viernes, 29 de febrero de 2008

Nominados del Salón de Barcelona: quiniela y valoraciones


Como todos los años se han publicado los nominados a los Premios del Salón del Cómic de Barcelona para su edición de 2008 elegidos por los profesionales, y yo, como suelo hacer habitualmente, con este tipo de cosas en lugar de publicar la lista entera que pueden consultar en un montón de sitios (por ejemplo aquí o aquí), voy a hacer mi quiniela, completamente subjetiva y parcial.
Antes de ello, un solo apunte, como ya ha ocurrido en otras ocasiones, se apunta a la polémica con algunas nominaciones en categorías en las que figuran algunos nominados que no cumplen los requisitos o ya han sido premiados en anteriores ediciones en la misma categoría. Ejemplos: en la categoría “Premio Divulgación del Cómic" el año pasado fue premiado Álvaro Pons, y, en la categoría "Autor Revelación", en la que se supone no pueden optar autores con más de dos obras publicadas, figura al menos uno , Carlos Vermut, que ya lleva publicadas más.
En un gesto que le honra el propio Carlos ha sido quién ha denunciado esta situación y pedido el voto, a nivel personal, para Clara Tarnit, y lo mismo ha hecho Álvaro pidiendo el voto para Darías
No se trata de ser mal pensados pero parece un poco sonrojante que ni la propia Ficomic, organizadora del Salón, sepa hacer cumplir las normas en la selección de los nominados. Si tan difícil es encontrar “autores revelación” o “divulgadores del cómic”lo mejor es que cambien la regla y así evitar suspicacias.

Vamos allá con los pronósitico:

Mejor Obra Extranjera: "RG" de Peeters y Dragon.

Autor Revelación Español: Alberto Vázquez.

Mejor obra Autor Español: “Arrugas” de Paco Roca.

Mejor Guión de Autor Español: “El Gabinete del Doctor Salgari” de Santiago Valenzuela.

Mejor Dibujo de Autor Español: “Jazz Maynard 1” de Raule y Roger Ibáñez.

Mejor Revista: "El Manglar".

Mejor Fanzine: Fanzine Enfermo.

Premio Divulgación del Cómic: Pepo Pérez.

A ver cuántos acierto…

Blogs corporativos de Cómic, sí, pero….


Que el fenómeno de los blogs tenía que instalarse en la esfera de las editoriales de cómics es algo que todos esperábamos. De hecho, lo raro es que las editoriales hayan tardado tanto en posicionarse mediante una herramienta versátil, barata y de sencillo manejo como es el blog.
En principio, en la Blogosfera impera el “vale todo”, con las autolimitaciones que el propio autor de la bitácora quiera imponerse, y cualquiera tiene libertad para abrir su blog en el que contar, informar o difundir lo que le apetezca, lo cuál ha dado pie al nacimiento de múltiples blogs particulares, cada uno reflejo de los gustos, intereses y aficiones de sus autores, que dan contada información acerca de todo lo habido y por haber, gratuitamente y rayanos por su calidad, en ocasiones, con lo profesional, lo que ha provocado, a veces, malos entendidos como el protagonizado hace unas semanas por aquí respecto al tratamiento de las informaciones.
En este sentido, la existencia de blogs de las propias editoriales en la que informen y contacten directamente con un público potencial sobre sus proyectos y novedades se hace necesaria y, de esa manera, funcionan blogs como los de Norma, Viaje a Bizancio o Diábolo, por poner sólo tres ejemplos. Bravo por la iniciativa. Es un paso adelante para dar oficialidad a las informaciones, publicitar sus publicaciones y mantener un contacto directo con los lectores que sólo debe servir para mejorar.
Sin embargo, Ediciones Glénat ha desarrollado una política distinta. Sus blogs bajo el sello corporativo de la página de la editorial son claramente subjetivos y “de firma”, con lo que no se hace más que generar dudas respecto a sus contenidos, dado que en determinados casos, sus autores, aparte de informar y comentar sus publicaciones, opinan y comentan sobre lo que les apetece. ¿Cuándo Hernán Migoya, Joan Navarro o Alejo Valdearerna opinan lo hacen individualmente o representan a la Editorial? Nada que objetar a que escriban como ciudadanos particulares sobre lo que les dé la gana pero si lo hacen como profesionales se supone que algún tipo de rigor deben tener y ya tenemos la polémica servida. La situación se vuelve más hiriente cuando en uno de los blogs de la Editorial, el Glob de Alejo Valdearena, se ironiza , bajo el personaje de Fofo, acerca del frikismo de los aficionados haciéndose pasar por uno de ellos. En este caso, ¿la editorial respalda la gracia de Alejo? ¿Ha habido posicionamiento de la editorial? ¿”Vale todo” en un blog corporativo? No lo sé, pero creo que Glénat debería aclarar algo al respecto. Quizás con un mensaje como los que aparecen en los programas de debate en las televisiones o en los periódicos indicando que la publicación no se responsabiliza de las opiniones de sus colaboradores bastaría para desmarcarse y aclarar la cosa, pero mientras esto no suceda Glénat juega al peligroso juego de tomar el pelo a aquellos que les mantienen con sus compras. Ellos verán...