ECC Ediciones toma el relevo de Planeta y publica este mes una nueva entrega de la errática “Fábulas” que que engloba los números 108 a 113 norteamericanos y en la que los autores devuelven al primer plano a la familia Lobo.
Tras la muerte del Viento del Norte en el enfrentamiento final con el Señor Oscuro, uno de sus nietos –los hijos de Lobo Feroz y Blancanieves- está llamado a sucederle, iniciándose las pruebas que determinarán quién es el elegido mientras los otros Vientos Cardinales se encuentran a la expectativa para intentar situar a un candidato que les sea afín. Mientras tanto, Bufkin continua con su revolución en el mundo de Oz y Rosa Roja inicia la exploración de la Granja para preparar el regreso de las Fabulas exiliadas. Sin embargo, en el Castillo del Señor Oscuro en Manhattan, su antigua concubina Leigh Douglas, se prepara para cuando las Fabulas regresen.
En este continuo reinventarse que es la serie principal de “Fábulas” se está notando para bien que Willingham anda algo más centrado – el cierre de “Jack of Fables” parece que le ha sentado bien- y está ofreciendo tramas más originales e ingeniosas, desarrollando un conjunto de tramas en paralelo que ahonda en el carácter coral de una obra en la que cualquier personaje puede erigirse en protagonista. En ese sentido, todo el tema en torno a la herencia del Viento del Norte y la profecía a la que se hace referencia en el arco titulado "Heredar el viento" resulta interesante y deja con ganas de saber cómo Willingham va a resolver el arco.
La serie se desdibuja, como viene siendo habitual, una vez más con los episodios autoconclusivos dibujados por distintos artistas que permiten a Buckingham ponerse al día con el dibujo de la trama principal y a Willingham ir introduciendo nuevos elementos y personajes. En este caso, hay una de cal y otro de arena. Mientras que el episodio navideño protagonizado por Rosa Roja –dibujado por Buckingham, todo sea dicho- resulta atractivo y adictivo con su homenaje a clásicos como Andersen o Dickens, la historia de relleno dibujada por distintos autores con guiño incluido al Mundodisco de Terry Prattchett resulta deslavazada e incoherente.
En el aspecto gráfico, Buckingham se muestra tan solvente como acostumbra en una serie ideada a su medida mientras que en el episodio de relleno siempre resulta agradable reencontrarse con el talento de los autores que colaboran, desde el sorprendentemente esquemático Paul Craig Russell hasta un Adam Hughes que deja buena muestra de su talento secundados por el relevista habitual de la serie Zander Cannon y el interesante Ramon Bachs. Mención aparte merece la labor aparte del portadista, el brasileño Joao Ruas que logra la difícil tarea de hacernos olvidar a James Jean.
Parece que de nuevo se avecinan buenos tiempos para “Fábulas” y eso en una serie que –parece mentira como pasa el tiempo- ya ha sobrepasado la centena de episodios tiene su mérito. Seguiremos informando.