lunes, 28 de mayo de 2007

“El vecino 2” de Santiago García y Pepo Pérez



Tras la publicación hace un par de años de “El Vecino” parecía que la historia de Titán y su vecino, José Ramón, iba a quedar en suspenso, sin embargo hemos de felicitarnos porque los autores y la editorial Astiberri la hayan retomado ya que en este caso la segunda parte supera con creces a la primera.
Si “El vecino” narraba en clave realista con elementos cómicos la historia de José Ramón, un oscuro opositor que descubre fortuitamente que su vecino Javier es en realidad el superhéroe Titán y se centra en la relación de amistad que surge entre estos dos solitarios, el primero intentando sobrellevar sus estudios y sus problemas para relacionarse con las chicas y el segundo viendo como su vida personal va poco a poco desintegrándose a causa de su identidad secreta, en esta segunda parte los autores nos muestran a través de una historia dura, realista y sin concesiones cómo Javier acaba tocando fondo y se convierte en un sin techo, aislado de todos las personas importantes de su vida anterior y obsesionado con su papel de superhéroe. En el álbum se muestran los intentos desesperados de José Ramón y Lola, la antigua novia de Javier, por intentar dar con Javier quien ha encontrado refugio con un grupo de indigentes escondido a los ojos de todos. Finalmente, José Ramón y Lola dan con él cuando pretende dejarlo todo y huir con Mónica al quimérico Sur.
Si en “El Vecino” Santiago García y Pepo Pérez sentaron las bases de lo que iba a ser una historia de superhéroes centrada en la identidad humana del héroe y en los personajes que en los tebeos “mainstream” son generalmente considerados secundarios y poco relevantes, en “El vecino 2” han llevado al máximo esta premisa a través de una historia en la que el supuesto héroe (más bien antihéroe) Javier pasa por momentos a un segundo plano, para adquirir un marcado carácter coral y, abandonando los estereotipos clásicos del género que fueron su punto de partida, dotar de una personalidad definida y humanidad a cada uno de los personajes. De este modo, asistimos a la evolución de personajes que ya tenían un gran peso en el álbum anterior, como José Ramón y Lola, que han crecido y les han ocurrido cosas en el lapso transcurrido entre una historia y otra que quedan a la imaginación del lector, y se presenta además una serie de nuevos personajes indigentes y marginales, en su mayoría, cada uno de ellos protagonista de su oscura historia, que sin dejar de estar al servicio de la trama principal nos golpean en lo más profundo de las entrañas con historias por desgracias demasiado cercanas y cotidianas, destacando para mí en este sentido la historia de Mónica, buscándose la vida en las calles mientras engaña a su madre con su estupendo trabajo.
En “El vecino 2” tanto Santiago García como Pepo Pérez también han evolucionado. Si su profundo conocimiento del universo superheroico quedó demostrado en la primera parte de “El vecino” mostrando las paradojas existentes en el concepto “mainstream” de héroe (identidad secreta, prioridad del deber frente a vida personal, etc.) con naturalidad, en “El vecino 2” construyen un álbum que, sin abandonar esos referentes, (ojo a la conversación entre Martín y Javier que parece sacada de “Born Again”), absorbe las enseñanzas de autores europeos como Lewis Trondheim o Manu Larcenet a la hora de incorporar elementos costumbrista e intimistas, logrando un equilibrio extraordinario. En este sentido, hay que resaltar la labor de Pepo Pérez que a través de unos recursos muy cercanos al mejor Christophe Blain experimenta con el color para dotar a la obra por momentos de una mayor tensión dramática.
Nada más nos queda esperar que no se demore mucho más una tercera entrega de la serie que nos resuelva algunas de las preguntas que quedan en el tintero: ¿Recuperará Javier su vida anterior?¿Descubriremos cuál es el cuarto poder de Titán? ¿Necesita Javier de las píldoras para ser un héroe? Y, sobre todo, ¿¿Qué oposiciones se está preparando José Ramón que le dejan tanto tiempo libre??