Imagino que ya se habrán enterado de la gran noticia del día de ayer (y no, no me refiero a la separación “temporal” de Elena de Borbón y Jaime Marichalar, que a mí me la trae al pairo) sino al anuncio del fallo del juez de la Audiencia Nacional, José María Vázquez Honrubia en el que condena a Manel Fontdevila y Guillermo Torres, los dibujantes de “El Jueves”, a pagar 3000 euros cada uno por la famosa portada de la discordia de la que ya hemos venido hablando aquí y aquí. Por ahí, ya ha salido quién está dispuesto a hacer una colecta para pagar la multa (esto me ha recordado a la Lola Flores cuando salía pidiendo un duro a todos los españoles para pagar su fraude con Hacienda) y los autores aparte de mostrar su cabreo (no me extraña) y desacuerdo con la sentencia por aquí ya anuncian su intención de recurrir.
Que la sentencia es injusta es de sentido común y que los argumentos en los que aparentemente se basa el juez son poco consistentes también. “Ciudadanos españoles medios”, que yo sepa, somos todos hasta que por alguna circunstancia – la que sea- dejamos de serlo e imagino que la mayoría de los “ciudadanos medios” habrán pasado del tema porque otros problemas “medios” (pagar una hipoteca, encontrar trabajo, etc.) tendrán y los que pudieran sentirse ofendidos por la portada no compraron la revista y punto porque yo desde mi concepción tan abstracta como la del juez presupongo que los “ciudadanos medios” tienen suficiente madurez para saber comprar aquello que les gusta y dejar en el kiosco lo que no les gusta. Que un dibujo representando a una pareja practicando sexo en una revista de humor gráfico sea objetivamente injurioso me sorprende a estas alturas de la fiesta porque no hay distracción “media” más agradable que practicar sexo y que la Fiscalía se ocupe de tutelar y fiscalizar el “orden social” de esta manera y no persiguiendo con igual saña comportamientos delictivos más graves a mí como “ciudadanos medio” me sonroja.
La portada de “El Jueves” era tan atentatoria como muchas de las que la revista ha venido publicando en los últimos veinticinco años y que no habían escandalizado a nadie ni creado “alarma social” ninguna, y son mucho menos injuriosas, en mi opinión, que las opiniones y comentarios que se vierten diariamente en múltiples programas televisivos (a ver cómo se portan ahora con el “notición” del divorcio). Sin embargo, puesta en marcha la máquina judicial por exceso de celo o por algún interés más oscuro que se nos escape, estaba claro que el Juez iba a fallar de esta manera: un pescozón rebajando la petición inicial de la Fiscalía que no dolerá (aunque sea donde más duela realmente) a los autores más allá de su amor propio y saber que han sido tratados con un rasero diferente que a otros, porque imagino que a “El Jueves” no le costará nada asumir el coste de ambas multas dado que gracias a toda la polémica generada han conseguido mejorar sus ventas y volver al candelero de la opinión pública como no lo hacía desde la Transición.
Más grave me parece para el resto de los “ciudadanos medios” se penalice de esta manera la libertad de expresión de un medio que, en definitiva, es un derecho inalienable y que realmente la Judicatura debería garantizar. Pero, ya se sabe, vivimos tiempos oscuros…
Que la sentencia es injusta es de sentido común y que los argumentos en los que aparentemente se basa el juez son poco consistentes también. “Ciudadanos españoles medios”, que yo sepa, somos todos hasta que por alguna circunstancia – la que sea- dejamos de serlo e imagino que la mayoría de los “ciudadanos medios” habrán pasado del tema porque otros problemas “medios” (pagar una hipoteca, encontrar trabajo, etc.) tendrán y los que pudieran sentirse ofendidos por la portada no compraron la revista y punto porque yo desde mi concepción tan abstracta como la del juez presupongo que los “ciudadanos medios” tienen suficiente madurez para saber comprar aquello que les gusta y dejar en el kiosco lo que no les gusta. Que un dibujo representando a una pareja practicando sexo en una revista de humor gráfico sea objetivamente injurioso me sorprende a estas alturas de la fiesta porque no hay distracción “media” más agradable que practicar sexo y que la Fiscalía se ocupe de tutelar y fiscalizar el “orden social” de esta manera y no persiguiendo con igual saña comportamientos delictivos más graves a mí como “ciudadanos medio” me sonroja.
La portada de “El Jueves” era tan atentatoria como muchas de las que la revista ha venido publicando en los últimos veinticinco años y que no habían escandalizado a nadie ni creado “alarma social” ninguna, y son mucho menos injuriosas, en mi opinión, que las opiniones y comentarios que se vierten diariamente en múltiples programas televisivos (a ver cómo se portan ahora con el “notición” del divorcio). Sin embargo, puesta en marcha la máquina judicial por exceso de celo o por algún interés más oscuro que se nos escape, estaba claro que el Juez iba a fallar de esta manera: un pescozón rebajando la petición inicial de la Fiscalía que no dolerá (aunque sea donde más duela realmente) a los autores más allá de su amor propio y saber que han sido tratados con un rasero diferente que a otros, porque imagino que a “El Jueves” no le costará nada asumir el coste de ambas multas dado que gracias a toda la polémica generada han conseguido mejorar sus ventas y volver al candelero de la opinión pública como no lo hacía desde la Transición.
Más grave me parece para el resto de los “ciudadanos medios” se penalice de esta manera la libertad de expresión de un medio que, en definitiva, es un derecho inalienable y que realmente la Judicatura debería garantizar. Pero, ya se sabe, vivimos tiempos oscuros…