lunes, 20 de mayo de 2013

“Fatale 1: La muerte me persigue “, de Ed Brubaker y Sean Phillips.


 
Esperaba con muchas ganas la edición de Panini de "Fatale",la primera obra publicada por el equipo formado por Ed Brubaker y Sean Phillips en el sello Image tras la desvinculación del guionista de la Casa de las Ideas. Y es que el tándem Brubaker/Phillips desde ya la lejana “Sleeper” es sinónimo de calidad,  refrendada además en trabajos posteriores como Incógnito” o “Criminal”. Y lo cierto es que la espera ha merecido la espera. 
 
Nick Lash se convierte en el albacea del legado de Dominic Raines, un excéntrico y solitario escritor de novelas de detectives amigo de su padre. En el funeral de Raines conoce a Jo, una atractiva y misteriosa mujer por la que se siente inmediatamente atraído. Mientras revisa los papeles de Raines, Lash descubre un manuscrito que podría suponer el bien preciado que este le legara pero antes de poder revisarlo unos siniestros gorilas fuerzan la entrada en la casa. Ayudado por Jo, Lash escapa pero en la persecución perderá una pierna. Tras su rehabilitación y con la única pista del manuscrito de Raines, Lash se embarcará en la búsqueda de la esquiva Jo y una endemoniada historia de terror, violencia y fatalidad que se remonta al San Francisco de los años Cincuenta.
Si algo ha demostrado Ed Brubaker a lo largo de sus múltiples trabajos junto a Sean Phillips es que es un maestro del hard-boiled incorporando a sus tramas diversos elementos sabiamente dosificados que robustecen y aportan originalidad a sus obras. Así lo hemos podido comprobar en la ortodoxa “Criminal” o en “Sleeper” e “Incógnito” en las que al entramado de intriga incorporaba unos mesurados elementos superheroicos. Cuando podría pensarse que poco más podría aportar a este género sin caer en la repetición, Brubaker vuelve a sorprendernos descolgándose con otro hard boiled igualmente intenso e hipnótico que en esta ocasión introduce como novedad elementos de puro terror lovecraftianos que hasta el momento Brubaker no había incorporado en obras anteriores.
En estos primeros cinco números recogidos en este primer recopilatorio de Panini, Brubaker deja muestras de su buen hacer y sus ganas a través de una historia intensa y compleja que se desarrolla en dos momentos temporales distintos, los años cincuenta y la actualidad, dos historias en paralelo enlazadas por la ubicua y escurridiza Jo, una femme fatale escurridiza y misteriosa de armas tomar que se torna en el primer personaje femenino protagonista en la carrera de Brubaker -exceptuando su excelente "Catwoman", claro- destinada a llevar a su perdición, a veces a su pesar,  a los hombres que se cruzan en su camino.Un tema que de un modo u otro ya aparecía planteado en anteriores obras del duo pero que en "Fatale" parece erigirse como elemento nuclear sobre el que girará la historia.
Brubaker da con la tecla para encontrar el punto justo entre el hard boiled sucio de tintes ellroinianos e insertar los elementos demoniacos justos en una localización ideal como San Francisco en la que el thriller y el terror han situado algunas de sus obras maestras. Más allá de esta novedad terrorífica que da un lavado de cara a la trama, Brubaker tira de repertorio para volver a encandilarnos con sus personajes sólidos y sus estupendos diálogos insertados en una cuidada historia en la que deja abiertos más interrogantes a responder en futuras entregas que revelaciones desvela en este excelente primer arco. 
En el aspecto gráfico, Sean Phillips vuelve a responder con su cuidado y elegante estilo noir y su característica sobriedad. Phillips se encuentra muy a gusto en las historias ideadas por Brubaker que permiten perfectamente su lucimiento y añade a su habitual solvencia a la hora de desarrollar el thriller, evocando a recursos e imágenes a las que nos hemos familiarizado de otras obras, su facilidad para introducir elementos de terror sin caer en el ridículo ni en la truculencia para darle una patina de realismo que refuerza la credibilidad de la historia.
En “Fatale”, Brubaker lo vuelve a hacer y consigue encandilarnos con los misterios que su Jo nos propone. Esperemos que Panini se ponga las pilas y veamos pronto la continuación de una serie que deslumbra en sus primeras entregas.