Nueva entrega por parte de ECC de las
andanzas de la deliciosa Barbara Gordon, alías Batgirl, por el NuDC, que reúne
los números 5 a 8 de la serie norteamericana, merced a la exquisita Gail Simone
y una terna de dibujantes encabezada por el tailandés Ardian Syaf y sus puntuales sustitutos, Alitha Martínez y el
albaceteño Vicente Cifuentes.
Batgirl está intentando
encajar la reaparición en su vida de la madre que la abandonó hace años y volver
a ponerse en forma para su vida superheroica tras recuperar la movilidad, pero
villanos como Gretel y Grotesco se empeñan en evitarlo poniéndola una y otra
vez contra las cuerdas.
Gail Simone me da la
impresión que es una guionista tan competente como inteligente que, tras cumplir con
los mínimos impuestos por sus jerifaltes para cohesionar el NuDC, se dedica en esta serie a lo
que siempre se le ha dado mejor desde sus inicios en “Aves de Presa” y por lo que tanto nos gusta a los que nos gusta, desarrollar
las andanzas de la protagonista en un conjunto de historias en las que su monólogo interior plagado de dudas e inseguridades se vuelve omnipresente, incluso reiterativo en ocasiones, pero logra su objetivo de aumentar la empatía con el lector inmediata con el lector al que se dirige sin que por ello descuide las necesarias
dosis de acción imprescindibles en cualquier cómic de superhéroes que se precie
incorporando en esta ocasión dos villanos de perfil bajo que permiten el lucimiento como luchadora contra el cirmen de la
protagonista.
A mí los cómics de la Simone
me suelen gustar porque parecen de otros tiempos. Estos de “Batgirl” en
concreto, van adquiriendo desde ya la primera entrega un punto setentero que
recuerda a los del joven Spiderman ideados por Stan Lee en los que tanto contaba la vida de Peter
Parker como sus propias aventuras pijameras. Fiel a ese modelo, Simone no se
complica la vida y está plantando las bases para sacarle todo el partido a esa
idea presentando y recuperando personajes de la desestructurada familia Gordon
– la mamá que abandonó al Comisario y a Barbara, James Jr. el hermanito
psicópata…- que intuyo darán mucho juego en próximas entregas, teniendo en
cuenta las inseguridades de una Barbara Gordon con la que es inevitable no
encariñarse. De este modo, a la chita callando, la guionista está construyendo
un cómic de superhéroes ejemplar, respetuoso con las convenciones más asentadas
del género y muy agradable de leer para los que llevamos en esto unos añitos y
todavía nos acordamos de cuando cada superhéroe tenía su propia personalidad.
En el aspecto gráfico, Syaf
en los dos primeros números mantiene el nivel mostrado en la anterior entrega,
con un acertado tratamiento de los distintos aspectos de la protagonista y un
estilo preciosista tributario de Jim Lee que no es óbice ni para imprimir credibilidad
a las situaciones de acción ni para intentar sorprender al lector con inusuales
splash iniciales (lo cuál es de agradecer). El tono uniforme se pierde en los
episodios en los que Martinez y Cifuentes han de suplir a Syaf limitándose a
cumplir con corrección pero sin la brillantez del dibujante titular.
En fin, “Batgirl” es un
tebeo que tiene todo para triunfar –una bella protagonista adolescente carismática
y llena de debilidades bien relacionada en el Universo DC y, hasta el momento,
unos villanos de segunda que cumplen a la perfección- y quizás por eso no se comprende demasiado
que pase tan desapercibido frente a otras propuestas con más artificio pero
menos contenido. Tiempo habrá para seguir reivindicándola.