lunes, 25 de junio de 2012

“Odio 6”, de Peter Bagge.


A lo tonto a lo tonto, la recopilación en integrales por parte de La Cúpula del “Odio” de Peter Bagge de la que escribí hace ya unos añitos ha llegado a su sexta entrega, primera en la que se incluye material inédito  en España y demostrando a pesar de los años y vaivenes en la vida de Buddy Bradley y Peter Bagge la gracia de la galería de personajes ideada por Bagge se mantiene.


De este modo, en esta nueva entrega nos encontramos con un maduro y responsable Buddy que intenta sacar adelante a su particular familia y que buscando diversificar su negocio de coleccionismo ve en el boyante mundo de la chatarra una nueva oportunidad para trapichear. Pero aunque Buddy cambie de aspecto con los años y prefiera disfrutar de ver crecer al pequeño Buddy Bradley III antes que una buena juerga, no puede desembarazarse de los notas de sus amigos dispuestos a meter la pata desenterrando un apestoso fantasma de su pasado o de su caótica esposa Lisa que con una amiga fundará su particular grupo musical  y por fin le llevará a conocer a su disfuncional familia.


Reencontrarse con Bagge y Buddy Bradley tras tantos años es como encontrar a un viejo amigo con el que perdiste el contacto con los años: el fondo de la persona sigue siendo el mismo quizás, pero la superficie ha cambiado moldeada por las experiencias –buenas y malas- de la vida. Quizás precisamente el principal mérito de Bagge en esta nueva entrega que recoge material publicado a lo largo prácticamente de una década esque  a pesar de los cambios sustanciales que ha ido incorporando respecto al rebelde Buddy y cia. de las primeras entregas ha sabido desarrollar una  evolución creíble del personaje y sus amigos, fiel reflejo en parte de la suya propia, sin perder por el camino la mirada irónica en torno al norteamericano medio aunque quizás sus nuevas historias sí  hayan perdido la mordacidad ruda de antaño hacia un humor más blanco y refinado.
Y es que la frescura con la que Bagge dibujaba esas primeras entregas se ha sustituido por el oficio de un autor veterano, que conoce a la perfección su personaje y lo maneja como quiere para satisfacción de unos lectores fieles que han envejecido a la par que el autor y el personaje.
Esperemos que este no sea el fin de “Odio” y Bagge siga ofreciéndonos en el futuro nuevos capítulos de la vida de Buddy ya que quizás sea en esta serie –y esto es una impresión mía- donde disfrutemos del mejor Bagge, tan cómodo y cercano con su alter ego como si se calzase unas zapatillas viejas  frente a la actitud  moralista y discursiva de  sus últimas y gruñonas obras.