Tenía mucha curiosidad por
ver de qué era capaz China Miéville, consumado escritor de evasiva y entretenida Fantasía oscura y
lovecraftiana, en su primera incursión como framante guionista de cómics al
frente de “Dial H”,una nueva serie englobada dentro de la llamada “segunda oleada”
del NUDC llamada a dar una nueva oportunidad a un concepto clásico DC ideado en los sesenta pero que nunca ha acabado de consolidarse, y que por sus características se me antoja ideal para las cualidades de Miéville. Lo
cierto es que, con cautelas, me ha convencido en “Dentro de ti”, la primera
entrega editada por ECC Ediciones que recoge los números cero a seis de la
numeración norteamericana.
Nelson Jent es un tipo
fracasado y pesimista al que aparentemente le espera un negro futuro en
Littleville. Sin embargo, su destino parece que va a cambiar cuando Jent
encuentra en una vieja cabina telefónica (¿?)un dial que le permite cada vez
que marca la palabra “Héroe” encarnarse en un superhéroe a cuál más
sorprendente. Jent con la ayuda de Manteau, quién también posee un dial similar,
empezará a aprender las propiedades del misterioso objeto y a bregar contra
amenazas tan bizarras como siniestras.
Quizás intentando emular el
modelo de la British Invasión de los ochenta, en DC se han fijado en los nuevos
talentos anglosajones y han contrado a un China Miéville que ha encontrado en
“Dial H” un concepto para desarrollar todo su talento para la fantasía oscura
de tintes pulp y su amor por lo bizarro acreditado a lo largo de su carrera
literaria en una serie que, situada en los márgenes del Universo DC más
glamouroso y con una editora tan aguda como Karen Berger al frente, puede
ofrecernos momentos de dichoso entretenimiento friqui reverdenciendo las viejas
glorias del añorado Sello Vertigo.
En esta primera entrega,
Miéville ha dejado una buena carta de presentación de su estilo para aquellos que no lo conozcan
por su obra literaria, presentando a un típico antihéroe como es el lamentable
Nelson Jent y ofreciendo un elenco de avatares, tan imaginativo como en
ocasiones ridículo, enfrentado a unos villanos lovecraftianos de los que tanto
gustan al autor británico. Miéville afronta el reto con ganas y lleva la serie
a su terreno dándole el tratamiento gótico urbano a los personajes con el que se ha hecho un nombre
en la Ciencia Ficción y representando una ciudad por la que transitan estos, Littleville, oscura y opresiva, junto a una trama entretenida en la que
el protagonista ha de aprender a usar sus poderes al tiempo que neutraliza la
amenaza planteada por -como no- un ente interdimensional, un extraterrestre perdido y una científica loca.
Es probablemente en la
caracterización y motivación de los
personajes, el escaso refinamiento en los detalles y cierto embarullamiento en el
desarrollo de la trama donde todavía se nota la inexperiencia en el medio de un
Miéville que peca por exceso a la hora de ofrecer ideas a lo bruto y conceptos novedosos
sin la necesaria profundización con lo que no acaba de sacarle todo el partido
que debería a sus buenas ideas, llegando a abusar en mi opinión en demasía de la vertiente cómica de
la serie, poco ayudado en ese sentido por la terna de dibujantes que le han tocado en suerte. A pesar de ello, estoy
deseando ver entre otras cosas cómo incorpora su progresismo político en la conservadora DC.
En el aspecto gráfico, Miéville
se encuentra correctamente acompañado por Mateus Santolouco, un dibujante italiano de
estos que tanto abundan últimamente en DC que sin demasiados alardes se ajusta a las demandas del autor y cumple unos mínimos con un dibujo de narrativa correcta y escasa
espectacularidad pero en el que las caracterizaciones sombrías y la
versatilidad a la hora de dibujar todo tipo de personajes le permite adaptarse
bien a lo que el guionista demanda salvo en los momentos en que tiene que desarrollar cierta vis comica. En los dos episodios de relleno, David
Lapham y Riccardo Burchielli, no mantienen el nivel de Santolouco haciendo que
este salga reforzado en la comparación. Las portadas de Brian Bolland como
siempre son una garantía.
“Dial H” es una serie llena
de posibilidades y China Miéville con apoyo por parte de la editorial y un poco
de paciencia un autor ideal para desarrollarlas. Solo hace falta que le dejen
en DC. Veremos…
3 comentarios:
Bueno, la serie acaba en el nº 15 americano, de forma un poco precipitada, aunque hay un par de capítulos (especialmente el de los grafitis) bastante potables. No sé si para cerrar argumentos o qué, pero hay un número especial de la JLA relacionado con esta serie, que creo que sale pronto.
tiene una pinta fabulosa, probablemente lo adquiera la penúltima semana del mes
Jose Enrique,
Buff...Ya me he enterado. Y la Berger también se la han llevado por delante.
Y es que China sería un autor genial para el Vertigo de los ochenta aunque me temo que difícil de cuadrar en el nuevo esquema DC. Una pena.
DOKTOR FREAK,
Pues estupendo. Ya nos contarás que te parece.
Impaciente Saludos.
Publicar un comentario