jueves, 11 de febrero de 2010

Fandecomix out, Imagorama in.

Pues eso, tras diez años, desaparece la estupenda Fandecomix pero no nos quedamos sin los inimitables Maria José S. Bermejo ni Fernando F. Vegas que ofertan una nueva propuesta virtual aún más ambiciosa: Imagorama.

Reproduzco la nota de prensa que me pasan:

Queremos darte a conocer la nueva web de IMAGORAMA el espacio en la red que sustituye a FANDECOMIX.
A nuestra mirada del mundo de la historieta, después de diez años en internet con fandecomix, añadimos nuestra mirada panorámica más allá de la técnica o el formato que la palabra implica dilatando el horizonte a las distintas expresiones creativas que configuran nuestro entorno visual y cultural.
IMAGORAMA. Revista digital de información y actualización diaria. Cine, libros, series de televisión, cómic, animación, teatro... y otras formas de expresión de la IMAGEN y la IMAGINACIÓN.
IMAGORAMA una mirada panorámica a la cultura de la imagen desde la red.
En IMAGORAMA seguimos apostando por la creación de los cómics continuando con la propuesta del tebeo online BAJO ZERO COMIX junto a la recreación de las imágenes del cine y del pastiche que nos ofrece AGUDEZAMUY´S un espacio para imagoramas con AGUDEZASMUY´S.
Continuamos con nuestro envío semanal de noticias via e-mail a través de la newsletter de imagorama.

Desde este instante queda inaugurada la web de IMAGORAMA. Solo para tus ojos ;).

Desde aquí pueden echarle un vistazo al invento y aquí a su blog. Mucha suerte.

“La Carretera” de John Hillcoat.

El lunes tras salir de ver esta película se me ocurrió plantear el juego del chiste. Sí, ya saben, ese de las nacionalidades…Así, si la obra de Comarc McCarthy la hubiera adaptado un ruso hace treinta años –Tarkovski, por ejemplo-, seguro que estaríamos ante una desasosegante y fatalista obra maestra para minorías y pases de cine-club; si la hubiera rodado un francés, hace cincuenta –Truffaut, por ejemplo- tendríamos una romántica y sensible obra maestra conocida por todos, referencia obligada en casi todas las tertulias de café sobre cine (como “Fahrenheit 451”, vamos). Sin embargo, rodada por un australiano afincado en Canadá el año pasado de nombre John Hillcoat nos encontramos ante una adaptación impersonal y edulcorada demasiado predispuesta a salvar la obra de McCarthy y gustar al público masivo a la que va dirigido, objetivo que logra por los pelos, y a ser olvidada en menos de un año.

No sé si a estas alturas es necesario, pero les cuento por si hay algún despistado, que tanto en la novela como en la película se nos narra la historia de un padre e hijo anónimos que viajan hacia el mar atravesando unas tierras yermas y agonizante tras un cataclismo cuyo origen se desconoce. El mundo es un erial y los pocos supervivientes compiten entre sí por los alimentos disponibles convirtiéndose los escasos viajeros que transitan las antiguas carreteras en presas fáciles de bandas que se han dado al canibalismo. ¿Llegarán los protagonistas al mar? ¿Hay esperanza para un mundo agonizante?¿Se comerá el hijo a su padre? Tendrán que ver la película para enterarse.

Hillcoat contaba con todos los elementos para haber hecho una película grandiosa, sin embargo, temeroso ante la responsabilidad de adaptar a McCarthy, no ha sido capaz de insuflar personalidad propia a una cinta que seguramente a los que somos padres nos conmoverá y sobrecogerá igualmente pero que no se puede comparar al vigor desesperado de la novela original quedando meramente como una obra digna que no desmerece pero tampoco entusiasma. Las pocas matizaciones que el guión se permite están llamadas a suavizar el original para convertir la película en un producto más agradable al gran público, matizando buena parte del pesimismo y desesperación original para traicionarlo, y rozando, en ocasiones, la vulgaridad propia de cualquier superproducción de terror. Si el mensaje original y la desesperanza de la obra de McCarthy calan en el espectador, será debido al gran trabajo de un reparto excelente, en el que destacan por encima de todos un Viggo Mortensen, acostumbrado a encarnar todo tipo de antihéroes desesperanzados, y un joven Kodi Smit-McPhee que borda un papel enormemente complejo para alguien de su edad. Hillcoat no es capaz de sacar mayor partido a una fotografía excelente de Javier Aguirresarobe (si no está nominado debería estarlo), que mantiene una luminosidad crepuscular y agonizante en un mundo completamente gris, ni a la recreación acertadísima de una tierra agonizante en la que es fácil reconocer los vestigios de nuestro mundo.

En definitiva, “La Carretera” es una adaptación fiel y una película correcta en su pusilanimería que ni busca ni quiere escapar de la sombra de la novela y que debe servir a los que no la hayan leído como acercamiento a la misma si se atreven. A propósito, no me pregunten que habría hecho un director español si hubiera tenido que adaptar esta novela, mi imaginación no da para tanto.

La Carretera” de Cormac McCarthy en El lector impaciente, aquí.

miércoles, 10 de febrero de 2010

“Los Muertos Vivientes 9: Aquí permanecemos” de Charlie Adlard y Robert Kirkman.

Nueva y esperada entrega de una de las mejores series del panorama mainstream actual, “Los Muertos Vivientes”, en la que Kirkman y Adlard nos narran las peripecias de un grupo de supervivientes en una Norteamérica invadida por los zombis. Con este nuevo tomo recopilatorio, que reúne los números 49 a 54 de la edición norteamericana, se exploran las consecuencias de los dramáticos últimos acontecimientos y se profundiza en la relación entre dos de los protagonistas, Rick y su hijo Carl.

Tras el asalto a la prisión, y la muerte de la mayoría de los supervivientes, Rick, herido y traumatizado, huye del lugar junto con el pequeño Carl quién deberá aprender a sobrevivir en un mundo plagado de zombis. Por otro lado, la aparición de un nuevo grupo de supervivientes que aseguran tener la clave del origen de la invasión zombi abre nuevos interrogantes. ¿Serán capaz de salir los supervivientes adelante? ¿Los nuevos aliados serán amigos o enemigos? ¿Acabarán haciendo todos el zombi? Tendrán que leerse el tebeo para enterarse.

Kirkman sigue demostrando su talento manteniendo la tensión y el interés de la serie intactos sin que se note el desgaste tras más de cincuentena números publicados ofreciendo en estos nuevos argumentos que apuntan a que la serie puede mantener su interés todavía bastantes episodios más. Y lo cierto es que realmente los secretos de su éxito son muy simples: argumentos trabajados que explotan las convenciones del género zombi, una excelente caracterización de personajes y una endiablada habilidad para ir siempre un paso por delante del lector. Nada demasiado complicado de contar pero extraordinariamente difícil de lograr más comparando el panorama actual del cómic mainstream actual.

Kirkman explora inteligentemente las conductas humanas dosificando el componente "gore", situando a unos personajes creíbles y cotidianos en una situación radicalmente extremas e imposibles. Sus reacciones resultan entendibles para cualquiera y en muchas ocasiones aprovecha sin demasiados ascos siutaciones ideadas en obras precedentes por autores clásicos de ciencia ficción o el terror. En concreto, en este arco argumental resulta patente la influencia de la notable “La Carretera” de Comarc McCarthy en la relación que se desarrolla entre padre e hijo, y del “Soy Leyenda”, de Richard Matheson. A pesar de moverse por caminos trillados, Kirkman insufla frescura a la historia con tanta habilidad que es difícil no dejarse atrapar por este tebeo y comerse las uñas tras su lectura ante la curiosidad sobre el destino de unos personajes que los seguidores de la serie hemos hecho nuestros.

En el aspecto gráfico, Charlie Adlard mantiene la regularidad sin estridencias. Nada espectacular pero una narrativa eficaz que sabe incorporar el contrapunto dramático necesario en un tomo en el que hay un gran número de páginas que se desarrollan sin prácticamente ningún diálogo.
Adlard utiliza grandes viñetas en las que se juega constantemente con los recursos del medio para epatar al lector aun cuando en ocasiones abuse de la repetición de encuadres e incluso viñetas que se hace clamorosa en la doble página en la que repite las secuencias día/noche hasta tres veces para hacer notar el transcurso del tiempo, una sospechosa muestra de estiramiento artificial que irritará a los más quisquillosos y que espero no se repita.

La edición de Planeta en la línea de corrección habitual y con el fallo al que ya nos hemos habituado de no incorporar en el tomo ni las portadas originales (son las reproducidas a lo largo de esta entrada) ni ningún artículo-resumen que permitiera a los lectores refrescar la trama tras prácticamente un año de la publicación de la última entrega. Anuncian que a partir de este número se mantendrá la periodicidad trimestral. Ojalá sea así porque “Los Muertos Vivientes” es la serie más interesantes de las publicadas en estos momentos por la editorial.

Más sobre "Los Muertos Vivientes" en El lector impaciente:

Los muertos vivientes
La mejor defensa”.
Esta triste vida”.
La calma antes de
Creados para sufrir”.

No entiendo a Astiberri.


Vaya por delante que Astiberri tiene un catálogo excelente (vale, sí, gafapastoso pero excelente), un modelo definido de negocio y una apuesta clara por editar cómics de calidad, realizando incluso campañas de marketing para promocionar alguna de sus obras como no se han visto en este país. Sin embargo, por otro lado, creo que últimamente no están mostrando ninguna piedad por sus sufridos lectores inundando el mercado con cómics de elevado precio que comparten una temática similar. Me explico.

Ponent Mon publicó en diciembre”Un zoo en invierno” de Jiro Tainiguchi, un excelente manga autobiográfico sobre un joven que da los primeros pasos en la industria del manga. Genial, porque por aquí a la muchachada nos gusta Taniguchi y está dispuesta a pagar los 16 € del tebeo. Sin embargo, el mismo mes y el siguiente, Astiberri publica en dos volúmenes “Una vida errante” de Yoshihiro Tatsumi, un excelente manga autobiográfico sobre las experiencias en la industria del manga del autor. 48 eurazos por los dos tomos y al mes siguiente, “Nonnonba”, de Shigeru Mizuki, otro excelente manga autobiográfico sobre las experiencias que llevaron al autor a convertirse en mangaka….24 euros más la broma…Publica Ponent Mon un manga sobre un autor de manga, toma tres tazas y viva la competencia (lo que no me parece mal pero, ¿se han parado a pensar en los que tienen que comprarse los tebeos?).

Más allá que todas estas obras sean tebeos maravillosos e indispensables (no me pregunten que no lo sé, no me he leído los tres, pero yo si como caviar todos los días acabo abominando el caviar) no me parece una buena medida editorial saturar el mercado con tebeos de la misma temática ya que debe haber pocos lectores con poder adquisitivo para gastarse 72 euros en tan poco tiempo (88 euros si se hicieron también con “Un zoo en invierno”) en tebeos que comparten una misma temática (me dirán que se pueden dejar de comprar algunos de estos tebeos como novedad y adquirirlos más tarde, pero en ese caso ya sabemos todos cuántos ejemplares suelen tener en las librerías de atrasados y lo difícil que es recuperar lecturas ante una oferta con tantas novedades mensuales). Quizás hubiera sido mejor distanciar a lo largo del año las tres obras en lugar de concentrarlas en un período de tiempo tan corto pero, ya saben lo que se dice, maestros tiene la Iglesia.

Creo que Astiberri se ha equivocado o quizás es que se van a especializar en excelentes mangas autobiográficos sobre autores de tebeos y van a publicar dos al mes. ¿Ustedes que opinan?.

martes, 9 de febrero de 2010

Nuevo trailer de “The last airbender”, de M. Night Shyamalan

Y a mí que me da que el Shyamalan más comercial me va a gustar. Vean, vean…

“Un cero a la izquierda”, de Barú y Pierre Pelot.

Negra, negrísima es la última historia publicada en España por Dib-buks del recientemente premiado en Angòuleme, Barú, en colaboración con el escritor Pierre Pelot. Una historia de factura aparentemente sencilla pero en la que Barú lanza cargas de profundidad directamente a nuestras conciencias.

De un orfanato situado en un pequeño pueblo de Francia, desaparece un niño mongólico (traducción Dib-buks) en una excursión al campo. De inmediato se organiza una expedición de búsqueda en la que los dos golfos del pueblo reclaman su minuto de gloria ante las cámaras mientras las autoridades empiezan a pensar en dirimir responsabilidades frente a la prensa. Cuando la directora del orfanato decide que la joven cuidadora de la excursión se convierta en el chivo expiatorio de la historia sólo su novio parece dispuesto a hacer algo al respecto…

A partir de una anécdota real vivida por Pelot este publicó una novela que es la que ahora aparece adaptada al cómic de la mano de Barú. Este construye una obra que pasa de la comedia al drama sin transición y en la que queda patente el tratamiento negrísimo de una historia en la que denuncia los tejemanejes en la Francia rural. Lo que, aparentemente, se inicia como una ingenua historia coral centrada en unos pintorescos personajes se transforma, a partir de la desaparición del huérfano, en un ácido alegato sobre las deficiencias de los orfanatos franceses y las maniobras del poder frente a los más débiles en una historia en la que el absurdo y la realidad van de la mano y en la que todos los personajes que aparecen son, de uno u otro modo, culpables de lo sucedido.

Pierre Pelot, es un veterano novelista bastante conocido en Francia (no así en España), y en este tebeo deja que un inspirado Barú lleve el peso de la adaptación. Barú hace gala de su estilo enérgico, vivo y expresivo para caracterizar con vitriolo a unos personajes exagerados pero en los que no es difícil atisbar una base realista a partir de la cuál construye una historia que, bajo su aparente ligereza, invita a una reflexión más profunda.

En definitiva, “Un cero a la izquierda” es un cómic que deja un regusto amargo tras sus aparentes excesos pero que muestra el talento de un autor con una mirada única para denunciar las injusticias sociales. Respecto a la edición, de Dib-buks, ligeramente reducida, resulta bastante correcta más allá de su elevado precio aunque el sentido del título original, “Pauvres Zheros”, se pierde inevitablemente con traducción elegida (eso sí, yo tampoco sabría traducirlo mejor…).

Otras obras de Barú en El lector impaciente:

- “Negro”.

lunes, 8 de febrero de 2010

“Watchmen 2”: si quieres lo tomas y si no lo dejas.

Ha saltado el rumor a la arena informativa comiqueril de los planes de DC de continuar la genial maxiserie de Moore y Gibbons, y se ha revuelto el gallinero (que nadie se ofenda) sobre si se ha de mancillar una obra “intocable” con continuaciones, precuelas y demás zarandajas y las más variadas hipótesis sobre la reacción del irritable genio de Northamptom al respecto.

Bueno, en mi opinión y con todos mis respetos hacia el maestro, poco importa lo que pueda opinar Moore porque al vender los derechos de la obra pierde toda capacidad de decisión sobre la misma y, aunque moralmente, lo correcto sería que al menos le informasen todo sabemos cómo es el mundo de los negocios (y si no que recuerden a Jack Kirby) en cualquier ámbito. Seguramente, las condiciones leoninas que practicaban las editoriales americanas (y las españolas) hace treinta años acaparando la propiedad de las creaciones hacia imposible otra opción para los autores que tragar y pasar por el aro pero tampoco se puede negar que esos mismos autores conocían las reglas del juego y decidían jugar con las cartas marcadas. Eran las condiciones de trabajo que había y si las quería las tomabas y si no pues…ya saben (el pan nuestro de cada día de los pobrecitos mortales). Por todo esto, y visto además el escaso éxito que ha tenido su opinión en lo referente a las adaptaciones cinematográficas de sus obras, dudo mucho que llegue a pronunciarse y preferirá guardar mutismo tras las barbas.

No nos engañemos, ni nos pongamos sentimentales. Aquí lo que importa son las viles pelas y visto el negocio hecho con la película, los ejecutivos audiovisuales que actualmente son los que rigen los destinos de las grandes editoriales de cómics ya habrán hecho las cuentas y comprobado que el tirón de los personajes es suficiente para vender tebeos y, sobre todo, hacer más películas. Crudo, sí…pero como la vida misma.

¿Afectará la nueva colección, colecciones, universo o lo que sea a la obra de Moore y Gibbons? No demasiado y, en todo caso, no creo que para mal ya que permitirá mantener la obra viva y que continúe reeditándose y llegando a nuevos lectores. Una obra maestra lo es entre otros factores por la cantidad de imitaciones, continuaciones y caminos que abre más allá de su peripecia comercial (Que les pregunten a Kafka o Welles si se hicieron ricos o, simplemente, pudieron vivir de su obra).

En fin, que sí, que vale que hagan todos los “Watchmen” que quieran y que les salgan lo mejor posible para nuestro disfrute pero “Watchmen”, como todos sabemos, sólo hay uno.

domingo, 7 de febrero de 2010

Segundo trailer de “Les aventures extrordinaires D’Adèle Blanc-Sec” de Luc Besson.



Bueno, el segundo trailer confirma que el plato se está cociendo a fuego lento y huele bien aunque hasta que no lo probemos no sabremos qué tal sabe. Habrá que esperar a mediados de abril. (Excelentes los trailers de Besson).
De la anunciada reedición por parte de Norma de la serie de Tardi, nada se sabe.

viernes, 5 de febrero de 2010

“Retrato de un hombre inmaduro”, de Luis Landero.

Luis Landero es uno de esos escritores que sin prodigarse demasiado en los medios ha logrado, gracias a una obra sólida, personal y coherente hacerse con un grupo de rendidos seguidores entre los que me incluyo que esperamos expectantes cada nueva obra. Por ese motivo, la aparición de “Retrato de un hombre inmaduro” era una lectura obligada que paso a comentarles.

Nos encontramos ante una novela en primera persona en la que el anónimo protagonista sobrelleva una noche de insomnio en un diálogo abierto con una compañera desconocida. Nuestro indeterminado protagonista hila un repaso desordenado por distintos acontecimientos de su vida que nos permiten hacernos una composición acerca de su persona, un hombre lúcido y confuso, fantasioso y pragmático, un hombre de su tiempo.

Retrato de un hombre inmaduro” es una novela franca y divertida, ligera en apariencia pero honda en su reflexión, que rememora una vida llena de experiencias al final de la misma, en una narración libre de etiquetas morales en la que el escritor conjuga con acierto socarrón realidad e imaginación mediante una escritura ligera y aparentemente espontánea que no está al alcance de muchos escritores. A través del relato del protagonista, Landero nos presenta una galería de personajes sorprendentes y entrañables en los que no es difícil reconocer rasgos identificables de personas del entorno cotidiano de cualquiera de nosotros exagerados por su fecunda imaginación o pertenecientes al pasado reciente en el que duerme nuestra infancia.

Landero ha escrito una pequeña obra maravillosa, asequible para cualquiera y que se lee en un respiro. Una novela que sería la envidia de los Millás o Saramago pero escrita con sabiduría por un extremeño de Chamberi, Landero, Luis Landero. Léanla y me cuentan.

Otras obras de Luis Landero en El lector impaciente:

Hoy, Júpiter”.

jueves, 4 de febrero de 2010

“Plenilunio”, de Chabouté.


Hay algunos autores que a pesar de su calidad son muy poco conocidos fuera de sus fronteras. Uno de estos, es Christophe Chabouté, multipremiado en Francia pero del que apenas su obra ha empezado a ser publicada en España hace un par de años. Probablemente, de lo publicado hasta ahora, “Plenilunio”, publicada por Ediciones Kraken, sea su obra más interesante y lograda y en la que queden mejor definidas algunos temas recurrentes en su obra, como la soledad y la denuncia social.
Tolweck es un pequeño funcionario, misógino, racista, machista y solterón, encantado de conocerse. Cuando su jefe le pide que entregue una carta fuera del horario de trabajo, el angelito ve una puerta abierta a un ascenso aunque tenga que sacrificar parte del partido que tenía que pensaba ver esa noche por la tele. Sin embargo, lo que parecía ser un encargo fácil pronto se convierte en un cúmulo de desventuras para el alfeñique de Tolweck quién se convierte en el objeto de deseo de una camionera salida y es perseguido por gitanos y ladrones por igual. ¿Sobrevivirá Tolweck a tan nefando encargo?¿Entregará la misteriosa carta?¿Se deberán todas sus desdichas al influjo de la luna llena? Tendrán que leerse el tebeo para saberlo.

Como viene siendo habitual en su obra, Chabouté se inspira en una obra previa –en este caso, la genial película de ScorseseJo, que noche”- para montar una entretenida historia de enredo y misterio hilvanada a ritmo frenético en la que incorpora las dosis justas de critica social sobre la situación de los inmigrantes en su país y la actitud de un determinado tipo de ciudadano radical al que caricaturiza con acierto a través del protagonista de la historia. En el aspecto gráfico, Chabouté demuestra su calidad narrativa haciendo gala de su dominio del claro oscuro y la mancha a través de un estilo influido por grandes del cómic como Alberto Breccia o José Múñoz.

En definitiva, “Plenilunio” es un buen tebeo que ha recibido multitud de premios en su país y que Ediciones Kraken ha publicado en un formato aceptable aunque habría que demandarla un mejor papel en próximas entregas (las hojas se transparentan) y exigirla que traduzca los pie de página que aparecen en el cómic.

Otras obras de Chabouté en El lector impaciente:

miércoles, 3 de febrero de 2010

“Tamara Drewe”, de Posy Simmonds.

No sé ustedes pero yo le tengo cierta aprehensión a las fronteras. Siempre me han parecido terrenos inhóspitos y peligrosos pero que al tiempo pueden dar lugar a aventuras y encuentros inolvidables, descubrimientos y hallazgos sorprendentes. Sin embargo, tras leer “Tamara Drewe”, la aclamada obra de la inglesa Posy Simmonds creo que esta es de los míos y demuestra que se mueve perfectamente por este tipo de terrenos (al menos en su faceta más artística) y demuestra que en la frontera entre el Cómic y la Escritura hay oportunidades para contar historias apasionantes. Les cuento.

En medio de la campiña inglesa, la enérgica y vital Beth lleva una residencia para escritores en la que estos puedan retirarse a escribir sin distracciones. Su marido Nicholas es un escritor de éxito de novelas policíacas y cuenta con huéspedes semipermanentes como Glen, un culto e inseguro profesor, incapaz de terminar su gran obra sobre Verlaine. Beth está orgullosa de su residencia y resignada a su tranquilo estilo de vida pero la llegada a la finca de al lado de la atractiva Tamara Drewe se convertirá en un auténtico quebradero de cabeza a lo largo del siguiente año en el que la vida de Beth y todos los habitantes del lugar se verán inexorablemente influidas por la presencia de Tamara. Si quieren saber más tendrán que leer el tebeo..

Posy Simmonds abre en “Tamara Drewe” una ventana al lector a la vida de sus protagonistas mostrándolos tal y como son, con sus cualidades y defectos, en una historia que tiene en el retrato de los personajes su principal acierto. A través del relato cruzado de los diarios y artículos de los cuatro narradores de la historia –Beth, Glen, la joven Casey y la propia Tamara Drewe- hila un relato apasionante en la que bajo la aparente armonía superficial se esconden toda una red de engaños e inseguridades que acaban en tragedia y se convierten en un sólida reflexión acerca de la vacuidad de las vidas contemporáneas. Simmonds construye a unos personajes cargados de humanidad cuyas vivencias el lector hace suyas y con los que no se puede dejar de sentir cierta simpatía.

Posy Simmonds construye la obra a través de una sabia y arriesgada combinación de narración escrita y secuencial en la que demuestra su dominio por igual de ambos medios. Partiendo de la adaptación muy libre de la novela de Thomas Hardy, "Lejos del mundanal ruido", la Simmonds convierte el relato escrito -no olvidemos que las letras no son más que representaciones gráficas- en un recurso más para perfeccionar la narración gráfica, potenciando el retrato introspectivo de los tres personajes narradores –personajes inseguros y asustados por distintos motivos que se reducen al fracaso frente a los demás- contrapuestos a la seguridad que destilan las columnas de Tamara, una periodista joven y atractiva sin prejuicios a la hora de publicar sus devaneos amorosos en un periódico, que complementan el mosaico de los demás narradores y dejan al lector la labor de juntar todas las piezas. Como narradora gráfica, Posy Simmonds se muestra como una narradora brillante y llena de recursos con una especial habilidad para el diseño de página en la que combina con ingenio las detalladas reflexiones escritas de los personajes con el cómic en sí sin que ello merme el desarrollo gráfico de la historia con algunas soluciones que harían las delicias del mismísimo Will Eisner. Sin embargo, la narración no es el único mérito de la autora ya que también se muestra como una excelente colorista que a base de tonos suaves logra potenciar un estilo de dibujo elegante y estilizado en el que los personajes son mostrados con cierta gracia ingenua y los edificios y ambientes recreados al detalle.

En definitiva, “Tamara Drewe” es una obra fronteriza que podría haberse convertido en un auténtico pestiño en otras manos pero que gracias a la habilidad, sensibilidad y talento de su autora se descubre como una rara avis que concilia escritura y cómic abriendo nuevas sendas de exploración a quién quiera seguirlas mediante una obra que fue de las mejores de las publicadas el año pasado. Yo que ustedes no me la perdería pero si necesitan más razones aquí las pueden encontrar.

Brillante Vergara


Brillante se ha mostrado Vergara en la serie de chistes que ha dedicado en "Público" a la medida anunciada por el Gobierno de retrasar la edad de jubilación a los 67 años. El resto de los chistes pueden verlos aquí.
Ríamos para no llorar.

martes, 2 de febrero de 2010

Primer trailer de “The Losers”

<a href="http://video.msn.com/?mkt=en-us&amp;from=sp&amp;fg=MsnEntertainment_MoviesTrailersGP2_a&amp;vid=1b9d070f-aff2-47f6-8a86-9b2b44ec4fc6" target="_new" title="&#39;The Losers&#39; Exclusive Look">Video: 'The Losers' Exclusive Look</a>
Mira tú por donde la primera adaptación de un cómic al cine del año es un honor que recaen en “The Losers”, una miniserie de Vertigo escrita por Andy Diggle bastante entretenida (a ver si les escribo algo más extenso antes del estreno de la peli) que tuvo como principal aliciente el darnos a conocer a muchos a un dibujante tan interesante como Jock.

El trailer pinta bien, con las típicas escenas de acción rodadas como se suelen hacer estas cosas hoy en día. Para primavera veremos en que queda esta película dirigida por Sylvain White y que cuenta con Óscar Jaenada en el reparto

Clarividente Watterson.

P: Los lectores se hicieron amigos de sus personajes, de modo que, comprensiblemente, lamentaron (y todavía hoy siguen lamentando) que la serie llegara a su fin. ¿Qué les diría?

R: No es tan difícil de comprender como la gente intenta que parezca. Al cabo de diez años, había contado prácticamente todo lo que me había planteado contar. Siempre es mejor dejar la fiesta en el momento álgido. Si me hubiera dejado llevar por la popularidad de la tira y me hubiera seguido repitiendo durante otros cinco, diez o veinte años, la gente que ahora "lamenta" la desaparición de Calvin y Hobbes estaría exigiendo mi cabeza y maldiciendo a los periódicos por publicar tiras viejas y tediosas como la mía en vez de buscar nuevos talentos. Y yo estaría de acuerdo con ellos. Creo que parte del motivo por el que Calvin y Hobbes sigue encontrando un público hoy en día es porque elegí no apurarlo hasta las heces. Nunca he lamentado dejarlo cuando lo hice.

(En Cultura Impopular, Óscar Palmer ha subido una interesante entrevista del esquivo Bill Watterson, el creador de la genial “Calvin y Hobbes”. Watterson demuestra tener la cabeza muy bien amueblada y ser un tipo sensato y no el tipo raro que en ocasiones se nos ha querido vender. La entrevista completa aquí).

“Invictus”, de Clint Eastwood.

A finales de los años sesenta, surgió el fenómeno del Black Power un movimiento que abogaba por la igualdad de derechos con los blancos y reivindicativo con su propia identidad cultural. Un fenómeno puntual que tuvo sus conatos de radicalización y, culturalmente, dio lugar a fenómenos como la Blaxploitation en cine o la aparición en cómics de un amplio plantel de superhéroes negros como Pantera Negra o El Halcón. Sin embargo, con la paulatina equiparación de derechos, que no de oportunidades, el Black Power fue desapareciendo como tal hasta que la irrupción del primer presidente negro de los Estados Unidos, Barack Obama, ha propiciado que la negritud vuelva a estar de moda (ya en el cómic se le han hecho más de un guiños al presidente). Por todo ello, con buen ojo, Morgan Freeman, productor aparte de protagonista de esta película, ha sabido elegir, tanto el mejor momento (este año es el Mundial de Fútbol en Sudáfrica por lo que el país volverán a estar en el candelero mundial) como al director probablemente más respetado actualmente en el cine norteamericano y que ya ha mostrado anteriormente en su obra su preocupación por los problemas raciales, Clint Eastwood, para estrenar este biopic a la mayor gloria de Nelson Mandela, el primer presidente democrático y de color en la racista Sudáfrica..

La película adapta el libro de John Carlin, “El factor humano”, y se centra en mostrar los esfuerzos de Mandela para utilizar la Copa del Mundo de Rugby de1996 como un acontecimiento que ayudase a cimentar el espíritu nacional y eliminar las tensiones raciales. Para ello, Mandela contacta con el capitán de la selección, François Pienaar (interpretado por un Matt Damon cachas), al que sirve de inspiración para, contra todo pronóstico, lograr que la selección llegue a la Final de la competición contra Nueva Zelanda. Si ganan o no, ya no se lo cuento que tienen que ir a ver la película.

Clint Eastwood realiza en “Invictus” un trabajo correcto y aseado en el que con habilidad sitúa al espectador en el contexto de desigualdades sociales que era la Sudáfrica de los noventa y construye una película interesante que gira sobre dos polos asimétricos representados por el Nelson Mandela interpretado soberbiamente por Freeman, con el que probablemente vaya a ganar un nuevo Óscar, y el François Pienaar, interpretado también con credibilidad por Damon. Pese su buena factura y la calidad interpretativa de casi todo el reparto encabezado por sus protagonistas en mi opinión se la puede poner ciertos peros a la película: por un lado, una excesiva fascinación por la figura de Mandela, dando una visión de figura venerable y semidivina que pasa de puntillas sobre las sombras de su vida (a pesar de aparecer la hija de Mandela prácticamente no se sabe nada de su mujer Winnie y las rencillas y tensiones aparecen muy suavizadas); por otro, la gesta deportiva (la victoria de Sudáfrica sobre los All Blacks de Lomu es uno de los grandes partidos de la historia del rugby) queda bastante desdibujada desperdiciando en buena medida a un Matt Damon cuyo papel pedía a gritos un mayor protagonismo. Eastwood no es capaz de reflejar la épica de la gesta protagonizada por los sudafricanos ni la intensidad del partido ni del deporte (para mí, esta película le hubiera venido como anillo al dedo a Oliver Stone) y se muestra bastante torpe en la narración misma del partido, centrándose más en sus efectos en la grada y la población sudafricanas.

En definitiva, “Invictus” es una película más que correcta que tiene su principal aval en un inmenso Morgan Freeman pero que dados los vientos que corren recibirá más elogios de los que cinematográficamente le corresponden. Con todo, merece la pena para acercarse a una de las figuras claves de la segunda mitad del siglo XX. Ustedes mismos.

Otras películas de Clint Eastwood en El lector impaciente:

"Gran Torino"

lunes, 1 de febrero de 2010

¿Alguien entiende a Norma?


Yo, como aficionado, no. Imagino que sus decisiones se deberán a estrictos criterios económicos confidenciales que, a la larga y por mucho que nos fastidien a los lectores, son los que permiten mantener un negocio (y una editorial de tebeos no deja de serlo) pero que a la larga no ayudan a crear nuevos lectores. Van unos cuantos ejemplos:

Hace como cosa de dos años, sin mediar explicaciones, la editorial decidió retirar de las librerías la serie de Hermann, “Las Torres de Bois-Maury”, una serie histórica de calidad incontestable que ya es un clásico para muchos de nosotros. Se rumoreaba que la razón era el comienzo inminente de la publicación de la serie en integrales. Sin embargo, de eso nada más se ha sabido y, con el mismo formato de siempre la editorial acaba de publicar el último episodio de la serie aparecido en Francia, “Vassya”.

Y no es el único caso ni el más sangrante ya que en el .pdf facilitado con las novedades de Marzo la editorial anuncia la publicación del sexto álbum de “La Búsqueda del Pájaro del Tiempo”, la excelente obra de fantasía que dio a conocer a Loisel en España, lo cual no está nada mal… para los que conocemos la colección porque los cinco álbumes anteriores llevan años descatalogados sin que haya noticias por parte de la editorial sobre su reedición.

Son dos casos pero se me ocurre algún otro de obras de calidad contrastada que llevan tiempo sin reeditarse. Norma mima a los aficionados que llevamos años en esto pero olvida a los jóvenes lectores a los que priva de un acceso sencillo a obras que son clásicas y que deberían estar siempre en catálogo.

Premiados Angôuleme 2010.

Ahí va la lista de los premiados:

- Premio al mejor álbum del año: Pascal Brutal, de Riad Satouff.
- Premio del público FNAC/SNCF: Paul à Quebec, de Michel Rabagliati
- Premio especial del jurado: Dungeon Quest 1, de Joe Daly
- Premio Juventud: Lou!, de Julien Neel.
- Premio Intergeneraciones: L’esprit perdu, de Mathieu Bonhomme y Gwen de Bonneval.
- Premio Una mirada al mundo: Rebetiko, de Prudhomme
- Premio a la audacia: Alpha…directions, de Jens Harder
- Premio revelación: Rosalie Blum, de Camile Jourdy
- Premio del cómic alternativo: Special Comics 3
- Premio a la mejor serie: Jérome K. Jérome Bloche 21, de Dodier
- Gran Premio de Angouleme: Baru
- Premio del patrimonio a Paracuellos, de Carlos Giménez.

Ahí tienen los premios. Sinceramente, no me pidan que comente la mayoría de estas obra porque no las conozco aunque imagino que irán siendo publicadas próximamente en España (los tomos de "Rosalie Blum", los tengo pendientes para cuándo tenga un hueco…). Sí me parecen acertados los reconocimiento a Giménez (“Paracuellos” es una obra maestra y los franceses deben enterarse de ello si todavía no lo saben) y a Baru, un autor que me gusta especialmente con una trayectoria coherente y sólida.

sábado, 30 de enero de 2010

Moderando comentarios

Ante la continuada invasión en los últimos meses de comentarios virales en chino, sin que la gente de Blogger haga aparentemente nada para solucionarlo y, aunque he intentado evitarlo, he habilitado la moderación de comentarios para facilitar su eliminación. Los demás espero que continuéis comentando con la regularidad habitual porque lo más interesante de mantener un blog precisamente es el intercambio de opiniones que permite y El lector impaciente lo hacemos entre todos..

Si, pasado el tiempo, veo que este problema desaparece, volvería a deshabilitar la moderación.

Mis disculpas y espero que los habituales comprendáis que esta medida la tomo muy a mi pesar.

Impacientes Saludos.

viernes, 29 de enero de 2010

Trailer de “Wall Street 2: money never sleeps”, de Oliver Stone.


Ya se le puede echar un ojo a lo nuevo de Oliver Stone, un director que no suele decepcionar, que en esta ocasión retoma uno de sus grandes éxitos “Wall Street”, recuperando la historia de uno de sus protagonistas, Gordon Gekko, 23 años después de haber cumplido la condena con que terminó aquella.

El trailer, el reparto (en el que recupera a Michael Douglas y Charlie Sheen, cuenta con Susan Sarandon, Josh Brolin y Shia Labeouf) y el director prometen, aunque habrá que ver cómo funciona una historia ambientada entre los hampones de Wall Street en los tiempos que corren. Yo no me la pierdo.

J.D. Salinger (1919-2010)

Ayer nos anunciaron la muerte de J.D. Salinger, probablemente el escritor que más ha influido en la literatura norteamericana con la obra más corta. Y es que sorprende que un hombre que consagró su vida a escribir publicara tan poco.

Una única novela escrita en la veintena, “El Guardián en el Centeno”, que se convirtió en un hito generacional, y series de cuentos y novelas recopilados en varios libros, protagonizados por la atípica familia Glass.

Saliger se esforzó en cultivar en vida la imagen de autor consagrado a su obra, ajeno a los vaivenes de la modernidad y las servidumbres de las modas y el público. El viejo en su montaña de la que sólo descendía para defender su obra a golpe de demanda y cuya intervenciones eran la comidilla de los cenáculos literarios.

Sin embargo, el Salinger que imaginábamos poco tenía que ver con la realidad. En biografías no autorizadas y a través de las declaraciones de su hija fuimos descubriendo una imagen bien distinta que desmontaba el mito. La de un hombre huraño y maniático con una especial atracción por las jovencitas atraidas por su aureola de "gran escritor".

Más allá de sus rarezas, Salinger fue un escritor genial que nos ha dejado el patrimonio de una obra por la que ha de ser recordado. Imagino que en los próximos años, sus herederos irán publicando material inédito y estudios que completen el puzzle de una personalidad tan esquiva y compleja.

D.E.P.