martes, 13 de agosto de 2013

“Dial H: Dentro de ti”, de China Miéville, Mateus Santolouco, David Lapham y Riccardo Burchielli



Tenía mucha curiosidad por ver de qué era capaz China Miéville, consumado escritor de  evasiva y entretenida Fantasía oscura y lovecraftiana, en su primera incursión como framante guionista de cómics al frente de “Dial H”,una nueva serie englobada dentro de la llamada “segunda oleada” del NUDC llamada a dar una nueva oportunidad a un concepto clásico DC ideado en los sesenta pero que nunca ha acabado de consolidarse, y que por sus características se me antoja ideal para las cualidades de Miéville. Lo cierto es que, con cautelas, me ha convencido en Dentro de ti”, la primera entrega editada por ECC Ediciones que recoge los números cero a seis de la numeración norteamericana.

Nelson Jent es un tipo fracasado y pesimista al que aparentemente le espera un negro futuro en Littleville. Sin embargo, su destino parece que va a cambiar cuando Jent encuentra en una vieja cabina telefónica (¿?)un dial que le permite cada vez que marca la palabra “Héroe” encarnarse en un superhéroe a cuál más sorprendente. Jent con la ayuda de Manteau, quién también posee un dial similar, empezará a aprender las propiedades del misterioso objeto y a bregar contra amenazas tan bizarras como siniestras.

Quizás intentando emular el modelo de la British Invasión de los ochenta, en DC se han fijado en los nuevos talentos anglosajones y han contrado a un China Miéville que ha encontrado en “Dial H” un concepto para desarrollar todo su talento para la fantasía oscura de tintes pulp y su amor por lo bizarro acreditado a lo largo de su carrera literaria en una serie que, situada en los márgenes del Universo DC más glamouroso y con una editora tan aguda como Karen Berger al frente, puede ofrecernos momentos de dichoso entretenimiento friqui reverdenciendo las viejas glorias del añorado Sello Vertigo.

En esta primera entrega, Miéville ha dejado una buena carta de presentación de su estilo para aquellos que no lo conozcan por su obra literaria, presentando a un típico antihéroe como es el lamentable Nelson Jent y ofreciendo un elenco de avatares, tan imaginativo como en ocasiones ridículo, enfrentado a unos villanos lovecraftianos de los que tanto gustan al autor británico. Miéville afronta el reto con ganas y lleva la serie a su terreno dándole el tratamiento gótico urbano a los personajes con el que se ha hecho un nombre en la Ciencia Ficción y  representando una ciudad por la que transitan estos, Littleville, oscura y opresiva, junto a una trama entretenida en la que el protagonista ha de aprender a usar sus poderes al tiempo que neutraliza la amenaza planteada por -como no- un ente interdimensional, un extraterrestre perdido y una científica loca.

Es probablemente en la caracterización y motivación  de los personajes, el escaso refinamiento en los detalles y cierto embarullamiento en el desarrollo de la trama donde todavía se nota la inexperiencia en el medio de un Miéville que peca por exceso a la hora de ofrecer ideas a lo bruto y conceptos novedosos sin la necesaria profundización con lo que no acaba de sacarle todo el partido que debería a sus buenas ideas, llegando a abusar en  mi opinión en demasía de la vertiente cómica de la serie, poco ayudado en ese sentido por la terna de dibujantes que le han tocado en suerte. A pesar de ello,  estoy deseando ver entre otras cosas cómo incorpora su progresismo político en la conservadora DC.


En el aspecto gráfico, Miéville se encuentra correctamente acompañado por Mateus Santolouco, un dibujante italiano de estos que tanto abundan últimamente en DC que sin demasiados alardes se ajusta a las demandas del autor y cumple unos mínimos con un dibujo de narrativa correcta y escasa espectacularidad pero en el que las caracterizaciones sombrías y la versatilidad a la hora de dibujar todo tipo de personajes le permite adaptarse bien a lo que el guionista demanda salvo en los momentos en que tiene que desarrollar cierta vis comica. En los dos episodios de relleno, David Lapham y Riccardo Burchielli, no mantienen el nivel de Santolouco haciendo que este salga reforzado en la comparación. Las portadas de Brian Bolland como siempre son una garantía.

Dial H” es una serie llena de posibilidades y China Miéville con apoyo por parte de la editorial y un poco de paciencia un autor ideal para desarrollarlas. Solo hace falta que le dejen en DC. Veremos…