lunes, 8 de septiembre de 2008

“Hellboy 2: El ejército dorado” de Guillermo del Toro

Iba yo con la mosca detrás de la oreja al cine a ver la nueva adaptación del “Hellboy” de Mike Mignola realizada por Guillermo del Toro, ya que la anterior entrega me había dejado más bien frío y lo que había visto en los trailers de esta -más allá de su ambientación- no me llamaba demasiado. Sin embargo, al salir, de la sala tenía una sonrisa de oreja a oreja y la sensación que algo está cambiando en las adaptaciones al cine de los cómics de superhéroes cuando en un mismo año nos encontramos con tres títulos -la nueva entrega del Batman de Nolan, el Iron Man de Favreau y este Hellboy- muy por encima de la calidad media del género. Y aunque la sonrisa fue desapareciendo conforme uno repasaba la película y le veía las costuras eso no es obstáculo para admirar la habilidad de un Guillermo del Toro que crece como director con cada nuevo proyecto y que cuando cuenta con dinero suficiente sabe adornar con habilidad una historia que nos han contado de una u otra forma en el cine ya muchas veces.

Y es que si van a ver “Hellboy y El ejército dorado” no esperen nada especialmente novedoso u original en un argumento bastante predecible pero sí encontrarán una narración ágil en una historia en la que la acción y el humor sirven de argamasa a un producto que mantiene entretenido al espectador durante las dos horas que dura la cinta que pasan en un suspiro.

En esta nueva entrega, Hellboy y sus compañeros de la AIDP se enfrentan a Nuada, un príncipe del reino de la Fantasía, dispuesto a romper la antigua tregua entre los hombres y los seres fantásticos despertando al invencible y sanguinario ejército dorado al tiempo que Hellboy debe hacer frente a las dudas de Liz Sherman (Shelma Blair) respecto a su relación.

La historia que del Toro plantea no tiene mucho que ver en principio con el universo gótico y tenebroso en el que se desarrollan las aventuras de “Hellboy” en los cómics, pero como en la historia ha colaborado el propio Mignola y del Toro es un especialista en el tratamiento y recreación de todo tipo de mundos fantásticos plagados de mágicas criaturas no soy yo quién para quejarme del cambio, sobre todo, cuando el resultado les sale tan bien. Del Toro cuenta en esta película con mayor presupuesto que en la primera entrega lo que le permite dar rienda suelta a su desbordante fantasía y mostrar un amplio abanico de sugerentes y fantásticas criaturas a cuál más espectacular que la anterior, sin olvidar por ello que la historia que debe contar ha de resultar entretenida y enganchar al espectador, usando sabiamente la contraposición entre el melancólico romanticismo cansino del villano de la historia, un obsesionado Nuala bien interpretado por Luke Goss frente a la socarronería terrenal de Hellboy quién, como buen héroe torturado, se esfuerza en defender un mundo que le teme, interpretado por un Ron Perlman que capta perfectamente los matices del personaje y le dota de expresividad y humanidad, tarea complicada teniendo en cuenta los kilos de maquillaje que el amigo lleva encima, bien secundado en la tarea por el resto de los secundarios, especialmente sus compañeros de la AIDP encabezados por Tom Manning (Jeffrey Tambor) y el ectoplásmico Johann Krauss (John Alexander). Asimismo, otro de los puntos fuertes de la historia es que esta no se reduce al inevitable duelo entre el héroe y villano sino que del Toro da mucha cancha a los personajes secundarios y a sus tramas sentimentales con sentido y habilidad. Quizás se me antoja que el enfrentamiento final entre Nuala y Hellboy queda un tanto descafeinado y falto de tensión –a pesar de tratarse de una excelente coreografía de lucha- frente a secuencias anteriores como el enfrentamiento al elemental del bosque pero no resulta este más que un pero menor ante la habilidad del director para ofrecernos las dosis de efectismo y espectacularidad justas como para no darnos cuenta de la endeblez de una historia que queda a la espera de una tercera entrega en la que se resuelvan las tramas abiertas.

Ya saben, si quieren pasar un buen rato y fascinarse como un niño ante una pantalla grande con una buena película de palomitas, no dejen de ver “Hellboy 2”. No les desfraudará.