miércoles, 26 de junio de 2013

“Buen perro”, de Graham Chaffee.

 


La Cúpula ha publicado este mes “Buen Perro”, la opera prima de Graham Chaffee, un tatuador de escasa trayectoria en el mundo del cómic pero que ha llamado la atención a propios y extraños con este título en el nos muestra las andanzas de un perro vagabundo.
Iván es un perro sin dueño que sufre pesadillas en las que es acosado por gallinas y conejos mientras en sus vigilias trata de sobrevivir al tiempo que busca un buen amo que le quiera. En su deambular, Iván acabará formando una manada de perros vagabundos orgullosos de su libertad que pondrá en tela de juicio sus deseos y creencias.
Chaffee se marca una fábula moral en torno a la alienación del desubicado y necesidad de encontrar nuestro lugar en el mundo explicando las experiencias perrunas de su perdido protagonista en una historia entretenida y de agradecida lectura inspirada en clásicos de un género que no suele defraudar. Más allá de títulos clásicos como “La colina de Watership” o “Rebelión en la granja” impregnados de épica y/o crítica política Buen perro” está más cercano al costumbrismo norteamericano del “Tombuctú” austeriano o películas Disney como “Bambi” o “La Dama y el Vagabundo”.
 Chaffee contextualiza la historia en una pequeña ciudad norteamericana de los años cincuenta que muestra a través del deambular del perro logrando una cuidada ambientación que es uno de los puentes fuertes del cómic a través de las diversas localizaciones que describe con detalle, desde las calles comerciales y parques frecuentados por blancos hasta los barrios deprimidos en los que habitan negros y alcohólicos lo que hace suponer que la historia se sitúa en algún lugar del Sur del país.

Por otro lado, Chaffee se muestra como un narrador ágil que sin demasiados aspavientos ni recursos narrativos desarrolla la historia permitiéndose solo incorporar al tratamiento realista de la historia alguna licencia más expresiva al plasmar las pesadillas que sufre el can protagonista. Chaffee muestra una fuerte influencia de autores clásicos como Eisner y modernos como los Hernandez Bros, siendo quizás la presencia de Beto y su “Palomar” la más evidente.
Buen Perro” es una obra más que satisfactoria a pesar de su sencillez gracias sobre todo al tono  amable y predecible en el que está desarrollada, aun cuando quizás por la poca experiencia del protagonista determinadas situaciones hubieran requerido de un mayor aporte dramático, resuelta con un agradecido final abierto que será del gusto de la mayoría de lectores.

Es de esperar que en el futuro Chaffee nos sorprenda con obras más ambiciosas. Mientras llegan este "Buen Perro" es una más que correcta presentación.