lunes, 19 de noviembre de 2007

Max, ganador del Primer Premio Nacional de Cómic

Me entero por aquí que Max ha ganado el Premio Nacional de Cómic 2006, otorgado por el Ministerio de Cultura, por “Bardín el superrealista”, lo cuál es de justicia con tal que se conozca un poco de la biografía e inquietudes de este autor.
Al mismo tiempo me parece doblemente reseñable el hecho que se trate de un premio no endogámico dado por el círculo estrecho de los meros aficionados al amparo de un Festival o de un grupo de artistas con mejores intenciones que medios, sino un premio otorgado por primera vez por el Estado y que “normaliza” el Cómic equiparándolo con otras actividades culturales que desde hace tiempo cuentan con el prestigio que da siempre el respaldo institucional y por ende de los medios de comunicación masivos. Este es un paso más, pero es un paso muy importante.
Los miembros del Jurado han elegido entre cualquiera de los cómics publicados durante 2006 en España en cualquiera de sus lenguas oficiales y, en principio, no creo que haya desconfianzas en cuanto a la elección del ganador por parte de nadie. De “Bardín el Superrealista” nada puedo comentar porque no lo he leído aunque admito que leyendo cosas como esta –“obra gráficamente deslumbrante, con un guión original, y llena de referencias literarias, filosóficas y cinematográficas”- va a resultar difícil resistirse. (Ya les contaré si acaso mis impresiones).


¡Felicidades MAX!

“Batman Arkham: Joker” de varios autores.

Planeta de Agostini inicía con este álbum una recopilación en doce volúmenes de algunas de las “mejores historias” del hombre murciélago. Cada uno de los volúmenes está dedicado a un enemigo diferente. El primero, como no podía ser de otra manera, se centra en la gran némesis de Batman, el Joker.
Esta recopilación no es la mejor que se podría haber hecho de los emocionantes enfrentamientos entre el Joker y Batman pero sí es una recopilación correcta, que muestra su evolución a lo largo de los casi setenta años de historia del Detective. Faltan muchas de las mejores historias que han enfrentado a estas dos caras de la misma moneda (a propósito Dos caras ya han anunciado en la web que es la siguiente entrega) y son susceptibles por fama y autores de ser publicadas en otros formatos, como por ejemplo, “La Broma Asesina” que ya ha sido anunciada en formato Absolute, pero ninguna de las cinco que se reúnen en este tomo desmerece ni por calidad ni por autores. Así, tenemos historias indispensables como la primera aparición del Joker o el origen de Capucha Roja firmada por autores clásicos del personaje como sus creadores Bob Kane y el guionista Bill Finger, una magistral historia setentera como “Atroz cumpleaños querido Joker” firmada por Len Wein y Walt Simonson , e historias más cercanas en el tiempo como “El Abogado del Diablo” de Chuck Dixon y Graham Nolan o el “remake” , inédito en castellano, del origen del Joker titulado “El hombre que ríe” narrado por Ed Brubaker y Doug Mahnke. En principio, la mayoría de las historias son bien conocidas por los lectores veteranos de Batman pues el material más clásico ya ha sido objeto de otras ediciones en castellano por Zinco en la excelente recopilación "Las Mejores Historias de El Joker Jamás Contadas" (si no la tienen búsquenla porque tiene material excelente, aunque supongo que estará difícil), y “El Abogado del Diablo” también fue publicada por Zinco en su momento pero los nuevos aficionados a Batman no pueden dejar la oportunidad de hacerse con las historias clásicas del personaje a muy buen precio, sobre todo esa primera aparición del Joker estupendamente narrada por el nunca suficientemente reconocido Bill Finger o disfrutar del dibujo de Sheldon Moldoff y el guión de George Roussos en la historia sobre Capucha Roja. También es destacable la historia “setentera” narrada por Wein y un jovencito Simonson que a falta de otros nombres que hicieron grande al personaje en esta época (Carmine Infantino, Marshall Rogers, o Neal Adams) está muy apañada y recoge la esencia del personaje en aquella época. “El abogado del diablo” es una muy correcta historia de los ochenta en la que Dixon sabe jugar bien con la tensión de la historia para mantener el interés del lector en una trama a la que quizás le sobren algunas páginas. Y probablemente el plato fuerte para la mayoría sea “El hombre que rie” en la que Brubaker hace su particular aproximación al origen del Joker dotándole de un aura mucho más siniestra, psicótica y realista adaptándolo al gusto del lector actual e incorporándolo perfectamente en la cronología posterior a “Año Uno” de Frank Miller.
En definitiva, una antología bastante correcta que agradará a todos los seguidores del Hombre Murciélago y que obligará a hacerse con ella a los coleccionistas veteranos aun cuando ya dispongan de la mayor parte del material, , ya que siempre habrá una historia inédita (¡ Qué malos son los editores de Planeta!).

viernes, 16 de noviembre de 2007

Mortadelo y Filemon, 50 aniversario



Pues hoy vamos de celebración de aniversarios. En concreto y por más que le pese alguno ha llegado al medio siglo el cómic por antonomasia español del siglo XX, el más leído y el más recordado, no ya por las “rara avis” fanáticas que devoramos papel con dibujitos sino por los españolitos nacidos y criados en la segunda mitad del siglo pasado. Se trata, ya lo habrán imaginado, de “Mortadelo y Filemón”, las más famosas criaturas de ese stajonavista del cómic que es Francisco Ibáñez. Desde 1957 y a lo largo de diferentes etapas, estos dos trasuntos ridículos, surrealistas, chapuceros y entrañables de Sherlock Holmes y Watson han ido apareciendo en aventuras serializadas en diferentes revistas como “Pulgarcito” y “Mortadelo” o en álbumes en la añorada colección Olé o en las recopilaciones de “Super Humor”. Desde sus primeras apariciones los personajes han ido evolucionando a lo largo de los años para adaptarse tanto estéticamente como en contenidos a la realidad del momento. Sin embargo y, a pesar de esta prolífica carrera, para mí su mejor época fue durante las décadas de los sesenta y setenta donde el Ibáñez más imaginativo y surrealista, sin dejar de tomar referencias de los clásicos europeos, sobre todo a Franquin, supo dotar de su identidad definitiva a los personajes, abandonando su propia agencia de detectives para ingresar en la T.I.A, e incorporar a un plantel de secundarios que enseguida contaron con el respaldo de los lectores como el profesor Bacterio, el Super Vicente o la secretaría Ofelia. De esta época son mis álbumes favoritos “Chapeau El esmirriau”, “La máquina del Cambiazo” y “Argentina 78”.
Coincidiendo y aprovechando el aniversario Ediciones B ha sacado un libro conmemorativo en el que se comentan las diferentes etapas de la serie prologado por Alex de la Iglesia, aunque mi consejo es que la mejor celebración consiste en volver a leer vuestros álbumes clásicos. A propósito, ¿cuál es vuestro favorito?

jueves, 15 de noviembre de 2007

Nominaciones Premios Expocómic o el día de la marmota aplicado al Cómic.

Nueva hornada de premios recién salidita del horno. Esta vez las del Expocómic de Madrid que – parece mentira, que viejo soy ya – llegan a su décima edición.
Si quieren consultar la lista completa de nominados y votar pueden hacerlo aquí aunque les adelanto que, aunque hay un poquito de todo y para todos los gustos, el Jurado y/o la organización deberían evitar mencionar a los mismos autores más de dos años seguidos o al menos no incluir a un autor ganador el año anterior porque al final se tiene la sensación que sólo hay cinco autores en el mundo o que vivimos las mismas nominaciones año tras año. Por lo menos, este año no figuran “20th Century Boys” y Urasawa. Algo es algo.
Yo les dejo aquí mis apuestas aunque, por supuesto, no acertaré ninguno:
Mejor obra española : “El vecino 2
Mejor guionista nacional: Santiago Garcia por ser consecuente aunque Raúle también se lo merecería por “Jack Maynard”.
Mejor dibujante nacional: Carlos Pacheco. Hay que repartir que Ferry ya ha ganado alguna vez aunque el trabajo de Pedro Camello en "Treyes 3" no está nada mal.
Mejor obra extranjera: “Fabulas: tierras natales” que el giro en qué desvelan quién es el Adversario es de lo mejorcito de lo publicado en esta colección y ya le toca un premio a esta serie.
Mejor guionista internacional: Aquí tenemos otra vez a un par de los de siempre (Kirkman y Brubaker) que ya han ganado alguna vez algún premio así que mi voto va en esta ocasión para Willingham por seguir siendo consecuentes aunque también me gusta mucho el Vaughan de “Ex Machina” .
Mejor dibujante internacional: pues para Rosinski que en la segunda parte del conde Skarbek dibuja un álbum precioso aunque se publicara en 2006, pequeño detalle que se le ha escapado a la organización. Phillips o Buckingham también serían merecedores del premio.
Mejor Autor Revelación: En esta ocasión y por desconocimiento propio me inclino por la israelí Rutu Mordan y su “Metralla” que es la única que he leído y cuya obra me gustó (Pronto escribiré algo al respecto).
Mejor Fanzine: No leo fanzines, lo siento. Así que premio desierto.
Mejor Web: Aunque son todas muy interesantes, me inclino por Entre Comics por varias razones. Se curran mucho las entrevistas, me gustan sus críticas y Mar es buena amiga de este humilde blog (Besitos, Mar).

Y hasta aquí hemos llegado, si quieren ver como año tras año se repiten varios de los autores y de los ganadores sólo tienen que pinchar aquí, aquí, aquí o aquí.
Esperemos que para otros años haya más variedad aunque es lógico que en unos premios dados por votación popular los autores deban ser necesariamente eso, populares.

miércoles, 14 de noviembre de 2007

Blues por Fontdevila y Guillermo (y por los demás, también)


Imagino que ya se habrán enterado de la gran noticia del día de ayer (y no, no me refiero a la separación “temporal” de Elena de Borbón y Jaime Marichalar, que a mí me la trae al pairo) sino al anuncio del fallo del juez de la Audiencia Nacional, José María Vázquez Honrubia en el que condena a Manel Fontdevila y Guillermo Torres, los dibujantes de “El Jueves”, a pagar 3000 euros cada uno por la famosa portada de la discordia de la que ya hemos venido hablando aquí y aquí. Por ahí, ya ha salido quién está dispuesto a hacer una colecta para pagar la multa (esto me ha recordado a la Lola Flores cuando salía pidiendo un duro a todos los españoles para pagar su fraude con Hacienda) y los autores aparte de mostrar su cabreo (no me extraña) y desacuerdo con la sentencia por aquí ya anuncian su intención de recurrir.
Que la sentencia es injusta es de sentido común y que los argumentos en los que aparentemente se basa el juez son poco consistentes también. “Ciudadanos españoles medios”, que yo sepa, somos todos hasta que por alguna circunstancia – la que sea- dejamos de serlo e imagino que la mayoría de los “ciudadanos medios” habrán pasado del tema porque otros problemas “medios” (pagar una hipoteca, encontrar trabajo, etc.) tendrán y los que pudieran sentirse ofendidos por la portada no compraron la revista y punto porque yo desde mi concepción tan abstracta como la del juez presupongo que los “ciudadanos medios” tienen suficiente madurez para saber comprar aquello que les gusta y dejar en el kiosco lo que no les gusta. Que un dibujo representando a una pareja practicando sexo en una revista de humor gráfico sea objetivamente injurioso me sorprende a estas alturas de la fiesta porque no hay distracción “media” más agradable que practicar sexo y que la Fiscalía se ocupe de tutelar y fiscalizar el “orden social” de esta manera y no persiguiendo con igual saña comportamientos delictivos más graves a mí como “ciudadanos medio” me sonroja.
La portada de “El Jueves” era tan atentatoria como muchas de las que la revista ha venido publicando en los últimos veinticinco años y que no habían escandalizado a nadie ni creado “alarma social” ninguna, y son mucho menos injuriosas, en mi opinión, que las opiniones y comentarios que se vierten diariamente en múltiples programas televisivos (a ver cómo se portan ahora con el “notición” del divorcio). Sin embargo, puesta en marcha la máquina judicial por exceso de celo o por algún interés más oscuro que se nos escape, estaba claro que el Juez iba a fallar de esta manera: un pescozón rebajando la petición inicial de la Fiscalía que no dolerá (aunque sea donde más duela realmente) a los autores más allá de su amor propio y saber que han sido tratados con un rasero diferente que a otros, porque imagino que a “El Jueves” no le costará nada asumir el coste de ambas multas dado que gracias a toda la polémica generada han conseguido mejorar sus ventas y volver al candelero de la opinión pública como no lo hacía desde la Transición.
Más grave me parece para el resto de los “ciudadanos medios” se penalice de esta manera la libertad de expresión de un medio que, en definitiva, es un derecho inalienable y que realmente la Judicatura debería garantizar. Pero, ya se sabe, vivimos tiempos oscuros…

martes, 13 de noviembre de 2007

“666” de Ylana


Tras el buen sabor que nos dejó la anterior obra de Yllana e Imprebis en la que homenajeaban y parodiaban a los geniales Monty Python y de la que ya comenté algo por aquí, la semana pasada aprovechamos el festivo para volver de nuevo al teatro Alfil para ver esta vez un montaje de la compañía Ylana en solitario: “666”.
En “666”, nos encontramos ante cuatro terribles presos que llegan al corredor de la muerte, tipos duros que no tienen nada que perder y que deben adaptarse a convivir entre ellos y con sus guardianes, mientras esperan sus surrealistas y chapuceras ejecuciones mientras sueñan con la libertad, arrasar con todo bicho viviente o pasar un ratito con una mujer, para terminar donde terminan todos los malos de corazón: en el Infierno con los demonios.
Partiendo de este argumento, Fidel Fernández, Joseph O’Curneen, Juan Francisco Ramos y Raúl Cano que dan vida durante la hora y media que dura el montaje a todos los personajes, crean un espectáculo cómico gestual y mímico de primera en la que todo está perfectamente calculado para provocar la carcajada del espectador a través del humor más irreverente, chabacano y divertido que puedan imaginar con el que logran la implicación activa del espectador a través de las bromas y amenazas de los terribles reclusos usando únicamente sus cuerpos y la onomatopeya como canal de comunicación con el espectador. La comicidad de unos actores especialmente dotados para el esfuerzo que supone hacer reír al espectador durante todo el tiempo que dura la obra, sin un segundo de descanso, hace de esta un espectáculo tan entretenido como adictivo dejando al público con ganas de presenciar más gamberradas sobre el escenario.
“666” es una de las producciones de Ylana más veteranas y ha sido representada por todo el mundo logrando varios premios y menciones. Les aconsejo que si van a ver el montaje y no quieren que les hagan participes del mismo no se sienten en las primeras filas ya que pueden acabar como mínimo, a remojo.

lunes, 12 de noviembre de 2007

“Promesas del Este” de David Cronenberg

Antes de ver una película de David Cronenberg intento asegurarme mucho de lo que voy a ver. Me explico: para mí Cronenberg es la irregularidad hecha director de cine. Nunca sabes lo que te vas a encontrar cuando compras una entrada para ver una de sus películas. Algunas son tan curiosas e interesantes como “Crash” o “La Mosca”, otras el mayor truño que ha dañado mis retinas en una sala y todavía aparece en mis peores pesadillas como es “Existenz”. Vamos, lo que finamente se califica como un “director capaz de lo mejor o lo peor” pero llevado hasta sus últimas consecuencias. Por eso, cuando se estrenó esta película, tenía sentimientos contradictorios: por un lado todo lo que leía o escuchaba me atraía – soy un fanático de las películas de “gangsters” y me las trago casi todas por tópicas que sean- y por otro, estaba el factor Cronenberg que aconsejaba esperar a las ofertas de la Fnac o el Vips. La curiosidad pudo más y con más miedo que vergüenza fui a verla. Por suerte, tocaba la de arena (o la de cal, que nunca me queda claro cuál es la buena).
“Promesas del Este” es una película absorbente, que engancha de principio a fin, en la que partiendo de un hecho banal como es el diario de una moribunda, Cronenberg hace confluir dos mundos, dos existencias paralelas, en el contexto de los emigrantes rusos en Londres, con maestría y lo que en la mayor parte de sus películas falta: contención. Anna (Naomi Watts) una joven enfermera atiende a una adolescente embarazada. La chica muere al dar a luz a una niña y entre sus pertenencias lo único que encuentra que pueda aclarar algo de su pasado es un diario escrito en ruso. A través de la lectura del diario reconstruirá la historia de la muchacha y entablará contacto con la peligrosa mafia rusa del West End, los Bori Zakone y su jefe, Semyon (Armin Muehler-Stahl) quien estará dispuesto a hacer lo que sea para evitar que descubra el secreto que guardan sus páginas, contando únicamente con la ayuda de Nikolay (Viggo Mortensen), un ambiguo y misterioso chofer de la organización mafiosa dispuesto a hacer lo que sea para escalar dentro de la misma ayudado por el loco hijo borracho de Senyon, Kirill (Vincent Cassel).
Con estos mimbres, Cronenberg hace una de las mejores películas del año, manteniendo en vilo al espectador desde el principio de la misma, ayudado por un magnífico guión de Steven Knight en el que todos los personajes aparecen perfectamente caracterizados lo que se refleja en el trabajo de un reparto que clava cada uno de los personajes, destacando, aparte de los protagonistas -Mortensen con estos papeles logrará hacernos olvidar que un día hizo de Aragorn y Naomi Watts construye una Anna llena de matices que conmueve a la vez que enamora-, unos excelentes Vincent Cassel y Armin Muehler Stahl en sus papeles de mafiosos, a través de unas imágenes tan potentes como precisas. Porque a Cronenberg, al que en la mayoría de sus películas dentro del género fantástico y de terror, se le podría acusar de un excesivo gusto por la casquería y la sangre en “Promesas del Este” parece haber aprendido cómo estremecer a los espectadores a través de la verosimilitud, con unas escenas de acción realistas y contundentes. La historia es equilibrada y las motivaciones de cada uno de los personajes se van descubriendo al espectador conforme avanza la cinta pudiéndosele únicamente achacar un final excesivamente condescendiente con sus protagonistas. Sin embargo, las piezas encajan perfectamente y el espectador sale del cine con la seguridad de haber asistido a una sesión de cine del de antes, del que engancha y sobrecoge, y una película de mafia a la altura de los grandes títulos del género.
Si hubiera justicia el Oscar a la Mejor Película Extranjera para mí ya tendría dueño. Ahora véanla ustedes y me cuentan que les parece.

sábado, 10 de noviembre de 2007

Norman Mailer (1923-2007)

A los 84 años y tras unos días ingresado por problemas respiratorios nos ha dejado uno de los últimos escritores concienciados y comprometidos, sobre todo consigo mismo y su leyenda, de Estados Unidos, un tipo de literatura que hoy no se estila pero que para algunos resulta imprescindible, y que a través de sus novelas, biografías y artículos supo dejar testimonio de buena parte de los acontecimientos vividos en su país – y por consiguiente en el mundo – durante el pasado siglo. La lectura en su momento de “Los desnudos y los muertos” en la que a través de sus experiencias en la II Guerra Mundial inauguró una forma de narrar y contar la guerra ha sido posteriormente imitada hasta la saciedad tanto en la literatura como en el cine me impactó en su momento. Después siguieron los Pulitzer, y otras novelas que debo recuperar si algún día encuentro tiempo para ello como “Los ejércitos de la noche” o “La canción del verdugo”, así como en una vida personal intensa que le llevó a casarse seis veces y presentar su candidatura a la alcaldía de Nueva York.

D.E.P.

viernes, 9 de noviembre de 2007

“Y, el último hombre: Dragones en el kimono” de Brian K. Vaughan y Pia Guerra.



Nuevo recopilatorio de la estupenda “Y, el último hombre” publicado por Planeta y que recoge los números 43 al 48 de la colección yanqui en el que Brian K. Vaughan (“Ex Machina”) va preparando progresiva y metódicamente el desenlace de la serie, anunciado para el número 60 que se publicará en Enero en los EEUU, profundizando a través de episodios autoconclusivos en el pasado y la personalidad de algunos de los principales secundarios como la Doctora Mann o la despiadada teniente general israelí Alter mientras que en el arco principal que da título al tomo Yorick acompañado de 355 continua su estancia en un Japón transtornado por la ausencia de hombres y se enfrentan, ayudadas por la ambigua You, a las nuevas yakuzas femeninas capitaneadas por una popstar medio loca para recuperar a Ampersand, mientras que en el resto del mundo los hechos se precipitan al poder convertirse Yorick en el desencadenante de una nueva Guerra Mundial
La nueva entrega de Vaughan nos ofrece los mismos ingredientes que el resto de la serie: una curiosa, entretenida e inteligente revisión del clásico de la ciencia ficción de supervivientes en un mundo arrasado que popularizara el estupendo “Soy leyenda” de Richard Matheson y que, curiosamente, está teniendo un revival en el mundillo del cómic (también del cine, que acabo de ver el anuncio de un “remake” de “El último hombre en la Tierra” protagonizado por Denzel Washington) con “Los muertos vivientes” de Robert Kirkman, de la que ya hemos hablado aquí -sí, es una serie de zombies, pero las referencias de Kirkman van más allá de los zombies – e “Y, el último hombre”, que hoy nos ocupa. Llevamos algún tiempo disfrutando de las mejores historias de Vaughan en esta colección en la que situando al inocente Yorick en diferentes lugares del mundo en su búsqueda de su amada Beth, Vaughan va dejando perlitas sobre diferentes temas a través de unos diálogos inteligentes que no caen en la pretensiosidad a pesar de sus constantes referencias y unos personajes llenos de matices que ganan en complejidad conforme avanza la colección, algo que Vaughan se preocupa sabiamente de recordar al lector para dejar constancia de cómo el paso del tiempo y los acontecimientos afectan a los personajes (se supone que han transcurrido cuatro años desde el inicio de la serie). Si no fuese por la habilidad de Vaughan en el tratamiento de personajes probablemente nos encontraríamos con una estructura de guiones excesivamente monótona ya que Vaughan lleva cuarenta y ocho números haciendo más o menos lo mismo siguiendo esquemas que se iniciaron en los “western” y encontró en las teleseries y las “road movie” su nicho natural.
En el aspecto gráfico, Pia Guerra da su mejor nivel en este recopilatorio demostrando que por fin le ha cogido el tranquillo a la serie y los personajes con un dibujo realista aunque en mi opinión excesivamente frío y neutro e incluso Goran Sudzuka, que está cortado por el mismo patrón que la Guerra, parece más suelto.
Si quieren leer algo más que una historia de tipos en calzoncillos pegándose unos a otros háganse con esta colección que les gustará.
Para leer algo más sobre “Y: el último hombre” en El lector impaciente… pinchad aquí

jueves, 8 de noviembre de 2007

Carlos Giménez y “Las otras víctimas de la dictadura”.


Elena Vergara me informa amablemente sobre la celebración los próximos días 16 y 17 de Noviembre de 2007 de las Primeras Jornadas sobre las “otras” víctimas de la dictadura organizadas por el Foro por la Memoria de la Comunidad de Madrid en las que se hablará y rendirá homenaje a todos aquellos que sufrieron la represión de los vencedores haciendo especial mención a las mujeres cuyos derechos se vieron limitados, los hijos de republicanos muertos encarcelados entregados a familias o a hospicios y homosexuales y transexuales marginados y perseguidos, En las Jornadas participa el sin par Carlos Giménez quién vivió en carne propia tan oscuros días y lo supo plasmar como nadie en su obra.

Les dejo un enlace con el programa de las Jornadas por si les interesa:

miércoles, 7 de noviembre de 2007

Paul Norris (1914-2007)

A través de “C de Arte” me entero de la muerte de Paul Norris, prolífico dibujante de series como “Brick Bradford”, “Agente X-9”, “Jungle Jim“, “Magnus, robot fighter”, “Tarzán de los Monos” o “Flash Gordon” pero que quizás sea más recordable por ser cocreador junto a Mort Weisinger de "Aquaman." Trabajó sobre todo para DC, KFS y Western.


D.E.P.

“Los innombrables 2: Aventura en Amarillo” de Yann & Conrad.

Leído “Avenura en Amarillo”, la segunda entrega de “Los innombrables” que Dibukks acaba de sacar casi por sorpresa tras un par de abortados anuncios anteriores, la sensación que queda es agridulce ya que nos encontramos ante un cómic bastante correcto dentro del género de aventuras pero que llega a España demasiado tarde para entender el carácter rupturista que tuvo en su momento allá por los años ochenta (¡sólo llega con veintitantos años de retraso!).
En este álbum podemos ver en práctica dos grandes talentos del cómic europeo que renovaron el panorama de la BD aportando temáticas más adultas. Por un lado, el guionista Yann un guionista todoterreno capaz de realizar obras tan diferentes dejando muestras de su indudable calidad en obras tan distintas como el primer volumen de “Sambre” en colaboración con Yslaire del que ya hablamos aquí, o “El cometa de Cártago” para “Freddy Lombard” junto a Chaland del que también dijimos algo aquí. Por otro, Conrad, un dibujante excepcional que supo modernizar los principios de la escuela franco-belga desde un aparente clasicismo narrativo. Probablemente, lo más destacable del cómic que nos ocupa sea el interés del equipo artístico de siendo fieles al género de aventuras tratar desde un humor negro y ácido temáticas adultas. Todos estos elementos, que influyeron de manera notable en el cómic europeo a posteriori abriendo la puerta a nuevas temáticas y actitudes, aparecen en “Aventura en Amarillo” por primera vez de una manera clara.
Hasta aquí la historia del cómic, a partir de ahora el cómic en sí. En este álbum los tres amigos Innombrables que dan título a la saga prosiguen sus aventuras en un Hong Kong amenazado ante el avance de los chinos comunistas de Mao y repleto de intrigas y espías. Mac y sus cólegas, ajenos a estos líos mantienen un discreto y fructífero negocio de contrabando de perros y misioneras con el que pretenden financiar la compra de un burdel en el que trabaja la dulce Junco Florido. Sin embargo, en su camino se cruza Alix, la tigresa blanca, una espía comunista que pretende huir del nacionalista general Lichi y de Sybil, la hija de uno de los principales magnates europeos de Hong Kong, con la que Mac tiene un pequeño escarceo amoroso. La huida de Alix y la muerte de Junco por Lichi provocan que Mac y sus amigos empiecen a tomarse la situación como como algo personal. Hasta aquí a grades rasgos la historia. Un argumento inconcluso que supongo tendrá su continuación en el siguiente tomo de la serie pero que deja al lector completamente a medias. Yann va incorporando tramas y subargumentos en un complicado juego que exige bastante del lector y del dibujante para encontrase finalmente con la decepción de encontrarse con una historia a medias. Por otro lado buena parte de los gags que Yann imprime a la serie han perdido parte de su efecto cómico con el paso del tiempo o quizás sea yo el que no conecte con ellos. Más interesante me ha parecido que es la soterrada critica al colonialismo tras la segunda guerra mundial o incorporar el sexo explícito en las historias. Otra cosa es el dibujo de Conrad quién hace una tarea extraordinaria en un álbum vistoso y excelentemente dibujado que es una delicia de contemplar haciendo un uso excelente de elementos tales como la onomatopeya, el color y el trazo para jugar con ambientaciones y situaciones. Sin embargo, no me queda claro lo que es original y lo que es incorporado dada la costumbre de este autor por retocar los albumes con posterioridad lo que ha llevado a que se hayan publicado de este mismo álbum varias ediciones en Francia a lo largo del tiempo.
En definitiva, un álbum para los amantes de la aventura gamberra y desenfadada que dejará al lector a medias por lo que recomiendo esperar a la publicación del tercer tomo de la serie. Cuando lea el final, quizás pueda valorar mejor si la serie es tan buena como se presupone o el tiempo ha jugado en su contra. Ya les contaré en su momento.

martes, 6 de noviembre de 2007

“Olvida los tambores” de Ana Diosdado.



El sábado tocó visita al teatro para ver el nuevo montaje de “Olvida los tambores”, la primera obra de Ana Diosdado que se estrenó por primera vez hace ya la friolera de treinta y siete años y que vuelve a las carteleras en el teatro La Latina de Madrid en un nuevo montaje de con un grupo de actores jóvenes y mediáticos tras su participación en un montón de series televisivas. Iba yo con la mosca detrás de la oreja ya que, aunque tengo un buen recuerdo de las series televisivas en que guionizó la Diosdado, la temática de la obra en la que se reflejan buena parte de las dudas, miedos e ilusiones de la sociedad y juventud de la época y la presencia de algunos actores de calidad dudosa me hacía desconfiar.
Vista la obra, hay más luces que sombras porque aunque haya partes que han envejecido mal con un personaje, Nacho, que por momentos resulta muy cargante con su comportamiento analítico y cargado de moralina aunque su presencia sea imprescindible al ser el que define y orienta el comportamiento del resto. Sin desvelar, demasiado del argumento adelantaré que Tony y Alicia son un joven matrimonio ajeno a convencionalismos que pretenden vivir según sus propios ideales. El día de su aniversario en el que, además, van a celebrar una cena de trabajo de la que depende el futuro laboral de Tony y Pepe, su mejor amigo, con Nacho, un maduro productor discográfico, llega Pili, la hermana de Alicia huyendo de un matrimonio aburrido y rutinario con Lorenzo, un joven arquitecto bobalicón y conservador que también acude al apartamento de Alicia para intentar convencer a su mujer que vuelva con él. Tras la cena, mediante el personaje de Nacho, Diosdado va desgranando las reacciones, sentimientos y secretos de cada uno de los personajes para precipitarlos en un final dramático que deja a los protagonistas en una dura encrucijada sobre cómo afrontar sus vidas en el futuro y asumir las cargas de la madurez.
La obra dividida en dos actos se vuelve más interesante conforme avanza la trama acelerándose a partir del segundo acto. La obra mantiene buena parte de su interés a pesar de los años transcurridos porque, en definitiva, trata sobre problemas humanos y las frustraciones de la juventud de hace treinta años y los roles de los personajes son muy similares a los que puedan encontrarse en la actualidad. Sin embargo, el montaje de Víctor Conde aunque bastante lúcido en cuanto a la ambientación de la época es quizás demasiado conservador sin aportar ningún punto de originalidad respecto al primer montaje de referencia. Respecto al trabajo de los actores, hay que romper una lanza a favor de estos jóvenes actores que provienen de un medio tan distinto como el televisivo y aquí demuestran, como poco, interés para ir más allá de la opción fácil de encasillarse en la serie ñoña de turno. La obra permite el lucimiento de todos los actores en una amplia variedad de registros, aunque al inicio a la pareja formada por la debutante en teatro Ana Polvorosa (es la hija de “Aida” pero denle una oportunidad que está bastante bien) y Antonio Hortelano (“Compañeros”)le falte complicidad para resultar creíble, carencia que se difumina conforme va apareciendo en escena el resto del reparto que con sus excelentes actuaciones arropan a la pareja de protagonistas, destacando si cabe a Leandro Rivera , que borda el papel de Pepe, el personaje sobre el que recae la compleja tarea de aliviar humorísticamente la tensión que acumula el resto y con el que Rivera se mete al público en el bolsillo. El resto del reparto lo completan la meidática Cármen Morales, bastante correcta en el papel de Pili aunque un poco limitada en cuanto a su “vis dramática”, un notable Guillermo Ortega en el papel de Lorenzo y un gran Antonio Albella como Nacho que ha pasado de hacer el loco con los abanicos de Locomia a convertirse en un excelente actor.
Ya saben, si les apetece pásense por el teatro La Latina y me cuentan que les ha parecido la obra que hasta Febrero que está en cartel tienen tiempo.

lunes, 5 de noviembre de 2007

Visiones de París



Con mucho retraso, les dejo algunas impresiones sobre mi reciente semana de vacaciones en la Ciudad de las Luces, como algunos de ustedes hábilmente adivinaron aquí.
Como tampoco quiero caer en la glosa fácil de los lugares comunes e imprescindibles de inevitable visita y que se disfrutan más conforme mejor acompañados vayan, les hablaré sobre aquellas pequeñas cosas que llamaron más mi atención y puedan resultarles útiles si alguna vez van por allí.
Lo primero de todo, las distancias. Efectivamente, amigos, París es una ciudad grande, excesivamente grande para mi gusto y en la que todo quedaría bastante lejos si no fuese por la estupenda red de metro de la que disponen nuestros vecinos (aunque el metro es antiguo no está demasiado sucio y es muy rápido) salvo... cuando deciden ponerse en huelga, en cuyo caso los parisinos se hacen con una buena bicicleta, patín o patinete y deambulan de aquí para allá sorteando el tráfico automovilístico que colapsa sus enormes avenidas mientras los pobres turistas juramos en arameo conforme se nos van hinchando los pies y desgastando las suelas de los zapatos. Admiración y un poco de envidia me provoca el tema este de la huelga, supuestamente sólo de transporte pero que en la práctica logró movilizar buena parte del sector público durante un día entero y parte del otro provocando, entre otras cosas,que los museos permanecieran cerrados todo un día cuando por las Españas no somos capaces de ponernos de acuerdo en la más mínima reclamación o defensa de nuestros derechos laborales.
Varios mitos se me cayeron en este viaje, que es lo que tiene conocer los sitios por uno mismo: por un lado, el del carácter altivo de los franceses y, por otro, que Francia es un paraíso para los aficionados al cómic en el que casi, casi los cómics buenos, bonitos y baratos llueven del Cielo como si fuese el maná o las treinta vírgenes prometidas que me esperan en el Paraíso (chicas, lo siento no sé lo que os toca a vosotras en el Paraíso, según el Corán).
Los franceses que tratamos fueron, en todo caso, bastante amables, intentando solventar nuestra confusión de turistas desamparados y haciendo acopio de paciencia para entender mis explicaciones en un limitadísimo francés. El inglés no recomiendo usarlo salvo como último recurso y si no tienen ni idea de otros idiomas hagan acopio de mímica y al toro con el español que al final les entienden.
Respecto a los cómics el sabor fue agridulce. Dado el respeto con el que el país vecino suele tratar a los autores y las cifras superventas que alcanzan algunos álbumes pensaba que iba a encontrar con cierta facilidad librerías especializadas en las que saciar el afán consumista del mayor de mis vicios con alguno de los títulos con los que por aquí me suelen poner los dientes largos, sin embargo no encontramos ninguna y en los centros comerciales a los que acudí (Galerias Laffayette) la sección dedicada al cómic era en cuanto tamaño similar a la del Fnac de Callao por poner un ejemplo, con un material muy comercial y unos precios bastante similares a los españoles (poco más baratos por lo general). Más suerte tuve en una cadena de librerías llamada Gilbert&Joseph donde si encontré bastantes más títulos y en la que aparte de material nuevo venden material de segunda mano a buen precio (tampoco esperen encontrar gangas no crean). Aquí me hice con los dos primeros álbumes de “Philemon” de Fred, una obra que desde leí glosada aquí había despertado mi curiosidad y mucho me temo que tardaremos en ver publicada en España salvo que se confirme la compra de Norma por Dargaud y esta editorial cuán Pepe Botella nos traiga la luz de la Ilustración (comiquera) ;-D . No, en serio… Evidentemente en Francia encontrarán mucha BD con ediciones integrales cuidadas de sus clásicos a un precio razonable junto a otros integrales cuyos precios no difieren mucho de los que se publican por aquí, y se consume bastante manga pero por lo que vi no hay tanto material norteamericano como aquí.
En definitiva, que me he quedado con morriña de conocer mejor París y, sobre todo, de más vacaciones. Se han quedado algunos sitios imprescindibles que visitar (el museo Dorsay, maldita huelga, y los cementerios de la ciudad) así que tendré que volver prontito. Ya les contaré en su momento.

viernes, 2 de noviembre de 2007

Invasión de Oliver Hirschbiegel


Cuando tienes un día festivo en medio de la semana y no gozas de la posibilidad de hacer puente, a última hora de la tarde te dejas llevar por la melancolía y la tristeza de lo que te espera el día siguiente en la oficina mientras otros mortales, (que encima son tus compañeros) más afortunados, están disfrutando de su merecido descanso.
Así que para luchar contra este sentimiento no se nos ocurrió nada mejor que hacer una visita al cine más cercano para ver alguna de las películas que todavía tenemos pendiente. Y, por unas cosas y otras y usando la archiconocida técnica del descarte nos metimos a ver “Invasión” de Oliver Hirschbiegel, director alemán de cierto prestigio en Europa por “El Hundimiento” y “El Experimento”en su primera incursión holliwoodiense, cuyo apellido rima con el del no suficientemente reconocido Don Siegel, y quizás por ello le encargaron el proyecto de cuya película “La invasión de los ladrones de cuerpos” esta es un "remake", que no molesta pero del todo prescindible.
La archiconocida trama basada en la novela de Jack Finney Los ladrones de cuerpos” y llevada al cine, aparte de por Siegel, por Phillip Kaufmann y Abel Ferrara (esta versión de Ferrara no la he visto, miedo me da), y en la que muchos vieron -vimos- en su momento críticas soterradas al macartismo y al comunismo, nos sitúa en una Tierra invadida progresivamente por una serie de esporas espaciales inteligentes que toman como huéspedes a los seres humanos a quienes roban los recuerdos y anulan su personalidad cuyos planes debe estropear el avispado protagonista de turno. En esta ocasión ese papel recae en la estupenda Nicole Kidman, quien interpreta en esta película a una abnegada madre (sí, se trata de película con niño repelente así que cuidadito que yo no lo sabía) moderna que debe hacer frente al cuidado de su pequeñín, al tiempo que lo compagina con su estresante vida laboral como psiquiatra y una relación de “nos gustamos pero nada más” con el nuevo James Bond, Daniel Craig. A partir de este punto, la película avanza sin pena ni gloria con un ritmo acelerado y que, en ocasiones, peca de confuso con el que Hirschbiegel, supongo, pretende contagiarnos los nervios y temores de la bella Nicole. Como ya he comentado, lo más salvable de la película es la excelente labor de la Kidman, probablemente la penúltima actriz “glamourosa” que queda y que aparte de guapa es buena actriz, y que en esta película a su medida asume con naturalidad el peso de la historia resultando bastante creíble.
En definitiva, que si pensaban ir a ver esta película mejor se pasan por el videoclub (o como se llamen ahora) y se cogen la excelente “La invasión de los ladrones de cuerpos” o la más terrorífica “La invasión de los ultracuerpos”, que les va a salir más a cuento, salvo, claro está, que sean fanáticos de Kidman o de Craig, o de ambos, en cuyo caso les encantará.

jueves, 1 de noviembre de 2007

“Castle Waiting 2” de Linda Medley



Tenía pendiente encima de la mesa desde hacia algunos meses este segundo tomo del “Castle Waiting” de Linda Medley para la que no encontraba tiempo. Tras su lectura, me arrepiento no haberlo leído antes porque esta segunda entrega es incluso mejor que la anterior.
Linda Medley en este segundo tomo se nos descubre como una fina fabulista que utilizando modelos y esquemas de los cuentos populares nos ofrece historias cargadas de humanidad y aparente inocencia para acercarse a problemas contemporáneos y actuales tan profundos como el tratamiento de la sexualidad en la iglesia o la belleza más allá del físico a través de una lectura asequible para niños de tres a noventa y nueve años. Si en el anterior tomo, aparte de la presentación de los personajes se mostraba el Castillo de la Bella Durmiente como el refugio de sus entrañables personajes en este segundo se centra en narrarnos la historia de la Hermana Paz,. Este planteamiento permite a Medley sin abandonar el tono desenfadado y amable del anterior tomo abordar temáticas más ambiciosas y profundas a través del origen de la Hermana Paz, una mujer barbuda socarrona e independiente que abandonando el circo donde trabaja se incorpora a la orden de las Solicitas, formada en su totalidad por mujeres barbudas dispuestas a hacer el Bien sin importarles los medios.
Es notable la gran evolución que demuestra Medley como narradora en este segundo tomo en el que a través de una prolongada elipsis que se retoma en cada uno de los capítulos que conforman el tomo nos cuenta la historia de la Hermana Paz dejando al resto de los habitantes de “Castle Waiting” como meros oyentes de la historia. Para mí esta manera de narrar un cuento dentro de otro cuento junto con la exquisita sensibilidad con que Medley recrea su mundo imaginario es el gran activo de esta serie en la que la importancia de lo femenino es fundamental. Esta preponderancia en recrear un mundo marcadamente femenino a la hora de pergeñar una historia repleta de valores y que deja al lector una enorme sonrisa en la boca sorprende dentro de lo que es el mercado norteamericano tan sobrado de historias “mainstream” marcadas por el mismo patrón sobrado de testosterona.
“Castle Waiting” es uno de esos cómics que por su originalidad y sensibilidad debería haber tenido un mayor eco en el mercado español donde me da la impresión que está pasando bastante desapercibido. Espero que el boca a oreja funcione y sigamos disfrutando de nuevas aventuras de los habitantes del castillo de Cenicienta.
Si queréis leer algo sobre la primera entrega de "Castle Waiting" en El Lector Impaciente... pinchad aquí.

miércoles, 31 de octubre de 2007

“Crisis Infinita”, ¿qué hicimos para merecer esto?



Llevaba unos meses haciendo acopio de valor para leer la gran macrosaga que ha redefinido por enésima vez el universo DC y que descansaba sobre la mesa de los pendientes. La miraba con el rabillo del ojo y me decía a mí mismo, “Venga, Pablo, seguro que no es tan mala como has leído por ahí”, “seguro que le encuentras algo bueno”. Al fin, con más miedo que vergüenza, me decidí a abrir el primero de los cuatro números en los que Planeta ha englobado los siete de la serie yanqui más algún “crossovers” y “tie-ins” más para rellenar, aunque se justifique que es para añadirle mayor coherencia. Luego he tardado un par de semanitas más en animarme (recuperarme) de la experiencia y serenarme lo suficiente para hacer las siguientes reflexiones.
¿Era necesario realmente contar esta historia? ¿Y contarla de esta manera? Porque es que la fastuosa “Crisis Infinita” es sin exageración el peor cómic que he leído en muchos, pero muchos, años. Que las macrosagas con cientos de “crossovers” son un negocio para las dos grandes editoriales “mainstream” no se le escapa a nadie pero llegar al punto de dejar prácticamente sin contenido a la serie y convertirla en un mal batiburrillo de situaciones y personajes con nula coherencia, confusa y mal narrada pues también. De este modo, “Crisis Infinita” es una especie de mixtura inconexa de varias miniseries anteriores (“El día de la venganza”,“Villanos unidos”, “Proyecto OMAC” “La guerra Rann-Thannagar”) que supuestamente no hay que conocer para poder disfrutar de “Crisis Infinita” y digo, supuestamente, porque si no se ha leído algo de estas series el lector quedará completamente desamparado ante el desatino que le espera (este cómic ha redefinido el concepto de “prólogo”: han escrito cuatro y cualquiera ofrece más que la historia principal). Me imagino a un chavalito de trece años que quiera iniciarse en el universo DC a través de esta serie y abominar para siempre del Cómic. ¿Exagero? Quizás, pero es que Geoff Jhons no está a la altura de sus capacidades como guionista y esta serie que a los lectores veteranos se nos vendió como un homenaje a la estupenda “Crisis en las Tierras Infinitas” de Marv Wolfman y George Perez en su vigésimo aniversario no deja de ser una ridícula secuela para rehacer el concepto y poner la cuenta de nuevo a cero a ver si así aumentan las ventas. Si Wolfman desarrolló a lo largo de los doce episodios de “Crisis en Tierras Infinitas” una serie de conceptos novedosos en su momento para solucionar la cuadratura del circulo a la que se enfrentaba en esa época DC (el caos que había generado por la cantidad de Tierras paralelas en las que se movían los distintos personajes de la editorial) y se convirtió en la vara de medir a todas las demás macrosagas con la que después nos han “obsequiado” (ninguna superó el modelo), Jhons en su imitación resulta inconexo y disperso. Haciendo buena la regla de que en el mundo de los superhéroes nadie muere (o se va al Limbo) para siempre. Jhons “resucitó” a Alexander Luthor, a Superboy y al Superman y la Lois Lane de Tierra-2 quienes asqueados por el comportamiento de los héroes tras las “Crisis en Tierras Infinitas” pretenden volver a la situación original. Tras unos cuantos enfrentamientos de lo más ñoño –confunde la épica con el mamporro- Jhons soluciona el embolado en que solito se ha metido de la manera más burda posible: a tortazo limpio, dejando el terreno –o Tierra Nueva- abonado para el macroacontecimiento del siguiente año: “52”, del que ya les comenté algo por aquí.
A nivel gráfico la serie cuenta con los mejores dibujantes de la casa – George Perez, Phil Jiménez, Ivan Reiss y Jerry Ordway- y yo no voy a ser quién discuta su talento pero resulta bastante claro que ninguno está a la altura de otros trabajos, probablemente perdidos en el maelstrom desencadenado por Jhons.
En fin, que si ven este cómic en su librería habitual o en algún kiosko no se acerquen a él. Es terriblemente malo y provoca una terrible sensación de que alguien en algún lugar te ha tomado el pelo. Si quieren leerse una buena macrosaga de DC háganse con “Crisis en Tierras Infinitas”, aunque sea en formato absolute.
Buff…Ya me he quedado a gusto…

martes, 30 de octubre de 2007

“Fábulas: las 1001 noches (y sus días)” de Bill Willingham y Mark Buckingham



Después de la publicación de “Fábulas: Tierras Natales” en la que Willingham y Buckingham desvelaban por fin la identidad del misterioso Adversario que había provocado el exilio de las Fábulas en el mundo mundano, y del que ya escribí algo por aquí, esperaba con expectación la publicación de “Fábulas:1001 noches (y sus días)” para comprobar la capacidad de los autores para mantener el interés de la serie después del clímax alcanzado en el anterior arco.
Willingham se encuentra a sus anchas en la serie en la que dejando de lado a los principales personajes hasta el momento para otorgar el protagonismo a algunos de los secundarios que habían aparecido hasta ahora, al tiempo que con la inclusión de nuevos personajes y tramas mantiene intacto el interés. “Las mil y una noches (y sus días)”es claramente un arco de transición, pero resulta tan entretenido como el resto de la serie. En él, Wilingham sigue mostrándonos nuevos elementos del universo de las Fábulas a través de la llegada a Villa Fábula de una delegación de fábulas orientales para hacer causa común en la lucha contra el Adversario. Aparte del inevitable enfrentamiento provocado por el choque de culturas el Príncipe Azul y el resto de fábulas deberán hacer frente a la traición y la presencia de una misteriosa Arma de Destrucción Mágica.
Bill Willingham parece haber optado por el momento en no explorar las atractivas opciones que le proporciona la presencia de las fábulas en el mundo humano para centrarse en el aspecto mágico y fantástico de la serie. Muy interesante me parece el último número del tomo recopilado por Planeta (episodios 42 a 47 de la serie original) titulado “La balada de Rodney y June” en la que Willingham a través de una curiosa y hermosa historia de amor nos acerca desde un prisma diferente a los temibles soldados de madera del Adversario que ya conocimos en “Fábulas: La marcha de los soldados de madera”. En cuanto al aspecto gráfico Buckingham cumple sobradamente, manteniendo el alto nivel de la serie aunque en este arco no alcance la espectacularidad de los anteriores. Personalmente, me hubiera gustado que Buckingham hubiera optado para la caracterización de algunas de las fábulas orientales más alejada del tratamiento disney de los mismos, aunque se trate, obviamente, de un homenaje (ojo al parecido del djinn y de Yussuf con los personajes de “Aladdin”). Una lástima que la lentitud de Buckingham provoque la necesidad de contar con otros artistas en los episodios de relleno, aunque en esta ocasión Jim Ferm no lo haga del todo mal.

lunes, 29 de octubre de 2007

“El lama blanco” en la Casa del Tibet.

Me llega a través de la editorial noticias sobre la presentación del integral “El lama blanco” de Jodorowski y Bess que Rossel Ediciones ya puso a la venta hace unos meses y que luce en mi estantería esperando su momento (ya les contaré).
La presentación tendrá lugar el próxima día 30 de Octubre en la Casa del Tíbet de Barcelona (C/ Roselló, 131) a eso de las siete y media de la tarde y a la misma acudirá el eurodiputado de Europa Verde Raúl Romeva.

Así que, si les interesa, ya lo saben.

“La felicidad de los ogros” de Daniel Pennac



Siempre resulta una aventura leer por primera vez un autor del que se carece casi por completo de referencias, aventura que puede convertir al autor en un compañero al que seguir fielmente en cada una de sus obras o en un enemigo al que criticar inmisericorde por habernos hecho perder el tiempo y el dinero. Frente a este dilema, me encontraba al iniciar la lectura de “La felicidad de los ogros” del francés Daniel Pennac (Casablanca, 1944), un autor que al parecer goza de bastante prestigio en el país vecino pero que yo desconocía completamente y que a partir de ya no voy a dejar de seguir.
“La felicidad de los ogros” es una novela que sorprende en cada página, algo muy difícil de encontrar hoy en día. Partiendo de una narración en primera persona en muchas ocasiones desordenada y caótica como el pensamiento de su protagonista Benjamín Malaussène, Pennac construye una historia que transgrede la barrera de los géneros para ser al tiempo relato hagiográfico, novela de intriga y crítica social surrealista a través de un lenguaje irónico y desenfadado.
Malaussène es el hermano mayor de una familia desestructurada en la que la madre abandona a sus hijos tras la ilusión de un nuevo amante y él debe sacar adelante a toda una recua de hermanastros y hermanastras cada uno de su padre en el suburbial barrio parisino de Belleville donde todos viven acompañados de un perro epiléptico. Para sacarles adelante, Benjamin trabaja como “chivo expiatorio” en un Almacén en el que se dedica a recibir las broncas de clientes airados porque sus compras están defectuosas con tal cara de lástima que suele enternecerles lo suficiente como para que retiren sus reclamaciones. Malaussène asume su triste realidad con optimismo y buen humor hasta el momento en que se ve inmerso en medio de una cadena de atentados que tienen lugar en el Almacén en el que trabaja. Unos atentados con bombas de los que es el principal sospechoso y que pueden poner en peligro tanto su vida como la de sus hermanastros.
Haciendo uso de una innegable capacidad para construir personajes y situaciones surrealistas Pennac se inventa una novela rica en matices, con el justo punto de verosimilitud que necesita la mejor ficción para ser creíble y atraer al lector. Contrasta la ironía y dureza con la que Pennac se refiere al Almacén y los personajes que lo pueblan - una jungla laboral en la que resulta fácil identificar los arquetipos clásicos del “pelota”, el jefe despiadado, los compañeros confidentes, etc. – con el cariño y ternura que muestra en el tratamiento de sus amigos y hermanastros. La trama negra de la novela avanza a trompicones en medio de la vorágine del caótico e irónico pensamiento de Benjamín, santo y diablo al tiempo, hacia su precipitada resolución, eclipsada por el nervioso estilo de Pennac, lleno de disgresiones y referencias. “La felicidad de los ogros” es una novela ambiciosa e irregular, tan dispersa, entrañable y atractiva como la personalidad de su protagonista y que deja la puerta abierta a conocer las nuevas peripecias de Benjamín y su variopinta familia a lo largo del resto de novelas que forman el ciclo de Belleville. Yo que ustedes la daría una oportunidad.