martes, 8 de enero de 2008

“Thorgal: Yo, Jolan” de Sente y Rosinski




Mucha prisa se ha dado Norma en publicar la última entrega de la serie Thorgal quizás para aprovechar la expectativa creada por el cambio de guionista tras la marcha de Van Hamme ("Thorgal", "XIII"), quizás para que no pase desapercibido entre la cantidad de novedades navideñas. Y, es que el primer álbum de Yves Sente (“Blake y Mortimer”, “La venganza del conde Skarbek”) se confirma más como la continuación de la vulgaridad instalada desde hace ya demasiado tiempo en esta serie que como una bocanada de aire fresco que sirva para revitalizarla.
Lo que parecía un cambio de rumbo con un nuevo planteamiento por parte del nuevo guionista en la que todo el protagonismo iba a recaer en el hijo de Thorgal, Jolan, aparentemente queda aparcado porque si bien es cierto que el protagonismo aventurero del álbum recae sobre éste, los principales personajes de la serie como Thorgal y Aaricia mantienen su cuota de protagonismo. En este álbum, Jolan junto a otros cuatro candidatos debe pasar una serie de pruebas impuestas por el semidiós Manthor , el amo de Otromundo, para comprobar cuál de ellos es el elegido para su mandato. Mientras, en la Tierra, Aaricia, preocupada por su hijo, acude a la bruja Mahara para recabar información sobre Manthor y sus intenciones. Sus revelaciones pueden poner en peligro la vida de todos sus hijos.
Bien podría repetir lo que ya escribí aquí respecto al anterior álbum de la serie. Quizás sea demasiado pronto para entrar a valorar el trabajo de Sente pero este parece apostar por el continuismo y dar únicamente preponderancia a los elementos de fantasía. Aunque Jolan pueda considerarse el protagonista del nuevo álbum la importancia del resto de los personajes de la serie continua siendo importante por lo que no esperen una ruptura radical respecto a la última etapa. El álbum es irregular y deslavazado con un guión un tanto confuso (¿Si las pruebas de Manthor son para elegir a su discípulo cómo es que al final se queda con todos los candidatos?) y da la sensación que Sente no se ha hecho todavía con los personajes. Las tramas que deben resolverse en los próximos álbumes parecen interesantes pero las dudas sobre la capacidad de este guionista para revitalizar la serie persisten. Y es que llegados a este punto habría que plantearse si no le merece la pena a Le Lombard dar un final digno a una colección tan emblemática del cómic europeo y no intentar alargarla repitiendo tramas y situaciones hasta la saciedad.
El dibujo de Rosinsky ("La venganza del conde Skarbek", "La balada de las landas perdidas") y su uso de la acuarela sigo pensando que no es apropiado a una obra de estas características con un impresionismo pictórico en ocasiones recargado y confuso. Rosinsky dibuja con el piloto automático personajes y situaciones que conoce hasta la saciedad pero no parece implicado en una obra de la que da la sensación estar aburrido desde hace tiempo..
Un álbum para completistas de “Thorgal”.