domingo, 30 de noviembre de 2008

“El buen salvaje” y el pulp en el tebeo (2): Tor y Ka Zar.




En realidad, este post estaba pensado para ser publicado el jueves pasado, día de San Primitivo pero entre unas cosas y otras al final no fue posible. Así que ahí va.
Si el otro día veíamos como la sombra del modelo tarzanesco era alargada y tuvo bastante influencia en el cómic español de posguerra no podemos pasar por alto su influencia en los propios Estados Unidos donde tuvo acogida con dispar fortuna en las editoriales norteamericanas a través de varios personajes que aparte de las características propias de los buenos salvajes heredadas del personaje de Rice Burroughs ven sus peripecias trasladadas más allá de las selvas tropicales que a estas alturas de la fiesta se encontraban colonizadas y han perdido sus misterios a localizaciones más remotas y míticas situadas en los confines de la imaginación de los lectores como la Prehistoria inventada, influida directamente por películas como “Hace un Millón de Años” en su primera versión de 1940 en el caso de "Tor" o el mundo prehistórico superviviente entre los hielos antárticos que entronca directamente con la fantástica “El Mundo Perdido” de Conan Doyle en el caso de "Ka-Zar". Ambos personajes comparten ciertas similitudes en cuanto a su carácter marginal y sobreviviente dentro de la historia del cómic alejada su creación de los mejores tiempos del pulp y compartir cierto carácter experimental en sus orígenes ya que Tor fue uno de los primeros comics books en 3D mientras que Ka Zar junto a “Los Micronautas” y “Caballero Lunar” fue una de las primeras colecciones que Marvel distribuyó exclusivamente para su venta directa en librerías especializadas.

Tras su experiencia en el ejército en Alemania Joe Kubert se dio cuenta de las posibilidades que podían tener los tebeos 3-D tras ver allí revistas con fotos 3-D así que a su vuelta a los Estados Unidos junto a Norman y Jenny Maurer le vendió la idea a Archer St. John , de St. John Publishing donde se empezaron a editar los primeros tebeos en 3-D (el primero fue "Super Ratón") con jugosos beneficios en sus inicios que permitieron a Kubert hacerse con su primera casa en propiedad. Kubert, que había creado a Tor junto a Norman Maurer en Septiembre de 1953 para “1000000 B.C.” en seguida lo incorporó al nuevo proyecto protagonizando varias historias en el siguiente número de “3-D Cómics” y haciéndose con la cabecera de la colección aunque mantuviera curiosamente la numeración a partir del número tres, dibujada y escrita completamente por Joe Kubert. La serie se mantuvo solamente dos números más para caer posteriormente en el olvido a pesar de los esfuerzos de Kubert, que se hizo con los derechos del personaje, e intentó retomarlo en varias ocasiones a lo largo de los años. Así, tras intentar adaptarlo al formato de tira de prensa sin éxito junto a Carmine Infantino en 1959 y un proyecto de colección para DC que no cuajó, las historias existentes fueron reeditadas tanto en formato 3-D como 2-D por la editorial Eclipse, apareciendo esporádicamente nuevas historias del personaje en la revista "Sojourn" y en una miniserie de cuatro episodios que Kubert escribió para el sello Epic de Marvel en 1993.




La historia de Tor tiene un desarrollo clásico, obligado a abandonar su tribu el noble salvaje acompañado únicamente por su mono Chi Chi deambula por una Prehistoria imaginada en la que se enfrenta no sólo a terribles y feroces dinosaurios sino también a sus congéneres en una Edad de Piedra donde Kubert deja siempre patente que los peores miedos no son los que se pueden solucionar con un buen garrotazo sino la soledad y lo desconocido. A nivel gráfico, el autor realiza una vez más un excelente trabajo y da buena cuenta de la persistencia del personaje y el cariño que Kubert siente por él que en este 2008 ha empezado a publicarse una nueva serie limitada por DC de seis números. Esperemos que sea el espaldarazo definitivo para el hombre de hace un millón de años.

"Ka-Zar" es un personaje que ha tenido varias versiones a lo largo de los años entroncadas todas con el modelo del buen salvaje aunque con los años ha ido evolucionando para adaptarse a los gustos cambiantes del público.



La primera versión de Ka Zar no nace en el cómic sino como la novela pulp con “Ka Zar el Grande” (Octubre, 1936) de Bob Byrd, editada por Manvis Publishing, compañía propiedad de Martin Goodman quién visto el éxito que tenía el nuevo formato Cómic Book, encargó al dibujante Ben Thompson la adaptación al cómic de la primera de las tres novelas escritas por Byrd, “King of Fang and Claw” (que si entienden inglés pueden leer aquí) apareciendo en el número uno de “Marvel Comics” el primer comic book publicado por Timely Comics, la editorial que, con los años, acabaría convirtiéndose en Marvel. Este primer Ka-Zar respondía al nombre de David Rand y apareció continuadamente en los números 2 a 27 de la serie “Marvel Mistery Comics”. David Rand había sufrido junto a sus padres un accidente de avión cayendo en las inhóspitas selvas del Congo, manteniéndose alejado de la civilización y siendo educado por su padre junto a Zar su león amaestrado, del que toma su nombre (Ka-Zar siginifica “Hermano del Leónr”). Este primer Ka-Zar en el cómic se enfrentó, como casi todos los personajes editados por Timely Comics, durante la II Guerra Mundial a los nazis aunque su némesis fue el asesino de su padre, Paul de Krafft. El personaje para adaptarlo al gusto de la época adquiriría en ocasiones una fuerza y resistencias extraordinarias ingiriendo una poción y tuvo su última aparición en “Human Torch Comics” sin que nada más volviese a saberse de él durante décadas, siendo obviada durante años esta versión del personaje hasta que se incorporó de nuevo al Universo Marvel en 2006.

En los años sesenta, Jack Kirby y Stan Lee se dedicaron a recuperar a los héroes de la Edad Dorada de Timely para integrarlos al universo superheroico que estaban creando en Marvel. Así a Namor, Capitán América o la Antorcha Humana se unió en el número 10 de “X-Men” un nuevo Ka-Zar. El nuevo Ka-Zar era descubierto por los miembros de la Patrulla X original en la mítica Tierra Salvaje, un mundo perdido donde sobreviven dinosaurios y otras especias extintas. Como se aprecía el nuevo Ka-Zar, mezcla en su origen elementos de las obras de Doyle y Rice Burroughs, y sólo mantiene respecto a su marginada versión anterior la compañía de un enorme felino, en este caso Zabu, el último de los dientes de sable. El nuevo Ka-Zar aunque ha disfrutado de varias colecciones y miniseries a lo largo de los años a ninguna la ha acompañado la continuidad (la de mayor éxito fue “Ka-Zar, The Savage” en los años ochenta que apenas pasó de la treintena de números) a pesar de contar con grandes artistas como John Buscema o Andy Kubert convirtiéndose en uno de los secundarios con más solera dentro del Universo Marvel
Aquí pueden ver las portadas de la serie "Ka-Zar, The Savage".

Dentro de unos días la última entrega de los buenos salvajes en el cómic con “Thun’da, rey del Congo” de Frank Franzzetta y los clones de Tarzan de “Jungle Comics”.

sábado, 29 de noviembre de 2008

“Faker” de Mike Carey y Jock




El sello Vertigo, en sus inicios, nació con la intención de incorporar una serie de títulos que por sus contenidos “adultos” no tenían cabida dentro del universo superheroico de la editorial DC. En esos primeros años, Vertigo fue sinónimo de calidad y englobaba cómics de temáticas muy distintas, pero con un punto de riesgo y ambición respecto a lo que se estilaba por aquel entonces que los lectores, siempre deseosos de novedades, sabíamos agradecer. Con los años, o porque quizás nos fuimos acostumbrando, esa capacidad para sorprender y ofrecer contenidos diferentes se ha ido perdiendo por lo que de vez en cuando que aparezcan cómics tan ambiciosos como “Faker” no deja de ser una buena noticia.

En una Universidad de Minessota, cuatro jóvenes universitarios que comparten casa, inteligentes y triunfadores pero más traumatizados que Rambo a la vuelta de Vietnam, se reúnen para celebrar la reanudación de las clases tras un período de vacaciones poniéndose hasta arriba de alcohol y drogas en uno de los laboratorios de la Universidad. Tras una vomitona de campeonato y una resaca de esas que te duele todo, los cuatro amigos se encuentran con Nick, otro compañero de piso, quien tiene un problema que no se resuelve con unas cuantas aspirinas, salvo los cuatro juerguistas nadie más en la universidad parece conocerle y todo rastro de su existencia ha desaparecido.

Partiendo de esa la premisa de esta miniserie de seis episodios que nos presentan los británicos Mike Carey y Mark Simpson (Jock), una historia ambiciosa e irregular a medio camino entre el retrato generacional tardoadolescente y las películas de terror para adolescentes. Mike Carey, guionista británico conocido por sus trabajos en “Hellblaizer” y "Lucifer", derrocha ideas y referencias en un cómic con distintos niveles de lectura no funcionando la historia mejor necesariamente en el más evidente, como historia de terror debido quizás a la limitación que supone el formato miniserie y las increíbles soluciones que el guionista aporta a una historia con ciertos elementos kafkianos y de terror científico que conforme avanza se va volviendo más y más delirante para resolverse burdamente mediante el pobre recurso de la recurrente ensalada de tiros y alguna sorpresa sacada de la manga. Sin embargo, tras esa irritante primera lectura, “Faker” funciona mucho mejor leyéndose entre líneas como irónica metáfora sobre la “generación X” (o Y, o Z, que yo con esto de las letras para designar a los jóvenes ya me he perdido), de la que Carey no da precisamente una visión demasiado benevolente siendo el personaje mejor tratado y con el que resulta más fácilmente identificarse Nick, el gólem de humanidad perdida, en comparación con sus desquiciados y desquiciantes amigos. “Faker” avanza a través de una narrativa deliberadamente nerviosa mediante una estudiada composición de página que busca mantener en vilo al lector y probablemente mediatiza las posibilidades de una historia que si hubiera profundizado más en algunos de los personajes apenas esbozados se hubiera enriquecido bastante, quedándose de este modo en una lectura entretenida con pretensiones.

Más destacable es el aspecto gráfico merced a la gran labor de Mark Simpson (Jock), artista con un estilo personal muy definido y que muchos conocimos a través de “Los Perdedores”, quién da a la serie el toque de realismo siniestro necesario, desarrollando personajes de líneas rectas y estilizadas sobre los que recae el peso de la narración y prescindiendo al máximo de los fondos, logrando que la historia se desarrolle en una especie de limbo psicológico que casa muy bien con el artificio kafkiano ideado por Carey, jugando con las perspectivas y los escorzos sin acomodarse en ningún momento, secundado por el excelente uso del color que realiza Lee Loughridghe quién usa una paleta de colores planos en los que predominan los tonos apagados y fríos para realzar la ambientación real-irreal en que se desenvuelve la historia. Finalmente, destacaría igualmente la labor como portadista de Jock quién ofrece una serie de excelentes portadas reproducidas en su totalidad en la edición de Planeta.

En definitiva, “Faker” es una obra lleno de ideas y posibilidades que se queda a medio camino de casi todo merced quizás a las limitaciones que impone el tratarse de una miniserie, pero que entretiene por momentos y deja una puerta abierta a la reflexión que otras obras similares obvian. Sus faltas pueden analizarse benévolamente merced a la ambición desplegada por el guionista y, sobre todo, la excelente labor del dibujante, un Jock, a seguir muy de cerca. Este es el nivel mínimo de calidad que debería tener todo cómic editado bajo el sello Vertigo.



miércoles, 26 de noviembre de 2008

El buen salvaje y el pulp en el tebeo español:, “Purk el hombre de piedra” y “Pantera Negra”.

El buen salvaje -ya saben ese ingenuo y rousseaniano concepto por el que el hombre desarrollado en la Naturaleza y desconectado de la sociedad es depositario de las más altas cualidades morales frente a las miserias y maldades que esconde la civilización- decayó como fruta madura en las teorías filosófícas y políticas del XIX para encontrar en el siglo XX acomodo dentro del imaginario popular gracias a su materialización en la inmortal creación de Edgard Rice Burroughs, “Tarzan, el rey de los Monos”, dando lugar a más de una veintena de novelas de mayor o menor fortuna y una exitosa serie de adaptaciones al cine que ayudaron a fortalecer el icono, así como de una serie de adaptaciones al cómic que son historia del medio y de las que se trata con mayor conocimiento del que yo pueda aportar aquí y aquí.

Sin embargo, aunque Tarzan es el modelo de buen salvaje original que eclipsa todos los demás, ha habido otros a tener en cuenta. En España, donde este tipo de personaje tuvo una aceptación importante en los olvidados años dorados del cómic nacional de la década de los cincuenta en personajes como “Purk, el hombre de piedra” de Manuel Gago o “Pantera Negra” de Pedro Quesada y José Ortiz, donde contaron con un notable seguimiento, o, de vuelta a los Estados Unidos, en personajes como el Tor de Joe Kubert y el Ka Zar de Jack Kirby. Personajes todos ellos afluentes de un mismo río -la obra de Burroughs y Doyle en la literatura y la de Hal Foster y Russ Manning en el cómic), salvajes sui generis todos ellos que ambientaban sus aventuras en territorios inexplorados y fantásticos, mundos perdidos tanto geográfica como temporalmente.

En 1950, empezó a publicarse en España por Editorial ValencianaPurk el hombre de Piedra”, la serie más original de la enorme producción de Manuel Gago, quién ya se había convertido desde hacia años en un superventas con “El Guerrero del Antífaz”. A lo largo de 210 episodios el dibujo limitado en el trazo pero enormemente efectivo en la narración de Gago se vio enriquecido por los guiones de su hermano Pablo inventándose entre ambos una Edad de Piedra a la medida poblada por todo tipo de prehistóricos monstruos imaginados, tribus híbridas (las combinaciones de humano con casi cualquier animal fueron exploradas y explotadas hasta limites insospechados) o seres mitológicos, una prehistoria en la que el atlético Purk junto a su hermosa esposa Lila y el joven Sandar se encargaban de poner orden e impartir justicia.

En 1956, aparece editada por la editorial Maga la interesantísima “Pantera Negra” serie desarrollada con bastante éxito por Pedro Quesada y José Ortiz quién pronto sería sustituido por el hermano del dibujante, Miguel. La serie se ajusta bastante bien a las características propias del icono tarzanesco adaptado a los gustos de los españolitos y los censores, personaje huérfano criado en la selva donde desface todo tipo de entuertos, ayudado de su mascota, la pantera negra Isabelita (no es coña) y la consabida terna de secundarios impenitente en el cómic patrio de la época, la esposa del Pantera, Susana, y su hijo, el pequeño pantera, Jorge, quién a partir del número 55, en un curioso giro de la trama toma el protagonismo de la serie, provocando primero un cambio del título de la cabecera por “El pequeño Pantera Negra” protagonizando historias más fantásticas si cabe, poblándose los tebeos de todo tipo de misterios desde un reino perdido de romanos dispuestos a conquistar el mundo montados en platillos volantes hasta vampiros, aumentando con ello el éxito de la coleccióna pesar del abandono de la serie en 1961 de Pedro Quesada por Jesús Herrero. En “El pequeño Pantera Negra” se mantuvo bastante bien la continuidad entre las dos series de una manera original, separando a Jorgito de sus padres mediante un cataclismo y dotando a este de unos compañeros a su medida con la amazona Gacela y el gorila Juanito, aparte de la consabida pantera Isabelita que no le abandonó. La serie se mantuvo con otro cambio de dibujante Miguel Roselló, alcanzando la colección 329 números.


Como les imagino cansados ante tanta sobredosis de selvática testosterona tebeil, en la próxima entrega cruzaré el charco para comentarles sobre Tor y Ka Zar.
El abuelito ha colgado en su desván una estupenda muestra de las geniales portadas de Gago para "Purk" que pueden ver aquí y Manuel Bayona ha realizado una enorme labor de recuperación de "Pantera Negra" que pueden empezar a visitar aquí.

domingo, 23 de noviembre de 2008

Princes of tennis


(No sé si seremos la octava, la novena o la vigésima potencia mundial pero está claro que en deporte este año somos la primera de largo: campeones de la eurocopa de fútbol, medalla de plata en baloncesto en un partido que merecimos ganar, ganadores del Tour, la Vuelta y el Giro, en ciclismo y, para poner, la guinda el equipo español de Copa Davis acaba de ganar la ensaladera en Argentina sin contar con el número uno mundial).
Lo siento por lo demás pero hoy por hoy en deporte no hay quien nos tosa.

sábado, 22 de noviembre de 2008

“Coraline” y “Astro Boy”.

Aquí les dejo dos trailers de dos adaptaciones en animación de dos obras a tener en cuenta: “Coraline”, el cuento gótico para niños de Neil Gaiman, y “Astro Boy”, una de las primeras obras del maestro Tezuka. El primero apunta maneras y el segundo deja con ganas de más. Juzguen ustedes:

"Coraline"



"Astro Boy"

miércoles, 19 de noviembre de 2008

Guy Peellaert (1934-2008)


Me entero con retraso de la muerte el pasado lunes de Guy Peellaert, un autor belga que en los años sesenta participó en la renovación temática y estética del cómic francés que hasta ese momento se mantenía encorsetado en rígidos parámetros que lo enfocaban exclusivamente hacia un público juvenil mayoritariamente. Peellaert cuenta con dos obras claves en su escasa producción, que permanecen inéditas en España, “Les aventures de Jodelle”, junto a Pierre Bartier, y “Pravda, la survieuse”, junto a Pascall Thomas, en la que contaba las aventuras de una aventurera basada en la cantante Françoise Hardy. Ambas obras fechadas en 1966 en las que abordaba temáticas de contenido erótico –de hecho, fue el primer autor en tratar abiertamente este tipo de temáticas en el cómic francés- e influenciadas por la estética pop-art y la psicodelia, destacan por su espectacular uso del color y la vitalidad naif de sus heroínas. Peelaert realizó dos obras más antes de abandonar el mundo del cómic para enfocar su carrera en la televisión, el teatro y el cine –donde realizó carteles entre otros para Martin Scorsese-, “Carashi”, obra de la que no tengo ninguna referencia, y “Bye, bye, bye, baby, bye, bye”, obra esta última en la que experimentó con un estilo marcadamente hiperrealista.

D.E.P.

Les dejo unas cuantas muestras de su obra y un video de la Hardy en su honor:





Paco Roca gana el Premio Nacional del Cómic


Paco Roca y “Arrugas” siguen cosechando premios. Esta vez el Nacional del Cómic en su segunda edción. Normalmente, no soy muy partidario en la concentración de premios en unas pocas obras (aunque sea algo frecuente y que se da en todos los medios) pero, en esta ocasión, creo que la obra de "Arrugas" se los merece.

¡Felicidades!

martes, 18 de noviembre de 2008

Pulp en España: El capitán Misterio de Emilio Freixas.


Si ha habido un momento en España que su historieta ha dado obras abiertamente pulp, ese no ha sido otro que el período de posguerra en el que la historieta se convirtió en una de las pocas evasiones de una población que pocas satisfacciones más podía permitirse en un país que sufría grandes carencias como consecuencia de la Guerra Civil, el aislamiento internacional y la Segunda Guerra Mundial. En este contexto, 1944 es un año crucial para la historieta con la aparición de dos personajes llamados a hacer macro y micro historia dentro del panorama nacional. El primero de ellos fue el “Guerrero del Antifaz” de Manuel Gago, conocido por todos y sobre el que no me voy a extender porque aquí el que nos interesa es el segundo, un héroe pulp por antonomasia, el capitán Misterio.

Emilio Freixas, discípulo del pintor Emilio Casals , considerado por algunos como uno de los mejores dibujantes del siglo XX y de marcado estilo raymondiano, se había iniciado en el cómic en 1935 tras haberse hecho un nombre en el terreno de la ilustración. Junto al también dibujante Ángel Puigmiquel, Freixas creó al Capitán Misterio, un justiciero encapuchado y hercúleo torso desnudo cuya identidad nunca fue revelada a sus lectores y aparecía acompañado en sus aventuras por la consabida pareja de amigos –se repite en este caso la consabida triada tan habitual en los cómics españoles de la época- en la que el papel de fortachón es encarnado por el mulato Pancho y el de joven adolescente avispado por el rubio Balín, viviendo exóticas aventuras selváticas.

En principio, Freixas ideó el personaje para su propio proyecto editorial, la Editorial Mosquito, pero problemas de distribución dieron al traste con la empresa y la serie continuó en la revista “Chicos” para la que trabajaba Freixas, publicándose cuatro aventuras del personaje en total. A pesar de la aceptación alcanzada por el personaje (sus aventuras se llegaron a publicar en Argentina cambiándole el nombre al personaje por el de Capitán Esfinge), el abandono del cómic por parte de Freixas quién a partir de la década de los cuarenta se dedicó de nuevo a la ilustración y a la enseñanza del dibujo, volviendo al cómic sólo esporádicamente, le relegó al olvido privándonos del que otro modo probablemente hubiera ocupado posteriormente un lugar equiparable al de la obra de Gago, sino superior al ser Freixas un dibujante más dotado.

Trailer espectacular de "Star Trek XI"



Ahí arriba les dejo el trailer, de la undécima entrega de la franquicia "Star Trek" que se estrenará el año que viene. Por más que les pese a los trekkie, las adaptaciones de la franquicia a la gran pantalla nunca han sido un gran éxito más allá del reducido círculo de sus fieles, aunque algunas de ellas hay que decir que eran realmente entretenidas. Sin embargo, viendo este primer trailer del proyecto de J.J. Abrams creo que esta película a poco que la acompañe el guión -se contarán los orígenes de Kirk y Spock como meros cadetes de la flota estelar y la creación de la primera Enterprise- puede provocar un punto de inflexión en la franquicia y ser un autentico taquillazo.

Vean, vean, porque es uno de los mejores trailers que he visto últimamente.

¡Felicidades Mickey!

El bueno de Mickey está de cumpleaños. Ochenta añetes le han caído, pero este ratón se conserva estupendamente a pesar de su senectud. Originalmente, su nombre de pila no fue Mickey sino Mortimer pero como tantas estrellas de la época cambió su nombre en busca del éxito.

En contra de lo que se cree habitualmente, es bastante probable que su creador no fuese Walt Disney aun cuando este fue el que definió su personalidad y le puso voz durante m años, sino el dibujante Ub Iwerks por encargo de aquél, para sustituir a la estrella de la empresa hasta el momento, el conejo Oswald, al haber perdido sus derechos a favor de la Universal.

Mickey debutó en el cómic en 1930 y aunque Disney dibujó y realizó las primeras historias pronto delegó toda la labor en Floyd Gottfredsson, quién durante más de 45 años, se dedicó a dibujar las tiras de prensa del personaje, aunque por esas injusticias tan propias de la industria de la época, no se le permitió ni firmar sus creaciones durante años.

Ahí abajo les dejo la primera aparición de Mickey en el cine. Se trata de “Steamboat Willie”, que, además, fue el primer corto sonoro de animación de la historia. El resto ya saben es historia…
¡Felicidades Mickey!

Steamboat Willie” (1928)

domingo, 16 de noviembre de 2008

“La Sombra: Sangre y Justicia” de Howard Chaykin.

La sombra lo sabe” era la frase que escuchaban miles de estadounidenses pegados a sus radios en los años treinta y anunciaba el inicio del programa “La hora del detective de Street&Smith” con el que los editores de la revista de detectives pretendían promocionar su producto, adaptándolo sus historias a la radio. Sin embargo, los editores pronto notaron que la espectral voz del presentador que introducía las historias causaba más efecto que estas entre el público y para asegurarse los derechos sobre el mismo encargaron al joven mago y periodista Walter Gibson que desarrollase las historias de ese personaje en el papel. A partir de ese momento, este escritor fue el que se encargó de popularizar al personaje, escribiendo a lo largo de su carrera 283 novelas sobre el personaje otorgándole sus características principales: un justiciero tenebroso e implacable que embutido en su capa y armado con un par de 45 era capaz, ayudado por un grupo de fieles ayudantes de enfrentarse a las más peligrosas amenazas. Gibson otorgó al personaje un “alter ego”, el millonario Lamont Craston y fue descubriendo a través de los años los orígenes del personaje hasta que en una vuelta de tuerca genial descubrió al público que en realidad la identidad de Craston no había sido sino otro disfraz de La Sombra y este en realidad era Kent Allard, un famoso aviador internacional. Aparte de Gibson, también otros escritores como Theodore Tinsley y Bruce Elliott escribieron novelas inspiradas en el personaje llegando estas hasta la nada desdeñable cifra de 325 novelas en total.

Aprovechando el tirón del personaje, pronto se hicieron nuevas versiones para la radio en las que llegó a participar Orson Welles, el cine (con distintos largos el último de los cuáles es de 1994 y un serial que llegó a los quince episodios) y el cómic donde el personaje ha contado con una importante trayectoria, desde una serie regular de 1940 a 1949, para la que el mismo Gibson escribía los guiones y que contó con autores de la talla de Vernon Greene y Charles Coll. Además, durante dos años de 1940 a 1942, Gibson y Green desarrollaron una tira de prensa adaptando las novelas del primero. En la década de los setenta, DC intentó retomar al personaje con una serie regular que contó con doce episodios firmados la mayoría por Denny O’Neill y dibujados en su totalidad por Mike Kaluta, pareja que volvió a colaborar en un par de novelas gráficas sobre el personaje “El astrólogo de Hitler” y “Los archivos secretos de La Sombra”.

Llegados a este punto, ustedes ya se habrán dado cuenta que estamos hablando de un personaje señero de la cultura popular norteamericana y en 1986 era un papelón el intentar relanzarlo y actualizarlo en una nueva versión para el cómic. Sin embargo, el por entonces editor de DC, Dick Giordano, encargó el proyecto a Chaykin, quien ya había alcanzado reconocimiento en el mundillo del cómic gracias a sus series para First, American Flagg” y “Time 2”. Así nació “Sangre y Justicia”, una miniserie de cuatro números en la que Chaykin redefine el personaje en una impactante y violenta historia, modernizándolo y aclarando con sencillez buena parte de los puntos oscuros que el personaje había ido generando a lo largo de sus cincuenta años de existencia, sin dejar de ser coherente con su esencia.

La historia se inicia en los años ochenta cuando los antiguos ayudantes de La Sombra van siendo asesinados por un grupo de punkies. Estos actúan siguiendo las instrucciones de Preston Mayrock, un antiguo enemigo de Allard, un implacable millonario, quién intenta que La Sombra reaparezca para hacerle una proposición: si La Sombra le lleva junto a su hijo a la ciudad perdida de Shambala para que sus avanzados médicos implanten su cerebro en su hijo no lanzará un misil nuclear sobre Nueva York. Para evitarlo, La Sombra quién no ha envejecido en todo ese tiempo acude a Nueva York junto a sus hijos para detener a Mayrock y reencontrarse con los ayudantes a los que abandonó.

Chaykin en “Sangre y Justicia” actualiza el personaje, desarrollando una trama compleja y trepidante, actualizándolo al gusto del lector de cómics moderno aunque probablemente los seguidores más ortodoxos del personaje no quedaron plenamente satisfechos. A nivel gráfico, Chaykin desarrolla una composición de página única apabullando al lector de información y rompiendo constantemente el hilo de la narración aparentemente para mantener el desconcierto del lector con una composición oscura, dura y cargada de erotismo, como es habitual en sus cómics, en la que resulta difícil entrar pero que, conforme va desarrollándose el autor va dejando todo bien atado. Esa rupturista composición (para la época) se contrapone con un estilo de dibujo clásico en el que pueden notarse los elementos “retros” característicos de Chaykin y la influencia de grandes autores como Bob Peak y Alex Toth, del que Chaykin se declara discípulo.


En definitiva, “Sangre y Justicia” es un cómic excelente que no ha envejecido nada mal, que sólo cuenta con una edición en España, la de Ediciones Zinco en el ya lejano 1987 en grapa, siendo posteriormente el conjunto de la miniserie reunida en un retapado. Cada uno de los números, incluía varios artículos aportando información adicional sobre el personaje, su historia y el autor. Aunque Planeta ha anunciado en varias ocasiones la publicación de esta obra hasta la fecha esta no se ha producido. ¿Cuándo se reeditará este cómic? Sólo la Sombra lo sabe.

Próximo monográfico sobre Howard Chaykin en El lector impaciente.



Aprovechando la presencia en España de Howard Chaykin las próximas semanas invitado por el Expocómic de Madrid me parece un buen momento para acercarnos a la obra de uno de los autores más personales, polémicos e influyentes del panorama norteamericano en los últimos treinta años. Un autor que desde sus inicios ha despertado filias y fobias por igual pero que si algo ha logrado a lo largo de su carrera es no dejar a nadie indiferente con una producción interesante que les iré comentando a lo largo de las próximas dos semanas..

Aprovechando la casualidad de la celebración de la Semana Pulp en algunos blogs, adelantaré el inicio del monográfico para coincidir con este evento escribiendo sobre la miniserie de cuatro números que Chaykin publicó sobre “La Sombra”, el personaje pulp creado por Walter Gibson. Permanezcan atentos.

Y para los chicos de la semana Pulp no se quejen, les voy dejando algo que escribí hace tiempo sobre "Xenozoic Tales" para complementar el post de Osukaru.


Ya me irán contando que les parecen.

sábado, 15 de noviembre de 2008

“El almanaque de mi padre” de Jiro Taniguchi



Dentro del manga, y del cómic en general, hay multitud de corrientes y modas, autores clónicos de otros que practican un dibujo despersonalizado que ni cuenta ni transmite. Sin embargo, también hay autores que escapan de cualquier tipo de etiqueta para seguir su propio camino y demostrar las posibilidades –infinitas- del medio que han elegido para expresarse. Entre estos últimos, uno de los más interesantes es Jiro Taniguchi, un autor personal e inclasificable dispuesto a ofrecernos desde su particular mirada historias costumbristas, cercanas y cotidianas cargadas de sensibilidad y que se comunican con lo más hondo de cualquier lector más allá de su cultura y formación, con más grandeza quizás que aquellas que explotan una épica hueca. Todos esos elementos se unen en "El almanaque de mi padre".

En esta obra, Taniguchi nos cuenta la historia de cómo Youichi, un joven fotógrafo japonés debe trasladarse desde Tokyo a su pueblo natal para el entierro de su padre. En el tradicional velatorio japonés en el que los familiares y amigos del difunto celebran un banquete en su honor. Youichi irá descubriendo a través de los testimonios de los asistentes cómo su padre fue una persona muy diferente a la que él recordaba y, como su visión infantil, deformó la figura paterna achacándole la responsabilidad del divorcio de sus padres y el abandono del hogar de esta.

Taniguchi muestra una capacidad innata para mantener el ritmo y la atención del lector mediante una meticulosa planificación de la historia, dividiéndola en capítulos a través de los que describe de manera gradual el cambio de actitud del protagonista respecto a su padre difunto, alternando la narración entre el pasado y el presente con cuidados y largos flashbacks y fluidas transiciones. El estilo de Taniguchi resulta evocador y poético –proustiano, por momentos, sobre todo en la imagen del primer capítulo del niño rememorando su primer recuerdo junto a su padre- utilizando el cuadro de texto para acentuar la evocación introspectiva en primera persona del protagonista y complementar la narración gráfica sin solaparla. A nivel gráfico, Taniguchi se muestra como un dibujante realista de trazo fino y claro, con un excelente dominio de la figura humana sin descuidar ningún detalle en ningún momento logrando un cómic sobresaliente.

El almanaque de mi padre” es la obra más conocida y premiada de Jiro Taniguchi. En España ha contado con dos ediciones por parte de Planeta ninguna de las cuales se encuentra a la altura de las excelencias que esta obra merece. La primera de hace unos años fue en tres volúmenes de tapa blanda dentro de la Biblioteca Pachinco. La segunda, y más actual, a través de un tomo recopilatorio integral que reúne la obra completa en un formato de tapa dura tipo libro en el que sólo mejora la calidad del papel pero no así de la edición, apareciendo recargadas y emborronadas las primeras páginas con lo que se pierde parte del trazo del autor y prescindiendo de fotografías y un epílogo escrito por el propio Taniguchi que aparecían en la anterior edición y persistiendo en errores como la incorrecta traducción del título de la obra. Sin embargo, el fallo más grave es la duplicación de una de las páginas lo que ha motivado la retirada de la edición por parte de la editorial aunque quizás todavía puedan encontrarse ejemplares en venta. Esperemos que esta decisión motive a Planeta el replantearse el tratamiento que ha dado a esta obra y aproveche la retirada como una nueva oportunidad para ofrecer una edición digna de unos de los mejores cómics publicados en los últimos años.

viernes, 14 de noviembre de 2008

Criminales en Tele 5

¿Una sociedad que permite el autobombo de los criminales en sus televisiones previo pago (aunque sean privadas) no es hasta cierto punto una sociedad enferma?
Más información aquí.

Nuevo trailer de “Watchmen”


Más madera.

jueves, 13 de noviembre de 2008

Pulp Blog Week o…

... La Semana del Pulp ha llegado a la Tebeosfera. Pues eso, blogueros de dedos inquietos como Bruce y Experimento 626 proponen que a lo largo de esta semana desde distintos blogs dediquemos entradas a personajes de cómics que haya tenido su origen en los pulps (ya saben, esas queridas publicaciones surgidas a principio de siglo de la unión de la celulosa barata y las mentes calenturientas de incontables y algo locos autores, la mayoría semiolvidados salvo por unos pocos, quienes en sus páginas plasmaron multitud de geniales –y en algunas ocasiones ridículas- creaciones bastardas, hijas del terror, el policiaco y el fantástico que crecieron y maduraron en forma de cómics, novelas y películas para desde finales de siglo ser reconocidas y mimadas por la tan necesitada industria del ocio y por la siempre aburrida y elitista alta cultura que culpable se nutría de ellos a escondidas mientras las masas populares a las que siempre estuvieron dirigidas las disfrutan abiertamente sin complejos aunque la mayoría ignore sus orígenes).

Pues bien, como el tema me atrae y yo en esto de la blogosfera me apunto a un bombardero intentaré –no confirmo que estén a tiempo que ya saben que ahora ando muy liado- dejarles unas entraditas sobre un par de adaptaciones al cómic de clásicos personajes del pulp más selecto: Doc Savage y La Sombra.

(Si encuentro la caja donde tengo metidos estos cómics, claro).

Si el tema les interesa desde 999 se va a llevar el seguimiento de las entradas publicadas en la blogosfera y viendo el nivel de erudición que se gasta la gente por esos blogs de dios yo me sentaría a leer y disfrutaría.

“No es país para viejos” de Cormac McCarthy


Tras ver la adaptación que los Coen hicieron de esta novela me quedé con muchas ganas de leerla. Tenía curiosidad por ver hasta que punto los celebres hermanos eran fieles al texto original y donde empezaba su personal visión, qué habían añadido, qué transformado y qué suprimido. Pues bien, tras su lectura, he de decir en honor de la verdad que la película es una de las adaptaciones más fieles que he visto de un libro pero, sin quitar mérito a los hermanos, McCarthy se lo ha puesto muy fácil con una novela mayúscula, de lo mejorcito que he leído en mucho tiempo y destinada a convertirse en un libro de referencia en su género, tan necesitado de nuevos títulos que de vez en cuando recuerden al gran público su grandeza. McCarthy a través de frases cortas, secas y sencillas como la desértica frontera en la que se desarrolla la trama de la historia construye un relato noir crepuscular y violento plagado de personajes formidables y en el que medita en apenas algo más de doscientas páginas sobre la América más puramente anglosajona, sus mitologías y sus tradiciones al tiempo que relata la historia de un hombre de a pie –un vaquero solitario- enfrentado a un dilema en el que pone en juego su moralidad y su vida.

El protagonista de la historia, Moss, un veterano de Vietnam se encuentra en medio del desierto un día que sale de caza con el resultado de una operación de droga que salió mal. Entre los cadáveres, descubre una bolsa en la que se guarda una cantidad de dinero que le puede arreglar la vida a él y a su mujer. Moss decide quedarse con el dinero con lo que se inicia una implacable persecución en la que se convierte en presa no sólo de los traficantes dispuestos a recuperar su dinero sino de un despiadado, implacable y cruel asesino, Anton Chigurh, que siembra la muerte allá por donde pasa, y un paso siempre por detrás de las matanzas de este, del viejo sheriff Bell quien intenta salvar a Moss mientras siente cómo el mundo que conoce se va desmoronando.

A partir de la sobria construcción de estos tres enormes personajes, antagónicos y complementarios, McCarthy construye una soberbia y pesimista meditación sobre el hombre contemporáneo, en este caso encarnado por Moss. De su capacidad para equivocarse, de sus vanas y materialistas ilusiones y su tendencia hacia el mal frente al destino implacable y mortal que le acaba alcanzando. Chigurh, el psicópata sociopata representa al mal y la muerte al tiempo que se mueve por un código ético personal, ajeno a las convenciones morales de una manera exacta, caótica y anticuada que el escritor parece admirar y el honrado y desmoralizado sheriff Bell echa a faltar cuando las normas y valores que ha defendido durante toda una vida dedicada a defender “la ley y el orden” están en crisis. Cada capítulo del libro se inicia con la reflexión desencantada e introspectiva del sheriff Bell que sirve de contrapunto a la narración de los hechos que provocaron su abandono del servicio.

La novela escrita en el envolvente y lacónico estilo de McCarthy es altamente adictiva y uno no puede soltarla hasta la última página. McCarthy lleva su particular y desencantada visión del mundo que nos rodea al género negro y el resultado es una novela que no está a la zaga de las más grandes del género con un resultado incluso superior a su última obra, “La Carretera”, mostrando a un McCarthy que ha alcanzado una madurez y dominio del medio envidiables. Si aún no han leído nada de este autor no sé a que están esperando…
Aquí pueden leer sobre otras obras de Cormac McCarthy en El lector impaciente y aquí lo que escribí en su momento sobre la adaptación al cine de los Coen de "No es país para viejos".

martes, 11 de noviembre de 2008

“El Jueves” y la nobleza, una relación tempestuosa.

Tras todo el affaire del secuestro de la revista por la realeza, “El Jueves” se ha convertido en el objeto de las iras de la aristocracia de más alta cuna y ahora Doña Cayetana Fitz-James Stuart, la noble más ennoblecida de las Españas y una de sus mayores terratenientes, ha interpuesto una demanda para proteger sus derechos fundamentales y solicitar el secuestro del número 1640 que apareció…¡¡¡hace un par de semanas!!!

Aun lamentando la falta de reflejos de tan egregia señora achacables quizás a su avanzada edad, uno se pregunta como todos estos personajes que tan ofendidos se muestran por su presencia en una revista de humor satírico no actúan de igual manera ante el tratamiento que reciben diariamente en programas televisivos que todos conocemos. Por otro lado, estoy seguro que los editores de “El Jueves” estarán agradecidísimos por esta nueva inyección de publicidad gratuita aun cuando la demanda siga su curso.

A mí personalmente, la portada me parece graciosa y no entiendo porque la sangre azul de Doña Cayetana hierve ofendida pues yo encuentro que incluso sale bastante favorecida. Tendré que leerme la historia del interior.

La noticia la he visto en Guía del Cómic blog.

“Omaha” de Kate Warley y Reed Waller


El primer volumen de “Omaha” que ha empezado a publicar Astiberri hace unos meses me permite aclarar las ideas sobre uno de esos cómics de los que has leído tanto, has escuchado tantas cosas buenas y tienen una patina de excelencia que tras su lectura el contenido sin desagradar no está a la altura de las expectativa creadas. Me explico.

El dibujante Reed Waller y la guionista Kate Warley crearon y desarrollaron en los ochenta un cómic de personajes antropomórficos, algo bastante usual en el mundo del cómic, en el que de una manera bastante desenfadada para la época contaban la evolución de la enrevesada historia de amor entre la protagonista Omaha, una joven e ingenua stripper, y su novio, el niño bonito de Chuck, a través de un discurso que recuerda el de los culebrones televisivos que triunfaban en la década, incorporando buenas dosis de riqueza y glamour a una historia que se va tornando más compleja por momentos y cuyo punto fuerte era un novedoso y original tratamiento del sexo como algo natural y divertido, alejado de la exageración de los cómics pornográficos, y que chocó frontalmente contra el puritanismo e hipocresía imperante en la época en que empezó a publicarse la obra (es la época del reganismo en Estados Unidos). Tras las primeras historias dibujadas y guionizadas en solitario por Waller, su compañera sentimental Kate Warley se hace cargo de los guiones de la historia y, tras unos titubeantes comienzos, se hace con los personajes y dota a la serie de propia personalidad.

En este primer volumen de los cuatro de los que constará la edición que presenta Astiberri asistimos a ese titubeante proceso de maduración de los por entonces bisoños autores en un conjunto de historias que se me antoja en exceso irregular pero que, tras su lectura, prometen ir mejorando en próximas entregas. Kate Warley incorpora a la trama centrada en las aventuras y desventuras de la bailarina elementos de suspense, acción y buenas dosis de melodrama, junto a una pléyade de personajes secundarios que van enriqueciendo la historia conforme van adquiriendo humanidad y personalidades definidas, a pesar de su animalesco aspecto, y aumentando con ello la carga dramática de las situaciones en un interesante proceso de aprendizaje de una guionista ansiosa por sorprender al lector al tiempo que introduce constantes críticas al conservadurismo imperante en su tiempo que quizás a un descontextualizado y joven lector actual no le acaben de llamar la atención pero que el más maduro sabrá entender.

En el aspecto gráfico, Reed Waller, demuestra un gran talento a la hora de representar a los personajes individualizando sus rasgos y dotándolos de personalidad propia y fluidez, reflejando con soltura todo tipo de ambientes, situaciones o vehículos, evolucionando hacia un trazo más fino conforme va ganando confianza y fe en la historia atreviéndose con diseños de página más evolucionados y logrando que su capacidad narrativa también mejore.

Quizás lo que más me haya atraído de este primer volumen no haya sido el manejo de la trama que realmente espero mejore en próximas entregas sino el encanto que desprende la caracterización de los personajes y, en especial, su protagonista, la bella e insinuante Omaha dotada más allá de sus espectaculares curvas de una inocencia que seduce y atrapa al lector. También me ha gustado el tratamiento del sexo explícito que tiene un peso importante en la historia sin incidir en la narración, un elemento más de la caracterización de la vida sexual de una desinhibida y joven pareja que vive su relación al día frente a los prejuicios que les rodean, convirtiendo el cómic en denuncia y válvula de escape de una generación que supo entender el cómic –otros no lo entendieron y se dedicaron a quemar las librerías donde se vendía- y que leído hoy en día sirve de testimonio de una época no tan lejana.

Antes de esta cuidada edición, La Cúpula ya había publicado “Omaha” en España de manera incompleta, siendo la actual edición de Astiberri la que promete reunir todo el material publicado hasta la fecha.

Trailer “RocknRolla”

Guy Ritchie, supongo que muy a su pesar, es más conocido por ser el marido de su señora que por sus películas, aunque entre su filmografía algo escasa haya un par de títulos más que destacables, el tarantiniano y gamberro thriller en que convirtió a Pitt en un inolvidable gitano, “Snatch, cerdos y diamantes” y su opera prima “Lock and Stock”, en la que unos fulleros de poca monta se las ven y se las desean para mantener sus dedos unidos a sus manos y sirivió de carta de presentación de Jason Statham. Ahora, tiene a punto de caramelo esta “RocknRolla” –ya estrenada en Estados Unidos- una película con la que a juzgar por el trailer vuelve a la senda del thriller enrevesado y divertido en el que mejor se maneja tras títulos como la olvidable “Barridos por la marea” a mayor gloria de su señora o la guadianesca “Revolver” todavía –creo- sin fecha de estreno en España.

A mí como las dos primeras películas mencionadas me gustaron espero esta última con esperanzas y ganas. Ahí les dejo el trailer para que le echen un ojo y opinen.

lunes, 10 de noviembre de 2008

“Red de mentiras” de Ridley Scott

Así como por casualidad ayer nos plantamos en el cine y por el socorrido método del descarte entramos a ver la última película de Ridley Scott. Ya les comenté por aquí, que andaba un tanto decepcionado con el mayor de los Scott tras “American Gangster”, y aunque "Red de mentiras" es un producto lleno de tópicos y sin demasiada gracia, Ridley se salva gracias a su oficio de veterano en lo que es un primer paso hacia la reconciliación.

Basada en una novela de David Ignatius, antiguo corresponsal de prensa especializado en Oriente Medio y temas de terrorismo, William Monahan, el guionista de películas tan interesantes como “Infiltrados” nos cuenta la historia de cómo dos agentes de la CIA Roger Fenris (Leonardo di Caprio) y Eta Hoffman (Russell Crowe) intentan salvar al mundo civilizado deteniendo al escurridizo líder de una red terrorista jordana. Fenris es el joven agente de campo que debe llevar a cabo las misiones sobre el terreno al tiempo que negocia con la inteligencia jordana mientras que Hoffman es el veterano y cínico burócrata que supervisa sus operaciones cómodamente posicionado desde su casita mientras cuida de sus niños y refrena el entusiasmo de su pupilo.

Esta película poco va a aportar al género de espías aparte de la profesionalidad con que Scott y los protagonistas sacan adelante una trama roma y que pasa de puntillas sobre la compleja problemática política, simplificando los conflictos en exceso, para dejar que todo el peso de la historia recaiga en el poco creíble personaje interpretado por di Caprio y el manido planteamiento de buenos contra malos. Asumida esta opción, la película no es más que una puesta al día unos años después de la más que correcta “Juego de Espías” dirigida precisamente por el hermano pequeño de Ridley, Tony, en la que Crowe hace de Redford y di Caprio de Pitt. Consciente que la historia no pasa de ser un pastiche nada original el director dota a la historia de un ritmo frenético y un montaje nervioso que transmite bien la tensión bajo la que deben trabajar los agentes de campo en territorio enemigo y que ayuda a mantener entretenido al espectador durante las dos horas que dura la cinta más allá de lo precedible de su guión y lo simplón de su planteamiento. Scott rueda con oficio las espectaculares y realistas escenas de acción marca de la casa aunque no aporten nada de originalidad a lo ya visto en otras películas del mismo director como“Blackhawk derribado”. Lo mejor de la película es la labor interpretativa de la pareja protagonista, un Leonardo di Caprio muy solvente en un registro, el del aventurero exótico, que en “Diamantes de Sangre” ya demostró que dominaba a la perfección y un excelente Crowe que alejado cada vez más de su imagen de sex symbol brutote que le dio la fama gana como intérprete, clavando su interpretación del ambiguo y cínico Hoffman.

En definitiva, una película visualmente espectacular completamente artificiosa y llana que no funciona ni como reflexión sobre una de las más críticas problemáticas del nuevo milenio ni como mero producto de entretenimiento dado lo predecible, repetido e increíble de sus presupuestos. Sólo recomendable para los fanáticos de los actores o del director.

Ahí abajo les dejo un trailer de la película para que se hagan una idea.



domingo, 9 de noviembre de 2008

Tres noticias


¿Qué tiene esto, esto y esto en común? ¿La cultura del cómic está alcanzando tanto reconocimiento popular que se ha convertido en objetivo de los freaks del mundo y sus personajes son usados por ciudades semidesconocidas como plataforma para alcanzar sus quince minutos de gloria?¿Qué el cómic se asocie a este tipo de noticias es bueno o malo? Opinen, opinen.

“La mancha humana” de Philip Roth



En estos tiempos de supuesto cambio y euforia en la sociedad norteamericana y que afectaran, por ende, al resto del mundo no está de más echar la vista atrás y leer de nuevo “La mancha humana”, obra de uno de los escritores norteamericanos vivos más concienciados en desvelar lo que se oculta realmente tras los “sueños americanos”, Phillip Roth.

En “La mancha humana”, Roth nos relata a través de la narración en primera persona de su alter ego de ficción, Nathan Suckerman, la vida de Coleman Silk, un maduro, culto y atractivo decano de universidad especializado en lenguas clásicas próximo a la jubilación que de un día para otro se ve expulsado de la universidad y marginado socialmente como consecuencia de una acusación de racismo hacia unos estudiantes, sustentada únicamente en lo ambiguo de una frase. Silk pide airado que Suckerman denuncie su historia en unos de sus libros lo que llevará a Suckerman a ir descubriendo los secretos escondidos bajo la aparentemente irrepochable vida que Silk ha vivido en los últimos sesenta años y mostrar los personajes hipocritas, heridos y enfermos con que este se relaciona.

En “La mancha humanaRoth, a modo de parábola, analiza el clima existente en Estados Unidos a finales de los noventa cuando el país estaba estupefacto todavía como consecuencia del caso Lewinski. La novela de Roth y el personaje de Silk, concretamente, sobre el que gira la trama me recuerda poderosamente a Crhistmas, uno de los principales personajes de la maravillosa “Luz de agosto” de William Faulkner, novela en la que Faulkner se acerca a temáticas similares y que parecen endémicas del país de las oportunidades, aunque Faulkner las describa con un mayor pulso y una mejor técnica narrativa, ciñéndose a la historia que quiere contar y dejando que sea el lector quién saque sus propias conclusiones. En cambio, Roth tiende a la pontificación y las largas disquisiciones introspectivas que hacen que la historia carezca de ritmo y el resultado sea demasiado irregular, siendo lo más interesante de la obra como Roth desgrana las miserias de unos personajes interesantes, complejos y profundamente desestabilizados bien construidos.

La mancha humana” se me antoja triste, amarga y pesimista, por momentos soberbiamente escrita y por momento exasperante por un escritor que domina el oficio y pone sobre el tapete algunos de los peores males de las sociedades contemporáneas, pero que se pierde demasiado en sermonear desde sus páginas cuan un reverendo desde su púlpito.

Decidan ustedes mismos.

viernes, 7 de noviembre de 2008

De la crisis, el cómic y las editoriales


Ya sabrán ustedes si viven por estos mundos de dios, que estamos en crisis y, seguramente, quién más, quién menos se estará viendo afectado. Esto de las crisis económicas es como las fichas de dominó y el efecto mariposa de manera que si la Bolsa en Estados Unidos se hunde porque se han empachado de hipotecas basura, aquí los españolitos de a pie apretamos los dientes y nos disponemos a reducir nuestro dinerillo para el ocio para poder pagar las letras al banco. Salimos menos al cine ya que está por las nubes y generalmente hay poquita cosa interesante que ver, compramos menos cómics que dejaron de ser hace tiempo un entretenimiento barato y para todos los públicos para convertirse en un bien de lujo para treinteañeros, y abandonamos las cenas y las copas con los amigos por las noches que no hay economía que las asuma. Si total, nos resignamos, con una conexión a Internet y un cursillo rápido en domesticación de burritos, sapos y dioses de la guerra cualquiera tiene todo el mundo del ocio entre sus manos, aunque los sacrosantos señores de la SGAE no cejen, como es su obligación, de velar por los derechos de sus representados promoviendo cánones a diestro y siniestro e inspirando sentimientos encontrados en los que no queremos piratear porque somos gente de tronio y honrados como pocos pero adictos a unas aficiones que desde pequeñitos nos ha inculcado nuestra cambiante y ahora en crisis sociedad de consumo que de repente cuestan un pastón.


Y a todo esto, ¿le estará afectando esto de la crisis a nuestras editoriales de cómics que deben propocionarnos nuestro soma?¿Habrán sido previsoras hormiguitas o las estarán pasando canutas como las cigarras? Pues, bien, no tengo ni idea que para estas cosas, como buenas empresas que son, las empresas son muy suyas y hasta que no llega el momento de la suspensión de pagos, el ERE y echar a media plantilla ninguna suelta prenda, pero analizando un poquito el mercado parece que hay de todo.Desde las que parecen asumir que los tiempos de bonanza han pasado y hay que atarse los machos ajustando los costes, reduciendo las novedades pero cuidando la calidad, como parece ocurre con las pequeñas e intermedias como Astiberri, Sin Sentido, Dibbuks o Aleta, a las grandes como Planeta y Panini que no cejan en su empeño de seguir saturando las librerías mes tras mes con novedades publicadas de cualquier manera como si el asunto este de la crisis no fuese con ellas. Sin embargo, sí que va y al menos es evidente que en Planeta algo no funciona cuando las novedades anunciadas con meses de adelanto no aparecen (“Popeye“, “Madman”), se retrasan (“Coleccionable Batman”), cuando aparecen deben retirarlas apresuradamente a los dos días (“El almanaque de mi padre”) o se traducen y reproducen de aquella manera (“Durango”, “Legión de superhéroes”). Por la blogosfera, hay teorías para todos los gustos desde que se ha quemado la imprenta con la que Planeta suele trabajar hasta que ahora imprimen en China y por eso tarda más. Yo, personalmente, me apunto que están abaratando costes –que sí que la crisis también les ha llegado- trabajando con packagers más baratos que no son necesariamente los mejores ni los que tradicionalmente han trabajado en temas de cómics y el resultado final es el que es. Todo con tal de mantener sus cifras de venta aunque el producto final no reúna los mínimos de calidad que el lector se supone está pagando. Panini y Planeta tienen el respaldo de importantes grupos editoriales detrás y es difícil que se hundan, así que a pesar de este caos que les comento ellos van a seguir erre que erre con su particular guerra al margen de crisis cuan boxeadores sonados salvo que se reduzcan drásticamente sus ventas.

Pero parece que hay otra editorial dispuesta a conseguir pingües beneficios como sea en estos tiempos convulsos. Me estoy refiriendo a la emprendedora Norma que, ni corta ni perezosa, ha repercutido en los abnegados seguidores de sus colecciones la crisis con curiosas y hábiles medidas, que se reducen a una la uniformización de sus precios. De esta manera, a sus álbumes de cuarenta y ocho páginas, se les sube un eurito y pasan de los doce a los trece euros con la socorrida justificación que los derechos para hacerse con estas obras están más caros; las colecciones del sello ABC (Tom Strong, Promethea) da igual que los tomos de "Tom Strong" tengan 250 páginas o que tengan cien que todos valen quince euritos para redondear y a los últimos de “Promethea” se les sube el precios para celebrar que se acaba la cole. Pero, el mejor ejemplo de que a río revuelto ganancias de pescadores lo tenemos con la serie “Percevan” en la que en lugar de saldar los restos de Grijalbo y reeditarla de nuevo han recuperado de algún oscuro sótano la acartonada y amarillenta edición de 1987 para venderlo como novedad a los trece eurazos de rigor.

En fin, como ven, la crisis ha llegado más o menos a las editoriales y cada una ha reaccionado un poco en la línea que llevaba antes de la crisis. Lo que parece claro es que a pocas, por no decir ninguna, se le ha ocurrido demasiado tener en cuenta que pasará si los pobrecitos –cada vez más pobrecitos- freaks que las dan de comer comprando sus productos no pueden seguir durante mucho más tiempo sosteniendo tanto gasto y la burbuja (sí, sí, en esta industria como en la inmobiliaria también hay burbuja) se deshincha. Claro, que para preocuparse por eso tendrían que ser aficionados y ellos, en realidad, son profesionales.