miércoles, 21 de diciembre de 2011

“Theodore Poussin: El integral 2”, de Frank Le Gall.

Planeta ha publicado la esperada segunda entrega de los integrales en que Dupuis recopila la obra magna del francés Frank Le Gall,Theodore Poussin”, una serie exquisita de cuyo primer integral ya comentamos por aquí, que refleja como pocas el verdadero placer de las aventuras exóticas que en literatura los London, Stevenson y Conrad llevaron a su máxima expresión. Si la primera entrega ya era excelente, en esta segunda que reúne los álbumes del cinco al ocho – “El Tesoro del Rajá Blanco”, “Un pasajero desconocido”, “El Valle de las Rosas” y “La Casa de la isla”- nos encontramos con un Le Gall más maduro y ambicioso, que en cada nuevo álbum sorprende aportando una visión evocadora y original sobre una temática clásica en la que todo parecía explicado.

El Tesoro del Rajá Blanco” es la continuación de la aventura iniciada en “Secretos”, el cuarto álbum publicado en la primera entrega, y en el que Le Gall pone el broche final al primer gran ciclo de la serie marcado por las aventuras por los mares de Indochina del protagonista. Se trata de una aventura de corte clásico en la que el protagonista se ve enrolado contra su voluntad en la tripulación del brutal capitán Town y, tras superar un motín y un naufragio, buscan liberar al Rajá de una prisión holandesa para que desvele el paradero de su legendario tesoro. Si algo destaca este álbum, es por su respeto a las convenciones del género, el retrato de los personajes y la cuidada documentación que Le Gall muestra en el desarrollo de la trama.



Un pasajero desconocido” es para mí el mejor álbum de la serie hasta el momento. Le Gall nos narra el reencuentro de Poussin con su familia y su regreso a Francia donde le espera una vida convencional tras sus aventuras. La ambientación cambia drásticamente y la localización pasa de los luminosos mares de Asia a la brumosa Dunkerque. Con brillantísimo pulso narrativo, Le Gall se mantiene siempre un paso por delante de los lectores mientras el protagonista investiga la confirmación del secreto en torno a su verdadero origen.




El Valle de las Rosas” es un álbum especial por varios motivos ya que Le Gall se retrotrae en el tiempo para narrar la infancia feliz de Theodore Poussin a través de sus anécdotas infantiles con un tratamiento costumbrista de la historia abiertamente proustiano.




Para marcar aun más la diferencia respecto al resto de la serie, Le Gall sustituye su técnica habitual aplicando directamente acuarela en el original y suavizando las líneas caricaturescas de su personaje protagonista para reflejar mejor la fuerza evocadora de un tiempo perdido.



La casa de la isla” vuelve a hacer hincapié en las experiencias marinas de Theodore. En concreto, en la época en que a bordo de su pequeño buque mercante, El devorador de archipiélagos, se dedicaba al tráfico de mercancías. Cuando a causa de un huracán, Poussin acaba naufragando en una isla perdida habitada por extraños personajes.




En esta historia, Le Gall muestra de nuevo su habilidad para moverse entre la fantasía y la realidad en una historia de corte kafkiano en la que la referencia a “El Castillo” es más que evidente y en la que Le Gall profundiza a través de símbolos y evocaciones en la personalidad de Poussin. A mí este álbum salvando las distancias me parece un claro referente de “El Faro”, de Roca.



El segundo integral de “Theodore Poussin” muestra a un Le Gall que cuando quiere es el verdadero heredero de la Escuela Clara de Tomai no solo por su inmenso talento como dibujante que convierte cada álbum en una delicia visual sino además por la sensibilidad evocadora y original enfoque con el que aborda la aventura clásica que lo sitúa directamente en la estela de Hugo Pratt y su “Corto Maltés”, alejándose sin renunciar necesariamente a ella a la acción superficial para aportar una visión poética e introspectiva que busca constantemente la complicidad del lector. Un autor sutil, culto y exquisito de amplias lecturas que aplica para mejorar y enriquecer la obra propia.




La edición de Planeta es excelente en cuanto a la relación calidad precio e incorpora aparte de los álbumes relacionados abundante material complementario. Ojalá en Francia aparezca pronto el tercer integral que completa la serie y lo veamos pronto publicado en España. Mientras tanto, habrá que conformarse con releer las entregas publicadas de esta maravilla llamada “Theodore Poussin”.