lunes, 15 de julio de 2013

“Antes de Watchmen: Dollar Bill”, de Len Wein y Steve Rude.




Inmediatamente después de la lectura de  “Antes de Watchmen: Minutemen”, de la que ya hablé por aquí, resulta adecuado situar  este número autoconclusivo en el que un equipo tan dispar como el formado por el dibujante Steve Rude y el guionista Len Wein construyen la biografía de Dollar Bill, uno de los Minutemen originales que ni en “Watchmen” ni en la miniserie de Cooke ha contado con demasiada relevancia más allá de su papel como elemento coral.
En los años treinta, Bill Brady es una estrella del deporte universitario que ve truncado su espléndido futuro cuando sufre una lesión de rodilla. Tras intentar ganarse la vida en el vodevil y como actor, Brady solo encontrará un modo de sobrevivir, encarnando a Dollar Bill un superhéroe publicitario esponsorizado por el National Bank. A partir de ese momento, Bill dedicará su vida a enfrentarse al crimen como miembro de los Minutemen y, sobre todo, a participar en las campañas publicitarias del banco al que sirve. 
Lo cierto es que el concepto de Dollar Bill es una de esas genialidades ideadas por Moore y Gibbons que no encontró espacio para desarrollarse más allá que como esbozo al pie de página dentro de esa obra maestra que es “Watchmen”. Y es que aunque la idea de un superhéroe egoísta que se mueve principalmente por dinero no era nueva  - ya la habíamos visto de un modo u otro presentada anteriormente en el “Spiderman” de Ditko y Lee o en los “Héroes de Alquiler”- sin embargo, nadie hasta entonces la había convertido en vehículo satírico para poner en evidencia los elementos más ridículos de la fantasía superheroica enfrentados con una historia con un enfoque realista como lo hicieron Moore y Gibbons.
Todas esas enormes posibilidades por tanto se mantenían intactas para que un equipo creativo ambicioso pudiera sacarle el jugo, sin embargo, este no ha sido el caso. Len Wein, un veterano guionista de vuelta  de todo, evita cualquier tipo de complicación en su concepción de la historia renunciando a profundizar demasiado en el desarrollo del concepto o la personalidad del protagonista limitándose a a presentar de un modo bastante predecible, y sin margen para la sorpresa una vez más, los datos de la biografía del personaje que ya conocíamos de mano de Moore y Gibbons junto a algunos de los aportes por Cooke en “Minutemen”, acentuando si cabe sus elementos paródicos pero sin llegar a explotar realmente la vis comica de la historia y careciendo del menor atisbo de originalidad  con lo que “Dollar Bill” acaba zozobrando hasta convertirse en mi opinión en la historia más floja de todas las que conforman la línea “Antes de Watchmen”.
Si acaso un cómic tan soso tiene cierto interés es por la presencia en el apartado gráfico de Steve Rude quién realiza una labor apañada pero sin complicarse excesivamente la vida en un trabajo eminentemente alimenticio. 
The Dude haciendo gala de su elegante trazo clásico ofrece un tratamiento visualmente adecuado de un personaje entroncado en la Edad de Oro de los cómics de superhéroes y mostrando influencias tan dispares como Jack Kirby o Russ Manning en sus aspectos más naturalistas o Will Eisner en los elementos caricaturescos o la composición de página para presentar la tragicómica vida de Dollar Bill.

A pesar de su potencial, Dollar Bill es uno de esos personajes que nadie parece querer tomarse en serio. Y es una pena porque Wein y Rude han perdido la oportunidad de hacer algo realmente interesante con este personaje en lugar de un cómic tan irrelevante, únicamente destacable para los más acérrimos seguidores de The Dude.