El sábado nos acercamos al Teatro Amaya a ver la última obra de Javier Veiga, conocido sobre todo por participar en diversas series televisivas y presentar “El Club de la Comedia”, y Ana Rayo (“Los años bárbaros”, “Sal de la vida”).
El argumento de la obra se basa en la relación entre Adán y Eva, una pareja de mediana edad en crisis. Eva, cansada de Adán, pretende dejarle a lo que él se opone por todos los medios posibles. En su intento desesperado de recuperar a Eva, Adán pretende convencerla de que la culpa de sus problemas se debe al pecado original y para solventarlos deben averiguar cuál es este. Así se da un repaso por los seis pecados capitales (“todo el mundo sabe que la gula no es un pecado”) personificados en diversas parejas históricas: Sansón y Dálila, Jesucristo y la Magdalena, Napoleón y Josefina, Julio César y Cleopatra y Cármen Polo y Francisco Franco. Finalmente, Adán y Eva descubren cuál es el pecado original pero eso quizás no sea suficiente para salvar su relación.
Durante la hora y media que dura la representación Veiga y Rayo dan vida a estos doce personajes en un “tour de force” frenético a través de un montaje moderno y muy divertido que incluye tanto canciones interpretadas por los mismos actores –bastante mal, por cierto- como videos protagonizados por cómicos televisivos y ciudadanos anónimos. Los enfrentamientos entre Eva y Adán incorporan todos los tópicos (por desgracia, bastante ciertos) que rodean las crisis conyugales con acierto e inteligencia buscando la complicidad del espectador en la broma y sirviendo además de hilazón para la incorporación de los sketches en los que representan de la manera más surrealista y pitorrera a las diferentes parejas históricas y en los que se nota la mano de afamados cómicos como Álexis Valdes o Javier Cansado, destacando en este sentido la esperpéntica sesión masoquista protagonizada por el Generalísimo y señora escrita por Juan Cavestany. Respecto al trabajo de los actores hay que resaltar a Javier Veiga, verdadero motor de la obra, que en una comedia hecha a su medida, da salida a toda su capacidad histriónica y cómica encontrando un buen contrapunto en la interpretación de Ana Rayo, una actriz poco conocida pero que en esta obra aprovecha la oportunidad para demostrar su facilidad para la comedia.
En definitiva, si quieren pasar un rato divertido disfrutando de una comedia ligera y agradable y descubrir de paso cuál es el pecado original pásense por el Teatro Amaya. Eso sí, procuren conseguir las entradas lo más cercanas posibles del escenario porque la acústica del recinto deja bastante que desear.
Si quiere saber algo más de Javier Veiga pincha aquí.
El argumento de la obra se basa en la relación entre Adán y Eva, una pareja de mediana edad en crisis. Eva, cansada de Adán, pretende dejarle a lo que él se opone por todos los medios posibles. En su intento desesperado de recuperar a Eva, Adán pretende convencerla de que la culpa de sus problemas se debe al pecado original y para solventarlos deben averiguar cuál es este. Así se da un repaso por los seis pecados capitales (“todo el mundo sabe que la gula no es un pecado”) personificados en diversas parejas históricas: Sansón y Dálila, Jesucristo y la Magdalena, Napoleón y Josefina, Julio César y Cleopatra y Cármen Polo y Francisco Franco. Finalmente, Adán y Eva descubren cuál es el pecado original pero eso quizás no sea suficiente para salvar su relación.
Durante la hora y media que dura la representación Veiga y Rayo dan vida a estos doce personajes en un “tour de force” frenético a través de un montaje moderno y muy divertido que incluye tanto canciones interpretadas por los mismos actores –bastante mal, por cierto- como videos protagonizados por cómicos televisivos y ciudadanos anónimos. Los enfrentamientos entre Eva y Adán incorporan todos los tópicos (por desgracia, bastante ciertos) que rodean las crisis conyugales con acierto e inteligencia buscando la complicidad del espectador en la broma y sirviendo además de hilazón para la incorporación de los sketches en los que representan de la manera más surrealista y pitorrera a las diferentes parejas históricas y en los que se nota la mano de afamados cómicos como Álexis Valdes o Javier Cansado, destacando en este sentido la esperpéntica sesión masoquista protagonizada por el Generalísimo y señora escrita por Juan Cavestany. Respecto al trabajo de los actores hay que resaltar a Javier Veiga, verdadero motor de la obra, que en una comedia hecha a su medida, da salida a toda su capacidad histriónica y cómica encontrando un buen contrapunto en la interpretación de Ana Rayo, una actriz poco conocida pero que en esta obra aprovecha la oportunidad para demostrar su facilidad para la comedia.
En definitiva, si quieren pasar un rato divertido disfrutando de una comedia ligera y agradable y descubrir de paso cuál es el pecado original pásense por el Teatro Amaya. Eso sí, procuren conseguir las entradas lo más cercanas posibles del escenario porque la acústica del recinto deja bastante que desear.
Si quiere saber algo más de Javier Veiga pincha aquí.