

Busiek supo crear el suficientemente grado de expectación entre el desilusionado fandom como para que volviese a resultar atractivo leer tebeos de superhéroes durante un tiempo en estas historias en las que presentaba el que era un nuevo grupo aparecido de la nada para suplir a los desparecidos superhéroes que en realidad escondían a un grupo de curtidos supervillanos que pretendían aprovecharse del vacío de poder para ocupar su lugar en su propio beneficio.

La verdad es que el concepto de convertir a los supervillanos en los protagonistas de una serie regular tampoco era excesivamente novedoso ya que en DC ya había surgido una década antes “El Escuadrón Suicida” (curioso que Planeta todavía no haya probado con la reedición de este entretenido material...) o para Eclipse el mismo Busiek con “Liberty Project” pero en los doce primeros números de los “Thunderbolts” que incluye el volumen de Panini (hay algún material adicional más, como un número -1, el primer Anual de la serie y el “Tales of The Marvel Universe”) Busiek destaca por presentar a unos personajes absolutamente carismáticos al tiempo que dosificaba como nadie las inteligentes tramas para presentar todo tipo de conspiraciones y perrerías entre los miembros del grupo con la tensión con el enfrentamiento con las distintas amenazas reales y ficticias con que se enfrentaban.

En el aspecto gráfico, el peso lo lleva un más que resultón Mark Bagley que cumple sobradamente, aunque la obligada reducción de tamaño de la jibarizada colección “Extra Superhéroes” (el gran punto negativo de una propuesta que de otro modo sería sumamente atractiva) de Panini no le haga precisamente un favor. A pesar de ello, un tebeo muy entretenido precursor de todo lo que vendría después y bastante por encima de lo que se viene publicando actualmente dentro del género. Para los aficionados a los superhéroes Marvel, sencillamente imprescindible.