Continuo el análisis de las
diversas miniseries englobadas en la línea “Antes de Watchmen”, publicada en
España por ECC Ediciones, por la protagonizada por uno de los personajes más
importantes y complejos de “Watchmen”,
Ozymandias, a cargo del que fuera el editor de la obra de Moore y
Gibbons el incombustible guionista Len Wein junto a un dibujante de esos que no
deja a nadie indiferente como Jae Lee.
A lo largo de los seis
números que conforman la miniserie, Wein nos descubre, en un relato en primera persona, la biografía de Adrian
Veidt/Ozymandias desde su oscura infancia como hijo de unos emigrantes alemanes relegado por su
oscura inteligencia hasta enlazar con los acontecimientos narrados en
“Watchmen” con lo que Wein hace especial hincapié en su carrera como superhéroe
y la planificación de su plan maestro para salvar a la Tierra de la autodestrucción.
“Antes de Watchmen:
Ozymandias” es seguramente de todas las miniseries que forman parte de esta
línea la más profundamente interrelacionada con la obra original, pues Wein
realiza a partir de los datos aportados por Moore y Gibbons un soberbio retrato
y estudio del personaje principal en una
historia enfocada a la medida del estilo eminentemente narrativo de Wein, que va ganando
en interés conforme lse va acercando a los hechos
narrados por Moore y Gibbons en “Watchmen”. En ese sentido, Wein aporta muy
pocas novedades dignas de mención y se ciñe en desarrollar lo que
ya conocíamos del personaje acentuando los rasgos que le llevarían a
convertirse de un genio idealista en un mesias paranóico.
En el aspecto gráfico, se
puede decir que Wein ha encontrado en Jae Lee el dibujante ideal para su
estilo. Un dibujante fotorrealista y perfeccionista, de enervante lentitud y gusto
por las figuras hieráticas y los escorzos imposibles, al que un estilo tan
literario como el de Wein le viene como anillo al dedo.
De este modo, un equipo tan conjuntado, logra
como resultado una obra solvente que cumple su objetivo de aclarar las posibles sombras
en torno a la personalidad del protagonista y las motivaciones que le llevan a
actuar como lo hace sin caer en el error de intentar enmendar la plana a
Gibbons y Moore introduciendo nuevos elementos contradictorios pero sin deja
tampoco ningún cabo suelto en torno a la figura de Adrian Veidt.
Lee, que para mí gusto en viñetas puntuales fuerza en exceso la anatomía de algunos de los personajes, ofrece una elegante y sobria composición de página centrada en los detalles complementaria al estilo literario de Wein al tiempo que ocasionalmente nos sorprende con páginas más elaboradas en las que experimenta con la figura y el color. En muchas de sus composiciones, Lee referencia directamente el trabajo de Gibbons y al mismo tiempo lo reinterpreta para caracterizar perfectamente los diversos aspectos del personaje, especialmente su aura mesiánica, con algunas viñetas que parecen emparentadas con las estampillas de santos.
Lee, que para mí gusto en viñetas puntuales fuerza en exceso la anatomía de algunos de los personajes, ofrece una elegante y sobria composición de página centrada en los detalles complementaria al estilo literario de Wein al tiempo que ocasionalmente nos sorprende con páginas más elaboradas en las que experimenta con la figura y el color. En muchas de sus composiciones, Lee referencia directamente el trabajo de Gibbons y al mismo tiempo lo reinterpreta para caracterizar perfectamente los diversos aspectos del personaje, especialmente su aura mesiánica, con algunas viñetas que parecen emparentadas con las estampillas de santos.
En fin, “Antes de Watchmen:
Ozymandias” es un tebeo entretenido y correcto que mejor que ninguno otro
dentro de la línea casa con el concepto de precuela sirviendo de estupendo
prólogo a la obra maestra de Moore y Gibbons.