lunes, 5 de mayo de 2014

“Hector Umbra”, de Uli Oesterle.





No deja de ser agradable encontraser con cómics publicados hace ya algún tiempo y que cuentan con una calidad por encima de la media y que en su momento pasaron injustamente desapercibidos absorbidos por la vorágine de las novedades mensuales. Este es el caso de “Hector Umbra”, integral en el que Dibbuks recopiló hace un par de años la trilogía de álbumes que componen la obra más ambiciosa del alemán Uli Oesterle en el que es su trabajo más ambicioso hasta la fecha y que le sirvió de carta de presentación en España aparte de haber sido merecedora de varios premios internacionales.

Hector Umbra es un bohemio noctámbulo, fumador y borrachín al que de un tiempo a esta parte se le van muriendo los amigos al que, desde hace unos meses, le ha dado por pintar extraños y enfermizos cuadros. Cuando en uno de sus conciertos, desaparece Osaka Best, el Dj de moda en la ciudad y amigo íntimo de Umbra, este no aceptará la versión oficial y se dedicará a investigar su desaparición lo que le llevará a descubrir una malévola conspiración desde una realidad paralela y misteriosa, estrechamente ligada con los cuadros que desde hace meses pinta. Umbra se tendrá que enfrentar a diversos grupos de malvados freaks para salvar el alma de su amigo y, de paso, no perder la suya por el camino.
Interesante y amena lectura la que nos ofrece el alemán Uli Oesterle en esta obra de presentación al público español que se me antoja como una especie de “Hellblazer” a la europea, rico en humor negro y cinismo que el autor aprovecha para ironizar sobre algunos de los tópicos del terror contemporáneo urbanita construyendo un original thriller reforzado por la rica descripción de los ambientes más modernos de Munich. A partir de esos elementos,  Oesterle  desarrolla una trama que va ganando en interés merced a la riqueza de un reparto coral de originales y extravagantes personajes secundarios que más allá de su carácter subterráneo y un tanto friqui se adecuan a la correcta trama de misterio y terror.
Más allá de la corrección del guión que desarrolla Oesterle, donde más destaca “Hector Umbra” para mí  es en el apartado gráfico con el original acabado que el artista alemán imprime a la obra con un dibujo sucio, caricaturesco y feísta eque se adapta estupendamente al tono de la historia planteada y una composición de página vistosa que refuerza el desarrollo y claridad de una trama más enrevesada de lo que aparenta y que el autor solventa desplegando una amplia variedad de recursos gráficos, destacando especialmente en su manejo de las onomatopeyas, el uso de perspectivas forzadas y los fuertes contrastes cromáticos.
Hector Umbra” es uno de esos cómics de calidad que pasa de tapadillo escondiendo interesantes y originales variaciones sobre cómo tratar desde una perspectiva personal los géneros. Yo que vosotros le daría una oportunidad.