La
editorial Turner nos ha sorprendido gratamente con la publicación en España de
“Supergods”, obra teórica en la que el ínclito Grant Morrison diserta en torno
al género superheroico desde sus orígenes hasta el año pasado, en un análisis
tan ameno como accesible para todos aquellos que quieran aproximarse de mano de
uno de sus mejores conocedores a una manifestación cultural que ha saltado de
las páginas de los tebeos a otros medios, e incluso han trascendido a la vida
real y que, según Morrison, han evolucionado a lo largo de su historia hasta su
-esperemos- madurez definitiva.
Para
los que nos gustan los superhéroes, en general, y la obra de Morrison, en
particular, “Supergods” se me antoja una lectura imprescindible en la que el
escocés no se limita a trasladar una retahíla de datos siguiendo una
metodología academicista y objetiva sino que escribe desde su profundo
conocimiento del medio, adquirido a partir de sus inicios como mero aficionado
en su Escocia natal hasta su conversión en uno de los guionistas más reputados
del medio, un visionario capaz de adelantarse a los cambios del género, y plagando
la narración de numerosos apuntes autobiográficos que nos ayudan a entender
algo más de su personalidad e incorpora sus opiniones sobre obras y autores de
referencia sin pelos en la lengua, así como explicar el germen de muchas de sus
propias obras.
En
ese sentido, puede que el libro haya resultado incómodo a algún crítico
puntilloso y se haya acusado a Morrison
de primar unas obras sobre otras en su análisis en función a su propio interés
profesional. Sin embargo, a mí me ha parecido una obra suficientemente
argumentada y ponderada en la que hay que valorar que el autor no se limita a
quedar a bien con todo el mundo sino que se atreve a exponer sus propias
opiniones personales con lo que la obra va más allá del mero libro de consulta
para entenderse mejor como una reflexión tan completa y divertida como poco
rigurosa lo cuál en mi opinión la hace todavía más atractiva merced a la
agilidad que Morrison imprime a su narración, su erudición y su ingenio.
Morrison
hace un completo recorrido por la historia del género desde sus inicios con
Superman en 1939 hasta los albores del NuDC dividido en cuatro Edades
diferenciadas – Edad de Oro, Edad de Plata, Edad Oscura y Renacimiento- en una
interpretación de la historia, el género, sus posibilidades y sus limitaciones
que no es nueva pero que a los seguidores de su obra no nos sorprenderá porque
son las mismas que han venido vertebrándola desde sus inicios, ordenadas y
organizadas de un modo coherente y accesible.
Más
allá de lo de acuerdo que se pueda estar con algunas de sus cosas – a mí cuando
empieza con lo de la magia, los viajes astrales y la interpretación de sus
colocones en Tombuctú - lo cierto es que
Morrison parece que vive la vida como sus tebeos ya que para él todo está
interrelacionado y ha hecho del amor por los cómics su pasión, profesión y ha dado sentido a su
vida con lo que se le puede considerar un jodido friqui punk afortunado. Genio
y figura por muchos años, Mr. Morrison, y que efectivamente lo mejor esté
todavía por venir.