viernes, 28 de junio de 2013

“Flinch 3: Observándote”, de VVAA.




ECC Ediciones ha finalizado con este tercer volumen que incorpora los números 12 a 16  la reedición de “Flinch”, intento de DC de resucitar a inicios del siglo XXI dentro del Sello Vertigo la fórmula que triunfara cincuenta años antes en series de culto como “The vault of horror” o “Tales from the Crypt” de la Editorial EC con nuevas historias de terror contemporáneo realizadas por guionistas y dibujantes de la talla de Brian Azzarello, Bruce Jones, Joe R. Lansdale, John Arcudi, Mat Johnson, Mike Carey, Paul Jenkins, .Berni Wrightson, Craig Hamilton, David Lapham, Esad Ribic, Frank Quitely, Javier Pulido y Tim Truman.

Transmitir miedo es probablemente uno de los mayores desafíos que puede tener cualquier autor, especialmente en el ámbito de los cómics y la sociedad contemporánea donde el que más y el que menos ya está curado de espantos y al paso de unas pocas páginas uno puede asistir al desenlace de la historia ahorrándose el susto o la sorpresa. Quizás por esa dificultad añadida la fórmula que triunfó en los años cincuenta en los noventa a lo largo de este volumen va desinflándose hasta que, en las historias finales de este volumen, toca fondo con un conjunto de historias irregulares e insatisfactorias a pesar del talento contrastado de sus autores. A pesar de la sensación agridulce que deja ese desenlace final (básicamente con las historias de la secuela "The Unexpected", también incluida en este volumen) no por ello hay que dejar de destacar la primera mitad del TPB con historias bastante conseguidas.

En ese sentido, creo que las mejores historias de terror son aquellas guionizadas por todo un maestro del género como Bruce Jones quién no solo da con un acertado tratamiento en las dos historias incluidas en este tomo sino que aprovecha de las calidades dispares de los dos estupendos dibujantes con los que colabora – Bernie Wrightson y Frank Quitely- para adaptarse a las características de los dibujantes y potenciar sus cualidades gráficas. También es de destacar por su atrevimiento el “terrorífico” funny animals con el que se atreve Tim Truman (dibujo) y Joe Landsdale (guión)  dando su animalesca versión de la ya famosa leyenda del cantante de blues que ofreció su arma al diablo a cambio de talento. Es precisamente hasta la historia de Wrightson y Jones que el tomo se lee con agrado e interés antes de caer en picado con historias poco logradas merced a equipos poco compenetrados, confusos desarrollos o pobres planteamientos que llegan a tocar fondo en el caso de la sencilla historia de terror gótico ideada por  Mike Carey y Craig Hamilton como consecuencia de la pobre reproducción de esa historia.

En resumen, “Flinch” fue una serie con más luces que sombras que quedan perfectamente reflejadas en esta última entrega, una serie que probablemente  chocó con la incomprensión de unos lectores potenciales demasiado resabiados a estas alturas de la fiesta como para dejarse asustar fácilmente.  Y es que eso de dar miedo cada vez está más complicado.

jueves, 27 de junio de 2013

“Superman: La creación de un superhéroe”, de David Hernando.



Estos días, que anda todo el mundillo alborotado debatiendo sobre la penúltima película sobre el Hombre de Ácero dirigida por Zack Snyder, no está de más dar un paso atrás y aprovechar la coyuntura para coger perspectiva con tranquilidad disfrutando de la lectura de “Superman: La creación de un superhéroe”, obra de un gran conocedor del género superheroico en general como es David Hernando y  del personaje en particular gracias a su labor como editor de sus cómics durante un prolongado período del tiempo de la década anterior. Y es que a pesar de las demoras y diversas vicisitudes que ha sufrido  la publicación de este ensayo desde su programación inicial explicados por su autor en el prefacio de la obra, creo que la espera ha merecido la pena y el momento elegido para su publicación por Timun Mas es el idóneo para que una obra de estas características llegue a un público generalista.

Con un estilo ameno y una narración fluida y accesible, Hernando resume en apenas 270 páginas la historia de Superman desde su creación hasta el inicio del NUDC y el enésimo relanzamiento del personaje, prestando especial atención tanto a su gestación  y las luces y sombras de su historia en los cómics, referenciando sus etapas e historias más destacables así como explicando  su incidencia progresiva en otros medios desde las primeras series de animación y programas radiofónicos hasta las diversas películas y series de televisión contemporáneas, incluida la historia de los diversos proyectos que por suerte nunca llegaron a ver la luz. Como no puede ser de otro modo, Hernando hace asimismo un seguimiento acertado y sin caer en el apasionamiento desaforado respecto  la historia de los creadores del personaje, Jerry Siegel y Joe Shuster, y sus herederos y sus peripecias en su lucha por recuperar los derechos sobre el personaje

Hernando consigue un texto generalista muy equilibrado y de agradable lectura que pueden disfrutar tanto los aficionados y fans acérrimos que conozcan al detalle todas las historias referenciadas como los que quieran una guía inicial para sumergirse  posteriormente en mayor detalle  en los divesos aspectos de la interesantísima historia de una de las creaciones de ficción más icónicas y representativas del siglo XX.

miércoles, 26 de junio de 2013

“Buen perro”, de Graham Chaffee.

 


La Cúpula ha publicado este mes “Buen Perro”, la opera prima de Graham Chaffee, un tatuador de escasa trayectoria en el mundo del cómic pero que ha llamado la atención a propios y extraños con este título en el nos muestra las andanzas de un perro vagabundo.
Iván es un perro sin dueño que sufre pesadillas en las que es acosado por gallinas y conejos mientras en sus vigilias trata de sobrevivir al tiempo que busca un buen amo que le quiera. En su deambular, Iván acabará formando una manada de perros vagabundos orgullosos de su libertad que pondrá en tela de juicio sus deseos y creencias.
Chaffee se marca una fábula moral en torno a la alienación del desubicado y necesidad de encontrar nuestro lugar en el mundo explicando las experiencias perrunas de su perdido protagonista en una historia entretenida y de agradecida lectura inspirada en clásicos de un género que no suele defraudar. Más allá de títulos clásicos como “La colina de Watership” o “Rebelión en la granja” impregnados de épica y/o crítica política Buen perro” está más cercano al costumbrismo norteamericano del “Tombuctú” austeriano o películas Disney como “Bambi” o “La Dama y el Vagabundo”.
 Chaffee contextualiza la historia en una pequeña ciudad norteamericana de los años cincuenta que muestra a través del deambular del perro logrando una cuidada ambientación que es uno de los puentes fuertes del cómic a través de las diversas localizaciones que describe con detalle, desde las calles comerciales y parques frecuentados por blancos hasta los barrios deprimidos en los que habitan negros y alcohólicos lo que hace suponer que la historia se sitúa en algún lugar del Sur del país.

Por otro lado, Chaffee se muestra como un narrador ágil que sin demasiados aspavientos ni recursos narrativos desarrolla la historia permitiéndose solo incorporar al tratamiento realista de la historia alguna licencia más expresiva al plasmar las pesadillas que sufre el can protagonista. Chaffee muestra una fuerte influencia de autores clásicos como Eisner y modernos como los Hernandez Bros, siendo quizás la presencia de Beto y su “Palomar” la más evidente.
Buen Perro” es una obra más que satisfactoria a pesar de su sencillez gracias sobre todo al tono  amable y predecible en el que está desarrollada, aun cuando quizás por la poca experiencia del protagonista determinadas situaciones hubieran requerido de un mayor aporte dramático, resuelta con un agradecido final abierto que será del gusto de la mayoría de lectores.

Es de esperar que en el futuro Chaffee nos sorprenda con obras más ambiciosas. Mientras llegan este "Buen Perro" es una más que correcta presentación.

lunes, 24 de junio de 2013

“Lobenzno y la Patrulla X 3: El circo asesino”, de Jason Aaron, Nick Bradshaw, Steven Sanders y David López,





Vaya por delante, me lo paso pipa con esta serie Jason Aaron tras los obligados cruces con el megaevento de Los Vengadores VS La Patrulla Xcoge carrerilla en los números 11 a 13 de la numeración española de Panini (19 a 24 de la serie norteamericana) y se suelta la melena para continuar ofreciendo un entretenidísimo cómic de superhéroes cuyo principal aliciente es no tomarse para nada en serio los tópicos del género superheroico y las fórmulas de las cabeceras mutantes para satirizar con ingenio, cariño y conocimiento unos y otros.

En estos números, el bondadoso Nydo yace en coma tras ser atacado por los chavales del Club Fuego Infernal y la Bestia intenta por todos los medios salvarle de una muerte segura mientras Kitty Pryde, la directora de la Escuela Jean Grey, entrevista a diversos candidatos para elegir al nuevo miembro del claustro que sustituirá a Vaina. A todo esto, el Circo Asesino del monstruo de Frankenstein llega al tranquilo condado de  Westchester para vengarse del linaje del creador del monstruo y de paso esclavizar las almas de todos los habitantes del condado obligando mágicamente a los profesores mutantes a actuar como atracciones del circo. Serán los alumnos liderados por el inefable Quentin Quire quienes se opondrán a los planes del trágico monstruo de Frankenstein.

Creo que no voy muy descaminado si afirmo que Jason Aaron es uno de los  guionistas más versátiles que hay actualmente trabajando en el mainstream  sorprendiendo hasta al lector más exigente con cada nueva entrega de su “Lobezno y la Patrulla X, una serie completamente alejada del registro dramático y realista de sus anteriores obras. Y es que en esta nueva historia, Aaron demuestra su conocimiento de los personajes y las series inspirándose en un concepto como el Circo de Arcade al que se enfrentara la Patrulla X hace décadas asociándolo sin complejos con el terror clásico y ortodoxo del monstruo de Frankenstein en una formula que hace de la sátira y la mofa de los tópicos del género su punto fuerte (¿Los alumnos rescatando a los profes?). Es precisamente esa combinación de ausencia de complejos a la hora de incorporar alusiones a elementos clásicos de la historia mutante tamizados por un tratamiento alejado del recargado malditismo tan propio de las series de mutantes es el que hace de esta serie una lectura tan recomendable.

Aaron introduce tramas frescas, imaginativas y sorprendentes en las que casi todo vale y en las que el  variado reparto coral de personajes va alternando su protagonismo para tener cada uno de ellos su momento de gloria en un batiburrillo aparentemente caótico que el guionista, sin embargo, maneja a la perfección.

En el aspecto gráfico, Nick Bradshaw sigue mostrando sus buenas maneras siendo capaz de hacer frente a todas las exigencias que los ambiciosos guiones de Aaron exigen, dibujante multitud de personajes en cada viñeta sin perder la claridad narrativa y cuidando cada detalle de la historia. Steven Sanders y David López cumplen con eficacia en sus respectivas entregas y dando oxígeno con los plazos al dibujante titular.

En fin, Aaron sigue deleitándonos con una serie que pone en evidencia a todos aquellos que consideran el género superheroico en crisis e incapaz de reinventarse con una serie divertida en la que siempre va un par de pasos por delante de sus lectores.

domingo, 23 de junio de 2013

Kim Thompson (1956-2013)



Esta semana nos ha dejado Kim Thompson, un visionario en esto de los tebeos, que quizás a bote pronto a muchos aficionados no diga demasiado su nombre hasta que lo relacionen con los de autores cuya obra ayudó a difundir desde Fantagraphics, la editorial de cómic alternativo fundada por Gary Groth que salvó de la bancarrota donando su herencia personal y en la que trabajó hasta el final, y en la que ha publicado a gente del talento de Chris Ware, Joe Sacco, Linda Medley o Stan Sakai y desde la que introdujo en el mercado estadounidense a autores europeos de la talla de Tardi, Emile Bravo, Trondheim o Jason.

Si algo demostró Thompson fue su capacidad para identificar el talento, apoyarlo y promocionarlo manteniéndose en un discreto segundo plano.

D.E.P.


sábado, 22 de junio de 2013

Cartel de las IV Jornadas de Cómics de Novelda.




Las jornadas de Cómics de Novelda alcanzan su cuarta Edición y para celebrar la ocasión han encargado el cartel a Fernando Dagnino quién, a pesar de trabajar más con DC que con Marvel, se marca un cartel molón que bien podría haber publicitado el reciente megaevento marvelita “Los Vengadores VS La Patrulla X”.  Se supone que el Cartel se inspira en la preciosa Casa Museo modernista de la localidad, pero salvo el medallón del medio yo no veo mucho más homenaje.

Con todo, un cartel muy chulo. Los que quieran saber más sobre las Jornadas, pueden informarse por aquí.

viernes, 21 de junio de 2013

“¡ Batman y Robin deben morir!”, de Grant Morrison y otros.



Hoy que está todo el mundillo empeñado en escribir sobre “Superman”, yo he cruzado la calle para recuperar la lectura de “¡Batman y Robin deben morir!”, el tercer tomo de la recopilación que ECC Ediciones está realizando de la etapa de Grant Morrison al frente de “Batman and Robin” –cuyas anteriores entregas ya analicé aquí y aquí- que abarca los números 13 a 16 de la serie original con lo que finalizaría la etapa de Morrison  al frente de los guiones de la serie y enlazaría con Batman Inc.” . Además, el tomo incluye  el “Batman” 700 también guionizado por Morrison pero sin relación con la historia que construyó en las diversas cabeceras del murciélago.

En este tomo, tras descubrirse quién se escondía en realidad tras la identidad de Oberon Sexton, los nuevos Batman y Robin  han de parar los pies del pérfido Simon Hurt y el Profesor Pyg antes que desencadenen la locura y el caos en Gotham City.

Apabullante fin de fiesta el que montó el escocés en los cuatro números que cierran su etapa al frente de la serie con una exigente narración que obliga al lector a estar al tanto transversalmente de lo que andaba cociendo en las otras colecciones de “Batman” antes del inminente regreso de Bruce Wayne de su supuesta muerte e iniciar un nuevo ciclo con “Batman Inc.. Morrison hace un exigente ejercicio de estilo reinterpretando a su manera muchas de las constantes argumentales tópicas en los cómics de “Batman” pasadas por su tamiz proponiendo un tour de force (auto)referencial en el que es bastante complicado seguirle y del que resulta más sencillo caerse y salirse de la historia. Eso sí, si el lector implicado consigue mantenerse a lomos del caballo desbocado la cabalgada merecerá la pena.
 En el aspecto gráfico, el personalísimo estilo de Frazer Irving, frío y distante aunque a su manera espectacular, ayuda a mantener el desconcierto del lector apostando por fórmulas arriesgadas que incorporen un punto del pandemonium que es la historia a la narración que me temo no habrá sido entendido por muchos. En las portadas, Quitely sigue luciéndose con motivos referenciados a la larga historia de “Batman”, aunque en este tomo Irving le gane la partida en más de una ocasión en las portadas alternativas.

El “Batman 700” es una entretenida historia prototípica desarrollada en diversos lapsos temporales, en la que Morrison presenta a distintas encarnaciones de Batman unidas para resolver un caso a lo largo del tiempo. Es una historia efectiva y entretenida que permite disfrutar además de las aportaciones de los Tony Daniel, Andy Kubert, Frank Quitely, David Finch o Scott Kolins.

En resumen, Morrison pone el colofón en este volumen a una manera de afrontar el universo del Hombre Murciélago, innovando desde el profundo conocimiento del personaje y su universo para ofrecer soluciones tan impactantes como renovadoras en una etapa que será recordada como una de las más ambiciosas y revolucionarias a lo largo de los más de setenta años de historia del personaje.

jueves, 20 de junio de 2013

“Panorama: La novela gráfica hoy”, de VVAA.



Detrás de una estupenda portada de Javier Olivares, se esconden los treinta autores elegidos por Santiago García para mostrar su personal panorama de la novela gráfica española hoy. Una obra indispensable para hacerse una idea del buen momento a nivel autoral que está viviendo el cómic en España, más allá de su escasa trascendencia fuera del cerrado mundillo de los pocos aficionados que lo siguen, en la que seguramente son todos los que están aunque no estén todos los que son, ofreciendo la selección un batiburrillo heterogéneo  de inquietudes y personalidades como el concepto indeterminado, más allá de la propia voluntad de identificarse como tales, de los autores que agrupa.

Vaya por delante que considero que Santiago García – el coordinador y prologuista de esta antología publicada por Astiberri- es uno de los mayores conocedores, estudiosos y divulgadores de Cómic españoles. Por ello, no entiendo como en el prólogo de la obra para ensalzar los valores positivos de los “novelistas gráficos” y describir la paupérrima industria del cómic nacional ante el potencial público lector con escasos conocimientos del tema al que imagina dirigirse cae en el error  de despreciar al aficionado y coleccionista de siempre que sigue siendo el consumidor principal de esa raquítica industria, al que viene a calificar como un "nostálgico de la infancia" o un "coleccionista patológico". Es una lástima que a estas alturas, García -y otros sean  presas de un mal español muy extendido que para ensalzar y diferenciar sus obras y opiniones respecto a los cómics de género vienen a despreciar a sus aficionados, con parecidos argumentos a los que se venían esgrimiendo hace décadas por gentes que al menos no se tenían por expertas  en tebeos (o quizas, sí)..

Dicho esto, la treintena de historias incluidas en esta obra no dejan de reivindicar a los autores de aquí, más allá de su condición o no de novelistas gráficos, autores en su mayor parte que todavía no han tenido la fortuna de ser profetas fuera de su tierra, y en algunos casos ni siquiera en ella, esperando encontrar en esta obra una aspiración legítima en cualquier artista, un vehículo para llegar a ese público potencial ajeno al mundillo, nacional e internacional, al que convencer de su talento. De forma asumida, García no cuenta con los autores españoles que están triunfando internacionalmente ya sea en el mercado mainstream norteamericano -como pueden ser los Aja, Martin, Janin- , los autores consolidados al otro lado de los Pirineos -como pueden ser los Prado, Pellejero, Guarnido, ...-  para centrarse en una montonera diversa formada por Paco Alcázar, Antonio Altarriba y Kim, Clara-Tanit Arqué, Gabi Beltrán y Bartolomé Seguí, Juan Berrio, Ramón Boldú, Gabriel Corbera, Carlos de Diego, José Domingo, Miguel Gallardo, Miguel Ángel Martín, Max, Micharmut, Álvaro Ortiz, Pere Joan, Mireia Pérez, Marcos Prior, Rayco Pulido, Sergi Puyol, Paco Roca, David Rubín, Juanjo Sáez, David Sánchez, Fermín Solís, Santiago Valenzuela, Juaco Vizuete, Alfonso Zapico, Irkus M. Zeberio.

 Se trata por tanto, conociendo en algo los nombres y trayectorias de estos autores, de una mezcolanza heterogénea de autores de diversas edades e inquietudes que encuentran bajo la etiqueta propuesta por García una ventana más para mostrar su producción –en mi Twitter de aquí al lado, ya sabéis @PAbloUatu, iré haciendo minireseñas de cada una de estas historias- publicitando en algunos casos directamente sus obras propias con historietas complementarias de su producción o historias dispersas de mayor o menor interés. El conjunto es necesariamente desigual, con historias excelentes junto a otras que no lo son tanto dependiendo del gusto de cada cuál, como no puede ser de otro modo en autores que se encuentran en diversos momentos de su carrera profesional y muestran diversos posicionamientos en torno al cómic como medio de expresión.

En fin, “Panorama” es un libro bonito y voluntarioso más allá de sus limitaciones, hecho con cariño y esmero en el que difícilmente el lector que se acerque al mismo -¿de verdad creen que van a acercarse a la obra lectores sin conocimiento previo de cómics?- no encontrará al menos una historia que le guste, un anzuelo para picar posteriormente con otras obras  publicadas de unos autores que más allá del éxito personal de cada uno no han perdido la ilusión por hacer cómics. Si ese segundo paso se logra, “Panorama” habrá servido ya para mucho.

miércoles, 19 de junio de 2013

“Rocky”, de Jaime Hernández.




La editorial Fulgencio Pimentel sorprende con la publicación en formato álbum las historias de diversa extensión que Jaime Hernández crease a mediados de los ochenta en los primeros números de la histórica “Love & Rockets” protagonizadas por Rocky, uno de sus personajes menos conocidos. Un conjunto de pequeñas historias que nos muestran a un Jaime en bruto pero ya poseedor de su característico estilo.
Rocky es una joven de dieciséis años que sueña constantemente en escaparse de casa para vivir aventuras, acompañada por su inseparable compañero róbot Patoso. Rocky intentará vivir una y otra vez sus fantasías adolescentes lo que la llevará a viajar por el espacio, enfrentarse a monstruos gruñones o visitar nuevos planetas en los que habitan maltratadores de róbots.
En “Rocky”, nos encontramos al Jaime Hernández más evasivo y rebelde explorando situaciones y carácteres que puliría en su por entonces incipiente serie “Locas”, mezclando como en aquella el costumbrismo de una familia negra pobre con elementos de imaginería de ciencia ficción. De este modo, ”Rocky" se acaba convirtiendo en una especie de “Little Nemo in Slumberland” o “Archie” de barriada, reinterpretado a través de la particular visión de Jaime Hernández que incorpora a las historias progresivamente elementos de ciencia ficción y superheroicos así como de la cultura de barriada que mamó desde su infancia dando a las sencillas tramas un acabado surrealista y naif. Jaime hace uso de las diversas historias para pulir su exquisito trazo y mostrar diversas influencias gráficas, desde los monstruos monolíticos inspirados en Kirby a la caricaturización de las facciones de los personajes propia de Bob Montana o Dan de Carlo, los claroscuros, las anatomías y composiciones de Steve Ditko y, en esta obra especialmente, Alex Toth. .

A pesar del interés arqueológico y completista las historias incluidas en este volumen no dejan de ser un punto y aparte en la amplia producción de Jaime Hernández, un ejercicio de estilo en la que rastrear y conectar transversalmentecon la novela-río que es “Locas” y  sus continuaciones atisbando los orígenes del talento del Jaime Hernandez más primitivo antes de embarcarse en la lectura de su monumental obra posterior. Eso sí,  a ese precio indispensable solo para los muy fans de Jaime Hernández.

lunes, 17 de junio de 2013

“Shield”, de Jonathan Hickman y Dustin Weaver.


Presumo que la obra más estimulante y por la que menos será recordado Jonathan Hickman a lo largo de su etapa en Marvel serán las dos miniseries de "Shield", que ha dedicado a explicar el origen de la organización de Espías del Universo Marvel por excelencia y que haya realizado junto al dibujante Dustin Weaver, y que en España ha publicado Panini en once grapas a lo largo de un par de años a la espera de una hipotética conclusión sin fecha todavia prevista, vista la cada vez más apretada agenda del guionista y la exasperante lentitud del dibujante.

¿Y si Shield, la organización mundial de espionaje liderada por Nick Furia tuviera un origen mucho más oscuro y remoto del que imaginemos?¿Y si se remontara al antiguo Egipto de los faraones y a la misma han pertenecido a lo largo de la Historia miembros tan insignes como Nostradamus, Miguel Ángel, Leonardo Da Vinci, Isaac Newton o Nicola Tesla? ¿Y si la organización ha velado oculta velando por el futuro del hombre a pesar de sus propias luchas internas? ¿Se puede escribir un tebeo sobre Shield sin contar con Nick Furia? Hickman a lo largo de los once números de la serie responde a todas esas preguntas y deja pendientes algunas más.

Resulta fascinante como Hickman es capaz de reinventar un concepto tan asentado dentro del Universo Marvel haciéndolo evolucionar hasta convertirlo en una de las ideas con más posibilidades de desarrollo que han surgido en la Editorial en años. Y es que Hickman no solo incorpora  a la historia sus temáticas favoritas tratadas ya de algún modo u otro en sus cómics –las sociedades secretas y las conspiraciones, los viajes en el tiempo, la reinterpretación de personajes históricos o la Física Cuántica…–  en un totum revolotum que enganchará a nuevos lectores sino que además es capaz de implementar multitud de hechos novedosos en la continuidad del Universo Marvel sin que esta se resienta contentando a los aficionados más veteranos al tiempo que deja la puerta abierta para seguir enriqueciendo la historia de múltiples maneras tal y como demostró con las pequeñas historias dibujadas por Nick Pitarra, Zachary Baldus, Kevin Mellon y Gabriel Hernández Walta, respectivamente para el especial “Shield Infinity”. A lo largo de estos once números, Hickman derrocha ideas y es previsible que si alguna vez cierra la historia estaremos ante uno de los cómics mainstream más apasionantes de las últimas décadas.

En el aspecto gráfico, Dustin Weaver está a la altura de la magnitud épica de la trama ideada por Hickman dotando a todas sus páginas de enormes dosis de espectacularidad al tiempo que cuida minuciosamente los detalles de cada viñeta dotando a la ambientación de la historia de una estética streampunk variada y exquisita.

 Weaver se adapta perfectamente a los requerimientos de un Hickman que de una viñeta para otra puede pasar de la Florencia del Renacimiento a una selva futurista al tiempo que sale airoso  frente a la compleja estructuración de una historia que se aleja de la linealidad convencional, y tras la presentación inicial de una serie de hechos aparentemente inconexos progresivamente van siendo explicados al lector patidifuso ante la envergadura de la historia oculta ideada por el guionista y el dibujante. Para ello, la historia se estructura como un todo cerrado y tanto guionista como dibujante no escatiman en contar los mismos hechos desde diverso enfoques y recurrir a soluciones gráficas arriesgadas y que todo hay que decirlo acaban resultando satisfactorias

En fin, “Shield” es un tebeo fantástico que eleva hasta el infinito el concepto del que parte y es de esperar que en algún momento el equipo creativo sea capaz de reunirse para concluir la historia como merece.

viernes, 14 de junio de 2013

“Valerian visto por Manu Larcenet: La armadura del Jakolass”.


Teniendo en cuenta que “Valerian”, la maravillosa serie de Christin y Meziéres es uno de mis cómics favoritos, y lo difícil que es ver últimamente publicadas nuevas obras de ese brillante historietista que es Manu Larcenet en España, estaba claro que más pronto que tarde iba a picar con este álbum editado por Norma Editorial en el que el genial artista francés ofrece su particular visión del universo de ciencia ficción creado por Meziéres y Christin hace tantos años.
La vida de René Pereuillaud, un pequeño obrero de los arrabales de París amigo de empinar el codo y recitar malos poemas sobre el espacio sideral, cambia una noche en la que es objeto de una sorprendente revelación por parte de unos extraterrestres: René no es más ni menos que Valerian, agente espacio-temporal, atrapado amnésico en un cuerpo que no es el suyo por el malvado Jakolass, un despiadado criminal alienígena que cumple condena en un alejado e inhóspito planeta prisión. René/Valerian viajará hasta allí para intentar recuperar su cuerpo y su vida de aventuras aunque para ello deba enfrentarse a más de un peligro. 

Más allá de acudir a la burda formula de alargar el éxito comercial de una serie acabada con un nuevo spin off clónico realizado por otros autores, “La armadura del Jakolass” es un tebeo la mar de divertido gracias al indiscutible talento humorístico de un Larcenet que satiriza sin piedad pero también con ternura y enorme respeto las tramas y personajes ideadas por Christin y Mezieres. Para ello, Larcenet crea un Valerian sui generis a su medida –un obrero borrachín- al que sumerge en una trama que bien podría haber protagonizado el Valerian original y explora sus delirantes consecuencias con un tono ágil y desenfadado.

“La armadura del Jakolass” es un álbum muy divertido que consigue plenamente su doble función de hacer pasar un buen rato  y servir de  excelente homenaje a uno de los universos de Ciencia Ficción más cautivadores de la Historia del Cómic por parte de un Larcenet que, lejos de plegar su estilo a las fórmulas de la serie original, se mantiene fiel a sí mismo para obtener un cómic  fresco y original logrando por tanto una obra con un sello propio que agradará tanto a los completistas de “Valerian” como a sus propios seguidores.  

jueves, 13 de junio de 2013

“Nunca la jodas”, de Jens Lapidus.



Ya comenté por aquí lo bueno que me había parecido Jens Lapidus en “Dinero Fácil”, la  primera novela de su “Trilogía Negra de Estocolmo”, pero es que “Nunca me jodas” , la segunda novela, superó mis expectativas y reticencias iniciales demostrando ser incluso mejor, presentando un nuevo trío de criminales marginados y  desarraigados que echarán por tierra el arquetipo acomplejado que los españolitos tenemos de la civilizada Suecia.

En “No me jodas”, Lapidus nos cuenta las historias de Mahmud un emigrante de segunda generación con problemillas para reinsertarse en la sociedad noruega tras una estancia en prisión y que espera encontrar en sus conexiones con la todopoderosa mafia serbia  la solución a sus problemas;  Nicklas, un antiguo mercenario parado que ha regresado a Suecia tras realizar unos trabajillos en Iraq obsesionado con castigar a los maltratadotes de mujeres; y a Thomas, un duro poli que no hace ascos en completar su salario con algunos trabajillos extras mientras fantasea con adoptar un niño. Los destinos de estos tres dispares personajes empiezan a entrecruzarse cuándo en el sótano de la casa de la madre de Nicklas, Thomas encuentra un cadáver al que le han arrancado los dientes y los dedos.

Cuando empecé a leer “Nunca me jodas”, la evocación de la primera obra de Lapidus, Dinero fácil”, fue casi inmediata y despertó mi desconfianza al mantener la misma estructura narrativa de presentar tres personajes en paralelo cuyos destinos en algún momento se cruzarían  lo que a priori iba a restar sorpresa a esta nueva entrega centrada de nuevo en los criminales de Estocolmo. Sin embargo, Lapidus demuestra que ha perfeccionado su estilo y sus dotes de escritor ganando la atención con un planteamiento que se va tornando cada vez más ambicioso conforme la novela avanza acometiendo nada menos el gran fantasma de los suecos, el magnicidio de Olof Palme, como uno de los macguffins principales de la obra al tiempo que describe con brillantez las pecularidades psicológicas de los tres complejos personajes protagonistas. Para acabar de redondearlo, y aunque se puede leer con total independencia respecto a la primera entrega, Lapidus introduce de forma colateral a personajes ya aparecidos en “Dinero Fácil”  que ayudan a reforzar el carácter unitario de la trilogía y saca el máximo partido a  su estilo directo, lacónico y conciso a base de frases cortas, directamente inspirado en Ellroy, y de su conocimiento directo de la canallada sueca a partir de su experiencia como abogado criminalista para dar la máxima verosimilitud a su historia manteniendo enganchado al lector de principio a fin..

En fin, “No me jodas”, publicada por Suma de Letras hace unos añitos, refrenda a Lapidus como uno de los grandes de la novela criminal en la estela de Bunker o el mismo Ellroy y un nombre a destacar del aluvión de autores nórdico de novela negra con el que las distintas editoriales nos han invadido. Muy recomendable.

miércoles, 12 de junio de 2013

“La G.N.B. Doble C: La Hermandad de Histortietistas del Gran Norte”, de Seth.


Ediciones Sins Entido publicó hace pocos meses en un cuidado volumen la última obra del artista canadiense Seth, La G.N.B. Doble C: La Hermandad de Histortietistas del Gran Norte”, una obra que viene a completar el díptico que formaría con su anterior obra “Wimbledon Green” y en la que el autor nos sumerge en su particular universo de ensueño y cómics.
En este cómic, Seth nos propone que le acompañemos en su recorrido por el Edificio de la sede de Milverton Street de la G.N.B. Doble C: La Hermandad de Histortietistas del Gran Norte, el club que desde 1935 se afilian los historietistas canadienses. El autor nos propone guiarnos por sus viejos pasillos y disfrutad de las anécdotas e historias que se guardan entre sus muros de la historia de los principales miembros de club y sus creaciones junto a la evocación nostálgica de un tiempo pasado que para los autores de cómics canadienses a base de idealización siempre fue mejor.

Si algo ha mostrado Seth a lo largo de su brillante carrera es ser un autor coherente y sin fisuras en la construcción de una obra evocadora de unos tiempos pasados idealizados hasta el onanismo e impregnados de melancolía irreal pues el autor ni los conoció ni los experimentó. En sus dos últimas obras, “Wimblendon Green  y esta “La G.N.B. Doble C: La Hermandad de Histortietistas del Gran NorteSeth se ha centrado además en focalizar ese discurso machaconamente poético y melancólico en el universo del cómic evocando una realidad irreal y fictica tal y como al autor le hubiera gustado que hubiera sido. Si en “Wimbledon Green” fabulaba con fina ironía en torno a las obsesiones de los coleccionistas, “La G.N.B. Doble C: La Hermandad de Historietistas del Gran Norte” viene a completar ese panorama al construir el paraiso artificial de los autores de cómics a través de la construcción ficticia de una historia del Cómic canadiense imaginada del que sería garante y cronista. De este modo, Seth nos sumerge en una hermosa y detallada fantasía en la que conviven autores, premios y  creaciones irreales junto a otros autores reales como Doug Wrigh, su amigo Chester Brown (al que considera nada menos que el mejor dibujante canadiense) y el propio Seth que se convierte en el nexo, en la doble vertiente de autor y personaje,entre la Realidad y la Ficción.

Este planteamiento tan enfermizamente obsesivo y onanista en principio no debería despertar el interés de ningún lector medianamente sano si no fuese por el enorme talento narrativo del autor canadiense que maneja con inusitada habilidad una exigente y minimalista composición de nueve viñetas por páginas de la que se sirve para mantenernos atentos a su disertación alternando la narración del recorrido físico por las diversas salas vacías del edificio antiguo que sirve de sede a la imaginaria hermandad de historietistas con las elipsis en las que evoca las historias de los antiguos miembros de la Hermandad y sus creaciones.  Pocos autores logran actualmente una comunión mayor en la complementariedad entre el texto y el dibujo como Seth para conseguir un todo coherente en el que el autor saca el máximo partido a su minucioso, caricaturista y naif dibujo, reflejando su gusto obsesivo por el diseño de  los objetos y la arquitectura antigua que tan bien describe, su habilidad como retratista para presentar una amplia galería de personajes o su talento para construir a partir de la mencionada composición de nueve viñetas hermosos mosaicos en los que representar  composiciones más complejas y detalladas. 

En esta obra, Seth construye al Cómic la Biblioteca de Babel que Borges creó en la Literatura, un lugar físico y cerrado en el que se encuentran encerrados todos los cómics del mundo reales e imaginados, más cercano en espíritu y poética al cuento del escritor argentino que al “Hicksville”, de Dylan Horrocks, el cómic que inconscientemente el mismo Seth reconoce en el prólogo le influyó a la hora de acometer la obra.
En definitiva, La G.N.B. Doble C: La Hermandad de Histortietistas del Gran Norte”  es un cómic poético, hermoso y divertido, en el que forma y fondo van de la mano, minuciosamente ideado por un autor maduro que ha hecho de sus obsesiones e identidad la inspiración para desarrollar una obra reivindicativa, original y coherente como pocas a la que se entrega en cuerpo y alma. Y que espero sigamos disfrutando durante muchos años.