Ayer al mediodía, cuando el
que más y el que menos se aprestaba a enfrentar la Nochevieja, saltó la bomba
informativa. Juan López, JAN, renunciaba a la reciente concesión de la Medalla
de Oro al Mérito en las Buenas Artes concedida
por el Ministerio de Cultura argumentando su “ética personal” y “convicciones
personales”. Como la forma de renunciar era un poco rara la puse en reserva
hasta que, poco después, desde Amaniaco Ediciones la confirmaron a través de la
red social del pajarito.
JAN no es el primero que ha
renunciado a un premio otorgado por el actual Ministerio de Cultura del
lamentable ministro Wert, al que le crecen los enanos incluso cuando acierta
como en el caso de la concesión de este galardón. Ya le pasó con el Premio Nacional de Narrativa otorgado a Javier Marías por la pésima “Los Enamoramientos”. Y es que con las políticas
del actual Gobierno acabamos pagando todos incluso más aquellas figuras que por
dignidad deciden protestar renunciando a honores, como en el caso de JAN, sin
duda merecidos.
Amo profundamente la obra de
JAN. “El Supergrupo” (Nacho Fernández no nos falles) es uno de mis tebeos
favoritos de todos los tiempos y he leído sus “Superlopez” desde que tengo uso
de razón. Sin embargo, no lo he admirado más como con esta renuncia en la que
demuestra su altura moral. Y es que más admirable que a uno le den un Premio me
parece que es saber renunciar al mismo si estás en desacuerdo con el que te lo
otorga.
En el fondo, JAN tiene el
mejor de los Premios: el cariño y reconocimiento de sus lectores pero, sinceramente,
espero que cuando las circunstancias en España sean otras se lo vuelvan a
ofrecer y el autor, al que no conozco, lo acepte, porque se me ocurren pocos autores de cómics
nacionales cuya trayectoria merezca tanto reconocimiento y el Cómic, en
general, está falto de premios como para andar renunciando a ellos.
Chapeau, Sr. JAN. Ojalá éticas
personales como la suya abundasen y cunda su ejemplo. Otro gallo nos cantaría a
todos y a todas.