martes, 26 de julio de 2011

“Ex Machina: Abajo con lo viejo”, de Brian K. Vaughan, Tony Harris y John Paul Leon.






Ahora que Norma acaba de publicar la última entrega de “Ex Machina”, subsano mi dejadez y comento la penúltima, el noveno recopilatorio que, bajo el subtítulo de “Abajo con lo viejo” reúne los números 40 a 44 de la serie regular y el Especial número 4 dibujado por John Paul Leon. Reconozco que este tebeo lo he ido dejando ya que las entregas inmediatas de la serie me habían resultado decepcionantes, con un Brian K. Vaughan al que notaba distraido y falto de ideas en una serie cuyo planteaimento inicial era de lo más atractivo que el género superherócio ha ofrecido en los últimos tiempos. Sin embargo, la lectura de este tomo me ha reconciliado con Vaughan y ha logrado despertar mi curiosidad por ver como cierra la serie.



Lo mejor del tomo es el divertido episodio autoconclusivo, “Implacable”, que lo abre y en el que presenta ingeniosamente a los creadores de la serie, Brian K. Vaughan y Tony Harris incorporados al elenco de la misma intentando hacerse con el trabajo de la adaptación al cómic de la vida de Mitchell Hundred. No voy a adelantar quiénes son los que se hacen al final con el encargo, pero sí diré que es un número inteligente y divertido que basa su fuerza cómica en la representación dispar de Tony Harris y el propio Vaughan que por lo que sé se ajusta bastante a la realidad.



La siguiente entrega es el cuarto especial de la serie –lo que en otras épocas imagino se correspondería con un Annual- en el que el alcalde de NY y antiguo superhéroe debe bregar con un periodista crítico a sus planes y los delirios obsesivos de un lunático. Se trata de una historia tópica de la serie, resuelta con oficio por Vaughan. He de reconocer que John Paul Leon ("The Winter Men") que no es precisamente un dibujante que me entusiasme, realiza un trabajo bastante correcto.



El grueso del volumen lo compone el arco de tres números que da nombre al tomo en el que Vaughan empieza a desvelar los misterios que envuelven el origen de Mitchell y su futuro político que culminarán en la décima entrega con la que concluirá la serie. Se nota que Vaughan tenía bastante planificada de antemano la conclusión de la serie con lo que es de esperar que la próxima entrega no decepcione ya que cuando pone interés ha demostrado ser un guionista hábil y con ideas e inquietudes mayores de lo que habitualmente acostumbramos a leer en el cómic mainstream. En el aspecto gráfico, Tony Harris sigue mostrando su talento para el dibujo realista y, aunque no me guste tanto como en “Starman”, realiza una excelente labor demostrando un buen entendimiento y complicidad con el guionista.