Parece que a Norma Editorial le han
debido cuadrar sus cálculos y no ha tardado mucho en publicar el segundo
integral de esta estupenda serie de cuyo primer volumen ya escribí por aquí.
Partiendo de personajes reales, en “Érase una vez en Francia”, Sylvain Valleé y Fabien Nury reconstruyen la biografía de Josef
Joanovici, un emigrante rumano que a pesar de ser analfabeto fue capaz de
construir un imperio criminal en el París ocupado durante la II Guerra Mundial.
En este segundo tomo se
recogen los álbumes tres y cuatro de la serie –“Honor y Policía” y “¡ A las
armas, ciudadanos!” - y descubriremos a un Joanovici inmerso en un complejo doble
juego apoyando abiertamente a los nazis que ocupaban Francia y haciéndose con
una fortuna en el mercado negro mientras, secretamente, aprovechaba sus
contactos para liberar a numerosos agentes detenidos del grupo de la
resistencia Honor y Policia. En medio de ese precario equilibrio de poderes
cualquier error puede ser fatal pero a un buscavidas como Joanovici no le
faltan recursos ni soluciones inesperadas para sobrevivir.
La fórmula ideada por Vallée
y Nury es infalible ya que adapta con oficio y gusto una característica trama
negra a una localización tan atractiva como la Francia ocupada durante la II Guerra Mundial para alimentar la complejidad de su
protagonista, un inteligente y ambiguo personaje capaz de salir delante de las
más peliagudas circunstancia, aunque ello le suponga traicionar y eliminar a
sus aliados y sacrificar su vida familiar. Más de presentar a Joanovici como un
personaje acartonado y estereotipado resulta especialmente atractivo ver cómo
se traslada a la historia su compleja personalidad y sus remordimientos
siguiendo el modelo del los padrinos de Puzo y Coppola creciendo a lo largo de estos dos álbumes la
historia en la medida en que el protagonista va sorteando pruebas cada vez más
complejas.
En fin, “Érase una vez en
Francia” sigue en estos álbumes intermedios manteniendo el nivel a pesar de
haberse difuminado el factor sorpresa de la primera entrega gracias al buen hacer de sus autores y queda todo
pendiente de un último volumen que promete ser todavía mejor. Esperemos que la
conclusión de la serie no decepcione ni se demore demasiado.