jueves, 28 de junio de 2012

La RAE y el caso de la definición mangada.


Ríos de tinta y justa cólera ofendida han corrido por todos los mundillos virtuales relacionados con el Cómic y aledaños ante la terriblemente ofensiva definición que de manga quieren incluir los doctos académicos de la Real Academía Española (RAE) en el  Diccionario de la Lengua Española (DLE). Los expertos han declarado la yihad y la masa de otaku alegremente se ha lanzado a sangre y fuego a defender su fé denigrando el DLE.

Antes de que todos y todas como señal de protesta cancelemos a una nuestras suscripciones a las actualizaciones del añejo diccionario, hagamos unas reflexiones sobre la discutida definición en cuestión. Hela aquí:

manga3.
(Del jap. manga).
1. m. Género de cómic de origen japonés, de dibujos sencillos, en el que predominan los argumentos eróticos, violentos y fantásticos.
2. adj. Perteneciente o relativo al manga. Videos, estética manga.

Los idiomas están en constante evolución y cambio y los diccionarios semánticos intentan la imposible, pero seguramente necesaria, tarea de atrapar el mar del idioma en cuestión en una botella incorporando los neologismos de todo tipo y los nuevos significados de las palabras ya registradas. Generalmente, por una cuestión de extensión, las entradas son básicas y generales con lo que para intentar investigar en profundidad sobre cualquier tema habría que acudir a trabajos más especializados ya que las del DLE son definiciones mínimas y no enciclopedícas.

A pesar de ello, es comprensible que se haya montado todo este revuelo porque la primera acepción de manga es enormemente desafortunada ya que si los expertos y estudiosos del cómic ni siquiera se ponen de acuerdo en que el manga sea un género dentro del cómic (yo creo que no) de la primera acepción  es la segunda parte de la definición, más subjetiva, donde los redactores (¿académicos de la lengua?¿investigadores?¿becarios?) se han columpiado más y muestran escaso conocimiento de la materia para poder definirla.

Y es que hay mangas de dibujos sencillos claro que sí, y probablemente sean la mayoría, pero también los hay enormemente elaborados, detallados y complejos como por ejemplo los de Suehiro Maruo, Masamune Shirow o Goseki Kojima por nombrar tres a bote pronto que son solo la punta del iceberg.

Lo más hiriente, sin embargo, quizás sea lo de predominio de los argumentos eróticos, violentos o fantásticos, porque si algo caracteriza al manga es su diversidad temática que le ha permitido acometer todo tipo de historia y géneros (porque precisamente el manga tiene hasta géneros y no queremos caer en una tautología, ¿no, señores académicos, investigadores o becarios de la lengua?). La obra de Taniguchi, por ejemplo, difícilmente encajaría en alguna de esas categorías, por poner un ejemplo.

Está claro que los investigadores de la RAE no se han informado lo suficiente sobre la diversidad, amplitud y complejidad del manga. Y es que  aun reconociendo la parte menos discutible de la definición –cómic de origen japonés- esta dejaría fuera de la definición a todos esos mangas realizados por autores de otras nacionalidades como las cada vez más reconocidos mangakas españoles. Y es que todo el cómic japonés es manga pero no todo el manga es de procedencia japonesa.

En fin, un tema realmente peliagudo que ha de ser motivo de reflexión de los responsables de la RAE a los que corresponda para proporcionar lo antes posible una definición más exacta del término. Sin embargo, antes de entrar en críticas furibundas las editoriales y aficionados deberían hacer su propia autocrítica respecto a la imagen que se está dando del manga más allá del mundillo del cómic en España. Y es que difícilmente se va a convencer a nadie qué el manga es algo más que cómic de origen japonés, de dibujos sencillos, en el que predominan los argumentos eróticos, violentos y fantásticos si en los eventos del medio es lo que se promociona mediante todo tipo de actividades, desde publicidad a concursos de disfraces, no dejan de alimentar esa idea errónea.

Solo mediante el diálogo, el estudio y la divulgación frente a la cerrazón de unos y otros el manga dispondrá de una definición más correcta algún día en el DLE si algún despistado todavía hoy en día no sabe lo que es. La mayoría creo que lo tenemos claro y no necesitamos recurrir al  DLE precisamente para que nos lo explique ¿no?