lunes, 17 de marzo de 2014

“Los Muertos Vivientes 19: Marchamos a la Guerra”, de Charlie Adlard y Robert Kirkman.




Robert Kirkman sigue rumiando lentamente los acontecimientos y en esta nueva entrega publicada por Planeta y que recoge los números 109 a 114 de la serie norteamericana sigue dilatando con parsimonia el inevitable enfrentamiento entre las distintas comunidades de supervivientes.

En esta nueva entrega, Rick última junto a sus aliados los detalles de su plan para atacra la comunidad del sádico Negan. Sin embargo, cuando Negan llega sorpresivamente a la Comunidad con la intención de cobrar el tributo Rick ve una oportunidad única de acabar con él. Sin embargo, los planes de Rick no siempre salen bien y su nuevo error puede poner en peligro no solo su vida sino también la de todos los que han confiado en sus dotes de líder.

Kirkman se demora en el desarrollo de los personajes y el desarrollo de su psicología preparando el que es de suponer su próximo golpe de efecto profundizando en la caracterización de algunos de los personajes que han ido apareciendo en las últimas entregas como Ezekiel, Jesús, Briana o Negan al tiempo que sigue mostrando en una de las constantes de la serie como los planes de Rick se trastocan y ha de improvisar sobre la marcha con imprevisibles consecuencias.

“Marchamos a la guerra” es un arco entretenido y que, como tantos otros precedentes y probablemente tantos posteriores, se devora con interés para dejar la decepción final de no resolver ninguna de las situaciones que plantea y sustentarse básicamente en el talento para la descripción de situaciones y, sobre todo, la construción de diálogos de Kirkman. Y es que cada vez es más evidente que el guionista no tiene ninguna prisa por resolver una serie que tantas satisfacciones le ha dado a todos los niveles y seguirá exprimiendo sus posibilidades mientras le sea posible.

Hablar del dibujo de Adlard ya es redundante y cansa,  porque nada nuevo se puede aportar a un estilo que se basa en la reiteración de viñetas similares y la ley del mínimo esfuerzo en el desarrollo de de fondos y personajes. Trabajará con los tiempos muy justos pero Adlard cada vez me parece un dibujante más limitado y  al que, además, no se le aprecía ninguna evolución ni interés por mejorar.

En fin, veremos si esta vez si, en la próxima entrega  Kirkman nos zarandea y sorprende con nuevos giros y sorpresas que nos dejen boquiabiertos y sobrecojan como antaño. Cada vez lo tiene más complicado en esta serie, pero también es verdad que a estas alturas cuenta con el sufciciente crédito como para que queramos seguir conociendo las desventuras de Rick y cía aunque los muertos vivientes se hayan convertido, para bien o para mal, en la menor de sus preocupaciones.