domingo, 10 de octubre de 2010

“Los Vengadores Oscuros”, de Brian Michael Bendis y Mike Deodato Jr. Por favor, que alguien encienda la luz.





Me encantan “Los Vengadores”. De hecho, son mi supergrupo favorito. Sin embargo, a pesar de mi fidelidad de muchos años a unos personajes que les tengo especial cariño, la edad y las barrabasadas de algunos autores transformaron mi fé ciega de la juventud en desconfianza y rutina que con los años me llevaron a apostatar de sus colecciones en dos ocasiones.

Mi primera desilusión con “Los Vengadores” se produjo en los noventa con los desmadres de los “Heroes Reborn” y los “Heroes Return” que me hicieron abandonar la lectura del género superheroico durante años hasta que el bueno de Kurt Busiek volvió a poner orden y sentido.


Mi segundo abandono de las series de “Los Vengadores” se produjo cuando Bendis entró como un elefante en una cacharreria con su horrible sentido narrativo y el enervante “descompressive storytelling” de las narices que hace que las historias se estiren sin sentido durante meses y meses para lucimiento de dibujantes – sólo a veces- en aventuras que cualquiera puede darse cuenta que podrían resolverse con másbrevedad y profundidad.



Y vivía yo tan contento, asumiendo que mi tiempo con “Los Vengadores” ya había pasado, disfrutando y releyendo etapas antiguas y dejando que Bendis hiciera lo que quisiera cuando un amigo de confianza me sugirió que probase con “Vengadores Oscuros” una serie que decía estaba bastante bien. Y piqué. Tras leer los doce números de la edición de Panini con crossover con La Patrulla X (oscura también, claro) incluido y un número que la mitad es relleno de media serie limitada de “Ares”, como bien se señala por aquí. Uno no acaba de entender porque están tan bien si Bendis no hace más que ofrecer refritos de historias antiguas en cómics burdamente elaborados en los que no hay la mínima profundización en la psicología de unos personajes desdibujados que son meras comparsas del único protagonista de la serie, Norman Osborn.



Más allá de la espectacularidad de Deodato JR (razón principal por la que le he dado tanta cancha a estos Vengadores Oscuros), Bendis ofrece una serie lenta en la que la trama principal referente a los misteriosos y malvados planes de Norman Osborn avanzan a paso de caracol mientras se divierte jugando a subvertir la esencia de Los Vengadores de siempre haciendo que un grupo de supervillanos y héroes confundidos asuman el papel de los héroes más poderosos de La Tierra, sin aportar nada en el desarrollo de unos personajes que resultan planos y sus comportamientos y descripción se asientan únicamente en el presunto conocimiento que el guionista presupone al lector de los mismos con lo que resulta imposible para cualquier nuevo aficionado enterarse de nada y convierte a la serie en una lectura elitista para aficionados con conocimientos previos.



Bendis en estos Vengadores Oscuros” todavía no ha presentado un argumento realmente original que haga que la colección merezca tanto loa, limitándose a actualizar tramas clásicas e ideas desarrolladas anteriormente por otros defendido por los que sostienen que sus guiones ofrecen mayor realismo y actualidad de la que ningún autor superheroico haya logrado antes (defensores interesados y de memoria frágil ya que si por algo se han caracterizado lsiempre os cómics Marvel es por intentar adaptar siempre las tramas a contextos cercanos e identificables para los lectores. Y si no que se lo pregunten a tipos como Claremont, Stern, Englehart, Thomas, Byrne y demás).



En estos números publicados hasta el momento, Bendis no hace más que seguir los pasos de Busiek no sólo en la serie de “Los Vengadores” sino sobre todo en “Thunderbolts” de donde toma a muchos de los personajes para transplantarlos a sus “Vengadores Oscuros” y de Millar con “The Ultimates”, limitándose a rescatar enfrentamientos de Los Vengadores con antiguos supervillanos poco habituales del grupo como Morgana Le Fay, El Hombre Molécula o los atlantes que al lector antiguo de la serie no pueden dejar de recordarle maravillosos episodios de “Los Vengadores” guionizados por tipos tan competentes como Jim Shooter o Roger Stern pero sin la misma gracia.



En fin, que como aficionado no me gusta el Bendis de "Los Vengdores", aunque entiendo que a los ejecutivos de la Casa de las Ideas estén encantados con él y sus métodos que aseguran la venta de una buena cantidad de cómics sin arriesgar apenas aun cuando las historias no reúnan la calidad esperable por lo que no me extraña que aglutine tantas colecciones. Miedo da que estemos ante un segundo Claremont que tras su paso dejó unos mutantes que todavía no han levantado cabeza (Morrison mediante). Marvel con Spiderman como está, con los mutantes como están y con “Los Vengadorescomo llevan camino de estar no es más que una franquicia para hacer películas. Quién la ha visto y quién la ve.