ECC Ediciones publica la
penúltima revisión del origen de Batman a cargo del ubicuo guionista Geoff
Johns y el exquisito dibujante británico Gary Frank, un tema tan trillado del
que en principio parecía difícil lograr sacar una nueva historia con un mínimo
de interés pero al que, sin embargo, el implicado equipo creativo ha logrado
sacar petróleo para construir una historia novedosa acorde con las premisas de
la línea “DC: Tierra Uno” (que vendría a ser lo que la línea Ultimate Marvel) y
al tiempo respetuosa con la esencia del personaje y las aportaciones
anteriores.
Thomas Wayne, futuro
candidato a la alcaldía de Gotham, y Martha Arkham son el matrimonio ideal.
Ricos, guapos y famosos, aunque las amenazas de muerte que recibe Thomas le
llevan a recurrir a su antiguo camarada de guerra, el veterano Alfred
Pennyworth para que forme parte de su equipo de seguridad. Sin embargo, Alfred
no puede evitar el asesinato a sangre fría de Thomas y Martha en presencia de
su pequeño hijo Bruce quien, años más tarde, iniciará una errática carrera como
Batman para descubrir quién fue el verdadero causante de la muerte de sus
padres. En sus peripecias, el nuevo e inexperto Batman se cruzará en la
corrupta Gotham con la antitética parea de policías formada por Gordon y
Bullock y con un sanguinario asesino en serie conocido como el Cumpleañero.
Mérito de Johns y Frank es
realizar una historia entretenida sobre un tema tan manido como el del origen
del Hombre Murciélago, soportando sin sonrojo la comparación con obras tan
referenciales como “Batman: Año Uno” de Miller y Mazzuchelli aun sin llegar a
su altura y con más puntos en conexión si cabe con la trilogía cinematográfica
de Christopher Nolan que con el Batman de los tebeos. “Batman: Tierra Uno” es
una historia efectiva que tiene como principal originalidad mostrar a un Bruce
Wayne/Batman alejado de la imagen de justiciero vengador infalible a la que
estamos acostumbrados para mostrar una versión del personaje inexperta, falible
y humana, sentando desde las primeras páginas cuáles son las intenciones de los
autores. Tampoco resulta mal traído como Johns, profundo conocedor del
personaje y el universo DC, reinterpreta a los diversos y populares personajes
que maneja, adaptándolos con astucia en beneficio de la historia y resolviendo
satisfactoriamente hasta la curiosa redefinición de Harvey Bullock que en
principio podría rechinar más a los lectores veteranos.
Lo cierto es que buena parte
del éxito de la historia se debe al estupendo trabajo del dibujante británico
Gary Frank que le aporta la ilusión de realismo que el encargo requería. Frank,
un dibujante hiperrealista en la estela del exquisito Dave Stevens muestra su
implicación en el desarrollo de la historia ideada por Johns realizando un
magnífico trabajo y minimizando ciertos defectos como el hieratismo de algunas
figuras y la confusión entre las facciones de personajes en contadas viñetas.
En definitiva, “Batman:
Tierra Uno” es una redefinición del origen de Batman solvente, moderna y
coherente que cumple con el difícil objetivo marcado de lograr cuadrar el círculo contentando
a todo el mundo, adaptándolo a los conocimientos (¿y gustos?) de los nuevos
lectores en la estela de la
interpretación cinematográfica de Nolan y logrando evitar las iras de los aficionados de
siempre. Misión cumplida.