

En el aniversario del nacimiento de Batman, este recibe un misterioso mensaje con una única frase “Conoce a tus enemigos”. En seguida, el Hombre Murciélago se pone en guardia porque resulta que alguien ha organizado la fuga de toda su galería de enemigos, tanto los de Arkham como los de la Prisión de Gotham. Ese misterioso personaje tiene un plan para acabar con Batman y convence a los otros villanos para que secuestren a los seres queridos de Bruce Wayne. Batman deberá descubrir quién es su enemigo misterioso antes que acabe con los rehenes.

Doug Moench, un reputado guionista de los de antes (principio, nudo y desenlace, todo bien clarito y ante todo entretenimiento garantizado), monta en apenas poco más de cincuenta páginas una magnífica historia, en la que recoge perfectamente la esencia del Batman detectivesco que había triunfado en los setenta y adelanta los elementos fatalistas en los que Miller profundizaría en “Año Uno”, manejando con habilidad una galería de personajes que supera el que Loeb y Lee utilizan en “Silencio”, organizando además la historia para que el inigualable elenco de dibujantes que realiza cada capítulo –en el que destacan tipos como Sienkiewicz, Joe Kubert, Art Adams, George Perez, Steve Rude, Brian Bolland o Tom Sutton, por nombrar unos cuantos- tenga su protagonismo sin que ello perjudique la coherencia interna de la historia. Moench tiene ya detalles de guionista veterano, de los de la antigua DC, que quizás al lector más joven molesten pero que a mí personalmente me encantan…Si suelto de la trena a todos los villanos de Batman explico que luego no todos participan en la historia porque unos prefieren seguir su propio camino y rechazan el plan del que les ha soltado, que si Batman tiene que resolver un acertijo es un acertijo accesible a cualquiera, que Batman sorprende a los villanos comiendo, claro, es que los villanos también tienen que comer…

“Batman 400” es un tebeo con un encanto añejo, sí. Pero sigue siendo un excelente tebeo de superhéroes y es una pena que pase tan desapercibido. Para mí, desde luego, sigue siendo una de mis historias favoritas de Batman y la portada doble de Sienkiewicz una de mis favoritas de todos los tiempos.