ganadores!

lunes, 26 de enero de 2009

“La esfera cúbica” de Josep Maria Beà

La esencia de lo clásico es que, a pesar del paso del tiempo, no pasa de moda. De clásicas se puede calificar entonces la recopilación de historias que componen “La esfera cúbica” y que Ediciones Glénat en un acto de generosidad o de suicidio, publicó hace pocos meses en un cuidado álbum en el que incluye, incluso, una banda sonora compuesta por el autor, Josep Maria Béa, quién alejado por voluntad propia de la producción de historietas, se dedica a matar hoy por hoy el gusanillo creativo componiendo música electrónica junto a Sergi Puertas.

Estas historias, leídas un cuarto de siglo después de su primera publicación seriada en la revista “Rambla”, sorprenden por no haber perdido ni un ápice der su frescura y originalidad tras tantos años, gracias a la fecunda imaginación y el enorme talento narrativo de Joseph Maria Bèa, quien, probablemente sea el mejor dotado de toda una generación de autores españoles que no ha tenido hasta ahora el reconocimiento que se merecen. En esta serie de seis historias, Bèa utilizando como elemento introductorio la famosa esfera cúbica rescatada del delta del río Ebro, da su iconoclasta y humorística versión de la ciencia ficción, a través de unas historias de entre seis y ocho páginas de duración en las que inventa una imaginería completamente coherente, original y sugerente sólo equiparable a la que se puede encontrar en la obra de otro grande del cómic de ciencia ficción, Wally Wood, a la par que incorpora un humor castizo (a pesar de su origen catalán), localista y personal de largo recorrido que entronca con la Escuela Bruguera y llega hasta autores y obras actuales, como Santiago Valenzuela y su “Capitán Torrezno”.

Bèa en estas historias inventa mundos deslumbrantes y situaciones tragicómicas con pasmosa facilidad e incluso suficiencia, demostrando no sólo su habilidad para el dibujo y la narrativa gráfica sino también su conocimiento de un género que transgrede y con el que se divierte y, lo que es más importante, nos divierte.

En fin, un tebeo excelente que no puedo dejar de recomendarles y espero vea su continuación con la recuperación de más obras de este autor completo. La edición de Glénat, a pesar de estar muy cuidada me parece excesivamente cara para un álbum de cuarenta y ocho páginas, aun cuando se obsequie el CD de Bèa y Puertas y hubiera sido preferible, quizás, ajustar algo más el precio para que la obra de este grande del cómic llegue a nuevos lectores. En cuanto a la música electrónica que acompaña al álbum compuesta por el autor, sin ser un experto ni un estilo que me atraiga demasiado, resulta pegadiza.

Bèa es un clásico. No se lo pierdan.


Un par de estupendas entrevistas a Bèa aquí y aquí.

Más Gavilán, más Pellerin

Si se preguntan los seguidores de Pellerin y “El Gavilán” cuando vamos a poder disfrutar por estos lares las aventuras del segundo ciclo, háganse a la idea que más bien tarde. Hace apenas unos meses, se publicó en Francia el primer álbum de lo que será el segundo ciclo tras el cambio de editorial de Pellerin, quién abandonó Dupuis para fichar por Quadrants, por lo que probablemente hasta dentro de una década no disfrutaremos de nuevas entregas de la serie por la piel de toro. Esperemos que Io Ediciones vuelva a dar señales de vida para entonces y nos sorprenda con el segundo ciclo completo en otro bonito integral (aunque tampoco estaría de más que en el próximo lustro si el primer ciclo vende bien se animen con “Les rendez vous de L’Epervier” o “Archivés Secrètes”).

Mientras nos armamos de paciencia (ustedes, que yo ya saben que no puedo) les dejo este enlace para que disfruten de los paisajes nevados en que se desarrolla la nueva aventura de Yann de Kermeur mientras me voy a releer el primer ciclo.

domingo, 25 de enero de 2009

“El Gavilán” de Patrice Pellerin


Hoy es una de esas tardes de domingo, en las que el viento arrecia en la calle y los servicios meteorológicos presagian una ola de frío, una excelente ocasión para petrecharse en casita en el sofá preferido con un Cola Cao calentito (o un bourbon con hielo, si les van las bebidas espirituosas) y una buena lectura que nos haga viajar en pos de la imaginación. Eso es, precisamente, lo que ofrece el integral en el que la fantasmal Io Ediciones ha reunido los seis álbumes que componen el primer ciclo de las aventuras de “El Gavilán”.¿Y qué ofrece “El Gavilán” en pocas palabras? Un tebeo de aventuras marineras de los de toda la vida, pero ahora les cuento con más detalle.

A mediados del siglo XVIII, Yann de Kermeur, El Gavilán, es un misterioso e intrépido bucanero al servicio del Rey de Francia. Cuando se ve injustamente acusado de la muerte de su viejo tutor el señor de Kermellec, Yann iniciará una épica cruzada para limpiar su nombre y demostrar su inocencia que le llevará desde la Bretaña francesa a la Guayana en pos de sus acusadores, quienes le han robado su barco y tripulación, para buscar el mítico tesoro de los aztecas.

El Gavilán” es una historia que se entronca con la mejor tradición del cómic francés y, más concretamente con uno de sus más longevas y mejores series, la fantástica “Barbe-Rouge” -¿cuándo algún editor se animará a editar esta serie en España?-, serie en la que Pellerin ya demostró en un par de álbumes dominar las aventuras marineras y los ambientes exóticos. En “El Gavilán”, el primer trabajo en que Pellerin se encarga en solitario de guión y dibujo, el autor se ciñe a la ortodoxia del género para construir una digna y entretenida aventura que a falta de giros argumentales que sorprendan al lector avezado se disfruta gracias a la correcta y documentada recreación que Pellerin realiza de la época y los personajes en una trama bien engarzada. Pellerin, es un dibujante de corte clásico, quizás menos dotado que André Juillard y François Bourgeon los grandes renovadores del género histórico francés, pero que sabe suplir su mayor hieratismo con una cuidada planificación a la hora de reproducir hasta el más mínimo detalle que permita recrear la época con lo que la inmersión del lector en la historia está asegurada.

En cuanto a la edición del integral es bastante correcta salvando algún pequeño detalle en la traducción –pag. 237 “has negligido”, madre mía, con lo fácil que es poner “has descuidado"-, incluyéndose una bonita lámina junto al volumen. Esperemos que Io Ediciones se prodigue más a partir de ahora, con nuevas obras al menos de este nivel y mejore su distribución para hacer su catálogo accesible en todo el territorio nacional (“El Gavilán” se ha puesto a la venta en exclusiva en esta gran superficie).

sábado, 24 de enero de 2009

El origen de Moebius.

Dolmen: ¿Cómo surge el nombre y personalidad de Moebius?

Moebius: La primera vez que firmé como Moebius fue en 1962. Yo quería hacer una historia para una publicación llamada Hara-Kiri e intentaba cambiar un poco el tipo de humor francés, siempre basado en el diálogo y en la lógica; esta era la primera vez que se intentaba hacer un humor más fantástico y surrealista.En esa época yo había pasado una temporada en México, donde conocí la revista americana Mad, que me pareció muy novedosa y revolucionaria porque mezclaba el cómic con el humor americano más loco. Así que cuando regresé a Francia y empecé a trabajar en Hara-Kiri realicé varias historias con ese estilo. Me di cuenta de que existía la posibilidad de tomar un camino diferente al del cómic tradicional para adolescentes. Y yo quería dejar muy claro ese cambio, por lo que consideré la idea de tomar un nombre diferente. Resulta que en ese momento estaba leyendo un libro de ciencia-ficción sobre los viajes estelares, algo imposible a la velocidad de la luz, pero el escritor tenía una teoría para superar esa barrera y tenía que ver con la llamada “Banda de Moebius”, algo muy extraño, una mezcla de milagro y superstición que permite atravesar dimensiones y viajar a la velocidad de la luz. Me gustó el nombre de Moebius y la posibilidad que implicaba de transgredir la ley más fuerte del universo. Así que firmé con ese nombre esa primera página y hoy todo el mundo me llama por ese nombre. E incluso yo mismo me veo con él muchas veces: en mi tarjeta de la Seguridad Social mi nombre consta como “Jean Giraud-Moebius”. La última vez que ingresé en un hospital las enfermeras me decían “Señor Jean Giraud Moebius, es la hora de la inyección” (risas).

(Extracto de la interesantísima entrevista realizada por Yexus a Moebius en la última edición del Salón Internacional del Cómic de Barcelona y publicada en Dolmen Europanº 1).

viernes, 23 de enero de 2009

“Los detectives salvajes” de Roberto Bolaño

Aprovechando la coincidencia que con el maremagnum de lanzamientos de coleccionables para kiosco -este y este habrá que tenerlos controlados-, Anagrama se ha subido al carro con motivo de su 40 aniversario ofertando un coleccionable de sus títulos más representativos, supongo que a buen precio (si no conocen esta editorial échenle un vistazo porque tiene un catálogo de autores y obras difícil de igualar, la primera entrega “El palacio de la luna”), recupero una lectura de hace unos meses que en su momento no les comenté. Como ya habrán adivinado por el título de la entrada, se trata de “Los detectives salvajes” de Roberto Bolaño.

Los detectives salvajes”, grosso modo, viene narrar las aventuras de Arturo Belano y Ulises Lima, jóvenes que se mueven en los círculos bohemios y burgueses de México D.F, quienes deciden dejar de lado sus vidas en pos del rastro de Cesárea Tinarejo, una misteriosa poetisa desaparecida en los años posteriores a la Revolución Mexicana. Las peripecias de sus investigaciones se irán desarrollando a lo largo de veinte años y diversos países y continentes a través de la narración de distintos personajes con los que coincidieron a lo largo de los años los protagonistas en una búsqueda a la que consagrarán su vida y que se convierte a su vez en relato intimista, crónica histórica y generacional.

En esta novela, Bolaño consigue algo bastante complicado: sintetizar en una obra buena parte de las tendencias literarias sudamericanas de los últimos cincuenta años en una única novela que puede responder a ese ampuloso concepto de “novela total”. Y, claro lo que a sorbitos y poco a poco a uno le encanta, de golpe y de un trago como lo narra Bolaño por momentos seduce y por momentos empacha, dejando, tras su lectura noqueado y sin capacidad de reacción. Pero, vamos poco a poco.

Como les decía más arriba, no les comenté sobre esta novela en su momento ya que su lectura me dejó apabullado, resultándome difícil decidir por dónde hincarle el diente al complejo artificio que el chileno Bolaño construyó. De lo que no me cabe duda es que se trata de una de las mejores novelas de la literatura sudamericana de los últimos treinta años en la que se pueden encontrar ecos de alguno de los más importantes escritores del continente sudamericano desde Borges a Fuentes, pasando por Lima, Cortázar, Rulfo, Marsé (sí, ya sé que este no es sudamericano) o Vargas Llosa, por nombrar unos cuantos. Claro, que sintetizar todas estas influencias en algo más de seiscientas páginas es difícil y hay momentos en que la lectura se vuelve desesperante. Bolaño construye la novela en tres partes diferenciadas entre sí, tanto estructural como narrativamente. La primera “Mexicanos perdidos en México” es el diario en primera persona de Juan Madero, joven viscerealista que sueña en convertirse en escritor, que nos va poniendo en antecedentes de la existencia de los verdaderos protagonistas de la obra y los motivos que provocaron su investigación; en la segunda parte, “Los detectives salvajes” asistimos a la narración en primera persona por boca de distintos personajes de la investigación de los protagonistas y el desarrollo de su vida durante veinte años; y, finalmente, en la tercera parte, “Los desiertos de Sonora”, se retoma el diario de Juan Madero donde se dejó y los motivos que impulsaron la búsqueda que se nos acaba de narrar.

Bolaño juega constantemente con la estructura y los géneros literarios (al tiempo que los homenajea) para convertir al lector en un detective salvaje que sigue las andanzas de los protagonistas a través del testimonio de los distintos personajes –grandes perdedores de un modo u otro, la mayoría-, testimonios independientes entre sí que pueden leerse sin necesidad de seguir un orden predeterminado de lectura, al igual que sucede en la magnífica “Rayuela“. Bolaño homenajea la literatura de géneros –para mí la verdadera literatura- y, en especial la novela negra al tiempo que, por contenido, se distancia de ella en lo que no deja de ser, nada más y nada menos, una obra inclasificable de compromiso total hacia la literatura en la que lo absurdo y lo épico se mezclan por igual.

Bueno, más o menos, estas son mis primeras impresiones sobre “Los detectives salvajes” y de Bolaño un escritor tan impresionante como irritable que hoy por hoy colocaría solamente un escalón por debajo de Joyce. Cuando me recupere de esta lectura atacaré “2666”. A ver si Jorge Herralde lo deja a buen precio…

jueves, 22 de enero de 2009

Claude Moliterni (1933-2009)


A través de La Cárcel de Papel, me entero del fallecimiento en el día de ayer a los 76 años de edad de Claude Moliterni, una de las figuras claves para entender el desarrollo de la BD en Francia. Moliterni, al que sólo puede calificarse como un erudito del tebeo, escribió a lo largo de su vida una enorme cantidad de ensayos como “Bande Desinée et Figuration Narrative” y publicaciones teóricas sobre el Cómic y su historia (“L’Historie de la bandé desinée d’exprsesion française”) colaborando en múltiples revistas y publicaciones a lo largo de más de 40 años, y fundando además la página web www.bdzoom.com.

Moliterni fue, asimismo, junto a Fracis Groux y Jean Mardikian, uno de los tres miembros fundadores del Festival de Angouleme, el que es el principal Salón dedicado al Cómic a nivel europeo en la actualidad.

Aparte de su importante labor como divulgador, Moliterni también deja un amplio bagaje como guionista colaborando con artistas de la talla de Robert Gigi, Jesús Blasco o Víctor de la Fuente.

Aparte de su labor ligada al mundo de la historieta, Moliterni fue también autor de un gran número de novelas policíacas y de espionaje.

Claude Moliterni por su labor en pos de la historieta se vio compensado por el Estado francés con la Legión de Honor, entre otras condecoraciones.

Más información sobre su persona y su obra, aquí

D.E.P.

miércoles, 21 de enero de 2009

Divina Audrey


Tal día como ayer hizo diecisiete años de la muerte de la actriz más fotogénica de la historia de Hollywood. Se trata, claro, de Audrey Hepburn, una mujer de belleza vaporosa y naturalidad extrema que enamoró como pocas a la cámara (y a los que se encontraban detrás de la cámara) y dotó de contenido a ese concepto tan tonto del "glamour".
Audrey fue la primera estrella de Hollywood moderna probablemente porque en ningún momento pretendió serlo y ha sido imitada hasta la saciedad por la mayoría de las que han venido detrás con desigual fortuna.

A sus admiradores, nos quedan sus películas. Ahí les dejo una muestra.

Sabrina” (1954)



Desayuno con Diamantes” (1961)



My fair lady” (1964)

Mesias Obama

Ayer super Barack fue fiel a su cita con la historia y con algo de retraso juró el puesto. Todo muy emocionante, muy patriótico y muy americano, con constantes planos de mujeres, niños y ancianos aplaudiendo entusiasmados a Barack en quién ven al superhéroe salvador que les va a solucionar todos sus problemas. Luego se fue de bailes y vimos que lo de bailar requiere de unas dotes intrínsecas que no se adquieren por muchas clases que des – lo digo por experiencia- ni por asesores que te aconsejen.

Entiéndame, a mí también me cae bien Obama y su nombre va a figurar ya en todos los libros de Historia, y frente a la oscura alternativa continuista a la que se enfrentaba en las elecciones, me siento mucho más seguro visto lo visto. Pero soy reacio a este rol mesiánico que le han impuesto y que él ha asumido con tanta naturalidad con constantes guiños a la historia norteamericana. Lo mejor que puede hacer Obama es olvidarse del histerismo colectivo que le rodea y le endiosa y recordar cuáles son sus orígenes. Él ya ha pasado a la historia ahora está por ver si quiere ser recordado por algo más que ser el primer negro (perdón, afroamericano) que ocupó el Despacho Oval o realmente quiere y puede cambiar algo en la política de un país (y de un planeta) demasiado anquilosado por egoistas intereses.

Espero que Obama lo haga bien pero,ojalá me equivoque, no espero milagros ni giros radicales en la política norteamericana respecto a los últimos años. De las crisis económicas no se sale de un día para otro aunque no estaría de más que desde el principio mostrará su posicionamiento claro respecto a temas políticos tan candentes como Guantánamo o Palestina (más que nada porque más allá de los dineros en esos sitios se mata y tortura a gente).

Ah, y nuestros políticos y representantes, ya sean gobernando o en la oposición, deberían dejar de babear al nuevo imperator y pelearse para decidir a quién se parece más el nuevo niño de la guardería, y arremangarse las mangas y ponerse a trabajar porque, sin querer ser pesimista, la que se avecina es de órdago.

martes, 20 de enero de 2009

“Jazz Maynard 3: Contra viento y marea” de Raule & Roger

Tercera entrega de las aventuras de Jazz Maynard, el músico, ladrón y amigo de sus amigos que Raule y Roger inventaron hace ya unos años. En el último álbum, “Contra viento y marea”, los autores nos ofrecen la conclusión del primer arco argumental en una historia cargada de acción, traiciones y sorprendentes alianzas.

Raule y Roger introducen en una coctelera elementos aparentemente tan divergentes como las novelas de Pepe Carvalho, las películas de 007 y los anime japoneses para enriquecer una historia negra entretenida, siempre, y frenética, por momentos, convirtiendo a Barcelona y el barrio de El Raval en el centro de una compleja trama criminal que aglutina desde las triadas chinas hasta las altas esferas municipales en una red de tráfico de blancas y contrabando de antigüedades que sólo el misterioso Jazz Maynard y sus amigos son capaces de descabalar.
Lo mejor que puedo decir de este tercer álbum de la serie es que mantiene el nivel de los precedentes e incluso por momentos lo supera gracias al inconformismo de unos autores que no se duermen en los laureles y buscan sorprender con propuestas más complejas. En este sentido, me gustaría destacar la labor de Roger Ibáñez, un dibujante que logra en este álbum quizás su mejor obra, dotando de una enorme plasticidad cada una de las viñetas de la historia al tiempo que imprime el ritmo acelerado que la historia requiere. Roger ha construido un estilo propio a base de estilizadas figuras y escorzos imposibles absorbiendo influencias variadas que van desde Jordi Bérnet –la más evidente, en mi opinión- a Eduardo Risso que lo convierten en uno de los dibujantes más interesantes de nuestro país y, junto a Raule, la pareja guionista/dibujante más compenetrada del momento. No es de extrañar su éxito más allá de nuestras fronteras.

La edición de Diabolo correcta.

Más sobre “Jazz Maynard” en El lector impaciente aquí.

lunes, 19 de enero de 2009

Mingote, 90 años


Antonio Mingote, el decano de los dibujantes, cumplió el sábado 90 años en buena forma y con salud. Un brillante dibujante capaz de en una única viñeta asociar una idea –se esté o no de acuerdo con ella- con un dibujo con una habilidad que pocos –ninguno- han logrado igualar en maestría. Un trabajador nato que aparte de su cita con el chiste diario en la página de “ABC” ha escrito múltiples novelas, e incluso algún guión para televisión.

Empezó en la mítica “La Codorniz” y fue director de “Don José”. Irónico, dialogante e ilustrado ningún tema ha sido ajeno a su pluma y se le puede considerar el último gran patrimonio cultural que le queda a “ABC”. Por lo que no estaría de más que le cuidarán un poco más

Reconozco mi debilidad por este hombre pues yo aprendí mis primeras letras y a disfrutar del grafismo de sus chistes compartiendo periódico con mi abuelo durante años.

Que cumpla 90 más.

Poe, 200 años

ANNABEL LEE

Hace ya bastantes años, en un reino más allá de la mar vivía una niña que podéis conocer con el nombre de Annabel Lee. Esa niña vivía sin ningún otro pensamiento que amarme y ser amada por mí.

Yo era un niño y ella era una niña en ese reino más allá de la mar; pero Annabel Lee y yo nos amábamos con un amor que era más que el amor; un amor tan poderoso que los serafines del cielo nos envidiaban, a ella y a mí.

Y esa fué la razón por la cual, hace ya bastante tiempo, en ese reino más allá de la mar un soplo descendió de una nube, y heló a mi bella Annabel Lee; de suerte que sus padres vinieron y se la llevaron lejos de mí para encerrarla en un sepulcro, en ese reino más allá de la mar.

Los ángeles que en el cielo no se sentían ni la mitad de lo felices que éramos nosotros, nos envidiaban nuestra alegría a ella y a mí. He ahí porque (como cada uno lo sabe en ese reino más allá de la mar) un soplo descendió desde la noche de una nube, helando a mi Annabel Lee.

Pero nuestro amor era más fuerte que el amor de aquellos que nos aventajan en edad y en saber, y ni los ángeles del cielo ni los demonios de los abismos de la mar podrán separar jamás mi alma del alma de la bella Annabel Lee.

Porque la luna jamás resplandece sin traerme recuerdos de la bella Annabel Lee; y cuando las estrellas se levantan, creo ver brillar los ojos de la bella Annabel Lee; y así paso largas noches tendido al lado de mi querida, —mi querida, mi vida y mi compañera,— que está acostada en su sepulcro más allá de la mar, en su tumba, al borde de la mar quejumbrosa.

(Edgar Allan Poe, 200 años)

“La Clase” de Laurent Cantet


Ayer fui a ver “La Clase”, película ganadora de la espiga de oro en el Festival de Cannes y una de las más firmes candidatas en su momento (aunque va a ser que no) a estar entre las nominadas a mejor película extranjera en la ceremonia de los Oscar de este año. Y salí del cine sin saber muy bien a que carta quedarme ya que aunque a la película no se la puede negar sus méritos como documento social para mí no pasa de ser un buen documental.

Existe en el cine todo un subgénero que se ha acercado con mayor o menor fortuna al mundo de las aulas y los estudiantes conflictivos. Hay tenemos por ejemplo películas tan buenas como “Rebelión en las aulas” o tan malas como “Mentes Peligrosas”, pasando por más que honradas películas realizadas por nuestros vecinos franceses como “Ser y tener”, que podría considerarse precedente inmediato de esta “Entre le murs”, que por los caprichos del traductor, a nosotros ha llegado transformada en “La Clase” para que todos tengamos mascadito de que va desde el principio. Casi todas esas películas que tienen como marco las relaciones entre profesor y alumnos adolecen por su tono más o menos paternalista o por su abuso del melodrama, vienen a pecar del mismo vicio, dar una visión sesgada de la problemática en las aulas que acaban convirtiéndolas en historias predecibles e intercambiables entre sí. Algo de eso le pasa también a “La Clase” aunque Laurent Cantet logra, como principal aliciente de la cinta, cierta objetividad a la hora de resumir durante dos horas y cámara al hombro el particular microverso que es una clase de instituto en un barrio de París durante todo un curso, reflejando sin partidismos las frustraciones del profesor François (François Bégaudeau) a la hora de enseñar a adolescentes inmigrantes procedentes de diferentes culturas. La película se centra de una manera bastante honrada en trasladar al espectador las vivencias de primera mano que se viven en una clase para que sea él mismo quién saque sus propias conclusiones aunque se eche a faltar un esqueleto argumental más sólido que dé coherencia y trabazón a las experiencias mostradas por Cantet en un cine carente de todo artificio y con clara vocación testimonial.

Ya saben, si se cansan de las ficciones huecas que nos llegan del otro lado del charco, “La Clase” puede ser una buena oportunidad para darse de bruces con una realidad mucho más cercana de lo que podamos creer. Y, si no, al tiempo.

domingo, 18 de enero de 2009

Un premio para un príncipe de la historieta

Bien, supongo que ya la mayoría que frecuentan este su blog estarán al tanto del tema, y si no se lo cuento yo. A iniciativa de Carlos Pacheco y Rafa Marín ha nacido una plataforma con la intención de solicitar el Premio Príncipe de Asturias para Carlos Giménez. Y me parece una iniciativa de justicia porque si hay un candidato que lo merezca por coherencia personal y profesional, por la calidad de su trabajo y por su personalidad, ese es Carlos Giménez.

El premio Príncipe de Asturias es un premio que tiene un componente político y de oportunidad importante y generalmente los premiados se ven en demasiadas ocasiones puestos en entredicho por los intereses encontrados de unos y otros. Creo que la candidatura de Giménez también puede encontrar obstáculos pero es, al tiempo que un homenaje a uno de nuestros autores más veteranos y personales, una magnífica oportunidad para que todos los que amamos el medio cerremos filas y reivindiquemos el Cómic como una manifestación cultural tan valida como cualquiera y que nos demuestren que el marginamiento histórico que ha venido sufriendo por las instituciones en nuestro país es cosa del pasado.

Ojalá Giménez consiga el premio. Por él, por su magnífica obra y por todos los que amamos, ya sea como autores, aficionados, o lectores ocasionales, este medio.

¡A por ellos, Carlos!

Clarividente Gould



MASTERSON: Chet tienes algunas ideas interesantes sobre la tira, su menor tamaño en oposición a la televisión y cómo la industria de la TV ha arrinconado por completo la industria del periódico.

GOULD: Pienso que los editores de periódicos en muchos casos han mordido el cebo que la televisión lanzó hace años. La televisión, en gran parte, ha rebajado los cómics diciendo que no son intelectuales y que no tienen las llamadas cualidades educativas. Y todo esto es pura basura para desanimar a los periódicos de usar cómics. Y lo que ha pasado es que la televisión, que empezó con una pantalla de dos pulgadas y media, rápidamente amplió esa pantalla a las actuales televisiones de pantallas enormes, realizando una gran atracción visual hacia el espectador. Y lo s periódicos que antes tenían sus cómics en seis columnas los reducen a apenas tres. Un montón de gente mayor no puede ni leer los cómics, el hombre de negocios con prisas, viajando en un tren de camino al trabajo, no quiere tomarse el tiempo de descifrar bocadillos que son tan pequeños, casi imperceptibles, y muy difíciles de leer en un tren. En otras palabras, los periódicos han provocado sus propios problemas reduciendo lo que llamo la original televisión del periódico. La tira cómica era televisión en los primeros años del periódico, y han tomado eso que en tantos casos los han hecho circular, le han dado una patada en el trasero y lo han reducido a un tamaño tan pequeño que no puede leerse. No creo que sea una buena estrategia y no creo que sea una buena técnica de circulación.

(Extracto de una entrevista realizada por Matt Masterson y Max Allan Collins a Chester Gould en 1980 y, cuya primera parte, se ha publicado en el primer volumen de las Tiras Completas de Dick Tracy por Norma Editorial).

sábado, 17 de enero de 2009

“Los Carruajes de Bradherley” de Hiroaki Samura

Si hay un tebeo del que me he sentido aliviado tras terminar su lectura últimamente ese ha sido “Los carruajes de Bradherley” de Hiroaki Samura. Y ello es debido no a que se trate de un mal tebeo, que no lo es, sino a lo desagradablemente explícito de Samura a la hora de retratar lo más sórdido del ser humano en una serie de historias cortas que van deviniendo, al paso de los carruajes de Bradherley que dan título al tomo único que nos presenta Dolmen Editorial en una correcta edición, del cuento rosa más propio de Shojo (al estilo “Candy Candy” para que nos entendamos todos) a historias llenas de dureza y crueldad, sobrecogedoras por el realismo que imprime el autor.

Samura, que en el epílogo de la obra declara que no se ha documentadodemasiado a la hora de escribir este manga, construye una ucronía en un país imaginario pero que guarda bastantes puntos de conexión con la Inglaterra victoriana y a partir de historias cortas protagonizadas por distintos personajes nos narra la puesta en practica y el desarrollo del siniestro plan 1-14, popularmente conocido como la Fiesta de Pascua. Básicamente, el plan, ideado por una de las familias nobles más ricas del país, los Bradherley, consistía en seducir a jovencitas huérfanas de distintos orfanatos del país con la promesa de ser adoptadas por Lord Bradherley y formar parte de su compañía de ópera para trasladar a la mayoría directamente del hospicio a una prisión donde eran entregadas a los presos que cumplían cadenas a perpetuidad como esclavas sexuales para evitar amotinamientos. (Sí, hay un montón de spoilers, pero se trata de evitar que nadie le vaya a regalar este tebeo a una niñita inocente por ignorancia).

En el epílogo a la obra, el autor declara que se inspiró en una serie sobre “Ana de las Tejas Verdes” para escribir este manga. Bueno, si lo dice yo no soy quién para contradecirle aunque cualquier parecido entre la obra de Lucy Maud Montgomery y este manga es pura coincidencia. No, más bien creo que la intención de Samura ha sido transgredir el shojo manga, un subgénero dentro del manga, dirigido a jovencitas adolescentes donde abundan el exceso de volantes y las historias de príncipes azules, subvirtiendo las reglas del mismo para construir una historia terrorífica por su crudeza y verosimilitud en la que todos los personajes protagonistas, huérfanas, guardias o incluso los mismos presos, se convierten, de un modo u otro, en víctimas de la crueldad de los poderosos, encarnados por los nunca vistos pero siempre presentes, Bradherley. La historia funciona a varios niveles, a pesar de ciertas lagunas argumentales, y aunque el horror mostrado por el autor es ya de por sí bastante duro, con escenas terribles como la de la violación colectiva, donde realmente el manga alcanza su máxima crudeza es a nivel psicológico, ya que el lector asiste a los terribles engaños a los que son sometidas las huerfanitas sin que pueda hacer nada por evitarlo salvo dejar de leer (y esto seguro que no lo hará).

Samura, al que ya conocíamos en estas tierras por la inacabable “La espada del inmortal” y la cómica “Ohikkoshi La Mudanza”, consigue a través de su cuidada caracterización de los personajes, su detallado y característico dibujo en el que tiende a centrarse constantemente en detalles ajenos al hilo narrativo con lo que rompe la secuenciación lógica de la historia, y sus recargados cuadros de texto, su objetivo de hacer pasar un mal rato al lector en una historia que no esconden un punto de sadismo que harían aconsejable la visita de Samura a su psicólogo más cercano. A pesar de todo ello, “Los carruajes de Bradherley” es el manga más sorprendente e inteligente publicado el año pasado así que si no les importa pasar un mal rato, léanlo y después me cuentan.

jueves, 15 de enero de 2009

Ricardo Montalbán (1920-2009)


Se ha muerto todo un venerable octogenario. Ricardo Montalbán, uno de los primeros actores mexicanos que triunfaron en Hollywood en la década de los cuarenta y cincuenta gracias sobre todo a su talento como bailarín, protagonizando películas como “Fiesta Brava” con Cyd Charisse. Montalbán nunca llegó a alcanzar el estatus de superestrella en la gran pantalla alcanzando popularidad y reconocimiento por el gran público gracias sobre todo a su larga carrera como actor de televisión en la que participó en grandes series durante más de treinta años como “Star Trek”, “Fantasy 's Island”, “Bonanza” o “El Virginiano”.

Actor versátil como pocos, interpretó todo tipo de papeles pero los más frikis lo recordarán sobre todo por sus interpretaciones de Khan en “La ira de Khan” el que para muchos ha sido el mejor villano de la serie “Star Trek”, y el del Señor Armando en “Huida del Planeta de los Simios” y “La Rebelión de los Simios” (tercer y cuarto títulos de la franquicia).

Aparte de sus trabajos ante las cámaras, Ricardo Montalbán tuvo una larga carrera como actor de teatro y de musical en Broadway, e incluso en sus últimos años le puso voz a algunos episodios de “Padre de Familia”.

D.E.P.

Fiesta Brava” (1947)



Escape from The Planet of Apes” (1971)



Star Trek 2:The Wrath of Khan” (1982)

Brillante Vergara





Vergara, en Público, lleva unos días brillantísimo. Les dejo una pequeña muestra de sus chistes pero de donde he sacado estos hay muchos más. Échenles un ojo aquí.

“El Jueves”, el Tribunal Constitucional y el Desamparo.


Imagino ya a todos a estas alturas informados de la no admisión a trámite por parte del Tribunal Constitucional del recurso interpuesto por Manel Fontdevila y Guillermo Torres por la famosa portada de “El Jueves” contra la sentencia de la Audiencia Nacional que les condenó por injurias. Fontdevila y Torres, según leo, alegaban indefensión al haber sido admitida sólo una de las cuarenta pruebas propuestas ante la Audiencia.

Mal asunto que el Tribunal Constitucional no haya ni siquiera admitido el recurso por considerar que “no tiene trascendencia constitucional” ya que si el principal garante de la eficacia de la Constitución no admite recursos fundamentados en artículos fundamentales de los que se supone debe garantizar, la libertad de expresión (art. 21 CE) y la protección judicial de derechos (art. 24 CE), mal vamos.Cuando se agotan todos los recursos procesales ordinarios, la propia Constitución regula como última opción un último recurso –el recurso de amparo- basado en la vulneración de la defensa de los derechos fundamentales de la Sección Primera del Capítulo Segundo del Título Primero de la Constitución. En teoría, ante cualquier indicio de vulneración de esos derechos el Alto Tribunal debería al menos admitir a trámite el recurso.

La no admisión de este recurso, en concreto, por parte del Tribunal Constitucional huele a escarmiento y una demostración más que la administración de justicia en España entre unos y otros han conseguido que sea cualquier cosa menos justa y que todos percibamos que realmente el “tanto tienes, tanto vales” es realmente el principio real por el que se mueve. Dependiendo quién sea tu padrino o lo vendible ante los medios de tu causa, tendrás más o menos posibilidades de conseguir un veredicto favorable. En este caso, los dos dibujantes ni tienen padrinos ni su causa interesa ya a los medios después de más de un año del inicio de la historia así que, burdamente, el Tribunal Constitucional ni ha admitido el recurso. Vergonzoso.

Por otro lado, ahora resulta que los jueces que no tienen derecho a la huelga, han decidido montarse una para denunciar la falta de medios con la que cuentan. Me parece bien. Lo que no entiendo es porque han tenido que esperar tantos años para hacerlo porque los males que denuncian llevamos años padeciéndolos los ciudadanos (que no sólo los jueces). Llámenme malpensado pero a mí me resulta sospechoso que esta huelga se anuncie cuando se ha puesto en entredicho la labor de uno de sus miembros con el desgraciado “Caso Mariluz” y se anuncie una limitación de sus competencias. Y es que el corporativismo llega hasta los que son más imparciales e independientes…

En fin, volviendo al asunto que nos ocupa, les deseo toda la suerte a Manel y Guillermo en Estrasburgo porque me temo que aquí no tienen nada que hacer. La necesitarán.