“Diario de un escándalo” es un claro ejemplo de un guión convencional salvado por el trabajo del reparto. La historia en sí no iría más allá del argumento para un telefilm melodramático con los que las diferentes cadenas nos torturan las sobremesas de los fines de semana, si no fuese por la interpretación de los actores, destacando sobre el resto una Judi Dench (“Shakespeare enamorado”, “Iris”) extraordinaria perfectamente secundada por Cate Blanchett (“El Señor de los Anillos”, “Babel”), que con este papel conseguiría su segundo Oscar como Mejor actriz de reparto.
Como les decía la historia no es nada original. Cate Blanchett es una joven profesora en un colegio de Londres, felizmente casada con un hombre algo mayor que ella y madre de dos hijos (uno con síndrome de Down), se siente atraída por un joven alumno con el que termina manteniendo una relación. Pronto son descubiertos por una profesora veterana, lesbiana, vieja y amargada, interpretada por Judi Dench que pretende vender su silencio a cambio de la “amistad” de la profesora joven. Sin embargo, el asunto es descubierto por otro profesor y salta a la luz pública con el consiguiente escándalo y despido de las dos profesoras. Básicamente este es el argumento de la película, sobriamente dirigida por un Richard Eyre (“Iris”) que básicamente se limita a colocar la cámara, y salvada por un reparto que dota de credibilidad a la historia. Una Judi Dench es estado de gracia crea aquí uno de sus mejores personajes a través de su amargada profesora lesbiana, caracterizando perfectamente los matices de su retorcida personalidad y mostrando, a través de su voz en “off”, su plan de manipulación de la ingenua profesora interpretada por Cate Blanchett, que en esta película borda el papel. Muy poquito más se puede destacar de esta película salvo el correcto trabajo del resto del reparto.
Si este fin de semana prefieren algo mejor para la sobremesa que un dramón televisivo prueben con esta película.
Como les decía la historia no es nada original. Cate Blanchett es una joven profesora en un colegio de Londres, felizmente casada con un hombre algo mayor que ella y madre de dos hijos (uno con síndrome de Down), se siente atraída por un joven alumno con el que termina manteniendo una relación. Pronto son descubiertos por una profesora veterana, lesbiana, vieja y amargada, interpretada por Judi Dench que pretende vender su silencio a cambio de la “amistad” de la profesora joven. Sin embargo, el asunto es descubierto por otro profesor y salta a la luz pública con el consiguiente escándalo y despido de las dos profesoras. Básicamente este es el argumento de la película, sobriamente dirigida por un Richard Eyre (“Iris”) que básicamente se limita a colocar la cámara, y salvada por un reparto que dota de credibilidad a la historia. Una Judi Dench es estado de gracia crea aquí uno de sus mejores personajes a través de su amargada profesora lesbiana, caracterizando perfectamente los matices de su retorcida personalidad y mostrando, a través de su voz en “off”, su plan de manipulación de la ingenua profesora interpretada por Cate Blanchett, que en esta película borda el papel. Muy poquito más se puede destacar de esta película salvo el correcto trabajo del resto del reparto.
Si este fin de semana prefieren algo mejor para la sobremesa que un dramón televisivo prueben con esta película.